Crítica de La forma del agua, de Guillermo del toro

La forma del agua es el nuevo cuento para adultos creado por el director mexicano Guillermo del Toro, convertida en la gran favorita para los Oscars de este año.

PUNTUACIÓN: 7.5/10 

En un inquietante laboratorio de alta seguridad durante la Guerra Fría, se produce una conexión insólita entre dos mundos, aparentemente alejados. La vida de la solitaria Elisa (Sally Hawkins), una huérfana muda que trabaja limpiando el laboratorio cambia por completo cuando descubre un experimento clasificado como secreto: un hombre anfibio (Doug Jones) que se encuentra ahí recluido.

 Escrita por Guillermo del Toro y Vanessa Taylor, la nueva película del mexicano vuelve a introducirnos por la madriguera de conejo para llevarnos a un mundo oscuro y depresivo, los Estados Unidos de la Guerra Fría y la Caza de Brujas del McCarthismo.  Frente al teórico optimismo de los 60, del Toro nos muestra un mundo en el que las mujeres eran silenciadas como si no existieran, el racismo corría rampante por todos los estratos de la sociedad y los homosexuales debían reprimir sus sentimientos por miedo a ser estigmatizados socialmente. A lo que habría que añadir el miedo a lo diferente, como podría ser un emigrante, que es lo que subyace de la aparición del ser acuático en el centro de investigación. Diría que estamos ante la película más reivindicativa de del Toro, que aprovecha para resaltar algunos de los problemas que aquejan a nuestra sociedad actual. 
Lo mejor de la película como viene siendo habitual es la construcción de este mundo, que es un regalo para la vista. Ayudado por la excelente fotografía de Dan Laustsen, un sobresaliente diseño de producción de Paul D. Austerberry, dirección de arte de Nigel Churcher, decorados de Jeffrey A. Melvin y Shane Vieau  y el vestuario de Luis Siqueira, los espectadores somos transportados inmediatamente dentro de la propuesta de Del Toro.
A esto hay que unir la excelente y emocionante banda sonora a cargo del gran Alexandre Desplat, uno de los músicos más en forma del mundo cinematográfico.
Además de los aspectos técnicos, lo cierto es que el reparto es otro gran acierto que consigue emocionarnos en muchos momentos. Me ha encantado la protagonista Sally Hawkins como la muda protagonista de esta fabula. Sin palabras nos muestra la determinación de la menuda joven, que tiene que luchar contra todo para salir adelante y para hacer lo que ella cree que es correcto.
Michael Shannon es el malvado agente del gobierno Richard Strickland que resume todos los males del hombre blanco de la época, un ejemplo de racismo, machismo, xenofobia con muy pocos matices.
Octavia Spencer es Zelda, una amiga que trabaja con Elisa en la limpieza de las instalaciones militares, y Richard Jenkins es Giles, el único amigo de Elisa fuera del laboratorio, un homosexual solitario al no encontrar su media naranja. A ellos añado a un sorprendente Michael Stuhlbarg como el Doctor Robert Hoffstetler, un científico que oculta un secreto y que no quiere que el ser acuático sea diseccionado.
Y por último, tenemos a Doug Jones como el monstruo, el único actor que se atreve a sufrir las interminables horas de maquillaje que del Toro necesita para crear este ser, a medio camino entre un animal salvaje y un ser mitológico. Un personaje que es un prodigio técnico increíble, haciendo real algo que sabemos que no lo es, mediante la combinación de maquillaje, protésis super realistas y efectos digitales para algunos elementos como los ojos. Globalmente, es otro de los hallazgos visuales de la película.

 

Hay sin embargo algunas cosas que no me han acabado de encajar. Me encanta la construcción del mundo de Del Toro, pero hay algunos elementos que en mi opinión no han funcionado. Por un lado, hay varias escenas de desnudos totalmente explícitas de la protagonista que me rompen el feeling de cuento que del Toro construye, aún siendo una fábula para adultos. Mira que no soy pudoroso para estas cosas, pero estas escenas rompen en parte la «magia» de la película.

Además, la propia historia y el villano sin matices me parecen demasiado obvios. Es muy poco sutil mostrar que el hombre blanco heterosexual sea el malo que oprime a mujeres, afroamericanos y homosexuales. De hecho, pensando en la película, diría que todos los blancos heterosexuales son representados como tontos o demostrando actitudes negativas. Y son las mujeres y las minorías las que hacen lo correcto. Como digo, me ha parecido muy poco sutil, aunque precisamente por eso entiendo que ha podido tener tantas adhesiones desde grupos sociales variados que al final votan sus películas favoritas para los Oscars.

Fruto de este interés en agradar a todo el mundo, los protagonistas viven encima de un viejo cine desvencijado y devoran películas clásicas que les alejan del mundo oscuro en el que tienen que vivir. Shirley Temple, el caballo Mister Ed y homenajes a películas clásicas como el musical Mardi Grass de 1958 parecen estar pensados para derretir incluso a los críticos más duros.

La propuesta artística de Del Toro tiene muchos elementos positivos, pero en este sentido me parece un concepto demasiado pensado para agradar a todo el mundo. Pensando en la película, es un cruce muy claro de»La Bella y la Bestia» se encuentra con «El Monstruo de la laguna» con unos toques de «Amelie», y a la hora de transmitir una historia original, se queda un poco en tierra de nadie.

Además, el final quizá era el único posible para crear la fábula, pero está contado de una forma que parece sacado completamente de la manga, para creando un deus-ex-machina de libro.

A pesar de todo lo anterior, creo que de las nominadas de este año, es la más completa y la que más posibilidades de conseguir más premios este año.

Comparto el trailer de la película:

La forma del agua me ha parecido una buena película que nos sumerge en un mundo diferente al nuestro, pero que no es tan buena como dicen los críticos. En todo caso, una película que merece verse en pantalla grande.

PUNTUACIÓN: 7.5/10 

 

Crítica de The Deuce Temporada 1, de David Simon

David Simon es uno de los grandes nombres de la televisión gracias a The Wire. Y el estreno de su nueva serie The Deuce fue suficiente para que me suscribiera a HBO para verla. Me alegra comfirmar que ha merecido la pena.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

The Deuce sigue la historia de la legalización y consolidación de la industria del porno en Nueva York a inicios de los años 70, una época en que la prostitución campaba a sus anchas en Manhattan.

La serie, creada por David Simon y George Pelecanos, ha sido escrita en colaboración con Richard Price, contando como productor ejecutivo a James Franco que se guarda para si el goloso papel doble de los hermanos gemelos Vincent y Frankie Martino. 

Destaca además Maggie Gyllenhaal, que hace el papel de Candy, una prostituta madre soltera que no tiene chulo y que busca escapar de las calles, encontrando en el porno su válvula de escape.

Lo mejor de esta primera temporada es su perfecta ambientación de la Nueva York en los setenta. The Deuce nos hace sentir como si estuviéramos allí, y conocemos los momentos buenos y malos de la gente que vivía en la noche.

Es interesante descubrir que si la pornografía se legalizó no fue por un avance en los derechos sociales, sino porque la mafia vio una nueva forma de ingresos. Dinero que también buscaba la corrupta policía de Nueva York, que exprimía a los comerciantes locales, a los honrados y a los que no lo son tanto. Y entre los emprendedores está Vincent (James Franco), que sueña con abrir su propio bar. Vincent no lo tiene fácil, ya que su gemelo Frankie es un bala perdida que debe dinero a media ciudad por culpa de las apuestas, y también debido a que para abrir un negocio es obligatorio tener en cuenta a las mafias locales.

La verdad es que los ocho episodios de esta primera temporada han pasado como un suspiro. Prácticamente solo han servido como presentación de todos los personajes y el mundo de la noche neoyorquina.  Y es que aunque hay dos actores que sobresalen sobre los demás, Gyllenhaal y Franco, la serie es super coral y hay un montón de personajes que merecen que los conozcamos.

Este elemento de presentación de la primera temporada considero que es algo bueno, ya que significa que aún hay muchas cosas que contar durante la década de los setenta, incluso hasta la llegada del SIDA a principios de los ochenta. The Deuce puede ser todo lo larga que sus autores deseen, y espero que si se alarga sea porque sea un éxito.

Si hay un elemento menos bueno de lo visto hasta ahora es la visión casi bucólica de la prostitución, de los chulos y los criminales de Nueva York. Aunque se muestra violencia hacia las prostitutas en varias ocasiones, en general casi parece estar dando una visión positiva de esta profesión y su vida en la ciudad. Una visión casi demasiado perfecta.

Comparto el trailer de esta primera temporada:

The Deuce ha protagonizado un estreno a la altura de su creador David Simon. Espero con muchas ganas el estreno de su segunda temporada este 2018, y confío que sea una historia tan buena como lo fue The Wire.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

 

Crítica de Black Panther de Marvel, dirigida por Ryan Coogler

Black Panther, dirigida por Ryan Coogler (Fruitvale Station, Creed), y protagonizada por el héroe presentado en Capitán América: Civil War, pone de manifiesto que Marvel es una máquina de fabricar éxitos que conectan con el gran público, en esta caso sobre todo con la comunidad afroamericana de los Estados Unidos.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Black Panther cuenta la historia de T’Challa quien, después de los acontecimientos de «Capitán América: Civil War», vuelve a casa, a la nación de Wakanda, aislada y muy avanzada tecnológicamente, para ser proclamado Rey. Pero la reaparición de un viejo enemigo pone a prueba el temple de T’Challa como Rey y Black Panther como defensor del reino, ya que se ve arrastrado a un conflicto que pone en peligro el destino de Wakanda y del mundo.

Cuando Marvel planteó hacer una película protagonizada por Black Panther (Pantera Negra de toda la vida), estaba claro que el director seleccionado debía ser un autor afroamericano, de forma que los deseos y anhelos de esta comunidad se vieran satisfechos. Ryan Coogler realmente era la elección perfecta para llevar a buen puerto esta producción. Supe de él gracias a Creed, notable continuación de la saga de Rocky, y me abrió la puerta a conocer su opera prima, la también notable Fruitvale Station, en la que nos muestra las últimas horas en la vida de Oscar Grant (Michael B. Jordan), un joven afroamericano asesinado por la policía de Oakland (California).

En lo positivo, debo decir que Black Panther me ha parecido una pelicula bastante entretenida en la que sobre todo me ha gustado la construcción del mundo de Wakanda, un pais de alta tecnología gracias al Vibranium, que está cerrado al mundo como forma de proteger los tesoros que posee. El nuevo Rey T’Challa (Chadwick Boseman) tendrá que decidir si es posible mantener esta forma de vida mantenida durante generaciones en un mundo en el que los superhéroes existen y las amenazas son globales.

Wakanda y sus habitantes lucen espectaculares gracias a la fotografía de Rachel Morrison (nominada al Oscar por Mudbound), al vestuario de Ruth E. Carter y a un excelente diseño de producción. Descubrimos un pais que mezcla sin problemas la más alta tecnología con las tradiciones más ancestrales, como que el Rey se decide por combate entre candidatos con sangre real pertenecientes a las cinco tribus fundadoras de Wakanda. Todos estos elementos convierten a este imaginario pais en el alma de África, el bastión en el que una cultura negra se mantuvo y triunfó frente al enemigo colonial blanco.

La llegada de Eric Killmonger (Michael B. Jordan, actor fetiche para Coogler) sacará a la luz un pecado del pasado que amenazará con destruir el pais. Killmonger pone de manifiesto la hipocresía de Wakanda, que se cree una cultura superior, pero que deja morir a africanos y afroamericanos pobres ya que pone siempre de por delante su aislacionismo frente al bienestar de los inocentes.

Debo decir que el guión de Joe Robert Cole y Ryan Coogler tenía como prioridad mostrar este rico mundo al público mainstream, y en este aspecto la película es un éxito y te quedas con ganas de saber cómo continúa la historia. Para conseguirlo, más que ser el típico arco de origen del protagonista estamos ante una historia coral en el que la familia del Rey cobra casi tanto protagonismo como el monarca en ejercicio. Entre un largo y carismático reparto destaco a Lupita Nyong’o como Nakia, la novia de T´Challa, Letitia Wright, como la hermana de T´Challa Shuri o Danai Gurira como la general Okoye de las Dora Milaje, la guardia de honor del Rey.

A estas tres actrices uniría a las veteranos Angela Basset como Ramona, la madre de T´Challa, y Forest Witaker como el consejero Zuri. Así como a los veteranos de otras películas Marvel Martin Freeman, como el agente de la CIA Everet Ross presentado en Capitán América: Civil War, y Andy Serkis como Ulysses Claw, visto en Vengadores: Age of Ultron. Estos dos actores son prácticamente la excepción dentro de un casting formado casi completamente por afroamericanos.

También destaco la música del sueco Ludwing Göransson, unido a unas canciones creadas por Kendrick Lamar que consiguen unir tradición y modernidad en una película que globalmente tengo que decir que es muy entretenida.

Sin embargo, y aquí termina lo bueno, también debo decir que aunque entretenida, globalmente la película me ha parecido una decepción. Estamos ante una película que se queda a años luz de otras películas Marvel como Vengadores, Winter Soldier, Guardianes de la Galaxia, Capitán América: Civil War o incluso  Doctor Extraño, para mi muchísimo más imaginativa y satisfactoria.

Me han decepcionado muchísimo las escenas de acción, y más viniendo de Coogler, que lo bordó en Creed. La única escena chula es un plano secuencia en un casino en Corea, y la protagoniza la Dora Milaje Okoye, no el protagonista. E igual que critiqué el CGI de Wonder Woman, me fastidia que el climax final sea una pelea entre Black Panther y Killmonger en una cueva oscura en la que no se ve lo que está sucediendo porque ambos llevan trajes de Black Panther oscuros. A lo que unimos una genérica escena de combate aéreo o una batalla entre tribus locales sin tensión. Todo super anticlimático y carente de emoción, provoca que aunque la película empezó muy bien, se acabe desinflando sin remisión.

Otro tema es la propia figura de T´Challa. Se destaca mucho el aspecto coral de la película, pero lo cierto es que la película no destaca todo el carisma que se le suponía tras ver su presentación en Civil War.

Si tomamos como ejemplo al Capitán América, a pesar de que ya le conocimos en su primera película «El primer Vengador» y en Vengadores, en Winter Soldier se presenta a Steve Rogers como el verdadero Super Soldado en la ya mítica escena del rescate del barco Estrella de Lemuria, que nos dejó a todos con la boca abierta. ¿Qué hace Coogler para presentar a Black Panther? Crea una escena nocturna en la que no se ve nada, que es una forma muy extraña de mostrar al espectador que T´Challa es nuestro héroe. Además, otra cosa que me chirrió es que el traje de Vibranium es impenetrable, por lo que no existe verdadera sensación de peligro para T´Challa en ningún momento. Y por eso su antagonista Killmonger se enfrenta a él primero sin habilidades especiales y luego ambos con el mismo traje para igualar el combate.

Black Panther toma también elementos de las películas de James Bond, haciendo la hermana Shuri de una suerte de Q que le prepara gadgets de alta tecnología. Durante la primera mitad de la película la película viaja a Corea para ver una escena en un casino clandestino y una persecución nocturna por las calles de Seúl. Personalmente a mí no me ha encajado principalmente porque distrae de la trama principal y de hecho hace que Killmonger, presentado al comienzo de la película, desaparezca de pantalla durante más de media hora. Un Killmonger del que no entiendo su relación con Claw visto como es resuelta, ni me ha parecido una actuación tan carismática. Buena si, excelente no.

Tras una interesante presentación de Wakanda y sus habitantes en la primera media hora, el subargumento de Corea rompe la película en dos hasta la llegada de Killmonger a África para disputarle el trono a T´Challa. En mi opinión, narrativamente algo que resta en lugar de sumar.

Decía unos hace días que en este mundo de corrección nadie se atrevería a criticar un blockbuster hecho por afroamericanos, y parece que se ha cumplido. Porque hay muchas cosas positivas en Black Panther y globalmente creo que es entretenida, pero no entiendo que se obvie lo aspectos no tan buenos que acabo de comentar, que para mí también son evidentes. Personalmente, quiero que se hagan más películas con protagonistas y temáticas diversas. Pero no creo que Black Panther haya resultado el mejor ejemplo de lo que puede conseguirse con estos personajes. Como tampoco me lo pareció la película de Wonder Woman estrenada el año pasado.

Entiendo que la comunidad negra de los EE.UU. se haya lanzado en tromba a ver una película que no muestra a los negros en el guetto, siendo pobres, drogatas o delincuentes, sino que muestra una cultura africana exitosa y más avanzada que la América actual. Sin duda, una película protagonizada por héroes de color que son personas de éxito que muestran que la negritud es también noble y exitosa es «El Dorado» para la comunidad afroamericana, como nos explicaban en el propio teaser de la película. Y me parece genial que esta película ofrezca héroes con los que identificarse a la comunidad afroamericana, de la misma forma que Wonder Woman hizo lo mismo con el público femenino.

Es este aspecto cultural que es independiente de la calidad de la película en si, lo que ha convertido a Black Panther (y el año pasado a Wonder Woman) en un gran éxito de taquilla en su estreno en los Estados Unidos. Porque más que una película es un evento que hay que ver, al igual que , salvando las distancias, pasó con Avatar y su 3D, Titanic o Star Wars VII, películas que consiguieron que gente que habitualmente no va al cine pasara por taquilla para verla. Black Panther ha recaudado 201 millones en su primer fin de semana en los USA, convirtiéndose en el quinto estreno más taquillero de la historia. Una barbaridad.

Comparto a continuación el primer teaser de esta película:

En parte me alegra este éxito de Black Panther, porque significa que Marvel como empresa va a poder seguir haciendo lo que quiera durante muchos años y aseguramos que seguirán haciendo muchas películas de nuestros héroes favoritos. Pero lamento decir que de las 18 películas Marvel, solo han habido tres de las que no salí flipado queriendo volver a verla inmediatamente y comprar el blu-ray: Iron Man 2, Ant-Man y esta Black Panther. Una pena y una decepción, de la que espero que Vengadores Infinity War consiga resarcirme.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Reseñas Express Rick Remender: Deadly Class Vol. 6, Seven to Eternity Vol.2 y Low Vol. 4

En las últimas semanas me han llegado los últimos tomos de varias series escritas por Rick Remender y publicadas en los USA por Image Comics. Voy a aprovechar el formato de reseñas express para comentar lo bueno, y lo no tan bueno…

DEADLY CLASS VOL. 6, con Wes Craig y Jordan Boyd

¿De qué va? La nueva clase ha recibido una sangrienta bienvenida a Kings Dominion, ya que el consejo de estudiantes domina brutalmente las aulas. Si no eres parte del grupo dirigente, eres parte del recuento de cadáveres. Mientras tanto, el misterioso pasado de Saya vuelve para perseguirla. Y lejos del derramamiento de sangre están Marcus y María, raros supervivientes de la escuela más letal de la tierra, albergando oscuros deseos de venganza. Este tomo reúne los números 27 a 31 de la serie regular.

Valoración: Deadly Class es una de las mejores series de Image de la actualidad. Tras el baño de sangre del tomo 4, en el pasado tomo conocimos a una nueva clase con personalidades definidas y sorpresas increibles que supieron llenar el hueco dejado por los ausentes. En este sexto tomo seguimos conociendo a estos personajes, con el añadido que Remender vuelve a traer al escenario a Marcus y María tras su sangriento regreso al final del tomo 5. Cada número de Deadly Class trasmite carisma y diversión, de forma que la lectura es casi compulsiva y de un tirón.

En el apartado artístico, Wes Craig y Jordan Boyd mantienen el excelente nivel de calidad, gracias a una excelente fluidez narrativa y una clara definición de cada personaje. No se cuando terminará esta serie, pero si mantienen este nivel por mi pueden alargarla todo lo que les apetezca.

PUNTUACIÓN: 8/10

 

SEVEN TO ETERNITY  VOL. 2, con Jerome Opeña, James Harren y Matt Hollingsworth

¿De qué va? Adam Osidis y los Mosak continúan su viaje por las malditas tierras de Zhal para entregar a Mud King a la única fuerza capaz de deshacer su dominio sobre su ejército de esclavos mentales. Los susurros de Mud King han convertido a Adam Osidis en el hombre más odiado en Zhal, pero cuando le ofrece a Adam una solución a todos sus problemas, ¿se unirá al monstruo calculador y traicionará a su compañero Mosak por una segunda oportunidad en la vida? Este segundo tomo reúne los números 5 al 9 de la serie regular.

Valoración: Lamento decir que este segundo tomo de Seven to Eternity confirma que el concepto de Remender para esta serie no encaja conmigo. O lo haría si la ejecución fuera acertada. La serie tiene un problema fundamental que es que no es entretenida. Remender y Opeña nos presentan un mundo nuevo de fantasía que debería ser la bomba en lo referido a originalidad y ambientación, y lo único que vemos son diálogos repetitivos que giran alrededor del tema central del tebeo: Cuando todo el mundo cede, mantener tus principios aún a costa de la vida de tus hijos ¿es un signo de fortaleza en tus convicciones, o sólo una muestra de orgullo? A lo que añadiría ¿qué estás dispuesto a sacrificar por tu familia?

Comentaba como positivo de Deadly Class el carisma de los personajes y la fluidez narrativa. Y estos son aspectos que no veo en Seven to Eternity, empezando por su gris protagonista Adam, que sólo parece saber llorar por las esquinas. Incluso Opeña está más flojo que de costumbre, o quizá es porque el guión de Remender no le da para lucirse.

Para hacer las cosas aún peores, encima dos de los cinco números de este tomo no están dibujados por Opeña, sino por James Harren. El caso es que Harren no es un mal dibujante y dibuja un arco cerrado, pero no contar con Opeña parece casi una estafa, teniendo en cuenta que uno de los principales elementos que Image vende para decir que sus series son “mejores” a las de Marvel o DC es porque publican tebeos que cuentan con equipos sólidos que dan una mayor cohesión al tebeo. Cosa que es cierta, por otro lado. Ya se sabe que Opeña no es precisamente rápido, y no me importa que sólo publiquen un tomo al año, pero si cuando se publica el arte no es suyo al 100%, para mi es otro elemento negativo que hace que me vaya a pensar mucho si compraré el siguiente tomo.

PUNTUACIÓN: 6/10

 

LOW VOL. 4, con Greg Tocchini y Dave McCaig

¿De qué va? Tajo regresa a la casa de su familia en Salus, para encontrar una ciudad al borde de la devastación. No hay comida, ni aire, ni esperanza para la última gran ciudad submarina de la humanidad. Ahora, Tajo debe unirse con IO, que oculta un secreto de más de mil años, y Mertali, una valiente sirena de los fosos de gladiadores de Poluma, para luchar por un futuro mejor para todos. Pero la muerte acecha las desoladas calles de Salus, ya que un despiadado asesino no se detendrá ante nada para ver a la ciudad ahogarse en su propia sangre. Un asesino creado por Tajo al que ahora tendrá que enfrentarse por última vez. Recopila los números 16 al 19 de la serie regular.

Valoración: LOW es en muchos aspectos la antítesis de Seven to Eternity. Greg Tocchini me parece mucho peor dibujante y narrador que Jerome Opeña, pero sin embargo, sus página respiran muchísima más personalidad, carisma y originalidad que la última obra de Remender y Opeña.

La historia de LOW gira en torno a la lucha de una familia por tener fe en un futuro mejor incluso cuando todo a su alrededor se derrumba. No puedo calificarla de “entretenida” como Deadly Class, en el sentido de diversión over-the-top, ya que estamos contemplando un sufrimiento sin fin de los protagonistas, que de momento siguen perdiendo lo poco que les queda. Entiendo que Remender utiliza un recurso narrativo de libro como es hacer caer a los protagonistas para poder contarnos a continuación cómo se levantan. Pero llevamos cuatro tomos y no se si nos estamos acercando a la luz. En todo caso, los personajes sí han conseguido que conecte con ellos, y me interesa saber cómo va a continuar la historia, así que no hay duda que seguiré comprando esta serie.

Por cierto, no puedo terminar esta reseña sin comentar un elemento que no me ha gustado nada de este último tomo, y es que sólo recopila cuatro números americanos. Dado que los tomos de Image normalmente agrupan 5 ó 6 números por un precio de 15.99/16.99 US$, Remender nos «cuela» más de 20 páginas de extras con bocetos de Tocchini, cosa que se nota demasiado que no es un «bonus» para los fans sino un relleno que justifique el precio de portada. Si el tomo son cuatro números, ¿por qué no lo publicas como siempre con el comic y las portadas pero con un precio de portada de 9.99 $? Eso hubiera sido lo ético y lo lógico y yo hubiera pagado encantado. En serio, me ha parecido algo tan evidente y saca-cuartos, que me ha molestado bastante. Con el agravante que Remender es uno de los autores de mayor éxito de Image y se supone que está ganando bastante dinero con sus series. Frente a autores como Robert Kirkman que regularmente hace promociones en sus series y aumenta páginas sin repercutirlas en los lectores, este ejemplo de Remender de racanería y de querer explotar a sus lectores me ha decepcionado mucho.

PUNTUACIÓN: 7/10

Y vosotros, ¿seguís estas series escritas por Rick Remender? ¿Qué os han parecido?

Crítica de Fuego, de Joe Hill

Joe Hill consigue en Fuego dar una interesante vuelta de tuerca a las historias de apocalipsis zombies, con esta novela ganadora del premio Locus publicada en España por Nocturna Ediciones.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Nadie sabe dónde y cuándo se originó, pero una plaga se ha extendido por todas partes. Los médicos la llaman «Trichophyton draco incendia»; los demás, escama de dragón, una espora que marca la piel de los contagiados con manchas negras y doradas antes de hacerles estallar en llamas. Y no hay antídoto.

La enfermera Harper Grayson está embarazada y ha visto a centenares de pacientes arder… o los veía antes de que el hospital se incendiara. Ahora sólo puede fijarse en las marcas que han empezado a recorrerle la piel. Mientras todo a su alrededor se ve envuelto en el caos por la enfermedad y los grupos que pretenden exterminar a los contagiados, Harper coincide con un misterioso desconocido que deambula entre los escombros con indumentaria de bombero y las marcas de la espora. Sin embargo, no arde. Es como si hubiera aprendido a usar el fuego a modo de escudo para las víctimas… y de arma contra los verdugos.

Conocí a Joe Hill gracias a Locke & Key, uno de los mejores y más redondos comics de la última década, creado en colaboración con el artista Gabriel Rodríguez, y publicado en España entre 2009 y 2014 por Panini. Locke & Key es la historia de la familia Locke. Tras la muerte de su padre, Tyler, Kinsey, and Bode Locke se mudan con su madre a la finca de la familia, Keyhouse, situada en Lovecraft, Massachusetts. Allí, los niños descubrirán que la casa es un nexo de energías sobrenaturales y que oculta diversas llaves que les otorgarán habilidades que les servirán para descubrir la historia oculta de su familia y del mundo que les rodea.

Durante su lectura descubrí que Joe Hill era el hijo de Stephen King y que usaba una abreviatura de su nombre, su nombre completo es Joseph Hillstrom King , para intentar triunfar por sus propios méritos y no por ser el hijo de.

Tras Locke & Key probé El traje del muerto (2007), una novela que consiguió darme un mal rollo brutal y que cuenta la historia de Judas Coyne, una veterana estrella de rock que colecciona objetos macabros. Un día encuentra en internet una subasta donde ofrecen el traje de un cadáver, aparentemente embrujado, que él adquiere con nefastas consecuencias.

Después vino Horns (Cuernos, 2010), la historia de «Ig» (nada que ver conmigo), un joven que al levantarse un día tras una borrachera, se da cuenta de que le están creciendo unos cuernos en su cabeza y tiene poderes de carácter diabólico. Ig buscará descubrir al asesino de su novia Merrin, crimen que el pueblo cree que lo realizó él. Pero Ig no podría hacerlo, por que él la quería, ¿no?  La novela tuvo una entretenida adaptación cinematográfica en 2013, realizada por Alexandre Aja e interpretada por Daniel Radcliffe.

Así que la lectura de Fuego era inevitable, y ha valido mucho la pena. Fuego a priori es una típica historia de zombies, solo que aquí los zombis son personas a los que un virus convierte en antorchas humanas que han consumido gran parte de la costa Este de los Estados Unidos. Pero como en sus otras novelas, a partir de un argumento más o menos trillado, Joe Hill da un giro muy guay a la historia para ver el punto de vista de los enfermos que son perseguidos por la sociedad «normal». Incluso dentro de este giro Fuego también rompe los estereotipos habituales, ya que el protagonista no es el Bombero que protege a la comunidad de los enfermos, sino Harper, la indefensa embarazada enfermera que huye de un marido maltratador.

Pero incluso dentro de este giro del narrador, la novela huye de estereotipos, y aunque la comunidad de enfermos de este virus huye de los humanos sanos, esto no significa que todos los «colillas» sean buenos, y una sociedad a priori utópica puede convertirse en una turba fanática con un chasquido de dedos.

Joe Hill escribe entretenidas historias que siempre tienen un toque familiar, pero fresco  y original a la vez. Uno de los nombres a tener muy en cuenta dentro del panorama fantástico y de terror.

PUNTUACIÓN: 7.5/10