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Crítica de Fargo temporada 5 (Movistar+)

Aprovechando mi suscripción a Movistar+ para ver los Play-Offs de baloncesto (Liga Endesa, Euroliga, NBA), he podido ver la estupenda quinta temporada de Fargo, la serie creada por Noah Hawley que cuenta un caso ambientado en el presente.

PUNTUACIÓN: 8/10

10 episodios. Un sheriff de Dakota del Norte llamado Roy Tillman anda tras la pista de Dorothy ‘Dot’ Lyon, una ama de casa aparentemente corriente que se encuentra huyendo de las autoridades de Minnesota y Dakota del Norte. Aunque el hijo de Roy, Gator, no quiere otra cosa que seguir los pasos de su padre, nunca puede estar a la altura de las expectativas de Roy, lo que obliga al sheriff a apoyarse en un vagabundo conocido como ‘Ole Munch’. Quinta temporada de ‘Fargo’. (FILMAFFINITY)

El creador de Fargo Noah Hawley escribe los 10 episodios de esta temporada, acompañado por Bob DeLaurentis, April Shih y Thomas Bezucha, e incluso dirige los dos primeros episodios. El resto de episodios han sido dirigidos por Donald Murphy, Dana Gonzales, Sylvain White y Thomas Bezucha, a razón de 2 episodios cada uno. Como otras temporadas, la serie nos ofrece una historia autoconclusiva, siendo la primera que está ambientada en el presente, al adaptar una historia que sucedió en 2019.

En el reparto encontramos Juno Temple como Dorothy «Dot» Lyon / Nadine Tillman, un ama de casa aparentemente normal de Scandia, Minnesota, que se ve perseguida por su pasado después de llamar accidentalmente la atención de las autoridades tras una reunión del consejo escolar que salió mal. Jon Hamm interpreta al sheriff Roy Tillman, un ranchero corrupto que ejerce de sheriff constitucional del condado de Stark, Dakota del Norte, y que también es el marido de Dot del que se separó 11 años antes. Jennifer Jason Leigh como Lorraine Lyon, la rica y arrogante suegra de Dot; conocida como la «Reina de las deudas», es la multimillonaria directora ejecutiva de «Redemption Services», la mayor agencia de cobro de deudas de EE.UU.

David Rysdahl como Wayne Lyon, el cariñoso y respetuoso, aunque a menudo pasivo, marido de Dot, propietario de un pequeño concesionario de automóviles Kia. Joe Keery como Gator Tillman, el impetuoso hijo de Roy, ayudante del sheriff y protegido que está ansioso por demostrar su valía a su padre. Lamorne Morris como Whitley «Witt» Farr, un policía estatal de Dakota del Norte que se encuentra con Dot durante su huida de los secuestradores y se ve envuelto en la investigación posterior. Richa Moorjani como Indira Olmstead, una ayudante del sheriff de Scandia con problemas financieros que investiga el secuestro de Dot y más tarde sospecha de su historia. Sam Spruell como Ole Munch, un misterioso criminal a sueldo que tiene venganzas contra Dot y Tillman, y que también es un comepecados de 500 años originario de Gales. Dave Foley como Danish Graves, el abogado de Lorraine y su leal mano derecha. Sienna King como Scotty Lyon, la hija de 9 años de Dot y Wayne.

Creo que vi por primera vez a Juno Temple en un pequeño papel en The Dark Knight Rises (Christopher Nolan, 2012), y desde entonces cada pequeña aparición, como por ejemplo en Horns (Alexandre Aja, 2013) era como un rayo de luz. Y no se por qué, pero es una actriz que tiene personalidad, tiene carisma. En los últimos años, Temple por supuesto brilló en esa maravilla que es Ted Lasso. Hago esta introducción porque Juno se sale en esta temporada de Fargo. Dentro que se trata de una serie bastante coral como muchos personajes, Juno es el corazón de la serie y el que hace que todo funcione, empezando por el inicio loco con el que empieza esta historia.

Otra cosa que me ha alucinado de Juno Temple es que la tenía bastante reciente en Ted Lasso, y para su interpretación de Dorothy Lyon, la ama de casa de Minnesota con un oscuro secreto, ¡ha cambiado increíblemente su acento! Y si, claro que es lo que toca si tienes que interpretar a una joven inglesa o a una del mediocentro americano, pero su rango vocal es tan diferente que casi era como si fueran otras personas. Porque lo son. Juno Temple justifica ella sola el ver esta serie, me ha encantado a nivel máximo.

Junto a Juno Temple, hay que destacar a un Jon Hamm que en los últimos años parece centrado en papeles de gente terrible que le alejen de la imagen de galán que consiguió en Mad Men, aunque su papel en esa serie tenía una vertiente Cuestionable. Roy Tillman, el sheriff violento, asqueroso, machista y ultrareligioso (para lo que le interesa) que busca a Dorothy desde hace más de 10 años es la personificación del MAL. Su radicalismo religioso y político y la violencia y maltrato que realiza contra las mujeres de su entorno resultan algo terrible de ver. Pocas veces me he alegrado tanto con que un Hijo de p&%& reciba lo su merecido de la forma más dolorosa y humillante posible como ha pasado con en esta temporada de Fargo.

Noah Hawley siempre ha tenido un ojo increíble para los castings. (Bueno, para ser justos, el/la director/a de casting de la productora es ella que tiene buen ojo). Y en esta quinta temporada de Fargo volvemos a tener un reparto perfecto para lo que necesitaba cada personaje. Destacaría a Jennifer Jason Leigh como Lorraine Lyon, la suegra de Dorothy que no la puede ni ver, Richa Moorjani como Indira Olmstead, una ayudante del sheriff de Scandia con un novio/marido inútil que se aprovecha de ella llenándola de deudas bajo el pretexto de estar a punto de triunfar en el golf, y Joe Keery (Steve de Stranger Things) como Gator Tillman, el hijo de Roy y ayudante del sheriff que está ansioso por demostrar su valía a su padre pero que en el fondo sabe que no está a la altura de sus expectativas. El reparto lo hace genial, ofreciendo un plus de calidad, pero en realidad hay que reconocer que interpretan a unos personajes que son una maravilla para que puedan lucir. Cosa que aprovechan.

Aparte de un casting maravilloso, siendo como es Fargo tenemos una historia repleta de personajes peculiares y situaciones estrambóticas. Empezando con que la protagonista sea secuestrada y tras escapar intente negar que el suceso ocurrió. Esto es un detalle muy chulo, dado que el que alguien sea el protagonista no significa que no cometa errores. Y muestra cómo cuando alguien ha sufrido abusos, llega un momento en que las ansias de escapar te hacen cometer locuras.

Los personajes peculiares y las situaciones marca de la casa consiguen que todos los episodios sean super entretenidos, incluso aquellos que muestran escenas de violencia de género que ponen la piel de gallina. Esa es otra virtud de Hawley, al imprimir un ritmo perfecto para una historia muy coral que ofrece un montón de cosas al espectador en cada episodio por las que merece la pena seguir viendo la serie hasta el final.

Tengo que decir que me ha gustado mucho esta temporada de Fargo. Me han gustados los actores, los personajes, la historia y la puesta en escena. Y el ritmo y la música y todo. Tengo claro que si Hawley se anima a hacer una sexta temporada la veré seguro. Digo esto porque es cierto, pero también a modo de disclaimer previo lo que voy a comentar a continuación, que es la parte menos buena de la serie. Y en realidad no es nada achacable a la serie en si, sino al hecho de ser OTRA serie centrada en el machismo y en la violencia de género. En positivo ya digo que Hawley lo hace genial simplemente mostrando esta violencia sin mensajes ni moralinas, entendiendo que los espectadores ya sabremos ver lo terrible de los comportamientos del Sheriff Tillman. Esa parte está muy bien.

Pero estamos en el momento en el que estamos, y tener otra historia de violencia de género con reacción de sororidad femenina que consigue solucionar los problemas de mujeres buenas frente a hombres egoístas y malvados es casi como la gota que colma el vaso en un mundo mainstream americano que parece que en los últimos meses/años sólo sabe contar estas historias. Lo bueno es que Hawley es muy bueno y su serie es genial, pero como espectador no puedo más que señalar mi hartazgo más absoluto a algo que no es en absoluto casual, sino que es algo dirigido por unos estudios que dan antes luz verde a contenidos con un toque de denuncia, que otras cosas diferentes.

Otro elemento curioso es la forma en que Noah Hawley está alternando las historias en momentos temporales diferentes. Y es que la primera temporada estuvo ambientada en 2006, mientras que la segunda se situaba en 1979, la tercera de nuevo en 2010, la cuarta en 1950 y esta última en 2019. Siguiendo esta progresión, una eventual sexta temporada de Fargo volverá a situarse en el pasado de Minnesota. Pero lo fundamental es que tengo el convencimiento que siguen habiendo infinitas historias que Hawley puede contar, una vez se anime a hacerlo.

En todo caso, que vaya a seguir viendo Fargo cuando Hawley se anime a continuarla ya es una buena muestra que Fargo me parece una seriaza, incluso a pesar de este pequeño pero que he comentado antes.

Comparto el trailer de esta nueva temporada de Fargo:

Fargo me encanta. Mientras Noah Hawley se mantenga como mente creativa, yo la seguiré viendo.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de Star Wars Crónicas del Imperio (Disney+)

Tras Tales of the Jedi, parece que Lucasfilm le ha cogido el gusto al formato de series de cortometrajes de animación centrados en personajes secundarios de la saga galáctica. Star Wars Crónicas del Imperio es la segunda serie, centrada en dos personajes del Imperio Galáctico.

PUNTUACIÓN: 6/10

Un viaje por el temible Imperio Galáctico desde la mirada de dos guerreras con caminos opuestos.

Crónicas del Imperio es la segunda antología de cortos de animación de Star Wars creada por Dave Filloni, que sigue los pasos de Tales of the Jedi, estrenada en 2022. Cada entrega consta de seis cortos de entre 13 a 17 minutos de duración, que exploran diferentes personajes de la franquicia Star Wars. La primera tanda de Tales of the Jedi se centraba en dos Jedi de la época de la trilogía de precuelas, Ahsoka Tano y el Conde Dooku, mientras que esta segunda explora a personajes relacionados con el Imperio Galáctico: Morgan Elsbeth (a la que pone voz Diana Lee Inosanto) y la antigua Jedi Barriss Offee (a la que pone voz Meredith Salenger). La serie está producida por Lucasfilm Animation, con Charles Murray como guionista principal y Filoni como supervisando la serie.

Todos cortometrajes se basan en historias creadas por Filloni, que han sido escritas por Amanda Rose Muñoz (los tres cortos protagonizados por Morgan Elsbeth), con Nicolas Anasatassiou y Matt Michnovetz escribiendo los de Barriss Offee. Los 6 episodios han sido dirigidos por Nathaniel Villanueva (3 episodios), Steward Lee (2) y Saul Ruiz.

Para hablar de estas Crónicas del Imperio es inevitable la comparación con la primera serie Tales of the Jedi. Porque como concepto me parece perfecta la idea de hacer una serie de tres cortos centrados en dos personajes diferentes en diferentes momentos temporales que ayuden a dar mayor contexto y profundidad. El problema surge cuando ves la bajada de interés en los personajes elegidos para esta segunda entrega: Ahsoka Tano, personaje central de The Clone Wars que posteriormente protagonizó su propia serie, y el Conde Dooku, uno de los villanos centrales de los Episodios II y III que protagoniza un interesante retrato de como un Jedi acabó desilusionado por la rigidez y burocracia de la República y del Consejo Jedi. Esta serie ofreció un plus a personajes interesantes que son de primer nivel dentro de Star Wars. Sin embargo, Morgan Elsbeth (una villana secundaria de The Mandalorian y Ahsoka que acaba muerte en la serie de la segunda) o Barriss Offee no pueden ser personajes más descafeinados e intrascendentes.

De nuevo, hablando de paralelismos, Tales of de Jedi contaba la historia de dos «héroes» con caminos diferentes. Ahsoka una heroína pura mientras que Dooku es alguien que sufre un «fall from grace» y acaba en el lado oscuro. En Crónicas del Imperio tenemos el contrario, una villana que sólo desea ver el mundo arder como ardió su planeta (Morgan), y una teórica villana que hace su camino hacia la luz (Barriss). Empezando por Morgan Elsbeth, su historia como Bruja de Dathomir y como acaba en Corvus explotando los recursos naturales del planeta para acumular poder es una historia correcta en todo momento. Correcta sin más. Empezando por lo que digo, al menos en mi caso no puede interesarme menos la historia secreta de esta villana de Ahsoka Tano. Incluso el cameo del General Pellaeon y la aparición del Gran Admirante Thrawn resultan poca cosa para lo que nos están contando.

Si Morgan Elsbeth me parece intrascendente conociéndola de haberla visto recientemente en The Mandalorian y Ahsoka, lo de Barriss Offee que no la conocía de nada ya es de premio. Mientras veía la serie me preguntaba si este personaje habría protagonizado algún videojuego que yo desconozco que provocara el interés en el personaje. Consultando en la Wikipedia veo que Offee apareció en el Episodio II (debió ser uno de tantos Jedis que luchan en la melé final, dudo que llegara a tener una frase), mientras que en The Clone Wars si protagonizó una historia, al traicionar a Ahsoka Tano intentando inculparla de un atentado terrorista cometido por ella tras desilusionarse con la Orden Jedi. Demasiado poco, demasiado nada. Los cameos de otros Inquisidores o incluso de Darth Vader no es algo que me llame demasiado como tampoco lo hizo en su momento en Star Wars Rebels. Y en relación al arco de Offee, me llama la atención que a pesar de venderse la serie como la «historia de dos villanas», en realidad Barriss no hace nada realmente malvado a lo largo de los episodios, más bien al contrario. Y aunque es una inquisidora (que no sale en Rebels) es difícil calificarla como Sith por lo visto en estos episodios.

He comentado en alguna reseña mi convencimiento que para Filloni su momento temporal favorito de Star Wars es el post Episodio III y previo a la trilogía original. O el periodo de The Clone Wars entre los episodios II y III. Por eso estas historias o La remesa mala, que también son personajes creados por él, están ambientados en este periodo histórico. Sin embargo, para mi lo que más disfruto es el periodo post-Retorno del Jedi donde en su momento tuvieron lugar todas las novelas del Universo Expandido que ya no son canon, y donde tiene lugar The Mandalorian y Ahsoka. Esto creo que es importante señalarlo, porque provoca que lo que haya visto en esta tanda de episodios no estando mal no haya conectado.

En lo referido a la animación, es la standard de Lucasfilm (tipo La remesa mala), que cuenta perfectamente la historia aunque se quede un poco corta en la parte emocional. En todo caso, como todo en general, la veo bien pero sin tirar cohetes.

En resumen, Star Wars Crónicas del Imperio es café para muy cafeteros. Las dos protagonistas me parecen demasiado intrascendentes para generar el más mínimo interés. Aunque pensando en Filloni y como no da puntadas sin hilo, es posible suponer que Barriss Offee pudiera salir en una próxima serie producida por él. Espero que su aparición tenga más carisma que lo visto en esta serie.

Comparto el trailer de esta serie:

Star Wars Crónicas del Imperio es café para los muy cafeteros. Una serie que hará las delicias de los completistas, pero que pasará totalmente inadvertida para el público general.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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Crítica de Star Wars: La remesa mala temporada 3 (Disney+)

Star Wars: La remesa mala ha terminado de la mejor manera posible en la tercera temporada que Disney+ acaba de emitir esta semana.

PUNTUACIÓN: 7/10

La lucha de la Fuerza Clon 99 por sobrevivir al nuevo Imperio llega a una conclusión épica.

La historia comienza justo donde lo dejamos en la segunda temporada, con Omega y Crosshair encarcelados en las instalaciones imperiales de Monte Tantiss y el resto de sus hermanos -Hunter, Wrecker y Echo- desesperados por recuperarla con la Fuerza Clon 99.

Tras The Clone Wars, Dave Filloni creó esta serie de animación ambientada entre el final del Episodio III y el inicio de la trilogía original, el momento temporal de Star Wars más querido para Filloni. Esta tercera temporada de 15 episodios ha contado con Jennifer Corbett y Brad Rau como showrunners. Todos los episodios han sido dirigidos por Stewart Lee, Nathaniel Villanueva y Saúl Ruiz, mientras que los guiones han sido escritos por un equipo dirigido por Jennifer Corbett, con Matt Michnovetz, Ezra Nachman, Amanda Rose Muñoz y Brad Rau.

En esta temporada Dee Bradley Baker vuelve a poner las voles de todos los miembros de La Remesa Mala -Hunter, Wrecker, Echo y Crosshair, mientras que Michelle Ang pone voz a Omega. Otras voces de esta temporada son Jimmi Simpson como Royce Hemlock, el director de la División de Ciencia Avanzada (ASD) del Imperio, y Keisha Castle-Hughes como Emerie Karr, una clon adulta hermana de Omega que trabaja con Hemlock.

Lucasfilm ha decidido terminar la serie de animación La remesa mala, y me alegra que este final haya sabido dar el final perfecto que estos personajes merecían. La serie siempre ha tenido a Omega de protagonista, con el resto de clones de la fuerza 99 a su alrededor. Y de estos 15 últimos episodios me ha gustado especialmente la forma en que la joven clon devolvió al lado de la luz a Crosshair, que empezó la serie quedándose en el lado imperial y fue viendo poco a poco como el Imperio sólo utilizaba a los clones como si fueran maquinaria averiada. El viaje de Crosshair ha sido de largo lo mejor de la serie en su conjunto, siendo un personaje que se merecía un final feliz.

La serie ha mantenido la naturaleza episódica, creando pequeñas misiones que hicieran avanzar la trama, primero mostrando como Hunter, Wrecker y Echo buscan a Omega mientras ella intenta escapar de la base imperial de Monte Tantiss, luego una vez escapada para descubrir qué es lo que el Doctor Hemlock necesita de Omega y esa misteriosa «M-count» en su sangre, para construir el climax final de nuevo en Tantiss. Como serie de televisión de formato semanal, creo que La remesa mala te daba suficientes elementos para querer volver la semana siguiente, algo que no todas las series de Star Wars consiguieron.

Junto a una buena progresión dramática, la serie ha añadido pequeños easter-eggs con la aparición de otros personajes de Star Wars que conocemos de otras series o incluso juegos, algo que hará las delicias de todos los fans hardcore de la franquicia. En mi caso, estos invitados especiales no me parecen ni bien ni mal, me suelen dejar más bien frío. Está todo bien, pero bien sin más.

Por la parte de los villanos, el doctor Hemlock ha resultado ser un villano a la altura, personificando la villanía del Imperio. Hemlock es una persona fría que bajo su apariencia educada y calmada se encuentra alguien que no ve a las personas como seres humanos sino como recursos que explotar. Y que descartar cuando dejan de tener utilidad. Dentro de ser un buen villano, me he encontrado algunos problemas derivado de la naturaleza de serie de animación con un target juvenil. Digo esto porque para ser tan listo, deja que la científica Kaminoana Nala Se le paralice su investigación durante bastante tiempo sin que se de cuenta. Y lo mismo para la eventual traición de la doctora Karr, una clon hermana de Omega criada por Hemlock que se ve a la legua que va a terminar traicionándole. Aparte que Karr tampoco muestra tener muchas luces cuando Nala Se le boicotea muestras repetidamente sin que se de cuenta.

En positivo, las versiones mejoradas de los clones que ha creado Hemlock han resultado ser unos villanos estupendos que daban una sensación de peligro real y de que podían derrotar a los protagonistas. Unos clones que se encuentran cada vez más cascados, todo hay que decirlo. La forma en que se ha ido construyendo la tensión me ha parecido que estaba bien, con un último episodio que ha creado un climax final a la serie que me ha parecido super satisfactorio.

Por comentar lo menos bueno, la idea de los Midiclorianos fue una pifia por parte de George Lucas. No se puede expresar de otra manera. Que algo como es la Fuerza se pudiera medir por un índice en un análisis de sangre eliminaba toda la parte mítica y mística que tenía la Fuerza y con ello, los Caballeros Jedi. Si. George Lucas la cagó con esto. (Y con más cosas, pero no es momento de entrar a ello ahora). Ser el creador de Star Wars no significa que fuera un ser infalible.

Digo esto porque la serie vuelve a este concepto fallido de los midiclorianos, pero sin atreverse a nombrarlos porque sabe que el concepto nunca ha gustado. De ahí lo de «M-count» y que Hemlock busca niños con un nivel alto de midiclorianos se entiende para avanzar en las investigaciones de clonación del Emperador que se vieron en el terrible Episodio IX. Y claro, igual que no funcionaba en La amenaza fantasma, por mucho que Dave Filloni y su equipo de Lucasfilm se empeñen en reivindicar todos los conceptos de la trilogía precuela de Lucas, sigue siendo un concepto fallido. En todo caso, la forma en que vencen los clones al final y se destruye toda la investigación de Hemlock es una forma adecuada de cerrar esta historia sin entrar en contradicciones con las películas o con otras series cronológicamente posteriores.

Otra cosa que encuentro menos buena es la forma en que fuerzan que los clones realicen pequeñas misiones sucesivas para poder encontrar pistas para llegar hasta el Monte Tantiss donde se encuentran Hemlock y Omega. Estas misiones de los últimos tres/cuatro episodios en realidad me han parecido «minutos de la basura» que alargaban la espera para llegar al momento que queriamos ver, que sucede todo en el último episodio. No es que fueran malos episodios, pero tampoco me han encantado.

En todo caso, lo mejor de La remesa mala es que siempre ha tenido el corazón en el sitio adecuado. Omega siempre fue el corazón de la serie y el resto de clones transmiten lo mucho que la quieren y cómo es como una hija para ellos por la que harían cualquier cosa. La idea de familia y que nunca dejan a nadie atrás es otra gran idea de la serie que es llevada hasta sus últimas consecuencias en este temporada. Esto hace que el climax final me haya parecido perfecto por el lado emocional, si bien con el problema de las series juveniles de animación, todo resulta demasiado conveniente y hasta facilón en todos los episodios.

Esta conveniencia y en general la animación de la serie, dentro que estoy super acostumbrada a ella, es lo que hacen que dentro que todo me ha gustado, en realidad no haya nada que me parezca notable o me haya flipado. Dicho esto, tengo que reconocer que la parte emocional del final de la serie SI que me ha gustado mucho, al igual que la forma en que estos viejos soldados pueden tener su final feliz y su merecido descanso. Por cierto, el epílogo en el que se añade que la lucha contra el imperio continúa y alguien coge el relevo es otro detalle super chulo de este finalo.

Si eres un fan de Star Wars, creo que seguro disfrutarás de La remesa mala. Aunque por todo lo anterior creo que poco o nada probable que alguien no iniciado en la franquicia vaya a animarse a ver esta serie.

Comparto el trailer de este temporada:

Star Wars: La remesa mala ha sido una estupenda serie de Star Wars que han sabido terminarla de la mejor manera posible.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Shōgun (Disney+)

Volví a suscribirme a Disney+ para ver Shōgun, la serie de televisión que adapta de nuevo la célebre novela de James Clavell, y que me ha parecido super entretenida.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Miniserie de TV (2024). 10 episodios. Ambientada en el Japón del siglo XVII, lord Yoshii Toranaga lucha por su vida mientras que sus enemigos en el Consejo de regentes se alían contra él cuando un misterioso barco europeo aparece abandonado cerca de un pueblo pesquero. (FILMAFFINITY)

Shōgun es un drama histórico creado por Rachel Kondo y Justin Marks. Marks fue el creador de la estupenda Counterpart y ha escrito los guiones de The Jungle Book y Top Gun Maverick, además de estar casado con Kondo, una escritora de origen japonés. La serie está basada en la novela de 1975 de James Clavell, que ya fue adaptada en una miniserie en 1980 mítica para los que la vimos.

Shōgun producida por FX ha contado con 10 episodios de más o menos una hora de duración. Los directores han sido Frederick E.O. Toye (4 episodios), Jonathan van Tulleken (2) Charlotte Brändström, Hiromi Kamata, Takeshi Fukunaga y Emmanuel Osei-Kuffour. Además de Rachel Kondo y Justin Marks, los episodios fueron escritos por Shannon Goss, Nigel Williams y Emily Yoshida, Matt Lambert, Maegan Houang y Caillin Puente. Atticus Ross, Leopold Ross y Nick Chuba se encargan de la música de la serie.

El trio protagonistas está formado por Hiroyuki Sanada como el señor Yoshii Toranaga, un poderoso bushō y señor de Kantō. Uno de los cinco regentes que gobiernan Japón en nombre del joven heredero del difunto Taikō. Es descendiente del clan Minowara (clan Minamoto), que antaño gobernó Japón como shōguns. Posee una mente brillante para la estrategia militar y política. Cosmo Jarvis interpreta al piloto mayor John Blackthorne / «Anjin», un piloto marítimo inglés protestante que sirvió en una flota holandesa que buscaba establecer comercio con Japón. Él y su tripulación son cautivos del poderoso Lord Toranaga. Anna Sawai (a la que vimos recientemente en Monarch: Legacy of monsters y en Pachinko), interpreta a Toda Mariko, una inteligente mujer de alta cuna con una fuerte lealtad hacia Toranaga. Es una conversa católica que sirve de traductora entre Toranaga y Blackthorne.

En el reparto tenemos también a Tadanobu Asano como Kashigi Yabushige, el intrigante señor de Izu que sirve a Toranaga, Takehiro Hira como Ishido Kazunari, un antiguo campesino convertido en poderoso bushō, uno de los cinco regentes, principal rival de Toranaga y gobernante del castillo de Osaka, Tommy Bastow como el padre Martin Alvito, SJ / «Tsuji», un empático sacerdote portugués y traductor de confianza y Fumi Nikaido como Ochiba no Kata, la única consorte del difunto Taikō que tuvo un heredero, su hijo Yaechiyo.

Tenía ganas de ver Shōgun desde que anunciaron el primer trailer. La cultura japonesa de samurais y señores feudales es un periodo histórico que me flipa. En realidad, toda la cultura japonesa me encanta. Incluso cuando con el paso de los años me diera cuenta que Japón es una de las culturas más racista y machista del mundo, y una vez quitamos la parte brillante del HONOR tenemos un país casi esclavista en el que la vida no valía nada y podía terminar en suspiro simplemente porque tu señor tuviera una ocurrencia. Digo esto negativo primero de todo, pero en realidad me flipa todo lo relacionado con este periodo histórico. Donde esté Lobo Solitario y su Cachorro (a ser posible, con las portadas de Frank Miller para la edición de Dark Horse) que se quite todo lo demás.

Y empezando ya con Shōgun, la historia hace algo muy inteligente al poner a unos ojos occidentales para que sirva como nuestros ojos mientras entramos en la turbulenta Japón del siglo XVII, de forma que iremos conociendo la vida y cultura japonesa al mismo tiempo que él. Un país a punto de caer en una guerra civil y que convertirá a John Blackthorne en un peón de un juego muy peligroso, al encontrarse en medio de luchas que no comprende y sobre las que no tiene ninguna posibilidad de influir. Esta lucha por el poder es el elemento central de Shōgun, pero la serie muestra muy bien, aunque sea de forma lateral, el poder e influencia de Portugal en Asia, un poder que los ingleses y holandeses querían romper para conseguir las riquezas de estos países para ellos.

Por sacar ya todas las cartas, quizá el único problema grave de la serie es el enorme error de casting que supone Cosmo Jarvis como el protagonista de la serie. Jarvis es un actor super limitado, y aparte del problema de tener que hablar japonés, es un palo inexpresivo que desluce la serie. Y más si se compara con el enorme trabajo del super conocido actor japonés Hiroyuki Sanada, que interpreta al señor feudal Yoshii Toranaga, y sobre todo, de una Anna Sawai que roba completamente la serie con una interpretación de las que marcan una carrera. Tener a Jarvis en el centro de la mayoría de situaciones al ser de alguna manera los ojos de los espectadores hace que estos momentos queden un poco deslucidos por la falta de un protagonista de mayor carisma o mejores dotes actorales.

Shōgun deslumbra por su sobresaliente recreación del Japón del siglo XVII. Se ha destacado mucho que siendo una serie estadounidense, el público japonés ha aceptado la propuesta al verlo todo históricamente correcto. Algo que debe ser el máximo halago que se le puede hacer a una serie de este tipo. El vestuario, las armas, o la construcción de los pueblos que visitan los protagonistas me parece una pasada, y ayuda a meterte en la madriguera de conejo mientras entras en otro mundo. Hay algunos planos generales de la capital en que se nota el CGI (dentro que no podían hacerse de otra manera), pero no es algo que resulte problemático. En general, el diseño de producción me parece una pasada y de lo mejor de la serie.

Otro elemento curioso es que yo y una gran parte del público (español) estamos acostumbrados a ver películas y series en V.O. con subtítulos, por lo que no nos supone ningún problema ver una serie con los personajes hablando en japonés la mayoría del tiempo. Los que no están en absoluto acostumbrado a hacerlo son los propios americanos, y creo que ha debido suponer un riesgo muy importante estrenar una serie de gran presupuesto como una premisa que obliga a leer los subtítulos el 80% del tiempo, al hablar casi todos los personajes en japonés. En mi caso, me alegro que lo hayan hecho así, porque la sensación de inmersión ha sido total viendo los episodios semanales.

Hablaba de lo flojo que me ha parecido el protagonista Cosmo Jarvis. Dentro que Shōgun me ha gustado, he encontrado que en demasiados momentos la serie se detenía demasiado en la clase de historia mientras el protagonista descubre un aspecto de la cultura japonesa, en lugar de plantear una historia más potente que muestre cosas interesantes. Por ejemplo, cuando se pasan un episodio entero con una subtrama de un pescado que se está pudriendo en casa de Hawthorne que acaba provocando la muerte de un campesino, al tirarlo debido al mal olor cuando Hawthorne había ordenado que nadie lo tocara bajo riesgo de ser ajusticiado. Esto significa una dura lección para Hawthorne sobre lo poco que vale la vida en Japón, pero en realidad para la trama principal «importante» para darnos una lección de historia con ecos de documental del National Geographic, que hace que el resultado final no sea todo lo bueno que hubiera podido ser. En positivo, me gusta la complejidad de las luchas de palacio entre nobles y como bajo la engañosa educación se esconde una cultura super violenta que busca aniquilar al oponente. Viendo la serie en formato semanal, me pasó en varios momentos que el episodio me gustó pero al mismo tiempo nada me voló la cabeza ni hubo un momento «pasote». Estaba bien, pero bien sin más. Aunque los 10 episodios han estado bien, creo que si se hubieran planteado 8 yendo al grano la cosa hubiera estado mucho mejor.

Por suerte, Shōgun cuando llegamos al noveno episodio ese si me voló la cabeza. Este es de largo el mejor episodio de toda la serie gracias a una Anna Sawai increíble que se queda con la serie y se la roba a Cosmo Jarvis y Hiroyuki Sanada. Su papel en ese episodio nos muestra la fuerza de una gran interpretación unida con unos sucesos que interesan e impactan, cosa que no siempre tuvimos en los episodios previos. El personaje de Toda Mariko es de los que entran en la historia televisiva, y Sawai realiza un trabajo increíble. Y dentro que no se si estos momentos estaban en la novela original, me resulta muy interesante el papel fundamental que la serie da a un personaje femenino como es Mariko, pensando en el hiper machismo de la cultura japonesa. Es tan bueno este noveno episodio que el último episodio resulta super anticlimático, aunque todo se mueva por los caminos esperables teniendo en cuenta lo que acababa de pasar.

En este momento quiero detenerme en el personaje de Yoshii Toranaga, interpretado por Hiroyuki Sanada. Sanada es un actorazo que cumple de maravilla con este papel de persona digna y honorable. Porque Toranaga es un hombre de honor que sólo busca el bien para Japón. No se convirtió en Shōgun cuando el anterior se lo pidió para proteger a su heredero hasta que tuviera edad para convertirse en el señor de Japón, prefiriendo la opción de formar parte de un consejo de 5 nobles que controlan los asuntos del reino. Las luchas por el poder dentro del consejo son lo que provocan todo el conflicto, y a pesar de todo Toranaga planea sobrevivir evitando el estallido de una guerra que podría causar miles de muertos. Aunque Toranaga es presentado desde una perspectiva honorable, representa como nadie las luces y sombras de la cultura japonesa que antes comentaba. Por ejemplo cuando deja morir (que se suicide) su más leal servidor y consejero simplemente para reforzar un engaño que está intentando «colar» a sus enemigos. O la forma en que mata a siervos porque un señor tiene que hacerlo aunque él planeó y mandó ejecutar los sucesos que luego se supone que investiga. Me gusta mucho la idea de planear para que no haya guerra, pero por otro lado hará lo que sea, y a costa de la vida que sea, para conseguir sus objetivos. En otro contexto, sus actos igual no perecerían tan heroicos.

Me he centrado en el trío protagonista, pero en realidad creo que todo el reparto lo hace super bien, cada uno con su papel. Desde los leales vasallos, los nobles que conspiran por el poder, los súbditos que intentan sobrevivir a toda costa o los que asumen su posición en el mundo y como la muerte forma parte de la vida. Las historias secundarias de estos personajes me han gustado mucho también y ayudan a que la narración sea satisfactoria.

Shōgun ha conseguido popularizar de nuevo los dramas históricos ambientados en Japón, mostrando la complejidad de esta sociedad. Me quedo satisfecho de haberla visto y he disfrutado de un montón de cosas que me han gustado mucho, si bien me parece curioso lo anticlimático de todo y cómo la mayoría de combates han tenido lugar fuera de plano. Tiene lógica que no haya una gran batalla precisamente porque ese ha sido siempre el plan de Toranaga, pero en una producción de este tipo era lo mínimo que se exigiría a priori. En todo caso, aunque no sea lo esperado, la serie me ha dado un entretenimiento estupendo. Ojalá más series así.

Comparto el trailer de esta serie:

Me ha gustado Shōgun, incluso a pesar de su ritmo pausado y su final anticlimático. Si te gusta la cultura japonesa como a mi, su visionado es obligado.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Fallout primera temporada (Prime Video)

Nunca jugué a Fallout, pero la serie de televisión estrenada en Prime Video me ha parecido unas pasada.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Basado en una de las sagas de videojuegos más importantes de todos los tiempos, es la historia de los que tienen y de los que no tienen en un mundo en el que prácticamente no queda nada que tener. 200 años después del apocalipsis, los apacibles habitantes de los refugios de lujo se ven obligados a regresar al infierno irradiado que dejaron sus antepasados y se sorprenden al descubrir que les espera un universo increíblemente complejo, alegremente extraño y muy violento.

Fallout es una serie postapocalíptica creada por Graham Wagner y Geneva Robertson-Dworet para Amazon Prime Video. Está basada en la franquicia de videojuegos creada por Tim Cain. Amazon compró los derechos para producir un proyecto de acción real en 2020. Jonathan Nolan y Lisa Joy’s Kilter Films se unieron a Bethesda Game Studios en la producción. El productor de Bethesda Game Studios Todd Howard, que dirigió varios juegos de la serie, firmó como productor ejecutivo junto a Nolan y Joy. Robertson-Dworet y Wagner fueron contratados como showrunners de la serie en enero de 2022.

Esta estupenda primera temporada ha contado con 8 episodios. Los showrunners Graham Wagner y Geneva Robertson-Dworet escriben los tres primeros episodios, con Kieran Fitzgerald, Carson Mell, Karey Dornetto, Chaz Hawkins y Gursimran Sandhu escribiendo los otros 5 episodios. En lo referido a la direcciónn, Jonathan Nolan dirige los 3 primeros episodios, con Daniel Gray Longino, Clare Kilner, Frederick E.O. Toye y Wayne Yip dirigiendo el resto. Añadir que el compositor Ramin Djawadi (Juego de Tronos) escribió la música de la serie.

La serie está protagonizada por Ella Purnell como Lucy MacLean, una joven habitante de la Bóveda 33 que saldrá por primera vez al exterior, Aaron Moten como Maximus, un escudero de la Hermandad del Acero que se convierte en aliado de Lucy, y Walton Goggins como The Ghoul / Cooper Howard, un actor de Hollywood antaño famoso y embajador de Vault-Tec que mutó en ghoul tras la caída de las bombas y ahora se gana la vida como pistolero y cazarrecompensas.

Junto a los protagonistas tenemos en papeles secundarios a Kyle MacLachlan como Hank MacLean, padre de Lucy y Supervisor de la Bóveda 33, Moisés Arias como Norm MacLean, residente de la Bóveda 33 y hermano de Lucy, Xelia Mendes-Jones como Dane, miembro de la Hermandad del Acero y amiga íntima de Maximus, Sarita Choudhury como Lee Moldaver, Leslie Uggams como Betty Pearson, miembro del consejo de gobierno de la Bóveda 33 y más tarde Supervisora, y Johnny Pemberton como Thaddeus, miembro de la Hermandad del Acero.

No he jugado al Fallout, así que me acerqué a esta serie con ganas de dejarme entretener, pero sin ninguna conexión emocional hacia nada que tenga que ver con este mundo o sus protagonistas. Y la verdad es que la serie me ha flipado a todos los niveles. Empezando por una primera escena con la caída de las bombas que significaron el principio de la guerra nuclear que destruyó el mundo que me dejó helado.

A continuación, la serie hace un salto de 200 años para contarnos la historia a través de los ojos de Lucy, una habitante del Vault 33 e hija del responsable de este hábitat subterráneo donde los restos de la humanidad han sobrevivido los últimos 200 años. La vida en esta bóveda resulta utópica y optimista, algo extraño en los parámetros de una ciencia ficción distópica de esta naturaleza. Algo pasará y obligará a Lucy a tener que salir a la superficie para realizar una misión, lo que nos permitirá a los espectadores conocer la superficie al mismo tiempo que ella. La naturaleza positiva y ética de Lucy se pegará un tremendo golpe de realidad cuando conozca la superficie, con seres mutados super peligrosos y una población que hará lo que sea por sobrevivir. El contraste entre Lucy y los habitantes de la superficie nos da unos momentos super divertidos, en lo que es una se las señas de identidad de la serie que han conseguido que la disfrutara un montón.

En realidad, Fallout tiene dos protagonistas más. En primer lugar tenemos al genial Walton Goggins interpretando un doble papel como The Ghoul (algo así como un demonio o un fantasma) de este futuro distópico, pero también al actor Cooper Howard, un actor del Hollywood de los años 50 pre-guerra nuclear. Como Cooper descubriremos los sucesos que provocaron la destrucción, unos momentos tremendos que son de lo mejor de la serie. Y como The Ghoul, es un ser irradiado que puede regenerar sus heridas que es despertado cada cierto tiempo para llevar a cabo encargos como asesino. Uno de los mejores y más terribles. Y que necesita tomar una medicina cada cierto tiempo para conservar su inteligencia y no caer en la degradación, convirtiéndose en una especia de zombi. Fallout no tiene demasiada acción en esta temporada, aunque la que tenemos es genial. Y Goggins como el Ghoul transmite unas vibraciones de western alucinantes, con un Goggins con un acepto alucinante.

El tercer protagonista es Maximus, un escudero de la Hermandad del Acero. Contra todo pronóstico, la humanidad sobrevivió al holocausto nuclear, y varias facciones luchan por hacerse con el control de lo que queda del mundo. La Hermandad parece los supervivientes del ejército de los Estados Unidos, y cuentan con unas armaduras super poderosas pilotadas por Caballeros, que a su vez necesitan de ayuda para todo tipo de situaciones, entre otras para llevar los suministros. Maximus, superviviente de la masacre de Shady Oaks hace una década, sufre una vida dura en la Hermandad, viviendo en unas instalaciones que recuerdan a los típicos barracones de un cuartel militar. La Hermandad es avisada de la pérdida de un objeto de gran poder, y ponen en marcha una búsqueda masiva para recuperarlo. Esto permitirá a Maximus salir al exterior acompañando a su Caballero, Titus. Lo que será el principio de su aventura.

Fallout es un éxito a todos los niveles. Empezando por lo interesante que es la narración con cuatro puntos de vista diferentes: Lucy, Maximus, The Ghoul y Cooper en los años 50. Cinco en realidad, porque tras abandonar Lucy el Vault 33, su hermano Norm se da cuenta que hay cosas que no cuadran en las bóvedas 31, 32 y 33 que forman el complejo interconectado donde ha vivido toda su vida. No tengo claro si el éxito es de la historia de los videojuegos, porque el comentario general es que la serie es super fiel. O si la mano de Jonathan Nolan (hermano de Christopher y creador de Westworld junto a Lisa Joy) ayuda a la hora de plantear un puzzle con numerosos misterios, que acaban siendo el mismo y que afecta a todos los protagonistas: Qué provocó el cataclismo y qué misterios se ocultan en las diferentes sociedades, sobre todo en la supuestamente científica que ha vivido todos estos años con la seguridad de estar bajo Tierra. Me encanta el hecho que además de lo que pasa bajo tierra, hayan numerosos facciones en la superficie. Unos grupos que no todos buscan disputarse el control del mundo, simplemente quieren sobrevivir un día más.

Por supuesto, el contraste entre los protagonistas es parte del éxito de la serie. Empezando porque uno es el a priori villano de la serie y que persigue a Lucy a lo largo de gran parte de la serie. Que The Ghoul sea a la vez Cooper, el personaje del pasado de los años 50 antes del apocalipsis también ayuda a generar interés en la serie, al querer saber como una persona cómo él que ama con locura a su hija y a su mujer pudo caer en lo más bajo cuando le vemos convertido en Ghoul, un asesino sanguinario y amoral. De los protagonistas, sin duda Walton Goggins es el que tiene mejores momentos desde un punto de vista actoral en su doble papel, y los aprovecha mostrando una vez más el enorme actor que es.

Por su parte, el encanto, inocencia y positivismo de Lucy chocará con el pesimista Maximus y el asesino amoral Ghoul, dándonos algunos momentos estupendos a lo largo de varios episodios. Y en realidad no son sólo el trío protagonista, ya que todo el reparto creo que está super bien en la serie. Esto conecta con otro de los elementos que me han encantado, que es el sentido del humor que nos plantea la serie. Y siendo un mundo distópico, por supuestos hay muertes sangrientas y momentos exagerados, pero en general el tono de no tomarse muy en serio a si mismo me parece un acierto. Además, dentro de este tono, cuando tiene que ponerse serio a la hora de enseñarnos algunas de las sorpresas de la historia, estas impactan muchísimo más precisamente por romper con el tono dominante.

La historia me ha sorprendido y sus giros son buenísimos. Y he conectado un montón con los personajes, con sus cosas buenas y malas. Sólo por eso la serie ya sería un éxito. Pero si a esto le sumamos un diseño de producción increíble, entonces una buena serie hace click. El primer elemento es que como el holocausto nuclear tiene lugar en los años 50, la tecnología que hay en el mundo nuclear es toda retro-futurista, recordando elementos antiguos. El diseño del Vault 33 está genial, y me parece perfecto que la serie puede aprovechar el set para otros momentos y localizaciones a lo largo de la serie. Ya en el exterior, los diferentes sets son enormes, por ejemplo la ciudad de Filly y el antiguo Observatorio Griffith de Los Ángeles, donde tiene lugar el climax final, nos dan una escala enorme que acierta completamente a la hora de construir el worldbuilding que se supone de una serie de estas características.

El único elemento de tecnología avanzada (aunque también retro) son las armaduras de los Caballeros de la Hermandad del Acero, a lo que sumamos los helicópteros que los transportan. Estas armaduras eran uno de los elementos más celebrados y reconocibles del juego, parece ser, y lucen super espectaculares. Comentaba antes que Fallout no es tanto una serie de acción sino de ciencia-ficción. Pero cada vez que aparece un Caballero con armadura notas que todos saben que alguien va a morir por su potencia de fuego superior.

Y dentro de lo que comento, me ha gustado mucho la violencia que se desata en el primer episodio, y sobre todo el climax de la temporada, que incluye un set de acción bestial. Y en el que vemos que si los Caballeros son peligrosos, ¡The Ghoul es el PUTO AMO!! Menudos momentazos para un climax super satisfactorio debido a las sorpresas que se descubren, que abren la puerta de la segunda temporada.

Recordando Westworld, uno de los problemas de muchas series de televisión es cuando intentan ser demasiado crípticas y misteriosas y acaban no dando las respuestas a las preguntas que se plantean. Me alegra decir que NO es el caso de Fallout. Porque aunque aún quedan cosas que solucionar y respuestas que obtener, las más importantes sí han obtenido respuesta. Empezando por la más acuciante, que era ¿Qué causó la guerra nuclear? Una escena tremenda que es de lo mejor de la serie, con un Goggins estelar. Me gusta mucho la parte de «todo lo que creías saber es mentira», que es otro de los tópicos de la ciencia ficción que en Fallout está ejecutado de manera perfecta.

De hecho, que se den estas respuestas es otro de los motivos que hacen que me haya quedado con tantas ganas de ver la segunda temporada de Fallout. Me ha gustado mucho esta serie, si eres un fan de la ciencia ficción vas a disfrutar un montón de esta serie.

No quiero terminar sin recordar las canciones de los años 50 que acompañan todos los episodios. Otro elemento que resalta el elemento retro futurista de la serie. Como con la tecnología, es lógico que si el mundo se fue al infierno en esa década, los restos de cultura que sobrevivieron fueran de esa época. Por cierto, escuchando algunas de las letras, en varios momentos me parece que no son canciones originales, sino que crearon letras que van con los temas de la serie utilizando los ritmos de las baladas de los 50. Algo que me parece muy chulo.

Comparto el trailer de esta primera temporada:

Fallout tiene todo lo que conecta con mis intereses. Me ha encantado esta primera temporada, ojalá se pongan pronto con la segunda.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

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