Termina la Era de Krakoa con un último número especial, Patrulla-X 35, realizado por un montón de profesionales de la casa que plantean un final satisfactorio para esta etapa que deja a los lectores con buen sabor de boca.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
Todo lo bueno termina y por excelente que haya sido La Era de Krakoa, al fin ha llegado la hora de echar el cierre. La tragedia y el triunfo de Caída de Dinastía de X y el misterio de Ascensión de Potencias de X… todo ha conducido aquí, a un momento que definirá el futuro de los mutantes. Un especial gigantesco escrito y dibujado por el conjunto de autores que han dado forma a La Era de Krakoa. Incluye una historia del maestro Chris Claremont… y un vistazo a lo que está por venir. Con una impresionante portada de Pepe Larraz.
Este número especial de 84 páginas se corresponde con X-Men 35 USA, que en numeración Legado Marvel dice que es The Uncanny X-Men 700 USA.
La historia principal «El fin del sueño» está escrita por Kieron Gillen, Al Ewing y Gerry Duggan. Mientras que el dibujo corre a cargo de Sara Pichelli, Stefano Caselli, Jerome Opeña, Leinil Francis Yu, Phil Noto, Mark Brooks, Walt Simonson, Luciano Vecchio, Lucas Werneck, Joshua Cassara, John Romita Jr. y Scott Hanna. En el color encontramos a Romulo Fajardo Jr., Phil Noto, David Curiel, Laura Martin, Sonia Oback, Marcio Menyz, Matt Hollingsworth y Matthew Wilson. Menudo porrón.
No voy a echar de menos la Era de Krakoa. Durante estos últimos 5 años se ha pervertido la esencia de tantos personajes muy queridos por mi que no creo que vaya a volver a leer estos comic en un futuro cercano. Pero tras los finales de Caída de Dinastía de X y Ascensión de Potencias de X, la Era necesitaba un epílogo que los guionistas principales de la franquicia Kieron Gillen, Al Ewing y Gerry Duggan realizan en este comic.
Lo mejor que puedo decir es que me gusta que se plantee un final feliz para los mutantes, al plantear una salida para que el reino de Krakoa y los millones de mutantes que lo habitan puedan sobrevivir en otro continuo espacio temporal. Que después de tanta masacre haya este final me parece bonito, si bien hay que resaltar la incongruencia que supone la terrible realidad de ver que para que los mutantes puedan sobrevivir y y prosperar tengan que marcharse de la Tierra, donde es imposible su supervivencia. (Dicho esto, entiendo que editorialmente no es posible que los mutantes sean felices, al no haber un conflicto interesante que justifique la venta de comics. Y es que los editores mutantes deben exprimir el cliché de «temidos por un mundo que juraron proteger.»)
La historia de esta partida está acompañada con un combate un tanto forzado contra Apocalipsis, que anticipa las disensiones que veremos a partir de ahora en los mutantes. El combate sufre por el baile de dibujantes, algo sobre lo que comentaré a continuación, pero sobre todo por la sensación clara que estamos ante relleno para cubrir páginas que justifiquen la extensión de este comic y por tanto, el precio que Marvel primero y ahora Panini nos cobra a los lectores.
La forma en que se ha planteado este comic sirve para el eterno retorno al punto de partida de los comics de superhéroes, al dejar los juguetes casi como los encontramos para la siguiente etapa. Duggan, Ewing y Gillen han resucitado a millones de mutantes, y aunque muchos, la mayoría, se han marchado a vivir este final feliz, en realidad han dejado la puerta abierta para que los siguientes guionistas puedan usar a quien quieran, dado que simplemente podrán decir que no quisieron irse con Krakoa y prefirieron seguir en la Tierra. Esto narrativamente no me parece mal, al dejar todas las opciones abiertas a los siguientes escritores de la franquicia. Lo que NO me ha gustado nada es la idea que han tenido de resucitar a los millones de mutantes que murieron en Genosha a principio de los 2000 al principio de la etapa de Grant Morrison, al ser una reescritura de uno de los momentos claves de la franquicia mutante de este siglo XXI. En realidad no le veo el sentido ni la utilidad a esto.
El principal damnificado del final de la Era de Krakoa ha sido Charles Xavier. Los guionistas la cagaron pero bien con la idea de convertirle en villano como forma de poder acceder a Moira MacTaggert para que le ayudara a derrotar a Enigma, el dominio creado a partir del Nathaniel Esex original. Esto puede ser una de las cosas que menos me gustan de estos últimos números de la Era de Krakoa junto a ver a Kate Pryde y a Rondador Nocturno convertidos en asesinos sádicos que asesinan de formas creativas disfrutando con ello. Este epílogo no resuelve los pecados de Xavier, dejándolo en prisión a cargo de humanos dedicados a la extinción de los mutantes, siendo probablemente el principal elemento que quedará abierto de esta Era de Krakoa de cara a la nueva etapa From the Ashes.
La historia «El fin del suelo», que es la principal de este comic, son 60 páginas de este especial. Arriba tenemos el porrón de artistas implicados, una exageración. Y por un lado, entiendo que plantear que Walter Simonson, Mark Brooks o John Romita Jr. dibujen una única página con una splash-page del combate contra Apocalypsis, es un bonito homenaje a estos artistas que estuvieron relacionados durante bastante tiempo a la franquicia mutante.
Mirando el vaso medio lleno, entiendo la idea de «vamos a hacer que los principales artistas que han trabajado en la Era de Krakoa dibujen una parte de especial como homenaje para ellos también». En ese sentido, las páginas que más me han gustado son el prólogo de 7 páginas de Joshua Cassara y las 5 páginas de Jerome Opeña, con un interesante color que le dan un feeling diferente al que estoy acostumbrado. Estas páginas rebosan dinamismo y personalidad, y me gustan mucho.
Pero mirando el vaso medio vacío, las 4 páginas de Leinil francis Yu me parecen terribles. Pero peor es que el nudo conductor de la historia lo lleve Phil Noto, dibujando 28 páginas del total. Y al principio de la Era de Krakoa el estilo de Noto me llamó la atención, pero con el paso de los mese y años me he dado cuenta que es un dibujo vulgar que rompe cualquier atisbo de espectacularidad y dinamismo que se supone a los comics de superhéroes. Que justo el dibujante que ha demostrado ser rápido a lo largo de estos años se encargue de la mayoría de páginas me muestra lo peor de Marvel, la Marvel que cree que los dibujantes son intercambiables y que da igual 3 que 33 mientras el comic salga en la fecha prevista. Dejando a un lado los momentos puntuales dibujados por artistas top (para mi), creo como siempre que creído que esta idea de comics corales roba la posible personalidad que pudiera tener este final. O peor, le da la personalidad del aburrido y sin chispa Noto, lo cual no se si es peor.
El comic se completa con una historia de 10 páginas de Chris Claremont y Salvador Larroca, con color de Guru-xFX, protagonizado por Rondador Nocturno, Pícara, Destino y Mística, centrado el recordarnos lo disfuncionales que son las familias mutantes y cómo la historia editorial ha ido enrevesándolo toda de forma terrible. La historia alegrará a los fans veteranos como yo que pasamos más de una década disfrutando de Claremont en la Patrulla-X, en lo que sigue siendo la mejor etapa larga jamás publicada en el mundo de los comics. Dicho esto con el máximo respeto hacia los 4 Fantásticos de Stan Lee y Jack Kirby. Pero en realidad ni la historia de Claremont, repitiendo en 10 páginas dos veces la idea clave de la historia por si no la habiamos captado la primera vez, ni el dibujo de Larroca, que no me gusta nada, son especialmente de mi agrado. En todo caso, tenemos una historia curiosa que puede servir a la idea de los editores de unir pasado y futuro de los mutantes en un único comic.
El especial se completa con 10 páginas que sirven de presentación de la nueva etapa From the ashes, realizadas por Jed MacKay y Gail Simone en el guion, Javier Garrón en el dibujo y entintado, y Morry Holloway en el color. Estas páginas creo que cumplen con su objetivo de mostrar que la vida sigue para los mutantes, que se han dividido y vivirán sus aventuras por separado, al menos los primeros números. Cíclope y Bestia, Pícara y Gambito, Lobezno, Kate Pryde, Fénix y muchos más aparecerán por estas páginas junto a un Charles Xavier que a pesar de estar preso sigue muy presente en el comic. Además, tenemos la presentación de la misteriosa Doctora Ellis que se encargará de la custodia de Charles Xavier y la destrucción de la escuela de Xavier en Westchester, Nueva York. Una doctora Ellis que de momento es la inesperada villana del inicio de esta nueva etapa y que está por ver si realmente aporta una buena sensación de peligro, más allá de ser una jefa dura imitando por ejemplo a Amanda Waller.
En resumen, con sus más y sus menos, sobre todo en lo relativo al dibujo cambiante, creo que este Patrulla-X 35 ofrece un buen final a la Era de Krakoa, una etapa que descarriló desde el momento en que los editores quisieron alargarla más de lo debido y provocó la marcha de Jonathan Hickman. No voy a echar de menos esta etapa pero al menos me alegro que se las hayan apañado para plantear un buen final que nos deje con buen sabor de boca.
Comparto algunas páginas de este comic:
Ahora si, ¡HASTA NUNCA, ERA DE KRAKOA! No te voy a echar de menos. De hecho, es muy poco probable que vuelva a leer estos comics.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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