Crítica de The Expanse temporada 2

La segunda temporada de The Expanse del canal americano Sci-Fi y que Netflix ha estrenado en España ha superado el buen arranque de la primera temporada y muestra que la ciencia ficción de calidad tiene también un hueco en la parrilla televisiva.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

The Expanse es una serie de ciencia ficción futurista en la que la humanidad se ha expandido por el Sistema Solar, colonizando Marte y creando numerosas colonias mineras en los cinturones de asteroides. En una galaxia al borde de la guerra debido al enfrentamiento entre la Tierra y Marte, la aparición de una protomolécula de origen desconocido en la primera temporada sirvió para aumentar la tensión hasta convertir la situación en casi insostenible.

The Expanse adapta la serie de novelas escrita por Daniel Abraham y Ty Franck (con el pseudónimo de James S. A. Corey), de la que se han publicado seis novelas hasta la fecha. La serie de televisión ha sido desarrollada por Mark Fergus y Hawk Ostby, guionistas de Hijos de los hombres de Alfonso Cuarón y Cowboys & Aliens de Jon Favreau.

En esta segunda temporada, los tripulantes del Rocinante siguen buscando a los responsables de liberar la protomolécula en la colonia de Eros. Mientras, las intrigas políticas entre los gobiernos de Marte y la Tierra alcanzarán un máximo nivel de tensión tras un combate en la luna de Ganimedes. En esta segunda temporada conoceremos con más detalle a la armada marciana, y en especial a la soldado Bobbie Draper (Framkie Adams), que odia a los humanos y solo está deseando en entrar en acción contra la Tierra.

Cuando comenté mi opinión sobre la primera temporada el año pasado, me pareció una serie con una historia y un misterio que me engancharon protagonizado por personajes muy poco interesantes. Me alegra poder decir que lo bueno se mantiene y que lo personajes muestran muchos más matices que los convierten en más tridimensionales. Ninguno es 100% bueno ni malo, y las decisiones, incluso las malas, se explican y casi hasta se entienden.

A la tripulación del Rocinante formada por el capitán de la Tierra Jim Holden (Steven Strait), el piloto marciano Alex Kamal (Cas Anvar), la cinturoniana Naomi Nagata (Dominique Tipper) y el mecánico y guardaespaldas Amos Burton (Wes Chatham) se les une el agente de la ley Joseph Miller (Thomas Jane) en su investigación sobre la protomolécula. Y aunque se mantienen juntos, cada uno tiene sus propios demonios a los que tendrá que enfrentarse.  Y mientras, en la Tierra, la secretaria de la ONU Chrisjen Avasarala  (Shohreh Aghdashloo) intenta evitar una guerra con Marte mientras lucha con enemigos dentro de su propia organización.

En todo caso, el visionado en V.O. hace que las actuaciones me hayan gustado más que en la primera temporada, pero siguen siendo interpretaciones de nivel televisivo, muy alejado del nivel cinematográfico.

Otro elemento que me ha gustado mucho es la forma en la que vemos como este conflicto al final lo sufren los ciudadanos normales, sobre todo los cinturonianos. Hubieron varias escenas muy crueles que me impactaron por lo frío que es el espacio, lo frágiles que somos los seres humanos en este territorio hostil y como la vida en el espacio vale menos que nada.

Comparto el trailer de la segunda temporada:

The Expanse ha mejorado en todos los aspectos y se ha convertido en una serie super interesante para todos los amantes a la ciencia ficción. Me alegra saber que la tercera temporada ya está en marcha, y espero que no tarde demasiado en entrenarse.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Jupiter´s Legacy Vol. 2 de Mark Millar y Frank Quitely

Más de dos años después, por fin hemos podido disfrutar del segundo volumen de Jupiter´s Legacy, la notable serie Mark Millar y Frank Quitely. Y la verdad es que aunque visualmente es una pasada, la historia acaba resultando un poco más de lo mismo, repitiendo algunos patrones habituales en la obra de Mark Millar.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Mark Millar planeaba Jupiter´s Legacy como su gran epopeya de super-héroes. El primer tomo fue sorprendente y action-packed, contando el que parecía el final de una saga de héroes que protegieron el planeta desde finales de los años 30.

En este segundo tomo, Chloe Sampson, su pareja Hutch y su hijo Jason buscarán enfrentarse a Brandon, el hermano de Chloe y Presidente de los Estados Unidos, y su tío Walter, que controlan a todos los super-héroes del pais. Para ello, tendrán que reunir a su propio ejército, aunque sea reuniendo a los pocos supervillanos que aún no han sido detenidos.

Mark Millar es un tío muy listo. Sabe reunirse con los mejores dibujantes para sus series, y Frank Quitely sin duda lo es. Sin embargo, el artista escocés es cada vez más lento. Por eso Millar publicó tras el primer volumen de Legacy la serie de 12 números Jupiter´s Circle, en la que contaba el pasado de los primeros superhéroes, que en Legacy ya eran adultos. Aunque esta serie me gustó bastante, al final era un «aperitivo» que servía para que Quitely tuviera más tiempo para dibujar este segundo arco. A pesar de ello, han pasado más de 2 años desde que se publicó el primer volumen de Legacy, y este segundo volumen es una historia contada en 5 números, por los 6 de la primera. Quitely tiene muchas virtudes, pero la velocidad no es una de ellas.

Y lo cierto es que aunque globalmente el tebeo me ha gustado, toda esta espera juega totalmente en su contra, ya que crea una expectativas desproporcionadas que lógicamente el tebeo no consigue superar.

Entiendo que no todo es achacable a Quitely, ya que Millar es un hombre cada vez más ocupado, y ha publicado en este tiempo series como Empress con Stuart Immonem, Starlight con Goran Parlov, o Chrononauts con Sean Murphy. Y este mes se publica en España Reborn, junto a Greg Capullo, que espero poder comprar y leer muy pronto. No es solo «problema» de Quitely, sino del propio planning de escritura que Millar.

Hablando de Millar, la historia de este segundo volumen la calificaría solo de correcta. Ofrece un montón de momentos para que Quitely se luzca, pero sin llegar a sorprender como en otras obras suyas. Su narración como siempre se caracteriza con un menos-es-más, en el que el diálogo es mínimo y va directo al grano, sin dejar un segundo de respiro. A pesar de todo, consigue algunos buenos momentos, como la reunión de Hutch con su padre George Hutchence / Skyfox, en el pasado un héroe junto a Sheldon Sampson, pero que se convirtió en supervillano en las páginas de Jupiter´s Circle. Sin embargo, globalmente el haber tenido que esperar más de dos años para leer esta historia te deja cara de «pues tampoco es para tanto». Y lamentablemente tenemos razón.

Comparto algunas páginas de acción en las que Quitely demuestra toda su habilidad narrativa, sus impresionantes composiciones de página y toda su fuerza.

Aunque este segundo volumen cierra una parte de la historia, Millar ya anuncia el tercer volumen «Jupiter´s Requiem», en el que probablemente expliquen el porqué Sheldon Sampson y su familia recibieron sus poderes en primer lugar. Lamentablemente, este volumen no saldrá hasta 2019, así que ya podemos armarnos de paciencia.

Jupiter´s Legacy Vol. 2 me ha gustado y me ha parecido muy entretenido. Creo que es una lectura que gustará a todos los fans de los superhéroes. Pero sigo sin explicarme cómo es posible que tarden más de dos años entre un volumen y otro.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Crítica de Detroit, de Kathryn Bigelow

Detroit es la nueva película de Kathryn Bigelow (Point Break, Strange days, En tierra hostil, Zero Dark Thirty), en la que realiza una dramática reconstrucción de los disturbios de agosto de 1967 provocados por los excesos y racismo de la policía, trazando unos claros paralelismos con la actual situación social de los Estados Unidos.

PUNTUACIÓN: 8/10

El guión está escrito por Mark Boal, colaborador habitual de Bigelow, y que fue quien contó la historia real a la directora californiana e hizo que se interesara en ella. La película fue rodada en escenarios reales y tiene un marcado tono documental en la que alterna imágenes reales de época con una cuidada reconstrucción de los hechos gracias a las numerosas entrevistas que el equipo realizó a algunas de las personas que vivieron los horribles hechos que Bigelow nos muestra con frialdad y asepsia. El éxito narrativo de Detroit hay que buscarlo no solo en la directora, sino también en los excelentes trabajos del director de fotografía Barry Ackroyd, y el montaje de William Goldenberg.

Kathryn Bigelow es una extraordinaria directora que crea imágenes impactantes y escenas que rozan el terror mientras mantiene un tono frío y neutral. Ella no cuenta al espectador quién son los buenos y los malos, simplemente muestra unos hechos brutales de forma que cualquier espectador con dos dedos de frente entienda sin duda lo asqueroso que es el racismo. Este es  para mi uno de los mayores aciertos de la película. La película es brutal y aterradora porque los sucesos que nos cuenta se sienten terriblemente reales. Han pasado 50 años desde que estos hechos sucedieron, pero la sensación que te deja Detroit es que hoy en día esto mismo podría pasar casi en cualquier ciudad de los Estados Unidos, ya que el racismo y la violencia siguen muy presentes en su sociedad.

En este sentido, aunque los disturbios de 1967 tuvieron como chispa que prendió la mecha unos actos racistas de la policía blanca de Detroit, Bigelow no elude tocar temas peliagudos que le han valido críticas desde ámbitos de la sociedad afroamericana. Y es que la policía era racista y machacaba a los afroamericanos. Pero cuando los disturbios empezaron, fueron esos mismos afroamericanos los que quemaron edificios y saquearon negocios propiedad de sus propios vecinos. Por tanto, mucha parte de culpa sin duda recae también en los agitadores y en los violentos que se esconden en la masa para actuar con impunidad. Por supuesto que la mayoría de habitantes de Detroit no eran así, pero lo mismo podría decirse de la policía, que aunque tenía muchas manzanas podridas, también tenían entre sus filas a personas decentes. Esto también pone de relieve la complejidad social y como no podemos aplicar los estereotipos de buenos y malos.

Tras disfrutar de la película busqué algunas críticas negativas para ver qué decían, aunque lo cierto es que mayoritariamente los comentarios son positivos. Una de las cosas que se critica de la película de Bigelow es que no llegamos a conocer quienes son personajes afroamericanos por una casi nula caracterización. Esta apreciación es altamente discutible, ya que sí nos cuentan de manera básica quienes son los personajes y cómo llegan al Hotel Algiers que es el corazón de la película. Pero lo importante de la película no es quien son los personajes, sino lo que les sucede. El racismo es ciego y no discrimina entre buenas o malas personas, machaca a todo el que es diferente. Por tanto, es importante que Bigelow muestre que puede sufrirlo cualquiera, simplemente estando en el lugar equivocado.

En este sentido, la película de Kathryn Bigelow me ha parecido que está en las antípodas de otra cinta basada en hechos reales como es Dunquerke de Christopher Nolan, acertando donde Nolan falló. Aunque ambas películas están centradas en el hecho histórico que nos cuentan y esto tiene más peso que los personajes que lo viven, en Detroit Bigelow hace que suframos con los personajes y nos preocupemos por su supervivencia, mientras que Nolan provocó intencionadamente que nos diera igual si los soldados aliados vivían o morían, porque de hecho eran casi intercambiables e impersonales. Este éxito de Detroit es sin duda gracias a la habilidad como narradora de Bigelow, que hace que nos sintamos dentro de la acción y junto a las víctimas.

Me ha gustado mucho el casting de la película, creo que todos realizan un trabajo excelente. Pero es Will Pouter como el policía racista Philip Krauss el que ha conseguido helarme la sangre, por la normalidad de sus actos, la forma en que parece que lo que está haciendo es el pan de cada día, nada raro de lo que extrañarse. Dentro de los personajes afroamericanos, mencionar a John Boyega (Melvin Dismukes) como un guardia de seguridad que acude al hotel cuando surge la alarma, Anthony Mackie (Greene) un soldado veterano que se aloja en el hotel y sobre todo, Algee Smith (Larry Reed), un cantante de un grupo de soul que se refugia en el hotel buscando escapar de los disturbios para encontrarse un horror aún mayor. Estos son los principales actores que quiero resaltar, aunque lo cierto es que estamos ante una película coral en la que todos realizan un gran trabajo.

Si tuviera que comentar algo negativo de Detroit es su duración. La película dura 140 minutos, y creo que con 10 minutos menos el resultado final hubiera sido mejor. Los sucesos del hotel Algiers son el centro de la película, en lo emocional y en lo intenso. Así que todo lo que sucede a continuación se siente como el final, final que no acaba de producirse y que tarda en llegar. En todo caso, desde un punto de vista narrativo, entiendo que algunos de los supervivientes merecían una conclusión a su historia y al drama que vivieron.

La película triunfa totalmente en lo que nos propone, que es mostrar lo horrible que es el racismo y que pensemos en lo que está pasando en la actualidad. Sinceramente, creo que Kathryn Bigelow merecería ser nominada al Oscar como mejor director este año. Creo que la película lo merece sin duda. Lamentablemente, mi lado cínico me dice que Hollywood va a nominar a Patty Jenkins por Wonder Woman, película que no me gustó nada pero que ha sido un enorme éxito comercial, y eso la va a cerrar la puerta, ya que con una mujer los académicos van a pensar que ya han cubierto el cupo femenino.

Además, aluciné al saber que hubieron críticas minoritarias sobre que una directora blanca no debería rodar una película sobre racismo que sufrieron los afroamericanos de Detroit, continuando la peor tradición de cuando Spike Lee atacó a Tarantino por hacer Django Desencadenado. Por supuesto son comentarios ridículos y minoritarios, pero refleja un sentimiento tóxico cada vez más extendido en redes sociales que me repugna, que es el hecho que solo un gay puede escribir sobre personajes gays, o lo mismo sobre las mujeres, minorías raciales, etc.  Estos comentarios son lamentables, pero Hollywood no es tampoco muy partidario de polémicas si pueden evitarlo, lo que lamentablemente creo que también juega en contra de la película de cara a la temporada de premios. De hecho, a pesar de ser una película notable sobre un tema polémico y de actualidad en los Estados Unidos, la película ha sido un fracaso de taquilla, recaudando solo la mitad de su presupuesto de 35 millones.

Comparto a continuación el trailer de la película.

Detroit es una película honesta y muy necesaria en este momento, que creo que merece ser vista por todo el mundo. Una película que nos muestra como la sociedad americana no ha evolucionado demasiado en estos 50 años. Pero también resalta que la única manera de no repetir los errores del pasado es conocerlos. Y en este aspecto, la película es un éxito sin paliativos. Este es el único mensaje positivo e importante que podemos sacar de su visionado.

PUNTUACIÓN: 8/10

 

 

La puerta de Audrey, de Sarah Langan

Buscando novelas diferentes que me sacaran de mis autores habituales, he descubierto La puerta de Audrey, escrita por la autora norteamericana Sarah Langan y que fue galardonada con el Premio Stoker de 2010, posiblemente el más importante dentro del género de terror en los Estados Unidos.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

El elegante edificio del Breviary, construido en el Upper West Side, es un pedazo de la historia, pero a pesar del bajo precio del alquiler del apartamento 14B, la tragedia ocurrida en su interior ha ahuyentado a todos los posibles inquilinos…, excepto a Audrey Lucas. A los treinta y dos años, y no ajena a la tragedia, con una infancia marcada por la muerte de su padre y los problemas mentales de su madre, Audrey está decidida a hacerse un hueco en una ciudad que a menudo rechaza a los débiles. Sin embargo, se siente atormentada por unas oscuras visiones y por una voz que le exige que construya una puerta. Una puerta que sería una auténtica locura abrir…

Sarah Langan, es una escritora nacida y criada en Nueva York. Ha ganado en tres ocasiones el Premio Bram Stoker, el primero en 2007 con su novela «The missing», en 2008 con la historia corta «The Lost», y  con La puerta de Audrey consiguió su tercer premio. Curiosamente, aparte de varias historias cortas, esta es la última novela que ha publicado.

La puerta de Audrey me ha sorprendido. Lo cierto es que esperaba en cierta forma una típica historia de casa encantada, y aunque esta novela tiene por supuesto esa vertiente, realmente es un notable retrato psicológico de la protagonista. Audrey sufrió años de abuso por parte de su madre Betty, que sufría una enfermedad mental. Esto ha dejado unas secuelas graves en su mente, hasta el punto de sufrir un síndrome obsesivo compulsivo que la impide relacionarse con nadie, ni siquiera con su novio Saraub. La llegada al Breviary, con su atmósfera opresiva y vecinos excéntricos, acentuará los peores miedos de Audrey, unos miedos que pensaba que había dejado atrás.

Esto es lo positivo, ya que aunque Audrey como protagonista es interesante, globalmente la novela me ha dejado bastante frío. Tiene algunos buenos momentos, pero le falta «punch», algo que realmente impacte y haga que no puedas dejar de leer. Esta sensación se traslada al final, que se despacha en unas pocas páginas y me dejó la sensación de bajonazo y de situación totalmente anticlimática.

Sinceramente, si esta fue la mejor novela de terror de 2010, el género tiene un problema muy gordo. En todo caso, como mi objetivo era cambiar de registro y buscar una novela y un género diferentes a los habituales,  en ese aspecto sí cumplió con lo que esperaba de ella.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Black Science Vol. 6

Tras unos meses de espera, el sexto tomo de Black Science de Rick Remender y Matteo Scalera consigue una vez más elevar el nivel de amenaza y ofrecer un nuevo giro a esta excelente historia de ciencia ficción.

PUNTUACIÓN: 8/10

Este sexto tomo recopila los números 26 al 30 de la serie editada en los Estados Unidos por Image Comics. Si en el tomo anterior vimos como Grant McKay llegaba por fin de vuelta a la Tierra, tras años viajando entre dimensiones, pero comprobando que no iba a ser ni muchos menos el final feliz que él esperaba, en este tomo la familia McKay volverá a reunirse. Lástima que los problemas del multiverso han llegado con ellos a nuestra dimensión.

La verdad es que es una gozada disfrutar de un equipo creativo dándolo todo en cada página, ofreciendo un excelente entretenimiento que no repite una fórmula de éxito. Matteo Scalera es un narrador brutal, acertando no solo en las sobresalientes escenas de acción, sino también en los momentos más dramáticos para los personajes. Rick Remender continúa sorprendiendo y reinventando la serie, de forma que nunca tenemos la sensación de que está exprimiendo la vaca del dinero, sino que la historia continua de forma lógica en todo momento. Además, como en tomos anteriores, sabe sacar el máximo partido a las habilidades narrativas de Scalera, de forma que nos cuenta la historia a través de la acción.

Comparto las primeras páginas de este tomo, en el que Pia, la hija de Grant, descubre que un dimensionauta de su equipo podría estar vivo en Hong Kong, iniciando un viaje más peligroso de lo que podría imaginar.

Back Science sigue ofreciendo un excelente entretenimiento, manteniendo la tensión y las sorpresas y dando la sensación de que todo puede pasar. No se cuanto más va a durar esta historia antes de alcanzar el final, pero si mantienen este nivel, tenemos diversión para rato.

PUNTUACIÓN: 8/10