Un mes ha pasado desde el estreno de la primera parte de la tercera temporada de The Witcher, la última con Henry Cavill como el mítico protagonista Geralt de Rivia. Comento mis impresiones de estos últimos tres episodios.
PUNTUACIÓN: 6/10
Al final de la primera tanda de episodios de la tercera temporada, el verdadero villano de la serie se revela por fin mientras prepara un golpe de estado antes del Cónclave de Magos en la isla de Thanedd donde se encuentra el castillo de Aretuza. La discordia entre los magos y los reinos más poderosos del continente va a alcanzar su punto álgido, siendo la guerra inevitable. Y aunque todavía no está claro cómo cambiará la dinámica de poder ni quién quedará en pie tras la lucha, la recién formada familia de Geralt de Rivia (Henry Cavill), Yennefer (Anya Chalotra) y Ciri (Freya Allan), además de su amigo Jaskier (Joey Batey) sufrirá su mayor desafío hasta la fecha.
The Witcher es una serie de televisión de fantasía creada por Lauren Schmidt-Hissrich para Netflix basada en la serie de libros del escritor polaco Andrzej Sapkowski. Tras separarse del canon de los libros en la segunda temporada, Lauren Schmidt-Hissrich ha expresado que esta temporada será una temporada más literal de Tiempo de odio, la novela favorita de la Showrunner.
Estos tres episodios que forman la segunda parte de la tercera temporada han sido dirigidos por Loni Peristere y Bola Ogun. Javier Grillo-Marxuach, Matthew D’Ambrosio y Mike Ostrowski con Troy Dangerfield escriben estos episodios.
The Witcher explora la leyenda de Geralt de Rivia, Yennefer de Vengerberg y la princesa Cirilla de Cintra, y está protagonizada en sus papeles principales por Henry Cavill, Anya Chalotra y Freya Allan, respectivamente.
El resto del reparto en sus personajes principales está formado por Joey Batey como Jaskier, el bardo amigo de Geralt que les acompaña en sus viajes. Eamon Farren como Cahir Mawr Dyffryn aep Ceallach, un comandante del ejército nilfgaardiano que lidera la invasión de Cintra y la caza de Cirilla. MyAnna Buring como Tissaia de Vries, mentora de Yennefer y Rectrix de Aretuza, una academia de entrenamiento para magas. Mahesh Jadu como Vilgefortz de Roggeveen, un carismático hechicero que reúne a los magos del norte y que sólo piensa en su propio interés antes que en el de los diferentes reinos. Mecia Simson como Francesca Findabair, una hechicera elfa y reina de su pueblo y Graham McTavish como Sigismund Dijkstra, jefe de la Inteligencia de Redania y aliado de Philippa Eilhart (interpretada por Cassie Clare), una hechicera y consejera del rey Vizimir de Redania y espía favorita de Dijkstra completan el reparto.
Cuando hace un mes comentaba mis impresiones de la primera parte de esta tercera temporada de The Witcher, ya expresé mi extrañeza y decepción por la artificial división de una temporada que no estaba pensada para ser estrenada en dos partes. En estos tres episodios tenemos la que posiblemente sea la mejor parte de Tiempo de Odio, la cuarta novela de Andrzej Sapkowski que es la mejor novela de toda la serie. Tras el Cónclave de Magos, el sexto episodio presenta la batalla en Aretuza cuando las hechiceras y Geralt son traicionados en todos los frentes. Por un lado por el reino de Redania mediante la conspiración dirigida por Dikstra y, por otro lado, por el ataque sorpresa de los Elfos que sirven a Nilfgaard gracias a la traición del mago Vilgefortz, que hasta ese momento se pensaba que era un leal aliado de Tissaia.
Cuando vi las dos primeras temporadas de The Witcher, no había leído las novelas de Sapkowski. Sin embargo, en estos 18 meses pude ponerme al día con estas novelas y la sensación ha sido completamente diferente. En comparación con la segunda temporada en la que se inventaron la mayoría de situaciones, agradecí que la tercera temporada fuera mucho más fiel a las novelas.
Sin embargo, a la hora de ver la batalla de Aretuza del sexto episodio, no se qué esperaba ver pero sin duda no es lo que me he encontrado. En las novelas había una sensación de caos y confusión alucinante mientras los poderes de Nilfgaard y Redania se enfrentaban en Aretuza, con Geralt y Ciri cogidos en el fuego cruzado, algo que la serie no ha sabido trasladar a imagen real. Y es algo que me parece una pena, porque por otro lado si hay algo que no deja lugar a la duda es que Netflix ha dado a esta producción un presupuesto de primer nivel.
El combate de los elfos con las hechiceras queda limitado al patio del castillo, lo que me indica un primer problema logístico que no ha sabido ser resuelto adecuadamente por los creativos, que creo que confiaban que el exceso de CGI atraparía a la audiencia. (No lo hace). Y el mítico combate de Geralt contra Vilgefortz de la novela de forma incomprensible se traslada a una playa aleatoria que no aporta nada, más bien resta. Aparte, tan concentrado están de crear una coreografía «molona» que se olvidan de lo principal, que es la primera vez que Geralt se enfrenta a un rival que está en otra liga que jamás tenía una oportunidad de derrotar. De alguna manera, aunque superficialmente a nivel general puede decirse que el episodio es fiel al libro, han equivocado completamente el foco de lo que era importante.
Tras el importante episodio quedan dos episodios más en los que se encargan de mostrarnos las consecuencias del cataclísmico combate. Por un lado, el sorprendente destierro de Ciri al desierto, donde recuerda el nombre de Falka que utilizará a partir de ese momento. La presentación de las Ratas mola bastante y promete momentos potentes en el futuro. Sin embargo, la necesidad de crear una trama para Yennefer vuelve a afectar a estos episodios en estas semanas o meses en los que Geralt está postrado en la cama debido a sus heridas. En estos episodios finales conoceremos a otro de los personajes importantes de las novelas, la arquera Milva interpretada por la actriz china Meng’er Zhang.
The Witcher mejora las sensaciones de la segunda temporada, pero al mismo tiempo todo tiene una excesiva sensación de «correcto sin más» que no me deja con ganas de seguir viéndola. Todo es tan limpio que rompe la suspensión de credulidad, y cada cambio respecto a las novelas como la ridícula historia de amor en la que han metido a Jaskier esta temporada, me saca un poco del visionado. Además, una cosa que hacía muy bien Sapkowski era incluir capítulo protagonizados por personas anónimas que servían para darnos contexto a la guerra que asola el continente. En la serie no hay nada de eso, se comenta que Nilfgaard ha invadido el reino, y en otro momento la importancia estratégica del río Garuba, pero no hay ninguna escena en la que se muestre las consecuencias de esta guerra y cómo los que sufren son la gente común.
Para poner las cosas peores, el final de esta tercera temporada marca el final de Henry Cavill en la serie, que será sustituido a partir de ahora por Liam Hemsworth. La verdad es que este cambio llega en el momento justo, porque dudaba si seguir o no , pero sin Cavill creo que me bajo del barco ahora que aún puedo decir que me ha dejado cierta sensación positiva.
Comparto el trailer de esta segunda parte:
Acabo de asistir a las últimas escenas de Henry Cavill como Geralt de Rivia, y creo que prefiero dejar aquí mi visionado de The Witcher.
PUNTUACIÓN: 6/10
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