Crítica de Juego de Tronos: La Casa del Dragón temporada 1 (HBO Max)

Termina la primera temporada de Juego de Tronos: La Casa del Dragón, y no sabéis la alegría que me da poder decir lo mucho que me ha gustado la serie, de largo la más satisfactoria de todas las series de grandes franquicias contra las que competía en las últimas semanas.

PUNTUACIÓN: 8/10

Historia ambientada 172 años «antes de Daenerys Targaryen», y en el noveno año del reinado de Viserys Targaryen (Paddy Considine), un rey cuya línea de sucesión está en peligro. Su esposa Aemma (Sian Brooke) está embarazada, aunque no hay garantía de que dé a luz a un heredero varón. Si no lo hace, entonces el Trono de Hierro recaerá bien sobre el hermano de Viserys, Daemon, un gobernante impulsivo y potencialmente tiránico (Matt Smith); o bien, rompiendo con la tradición, en la hija adolescente de Viserys, Rhaenyra (Milly Alcock), cuyo reclamo del trono está destinado a tener una fuerte oposición. (FILMAFFINITY)

En medio del bloqueo creativo que le impide terminar Canción de Hielo y Fuego, George R.R. Martin si pudo publicar en 2018 Fuego y Sangre, novela planteada para contar el origen de la Casa Targaryen antes de los sucesos de sus novelas previas. Martin ha manifestado que esta es la primera de dos novelas destinadas a contar los sucesos en este momento temporal. Tras el final de Juego de Tronos, HBO se moría por producir más material ambientado en el mundo de Poniente, y adaptar esta novela era sin duda la mejor opción posible. Para ello, Martin ha estado super implicado en la creación de esta serie, que ha sido creada por él y por el guionista Ryan Condal. Condal y el director Miguel Sapochnik, director de alguno de los mejores episodios de Juego de Tronos, actúan como showrunners de esta primera temporada que contará con 10 episodios, con Sapochnik dirigiendo el episodio piloto y otros dos episodias de la temporada. Otros directores han sido Greg Yaitanes (3 episodios), Clare Kilner (3) y Geeta Vasant Patel.

Waner / HBO Max ha tirado la casa por la ventana para esta serie. Se estima que cada episodio ha costado 20 millones, frente a los 6 que costó la primera temporada de Juego de Tronos a los entre 15 y 20 de la octava y última temporada. Para La Casa del Dragón, los productores han optado con buen criterio a contratar de nuevo a Ramin Djawadi para que cree la música de la serie, que se ha grabado en localizaciones de Inglaterra, Portugal y España. House of the Dragon es además la primera producción que se rodó en el nuevo escenario de producción virtual de Warner Bros. Leavesden Studios, similar el Dome de Disney, aunque informó que desmontó el escenario difgital para dar paso a otras producciones standard en esos estudios.

En la Casa Targaryen, encontramos a Paddy Considine como el rey Viserys I Targaryen, rey de los Siete Reinos. Milly Alcock interpreta a la joven Rhaenyra Targaryen, hija de Viserys, mientras que Emma D´Arcy es la Rhaenyra adulta. Matt Smith es el príncipe Daemon Targaryen, hermano menor de Viserys I. En la Casa Hightower tenemos a Rhys Ifans como Sir Otto Hightower, Mano del Rey. Emily Carey interpreta a la joven Alicent Hightower, hija de Sir Otto y amiga de la infancia de Rhaenyra, mientras que Olivia Cooke interpreta a la Alicent adulta. En la Casa Velaryon tenemos a Steve Toussaint como lord Corlys Velaryon, señor de las Mareas y esposo de la princesa Rhaenys Targaryen (Eve Best), prima del rey Viserys I y cuya aspiración de ser ella la reina de los Siete Reinos fue cortada por unos nobles que eligieron a Viserys al no aceptar a una mujer como reina.

Juego de Tronos: La Casa del Dragón ha sido un entretenimiento de primer nivel que nos ha mostrado a personajes complejos e interesantes en un mundo de Poniente que recuerda a lo ya conocido pero que ha conseguido adquirir entidad propia en esta primera temporada. La Casa del Dragón me ha gustado en su visionado semanal y me ha justificado la suscripción que he pagado a HBO durante estos últimos dos meses, así que en ese sentido HBO Max debe sentirse tremendamente satisfecha, además de por unos datos de audiencia que han sido realmente buenos y aseguran que la segunda temporada será un éxito cuando se estrene.

HBO Max ha tirado la casa por la ventana y se transmite que es una producción de primer nivel. Las localizaciones, vestuario, efectos especiales y escala del guion ofrece un entretenimiento de primer nivel que luce estupenda la mayor parte del tiempo. Es cierto que Los Anillos de Poder en Prime ha sido más espectacular (aunque el guion fuera desastroso), pero HBO ha acertado creando el tono que esta historia necesitaba. Por cierto, como pasó en su día con Juego de Tronos, han vuelto a haber quejas porque algunos episodios se veían demasiado oscuros, lo cual me parece un error incomprensible dado que no es la primera vez que sucede y se supone que justo HBO debería controlar la problemática del visionado de series en streaming, etc…

El gran desafío de la serie giraba en torno a presentar personajes que fueran igual de carismáticos que los de Juego de Tronos. Dentro que ahora nadie se acuerda, pero esos actores ahora super conocidos en su momentos estaban más verdes que una lechuga, justo como les pasa a estos. Y la verdad es que Viserys, Rhaenyra, Daemon y Alicent me parecen personajes super interesantes y complejos que consiguen mantener la serie casi por ellos mismos. En lo relativo al reparto, creo que todos están muy bien en sus papeles, aunque me chocó el cambio de actrices protagonistas a mitad de la temporada, cuando los actores varones sí que se mantuvieron en la serie. En este sentido, el único pero que le pondría al reparto son los hijos de Rhaenyra y sobre todo Alicent, que sufren unos cambios en pocos años que rompen la suspensión de credulidad. Este error de casting de los príncipes es quizá el único pero que le encuentro en lo relativo a los actores escogidos.

Y reconozco que se hace extraño ver una serie de Juego de Tronos prácticamente con una única familia protagonista, unida a los Hightower o los Velaryon, frente a la narrativa coral con múltiples frentes simultáneos de Juego de Tronos, pero una vez que entendí que esto estaba planteada de forma diferente a la serie madre, pude disfrutar mucho más de la serie.

Un pero que se puede sacar a La Casa del Dragón tiene que ver con el ritmo de la serie, en especial si se compara con lo que fue Juego de Tronos. Como veis, la comparación es continua, pero es inevitable cuando los productores han sido los primeros en hacer esta conexión empezando por el tema principal de Ramin Djawadi. Que La casa del Dragón no tenga su propio tema me parece un error de bulto muy importante, porque por un lado intentas dotar a la serie de su propia personalidad, pero por otro ellos mismos nos recordaban todas las semanas que son lo mismo, aunque en momentos temporales diferentes. Volviendo al ritmo, diría que todos los episodios de una hora de duración me dejaron con la sensación que se podía haber contado exactamente lo mismo con 10 / 15 minutos menos de duración. En varios momentos sobre todo en la primera mitad de la serie la sensación fue que lo que habían contado sería uno de los subargumentos de un episodio de Juego de tronos y se hubiera podido condensar sin problemas en 15/20 minutos. Entendiendo que son imprescindibles para entender lo que pasa a continuación, los 5 episodios con las princesas adolescentes se sienten a veces como un prólogo super ampliado a lo que veremos a continuación con las princesas convertidas en madres y esposas, que es lo realmente interesante.

Incluso aceptando que La Casa del Dragón es otra cosa y se merece poder contar su historia con el ritmo que ellos estimen oportuno, así lo he entendido yo, hay otro elemento que puede no cuadrarle a algún espectador. Y es que estando todos los episodios bien mientras la trama avanza a su ritmo pausado, en la mayoría de veces me dejaban la sensación que el siguiente episodio podía ser el realmente brillante de la serie. El que nos ofreciera el climax emocional o directamente, el inicio de la guerra y el gran espectáculo que se llevaba anticipando desde el principio. Sin embargo, cuando pasaba una semana y veía dicho episodio ¡me hacía sentir igual, lo mejor parecía que seguía estando por llegar!

Todos los espectadores vimos desde el primer episodio que la clave de esta temporada es que habrá paz mientras Viserys viva. Él mantiene el reino estable, pero en cuanto palme se abrirá el infierno en Poniente por la lucha por la corona. Ya fue sorpresa asistir al salto temporal de 10 años y comprobar que Viserys aún vivía, pero a medida que avanzan los episodios hay una creciente sensación de «ahora se muere y se va a liar parda». Al final del 7º episodio (un episodio super chulo, por cierto) tras la lucha de los niños y la tensión con las familias enfrentadas, todo indicaba que los padres iban a continuar el combate y ahora si se «liaba”. Pero llega el 8º episodio en el que vuelven a hacer un salto temporal (en este caso de 6 años) y todo ha seguido más o menos igual ya el Rey Viserys sigue vivo, aunque apenas. Tras otro episodio muy chulo en el que Viserys fallece en paz al haber podido disfrutar de una cena con toda su familia, el pensamiento general era “ahora si, la reina (o más concretamente su padre Hightower) va a intentar matar a Rhaenyra y toda su familia y ahora se lía”.

Sin embargo, empieza el 9º episodio, (buen episodio, quizá un poco inferior al 8º) y hacen la pequeña trampa narrativa de hacer que Rhaenyra y toda su familia se marchara de Desembarco del Rey esa misma madrugada nada más terminar la cena. Que es necesario porque si se hubieran quedado y el Señor Hightower les mata se acaba la serie (igual que si Rhaenys hubiera matado a todos al final del 9º), ojo. Pero aquí no hay elipsis temporal, Viserys muere la misma noche del banquete y de alguna forma muere feliz porque ha visto a toda su familia junta y en paz. Y al menos a mi me choca porque lo lógico y normal pensando que nadie podría anticipar que el rey iba a morir esa misma noche no es que Rhaenyra se suba a un barco de madrugada, sino que duerman y a la mañana siguiente recojan todos sus bártulos, hijos y sirvientes y partan por la mañana. Pero lo dicho, sin ese lógico truco narrativo, la serie se acaba.

El episodio 9 tiene el punto de vista de la Reina Alicent en Desembarco del Rey, cuando siempre el noveno episodio de Juego de Tronos era en el que se liaba (p.ej. La Boda Roja ola Batalla de los Bastardos), lo cual fue un poco bajón. Dentro que el episodio en si me gustó y estuvo chulo, como todos en general. Pero cuando llega el décimo episodio y ves que se va a conter desde el punto de vista de Rhaenyra en Rocadragón, aunque tenga sentido narrativamente, podría decirse que nos ha robado el climax de esta temporada, al dejar la guerra que se lleva anticipando casi desde el principio para la segunda temporada. Aunque a mi me ha gustado la serie y me ha gustado el cliffhanger con el que ha finalizado, puedo entender que haya público que se haya podido sentir un poco estafado al haber terminado la temporada sin un climax verdaderamente potente.

Hay otro elemento que hay que comentar en relación a la representación de los personajes reflejando los criterios de lo políticamente correcto imperante en la actualidad. Martin empezó a escribir las novelas de Canción de Hielo y Fuego en los años 90. Fruto de esto encontramos personajes memorables que eran capaz de lo mejor y de lo peor que vivían en un mundo de grises. La vida en el medievo era dura y cruel y la serie reflejaba esto con protagonistas que hacían lo que fuera por sobrevivir ellos como primera prioridad, y ayudar a que su Casa triunfara frente a sus enemigos a continuación. De esta forma, excepto aún personaje puntual (Tywin Lannister o Ramsay Nieve me vienen inmediatamente a la cabeza) no me atrevería a calificar como «villano» a ninguno de los personajes principales. Incluso Cersei al final intenta proteger a sus hijos y la estirpe Lannister, desde su punto de vista no es mala aunque sus actos sin duda lo sean, sobre todo aplicando la lógica medieval. Y de igual forma, excepto quizá Jon Nieve, nadie puede ser calificado de «héroe» puro.

Fuego y Sangre, la novela de Martin que inspira esta serie se publicó en 2018. Y la diferencia en el tratamiento de los personajes es como de la noche al día. Todas las mujeres principales de la serie, la princesa Rhaenyra Targaryen, la reina Alicent Hightower y la princesa Rhaenys Targaryen de la casa Velaryen son mujeres de altos valores morales que hacen lo correcto, no lo que hay que hacer para sobrevivir. Hasta un personaje secundario como la jefa de las prostitutas en una negociación con la Mano del Rey no pide riquezas materiales para ella, sino que terminen los combates ilegales de niños. Lo nunca visto. A lo largo de la temporada si parece que Alicent puede ser calificada como «la mala» al moverse por envidia contra Rhaenyra porque ella es una coneja que solo se la quiere para parir herederos al trono mientras su amiga Rhaenyra se va de picos pardos y disfruta de su vida sin preocupaciones gracias a la protección de su padre el Rey. Sin embargo, el guion la rehabilita al final de la temporada, aceptando la sucesión planteada por su marido a favor de Rhaenyra. Que luego hagan que Viserys en su lecho de muerte le diga a Rhaenyra que su hijo Aegon debe reinar crea la justificación moral para que Alicent usurpe el trono en favor de su hijo, actuando no en su beneficio egoísta, sino por el futuro de sus hijosy lo que cree que le ha pedido su marido con su último aliento. Todo lo que hacen las 3 princesas puede ser calificado como «bueno» y dentro de los valores morales de lo que es correcto en el siglo XXI. Una ordena que no se intente matar a Rhaenyra cuando sería lo mejor para evitar una guerra abierta porque es lo honorable, mientras que las otras dos no quieren ser ellas las que inicien la guerra y harán todo lo que esté en su mano para evitarla a pesar de las voces que sugieren lo contrario a su alrededor. Esto provoca que dentro que me parecen personajes interesantes, claramente se pierde la complejidad y la ambigüedad que caracterizaba a Juego de Tronos.

Sin embargo, los hombres de la serie son todos unos violentos conspiradores ávidos de poder que harán lo que sea para conseguirlo. Que actúan dominados por la espada y el pene, los instintos más bajos, en lugar de pensar con la cabeza pensando lo que es mejor para el Reino y para sus habitantes. La diferencia entre sexos es abismal, demasiado para ser algo casual. Incluso el Rey Viserys que podría decirse que ha sido un buen Rey y ha conseguido mantener el reino en paz, es mostrado como un rey dubitativo que ha sido dominado en muchos momentos por los que están a su alrededor, empezando por la Mano del Rey, algo que no son las cualidades que se suponen a un buen líder. No, la sensación que han amoldado la historia de una obra de entretenimiento que se sabe va a ser popular para que enlace con los actuales dogmas identitarios es inevitable. Por suerte, aunque lo ha bordeado, nunca ha caído en el panfleto más chabacano, gracias a una trama con buenas caracterizaciones para los principales personajes, lo que me ha permitido entrar en la historia y disfrutar de esta Casa del Dragón. Acepto que Alicent y Rhaenyra son como son, y el drama alrededor de su disputa por el trono me ha resultado realmente interesante, de forma que me vale la historia tal y como nos la han contado.

Dicho esto, reconozco que al comienzo de la serie estaba deseando ver múltiples combates de dragón y frentes de guerra con cientos o miles de soldados enfrentados, y eso no hemos llegado a verlo. Sin embargo, los guionistas han conseguido engancharme únicamente con las intrigas palaciegas, lo cual me indica que HBO ha contado con unos buenísimos guionistas, además de contar con el libro de Martin como lienzo a partir del cual crear la serie. Volviendo a la comparación, prefiero mil veces más una serie como La Casa del Dragón en la que los personajes se muevan por evoluciones predecibles porque son lógicas y cuadran su psicología, que fuegos de artificios visuales como Los anillos de Poder con una historia que es una tomadura de pelo que parece que se ríe del espectador pensando que aceptaremos cualquier cosa mientras sea sorprendente. Para mi no hay duda, prefiero a Juego de Tronos frente al producto de Prime Video.

George RR Martin ha afirmado en entrevistas que para contar la historia de los Targaryen antes de Juego de Tronos estima que La Casa del Dragón debería tener 4 temporadas. De momento HBO sólo ha confirmado una segunda temporada que empezará a rodarse en localizaciones en España en la primavera de 2023, lo cual hará que probablemente su estreno no pueda anunciarse hasta 2024. En cualquier caso, creo que HBO Max sabe que tiene un bombazo entre manos, y no me extrañaría que las 4 temporadas de Martin puedan llegar a ampliarse alguna más si el éxito se mantiene tras la emisión de la segunda.

Aunque los dos años de espera pueden ser demasiados, no tengo duda que cuando sea que se estrene yo me suscribiré a HBO Max (o lo que haya en ese momento) para verla.

Comparto el trailer de esta serie:

La Casa del Dragón es LA SERIE de fantasía, espada y brujería de la temporada. Muchas ganas de saber cómo continuará la historia en su segunda temporada.

PUNTUACIÓN: 8/10

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