Critica de The Night Comes For Us, de Netflix

The Night Comes For Us es la película de artes marciales más bestia desde The Raid 1 y 2, y se ha estrenado en todo el mundo gracias a Netflix. Si eso no hace que la veas corriendo, no se qué más decir.

PUNTUACIÓN 7/10

Ito, un hombre que trabajaba para la mafia, tendrá que proteger a una joven y escapar de su anterior banda criminal en una violenta batalla en las calles de Jakarta.

La película es una producción Indonesia dirigida por Timo Tjahjanto, y cuenta con el equipo de coreografías de escenas de acción de The Raid. Está interpretada por Joe Taslim y Iko Uwais, que ya aparecían en la primera The Raid, aunque aqui Taslim tiene el papel principal y Uwais hace de antagonista.

La verdad es que el guión es una locura, como suele pasar en muchas películas asiáticas. Las motivaciones de los personajes son algo cuestionables y aparecen algunos personajes por que si, sin más motivo que porque quedan guay.
Hay también que reconocer que Gareth Evans es mejor director que Timo Tjahjanto, siendo The Raid 1 y 2 mejores películas tanto por la simplicidad de la primera como por el despliegue técnico de la segunda, ambas con unas coreografías brutales que han influido de forma clara en el cine de acción de los últimos años.
He preferido decir esto lo primero para no dar lugar a engaños. En todo caso, cuando vemos este tipo de cine, no buscamos una profundidad de personajes, sino os€»@s como panes. Y las que vemos en The Night Comes For Us son antológicas, con una pelea final entre Iko Uwais y Joe Taslim brutal y salvaje hasta decir basta.
Pero además hay varias melés sangrientas e incluso una pelea entre tres luchadoras que resultó novedosa y muy chula.
Dado además que hace años de The Raid 1 y 2, la segunda parte se estrenó en 2014, ver esta película me ha parecido una pasada. Y más teniendo en cuenta que gracias a Netflix la podemos ver al mismo tiempo en todo el mundo. Por que no nos engañemos, esta película no se hubiera estrenado en cines, igual que The Raid no se estrenó y solo unos pocos privilegiados pudieron verla en festivales tipo Sitges. Igual que hace unos días con Apostle, de Gareth Evans, tengo que agradecer que Netflix esté ofreciendo un catálogo tan variado y alejado en muchas ocasiones del mainstream.
Comparto el brutal trailer de la película:
The Night Comes For Us es la película de acción más bestia del año. Para los fans del cine asiático es como si fuera nuestro cumpleaños, Navidad y nos hubiera tocado la lotería todo el mismo día. Imprescindible su visionado lo antes posible.
PUNTUACIÓN 7/10

 

Wonder Woman 1-7 de Greg Rucka, Nicola Scott y Liam Sharp (Rebirth)

He podido leerme de un tirón la nueva etapa de Greg Rucka como guionista de Woman Woman tras el Rebirth de DC Comics, publicada en los números 1 al 7 de la edición española de ECC Ediciones. Una etapa que aunque ese queda en sólo correcta es un buen punto de enganche para nuevos lectores.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Diana de Themyscira ha descubierto que algunas verdades que consideraba inmutables no eran ciertas. Mientras oscuros secretos de su pasado salen a luz, Wonder Woman deberá reconstruir su cruzada como protectora y campeona de la Tierra. Greg Rucka, Liam Sharp y Nicola Scott construyen una historia formada por dos arcos argumentales paralelos, que exploran el pasado y el presente de este icono.

Esta etapa fue publicada en Estados Unidos en los números Wonder Woman: Rebirth, y del 1 al 24 de su serie regular, que fue publicada quincenalmente en los Estados Unidos.

Greg Rucka es un buen escritor muy conocido por sus historias de espías y noir protagonizadas por personajes femeninos complejos. Desde René Montoya en Batman, Carrie Stetko de Whiteout, Tara Chace de Queen & Country, o  Forever Carlyle de Lazarus, sus series tienen siempre un importante marchamo femenino. De hecho, ya en 2002 escribió las aventuras de la amazona previo al relanzamiento de los Nuevos 52 que tuvo lugar en 2011. Por esto, el anuncio de que iba a escribir una nueva etapa de Wonder Woman no sorprendió excesivamente.

Una de los aspectos más positivos de esta etapa es la planificación de Rucka para conseguir que el ritmo quincenal de publicación no se convirtiera en un infierno con montones de dibujantes diferentes. Rucka plantea una novela larga de 25 capítulos contada en dos momentos temporales diferentes. Nicola Scott dibuja el «Año 0» del personaje, en el que nos cuentan su vida en Themyscira y su viaje junto a Steve Trevor al mundo moderno. Mientras, el británico Liam Sharp nos cuenta la parte de la historia ambientada en en presente, en la que Diana tiene que descubrir aquello que hasta ahora estuvo oculto.

Ambas líneas temporales no se juntas en los comics americanos, de forma que narrativamente hablando, en muchos momentos parecía que en lugar de una serie quincenal estuviéramos ante dos series diferentes de publicación mensual, cada una ambientada en un momento diferente. Por suerte, en España ECC Ediciones optó por publicar esta etapa en tomos de cuatro números cada uno, de forma que en cada entrega teniamos una dosis más o menos larga de cada parte de la historia. Junto a Nicola Scott y Liam Sharp, encontramos a algunos dibujantes de apoyo como Paulo Siqueira en el especial Rebirth que da inicio esta etapa, Matthew Clark, Bilquis Evely o Renato Guedes, que hacen una labor correcta.

En mi opinión, los números dibujados por Nicola Scott son de largo los mejores de toda la serie. Asistimos a la llegada de una inocente Diana al mundo moderno, y sus páginas transmiten un verdadero «sense-of-wonder» en cada una de sus viñetas. Diana en estas páginas no es la dura guerrera actual, sino una joven idealista que está descubriendo un mundo nuevo.

Liam Sharp es un buen dibujante y narrador que ha afinado su estilo desde aquellas primeras páginas de Death´s Head en la que le conocí allá por 1992. Su estilo es detallista, espectacular y un poco tétrico, aunque sigue teniendo el problema de que se nota demasiado cuando las fechas de entrega le apretan, alternando páginas brillantes con otras que con viñetas apenas abocetadas que no dan el nivel de un dibujante de primer nivel. En todo caso, globalmente creo que en Wonder Woman realiza un buen trabajo.

Otro hecho a destacar es que creo que DC ofreció el encargo a Rucka como parte de su Rebirth, un plan con el que la editorial buscaba devolver a sus personajes a su esencia. De esta forma Rucka escribe una historia que sirva de perfecto punto de entrada para nuevos lectores, contando el origen del personaje y un misterio en el  presente que consigue enganchar al lector.  Y diría que globalmente consigue su objetivo.

Aunque este Wonder Woman es un comic creado con oficio y evidente cariño y respeto por el personaje, hay varias cosas que me han gustado menos de esta etapa.

En primer lugar está la manía de DC Comics de reiniciar sus comics cada cierto tiempo, haciendo que los comics previos no hayan sucedido en continuidad o se descubra ahora que «todo lo que me habían contado es mentira». En este sentido, Wonder Woman se había convertido meses antes del Rebirth en la Diosa de la Guerra tras vencer en combate a Ares. Todo esto desaparece al descubrirse que fue un mentira, una ilusión imposible. Algo, en definitiva, que ya obliga a un salto de fe muy grande para un lector fiel del personaje, entre los que debo reconocer que no me encuentro.

Lo que sí puede resultar más molesto es que los diferentes reinicios hacen que cada cierto tiempo volvamos a leer una historia de todos sus personajes con algunas variaciones. Y sinceramente, este origen no siendo malo no mejora el de George Perez junto a los guionistas Greg Potter y Len Wein, que para mi es el origen definitivo del personaje y que no se tendría que haber tocado. Por tanto estando ante una correcta historia de Rucka que puede enganchar a lectores que jamás habían leído nada del personaje, en mi caso me provocó cierta sensación de «¿otra vez?»

Esto me lleva al siguiente aspecto menos bueno de la etapa de Rucka. Si lo que Rucka nos contara molara mucho, sin duda habría conseguido que nos olvidáramos de etapas previas del personaje. Sin embargo, globalmente esta historia se me ha quedado bastante insulsa, más allá de ser una correcta historia de origen.

A Diana la han mentido durante años, pero cuando se descubre el motivo y alcance de la mentira resulta que no es para tanto. Y estamos en una larga historia en la que pasado y presente convergen, en la que nunca hay una verdadera sensación de amenaza hacia Diana. De hecho, Rucka intenta humanizar a algunas villanas de la función, hasta el punto que consigue que sintamos lástima por Cheetah (la doctora Minerva, amiga del pasado de Diana), o la rica millonaria Verónica Cale, que no es mala del todo porque sus acciones vienen dictadas de intentar recuperar a su hija perdida. Está bien dar cierta profundidad a los antagonistas, pero si los villanos no amenazan de verdad a la protagonista, a la historia le falta «punch».

Por otro lado, lo que sí hace este etapa de Rucka es cambiar para siempre un elemento fundamental de la historia de Wonder Woman, cambio que no veo que vaya a provocar una mejora en las historias de la amazona. Muy al contrario, este cambio deja un poco cojo al personaje, al privarle de uno de sus elementos más icónicos y característicos. Aunque, claro, también es posible que este cambio se revierta en las próximas historias, con DC nunca se puede estar seguro de nada.

Comparto a continuación algunas páginas de Liam Sharp correspondientes al especial Rebirth que dió comienzo a esta etapa:

En resumen, la última etapa de Greg Rucka en Wonder Woman me parece que se queda sólo en correcta, aunque probablemente sí consiga el objetivo de contar el origen del personaje a las nuevas generaciones, y conseguir, quien sabe, enganchar a nuevos lectores.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Critica de Apostle de Gareth Evans Netflix

Netflix ha estrenado la nueva pelicula de Gareth Evans (The Raid 1 y 2), esta vez alejado de las artes marciales, para contarnos una drama de época que habla sobre los extremismos religiosos y como incluso las mejores intenciones pueden estar manchadas de sangre.

PUNTUACION 7 de 10

Es el año 1905. Thomas Richardson viaja a una isla remota para rescatar a su hermana, que ha sido secuestrada por una misteriosa secta religiosa que pide un rescate por ella. A medida que se introduce en la comunidad, Thomas descubrirá peligrosos secretos.

Gareth Evans escribe y dirige esta película interpretada por Dan Stevens (Legion) , y Michael Sheen entre otros actores. En 2011, Evans nos dejó en estado de shock a todos los aficionados al cine de acción y las artes marciales con The Raid, una película que supuso una revolución para el género y que ha influido en multitud de películas de acción com John Wick o Atómica. The Raid 2 (2014), también rodada y financiada en Indonesia aumentó su prestigio como director de culto, y hacía inevitable su traslado a Europa o EE.UU. para dirigir su siguiente película.

Personalmente, me ha parecido muy interesante que esta primera película «occidental» no sea una cinta de acción, sino una historia de terror ambientada en un espacio cerrado, una isla, de la que es casi imposible escapar. Claramente, Evans no quiere ser encasillado en un único género, y aunque esta película no es perfecta, creo que sí es una buena presentación en sociedad.

Además, gracias a Netflix pude ver la película en casa el mismo fin de semana de su estreno mundial. Esto para mi es una buenísima noticia, ya que Apostle es la típica película de género que en España sólo se estrena en festivales como Sitges, en la que tuvo también un pase de estreno previo, y que luego no tienen distribución, uno de los grandes problemas del actual cine asiático o de serie B.

Evans es heredero de las antiguas producciones de la Hammer y su historia me recordó a The Wicker Man (2006 Neil Labute, con un Nicolas Cage desatado), que a su vez era una versión de «El hombre de Mimbre» de 1973 con Christopher Lee.

Apostle realiza un gran trabajo en lo relativo a la ambientación y en transmitir una atmósfera malsana. Me gustó que se tomara su tiempo en mostrar como Thomas Richardson (un genial Dan Stevens) va descubriendo la sociedad de la isla y sus demonios ocultos, mientras intenta evitar ser atrapado por el lider de la secta Malcolm Howe (Michael Sheen). Un ritmo pausado que desemboca en una última media hora final que es una orgía de sangre y gore.

Dan Stevens realiza un buen papel de un hombre atormentado por un pasado que le dejó marcado, y que hará lo que sea para recuperar a su hermana secuestrada. Su interpretación está un poco pasada de rosca, pero consigue caminar sobre el filo de navaja y ser nuestros ojos en medio de esta sociedad aparentemente ideal que oculta un oscuro y sangriento secreto.

En medio de este drama rural, Evans critica el poder de los cultos religiosos que a pesar de mostrarse como organizaciones benignas, siempre acaban explotando al individuo. Un tema complejo que siempre se disfruta más con una explosión de gore y violencia que nos golpea en la parte final de la película.

Quizá el principal problema de Apostle es que aunque todo lo que nos cuenta y la forma en que lo hace consiguió atraparme durante el visionado, al final las andanzas de Richardson no acaban de ser especialmente interesantes, hasta el punto que una ver finalizada la orgía de violencia final, llegues a lamentar que esto mismo podría haber rodado mejor quitando 15 minutos de metraje, para hacer que llegáramos antes a los momentos realmente interesantes de la película.

En todo caso, me alegro de haber podido ver Apostle en casa gracias a mi suscrición a Netflix. Y aunque no es perfecta y quizá le falte punch en la primera hora, es un buen ejemplo de serie B de las que ya no se estrenan en cine. Y mejora sin duda a otros bodrios estrenados por Netflix como Tau, Bright o The Cloverfield paradox, por por poner algunos ejemplos. Así que yo, globalmente, quedo más que satisfecho.

Comparto el trailer de la película:

Apostle es una buena serie B con un sangriento increscendo que gustará a los fans del género.

PUNTUACION 7 de 10

Crítica de The Haunting of Hill House de Netflix

The Haunting of Hill House, creada por Mike Flanagan (Gerald´s Game) a partir de la famosa novela de Shirley Jackson, apunta a que va ser considerada una de la series emblemas de Netflix en el futuro.

PUNTUACIÓN 8/10

Un grupo de hermanos crece en lo que acaba convirtiéndose en la casa encantada más famosa del país. Ya como adultos, viéndose obligados a reunirse tras una tragedia, la familia tendrá que afrontar los fantasmas del pasado… Adaptación de la novela homónima de Shirley Jackson.

Reconozco que hasta el año pasado no conocía a Mike Flanagan, cuando disfruté de Gerald´s Game, estupenda adaptación de la novela de Stephen King con unos excelentes Carla Gugino y Bruce Greenwood. Esta película se ambientaba en un espacio cerrado donde una esposa tenía que romper unas ataduras mucho mas firmes que las esposas con las que su marido la había atrapado.

The Haunting of Hill House lleva la calidad mostrada en esa película un paso más allá, siendo un autentico tour-de-force creativo de Flanagan, que ha creado, dirigido y escrito esta serie que actualiza la famosa novela de terror gótico de Shirley Jackson.

Lo primero que me ha gustado es que no estamos antes una historia de sustos fáciles, sino ante un drama de unos hermanos que no supieron asumir una tragedia familiar ocurrida cuando eran niños, y sufren cada uno a su manera de una existencia desgraciada. Así, la serie irá moviéndose en dos momentos temporales, el presente en el que la familia deberá volver a reunirse, y 25 años antes cuando la familia llega a Hill House a pasar el verano y sufrieron un hecho horrible que les perseguirá durante el resto de su vida.

Estamos ante uno de los mejores castings televisivos de los últimos años y es imposible destacar a un solo actor o actriz, ya que todos están excepcionales. Carla Gunino y Timothy Hutton son los cabeza de familia, y Henry Thomas, Elisabeth Reaser, Michiel Huisman, Victoria Pedretti y Oliver Jackson/Cohen son sus hijos en el presente. Y los niños de la parte de 1992 también están increíbles.

Además, Flanagan entiende perfectamente el género de terror y ofrece un relato que resulta impactante simplemente siendo real, protagonizado por personas que se equivocan y sufren y que consiguen que te preocupes por ellos desde el primer momento. Consigue que haya una gran fluidez narrativa entre los diferentes momentos temporales, enganchándote de manera increíble. De hecho, tengo que decir que no siendo especialmente fan del terror, me vi la serie casi de una sentada y no tenía momento de parar de verla.

La serie no solo es un gran despliegue interpretativo, sino que en lo relativo al aspecto técnico, Mike Flanagan lleva esta serie a otro nivel. La serie es elegante y perfectamente construida, pero destaca sobre todo el episodio 6 construido a partir de unos antológicos largos planos secuencias que son ya historia viva de Netflix y en general del medio televisivo. Y lo mejor es que estos planos secuencia sirven a la historia y ayudan a meternos si cabe aún más en este drama familiar, no son un «gimmick» vacío.

No se me ocurre nada negativo que decir sobre The Haunting of Hill House. Lo único quizá es que no hay una explicación clara a los motivos por los que la casa esté maldita, entendiendo que es esta historia de fantasmas al final es una excusa para contarnos este drama familiar. Eso, y que ya se esté anunciando una segunda temporada a la que no veo el sentido, ya que el final es totalmente satisfactorio.

Comparto el trailer de esta serie:

The Haunting of Hill House es notable en su elegante retrato de unos personajes rotos, y se convierte en una de las series más satisfactorias de la temporada.

PUNTUACION 8/10

Crítica de First Man de Damien Chazelle

Damien Chazelle nos cuenta en First Man el camino de Neil Armstrong para llegar a ser el primer hombre que pisó la luna, un viaje que fue físico pero también emocional. Una película inesperada que aunque quizá no acierte en todo lo que propone ha resultado una interesante experiencia.

PUNTUACIÓN: 7/10

Cuenta la historia de la misión de la NASA que llevó al primer hombre a la luna, centrada en Neil Armstrong (interpretado por Ryan Gosling) y el periodo comprendido entre los años 1961 y 1969. Un relato en primera persona, basado en la novela de James R. Hansen, que explora el sacrificio y el precio que representó, tanto para Armstrong como para Estados Unidos, una de las misiones más peligrosas de la historia.

Aunque estamos hablando de hechos históricos conocidos, lo que viene a continuación son SPOILERS, estáis advertidos.

Lo primero que se me ocurre de First Man es que es una película inesperada respecto a lo que yo esperaba que sería la narración de la llegada del hombre a la Luna. Damien Chazelle centra su historia en la figura de Neil Armstrong y como esta hazaña de la NASA fue casi un milagro debido a la limitada tecnología de la época. De hecho, si algo queda claro es que los astranautas son verdaderos héroes que lo arriesgaban todo a sabiendas que habían muchas posibilidades de que no volvieran con vida. Visto ahora, los Apollos eran tartanas en la que cualquier cosa podía fallar en la muchos cálculos debían realizarse de forma manual.

Alejado de la épica, Chazelle consigue su propósito de darnos este punto de vista diferente a unos hechos históricos que ya han sido contados en otras películas y documentales y son de sobra conocidos.

En lo relativo a la misión Apollo 11, la película muestra acertadamente como los americanos optaron por una misión imposible como era llegar a la Luna en ese momento, porque había que empezar de cero tecnológicamente para conseguirlo, y por tanto estaban en igualdad de condiciones respecto a los hasta ese momento superiores rusos. Y hasta llegar al Apollo, tuvieron que hacerse muchas pruebas, cometerse muchos errores y sufrir varios accidentes que costaron la vida de varios pilotos compañeros de Armstrong.

Desde el primer fotograma, Chazelle muestra a las claras lo que va a ser la película, hacernos sentir a los espectadores lo que tuvo que sentir Armstrong, colocando la cámara siempre en primeros planos del actor. Cuando Armstrong vuela, nos sitúa siempre dentro de la cabina, de forma que sentimos su estrechez y escuchamos todos los ruidos del metal cuando es sometido a stress, el temblor de los aparatos de la cabina y las imposibles vibraciones que tenían que superar los pilotos para controlar las aeronaves. Sin duda, los elegidos eran auténticos superhéroes y esta parte está perfectamente reflejada.

Sin embargo, la clave de la película no es tecnológica sino emocional, y en eso era fundamental que el protagonista clavara lo que Chazelle planteaba, y en esto debo decir que Ryan Gosling lo hace genial.

Neil Armstrong era un frío piloto y padre de familia, pero esta estoicidad oculta a un padre que no sabe como asumir la muerte de su hija pequeña Karen víctima de un cancer. Un padre que hasta ese momento era feliz y que se refugió en su trabajo tras su pérdida, creando una coraza emocional a su alrededor que acabó afectando también a su familia. Armstrong probablemente fue el hombre indicado para este trabajo imposible además de por su habilidad y pericia técnica, precisamente por esta coraza y su frialdad. Sin embargo, lo que fue bueno para la NASA y la exploración espacial le apartó de su mujer y sus otros hijos.

Hay una imagen bellísima al final de la película que explica toda la película, cuando Armstrong ya en la Luna, el lugar más alejado de la humanidad y en el momento de mayor soledad, por fin asume la pérdida de su hija y llora, rompiendo su coraza y volviendo «metafóricamente» a la raza humana, aunque se encuentra a más de 300.000 kms de la Tierra.

Claire Foy interpreta a Janet, la mujer de Armstrong, una mujer endurecida por las muertes de otros compañeros astronautas que sabe que tiene que aguantar a su familia. A pesar de ver como su marido cada vez se aleja más de ella, la cultura imperante obligaba a la mujer a dejar estar a su marido, en la creencia que el hombre debe tener su espacio y más en una actividad tan estresante como la de astronauta.

Ella protagoniza junto a Neil el segundo momento más dramático de la película, cuando Janet obliga a Neil a hablar con sus hijos antes de la misión,  ante la posibilidad de que muera en el espacio. Un momentazo cinematográfico en la que Armstrong no sabe ni como hablar con sus hijos, y Gosling lo borda en el papel de alguien que no sabe expresar sus sentimientos mientras mueve nerviosamente sus manos.

Destacaría tambien a Jason Clarke como Ed White, el primer americano que realizó un paseo espacial y que murió en el Apollo 1, Corey Stoll como Buzz Aldrin, el piloto del módulo lunar que acompañó a Armstrong en su visita a la Luna, o Patrick Fugit como Elliot See, astronauta reclutado por la NASA al mismo tiempo que Armstrong.

La decisión de Chazelle de meternos en la piel de Neil Armstrong para contar la llegada a la Luna me parece valiente, pero la forma de hacerlo es algo más controvertido y creo que no acierta del todo, a decir verdad.

Chazelle usa durante TODA la película primeros planos de Armstrong y su mujer para contar su historia, hasta llegar a provocar un poco de cansancio. Está bien meternos en la piel de Armstrong, pero considero que no era necesario utilizar una única herramienta para ello, hasta el punto que narrativamente yo hubiera agradecido que hubieran alternado estos continuos primeros planos con otros diferentes. A modo de anécdota, comentar que los ojos azules de Ryan Gosling deben ser probablemente los más retratados en primer plano de la historia del cine.

Además, aunque Armstorng era frío, eso no significa que tu película tenga que serlo. Y hay muchos momentos de la primera mitad en que abusa de la asepsia y que peca de una excesiva frialdad: Un ejemplo claro de esto es la forma en que nos muestra el accidente del Apollo 1, en la que un incendio provocado por una chispa causó la vida a 3 astronautas. Los astronautas mueren y la cámara se aleja poco a poco, como si fuera un informe del forense, sin ninguna emoción.

Debo decir que la segunda parte de la película mejora en este aspecto, y que la misión del Apollo 11 tiene varios momentos realmente emocionantes. Creo que fue algo totalmente pensado que no se mostraran planos generales amplios de los vuelos hasta el despegue del Apollo, para dejarnos con la boca abierta y sintiéramos que ese momento fue clave en la historia de la humanidad.

Linus Sandgren, director de fotografía en La La Land no lo ha tenido nada fácil en First Man, pero ha resuelto con sobresaliente un encargo que no era nada fácil. El uso repetitivo de los primeros planos y trasmitir la atmósfera opresiva de las cabinas de las naves espaciales eran elementos complejos que ha resuelto perfectamente.

Unido a esto, la música de Justin Hurwitz es brillante en todo momento, pero durante la misión del Apollo 11 transmite una sensación casi operística, y de estar viendo un vals con múltiples partes en movimiento que tienen que cuadrar. Alucinantes son también los silencios al llegar a la Luna, un momento de especial emoción.

First man es una buena película que sin embargo no me ha dejado con ganas de volver a verla en un futuro cercano. Sin embargo, considero que para vivir la experiencia de la forma adecuada, la película debe verse en pantalla grande. No creo que la película enganche igual vista en casa, hasta el punto que creo que una tele normal las vibraciones de las cabinas o los primeros planos reiterados pueden hacer que el espectador pierda la atención.

Diría que si analizamos si la película transmite al espectador lo que Chazelle quería, en ese aspecto la película es un triunfo absoluto. Sin embargo, creo que podría haberlo conseguido igual sin necesidad de ser tan fría y árida en algunos momentos.

En todo caso, la forma en que Chazelle termina la película me ha parecido brillante y una buena metáfora del camino emocional que recorrió Neil Armstrong. Encerrado en una sala de cuarentena tras volver a la Tierra, se encuentra separado por un cristal de su mujer, y pone su mano en él para intentar volver a conectar con ella y en general con su familia. Neil busca romper por primera vez el muro de cristal que había construido durante años a su alrededor y parece que va a intentar volver a ser feliz. Lo dicho, gran final.

Comparto como siempre el trailer de la película, aunque en este caso debo decir que transmite una épica que la película no tiene y que por tanto, probablemente haya dado a quien lo haya visto una idea equivocada del tipo de película que es First Man.

Valoradlo por vosotros mismos:

Aunque entiendo que First Man no es una película para el espectador que vaya esperando una «de aventuras», creo que merece la pena verla en pantalla grande,  y que sus virtudes compensan las cosas que a mi no han terminado de cuadrar, convirtiéndola en una interesante experiencia cinematográfica.

PUNTUACIÓN: 7/10