Cuarto volumen de la Biblioteca Marvel: Los Vengadores de Stan Lee y Don Heck con comics que creo estoy leyendo por primera vez.
PUNTUACIÓN: CLÁSICO ENVEJECIDO
Es más que un cómic: es una máquina del tiempo. El grupo presidido por el Capitán América asiste a la llegada de El Espadachín. ¿Se trata de un aliado o un enemigo? Un viejo aliado del Barón Zemo encuentra una nueva fuente de poder. Nada de eso será comparable a cuando Kang el Conquistador ataque de nuevo. Contiene los correos de lectores de la edición original. ¡Biblioteca Marvel, como siempre y mejor que nunca! ¡No puedes perderte esta edición histórica!
Este cuarto volumen recopila The Avengers vol. 1 #19-24 USA, publicados originalmente en 1965, aunque el número 24 USA tiene una fecha de portada de enero de 1966.
Desde que empecé a comprar la Biblioteca Marvel de Panini he reconocido que mi interés en estos comics es más a modo enciclopédico e histórico que por lo mucho que me puedan gustar unos comics que cuando los descubrí en los años 80 ya me parecían que palidecían y habían envejecido mal comparado con los Claremont, Wolfman, Byrne, Pérez o Miller. La verdad es que tenía ganas de poseer las primeras aventuras de colecciones míticas para mi como Los 4 Fantásticos, La Patrulla-X o esta colección de Los Vengadores. Es casi un ahora o nunca, si no los compraba ya con este formato perfecto para ser leído, es más que probable que nunca lo hiciera.
He hecho esta introducción porque quiero que entendáis que tengo claro que estos comics son hijos de su tiempo y en muchos aspectos su interés en más histórico y emocional como fan que soy de los comics Marvel. Sabía a lo que me exponía cuando empecé esta colección. Pero ha sido con este cuarto volumen de Los Vengadores la primera vez que siento que estos comics han envejecido tremendamente mal. En el volumen anterior tuvimos el mítico cambio de guardia con la marcha de los Vengadores originales y la llegada de Ojo de Halcón, la Bruja Escarlata y Mercurio. El Avengers #16 es un comic IMPORTANTE. De hecho, la historia del grupo no se explica sin ese comic en el que marcó que las alineaciones eran móviles y los héroes entraban y salían según la conveniencia del Bullpen editorial. Por este motivo, comprar el volumen 3 era algo obligatorio.
Pero llegamos a este cuarto volumen de Los Vengadores y ahora sí he sentido leyendo estos comics lo mal que han envejecido los guiones de Stan Lee, con el agravante de tener a Don Heck dibujando, no a Jack Kirby. Y la diferencia en abismal. Aparte que la alineación de 4 héroes puede ser la más floja de la historia del grupo, con unas dinámicas de personajes que me han llegado incluso a molestar mientras leía estas páginas.
En las 6 grapas USA incluidas en este volumen tenemos tres historias de dos números cada una, con la presentación de El Espadachín (con el Mandarín de invitado especial) en los números 19-20, el nuevo Hombre Maravilla (Erik Josten, un antiguo esbirro de Zemo) con la Encantadora y un cameo del Circo del Mal (números 21-22) y un nuevo ataque de Kang para los dos últimos números, 23 y 24 USA.
Lo que peor llevo con estos comics es la caracterización de los héroes. Una cosa es que los personajes se lancen pullas entre si, que entra dentro del ADN de los comics Marvel. Y otra que Ojo de Halcón sea gilipollas el 100% del tiempo y Steve Rogers un borde maleducado y chulesco. Unas actitudes que les despojan de las cualidades heroicas que se les supone. Estas caracterizaciones super bordes no son únicas de estos comics, porque Reed Richards peca de lo mismo en las aventuras de los 4 Fantásticos de estas mismas fechas. Pero lo que tenemos en estas páginas es un exceso. Sobre todo porque cuando Clint no pelea con el Capi lo hace con Mercurio a ver quien la tiene más grande y merece ser el nuevo líder del grupo sustituyendo al anciano Rogers. Un Rogers que está medio depresivo y bordeando la enfermedad mental porque ha escrito una carta a Nick Furia para que le admita en SHIELD y no le ha respondido. En la parte de las caracterizaciones, lo he encontrado prácticamente todo mal.
Por supuesto, que Wanda pudiera ser la líder era una imposibilidad que ni siquiera ella contempla, a pesar que sus poderes la convierten en un miembro valiosa del grupo. Porque está limitada a comparsa que se encuentra a la sombra de su hermano y en general de cualquier hombre que pase por ahí. Escenas como verla llorar en el número 23 tras abandonar el grupo Steve porque le gustaba verle hacer gimnasia es un momento de vergüenza ajena demasiado habitual en los comics de esos años.
Stan Lee plantea los elementos folletinescos habituales, convirtiendo a El Espadachín es el maestro que enseñó a Clint Burton a usar su arco en el circo antes de descubrir que era un ladrón, y a pesar de ser un villano tiene cierto sentido del honor. Eric Josten se enamora de la Encantadora y hará lo que sea que le pida, mientras la Encantadora pone en marcha un plan para desacreditar a los héroes. Y Kang en medio de una campaña de conquista se enamora de la princesa Ravonna de un mundo futuro y está dispuesto a perderlo todo por su amor. ¿WTF? Entiendo el elemento histórico de estos comics, pero lo de Kang visto con ojos de 2024 resulta ridículo.
La historia y los diálogos de Lee han envejecido fatal. Hay elementos que son en parte entendibles pensando la naturaleza de historias para niños de los comics Marvel, aunque luego Lee afirmara que sus aspiraciones eran de captar a lectores juveniles y universitarios. Y son cosas como que Los Vengadores estén luchando contra el Espadachín en la mansión y cuando este escapa tras unos segundos de apagón y Mercurio se ofrece a buscarle, el Capitán América dice «Demasiado tarde, ya habrá huido». ¡Pero si estará en la habitación contigua, y estás hablando con un velocista!!! Se que estos son convencionalismos del pijameo, pero la ejecución es tan mediocre (de nuevo, con ojos de 2024) que estos comics me parece tontísimos. O todo lo referido al plan de la Encantadora para desacreditar a los Vengadores de la segunda historia. Tontísima. Luego tenemos elementos de pseudo ciencia-ficción como una tecnología que roba una carta de la mesa de Nick Furia que en su momento sería super modernos, pero cuya no-ciencia absurda genera perplejidad.
Aparte de todo lo anterior, está el elefante en la cacharrería. Y es que en realidad las aventuras del Capi, Ojo de Halcón, Mercurio y la Bruja Escarlata no acaban de funcionar. La disminución de poder hace que Lee plantee unos vilanos más bien flojos, y a las interacciones les falta el carisma de personajes como Thor o Iron Man, provocando que la lectura de estos comics sea decepcionante.
El veterano Don Heck dibuja los seis números de este cuarto volumen de la Biblioteca Marvel Los Vengadores. A Heck le acompañan en el entintado Dick Ayers (números 19 y 24), Wally Wood (20-22) y John Romita (23). Heck resulta tan correcto como aburrido, mostrando otra faceta en que estos comics tampoco han envejecido nada bien. Nunca he sido fan de Jack Kirby, pero cuando leo comics de dibujantes coetáneos como es Heck, que en 1965 era un artista veterano de 36 años, es cuando te das cuenta el gigante que era Kirby y lo rompedor que debió sentirse en la época. Los combates de Heck son bastante montoneros, sin la gracia ni las fluidas coreografías de Kirby. Y diría que trabajar con el modo Marvel con Lee planteando un plot que Heck tenía que trasladar a imágenes no era lo ideal para un dibujante mucho menos imaginativo.
Otra cosa que he notado es cómo todos los personajes están dibujados iguales. Ojo de Halcón lleva siempre la máscara, pero en las breves ocasiones del número 19 en que se la quita en las páginas de su origen, parece un clon de Steve Rogers, rubio cachas sin ningún elemento característico propio. Cuando Heck dibuja a la princesa Ravonna, parece la hermana gemela de Wanda.
El dibujo es clave para el disfrute de un comic y tener un dibujo tan correcto, dicho sin una connotación positiva, no ayuda a que la experiencia sea satisfactoria. Y entiendo que parte del problema nace de las historias de Lee que también son flojas con esta nueva alineación, pero sumado todo hace que el conjunto haya sido decepcionante.
De hecho, la lectura de este cuarto volumen me ha hecho replantearme qué hacer con esta Biblioteca Marvel. Y me genera una duda importante, porque Roy Thomas no llega hasta el número 35 USA, y John Buscema no lo hace hasta el 41 USA. Y en realidad también tenía ganas de comprar la etapa de Thomas y Buscema, que es una de las más celebradas del grupo y tampoco llegué a comprar nunca. Lo malo es que eso dignifica que tendré que «tragar» con al menos dos volúmenes más como el actual, que tengo que reconocer que no me ha gustado. Supongo que tendré que ponerme más que nunca en modo coleccionista.
Comparto las primeras páginas de este volumen, con la llegada del Espadachín:
La Biblioteca Marvel de Los Vengadores nos ofrece unos comics un poco lastrados por el correcto dibujo de Don Heck y por todos los elementos de la historia y los diálogos de Stan Lee que no han envejecido demasiado bien.
PUNTUACIÓN: CLÁSICO ENVEJECIDO
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