La segunda temporada de The Deuce, serie creada por David Simon y George Pelecanos y que se estrenó en HBO hace unas semanas, despega definitivamente como uno de los mejores dramas de la televisión actual.
PUNTUACIÓN: 8.5/10
Nueva York 1977. La música disco y el punk están en pleno apogeo, en un momento en a pesar de la corrupción policial, se está produciendo un cambio en la tolerancia política hacia el mundo del vicio del centro de la ciudad. Y la mafia, el primer patrocinador de la pornografía en el momento en que los tribunales declararon su legalidad, parece estar ahora en condiciones de conseguir grandes ganancias. Aunque en Los Angeles la industria del porno es más potente y profesional, está aumentando en la costa este. Y por ahora, Nueva York sigue siendo una ciudad llena de películas, música y arte, en la que la fiesta, alimentada por las drogas, no para las 24 horas.
Este excelente drama centrado en los personaje regresa con una construcción del mundo aún más envolvente y un enfoque protagonizado por sus excelente personajes femeninos, entre las que destaca el tour-de-force interpretativo de Maggie Gyllenhaal.
The Wire es una de las mejores series de la historia. David Simon y George Pelecanos se especializan en mostrarnos a personas reales que viven una vida complicada en ambientes en muchos casos hostiles. Los personajes no son buenos ni malos, sino supervivientes capaces de hacer cosas buenas y malas, y que cometen errores porque no son perfectos. Esto que se aplicaba a las duras calles de Baltimore es también perfectamente trasladable a la Nueva York de los 70.
The Deuce empezó bien en su primera temporada de presentación, pero es ahora en esta segunda en la que la acción realmente despega y empezamos a disfrutarla en toda su amplitud.
La primera temporada se centró en los personajes interpretados por James Franco, los gemelos Vincent y Frankie Martino (el serio y el cabeza loca), y el empeño de Vincent de montar su propio negocio, y como la vida sucedía a su alrededor. En esta temporada el foco varía y aunque seguiremos viendo la vida de Vincent y sus negocios, así como de las protitutas Darlene (Dominique Fishback) o Lori (Emily Meade), el verdadero protagonismo lo adquiere Maggie Gyllenhaal, cuyo personaje Candy lucha por dirigir su primera película porno, y nos ayudará a conocer los inicios de esa industria. Candy intenta unir esta faceta de su vida con la realidad que su hijo adolescente, que vive con sus abuelos, no va a tardar en averiguar a qué se dedica realmente su madre. El registro interpretativo de Gyllenhaal me ha maravillado en esta temporada.
Y mientras, la novia de Vincent, la inteligente Abby Parker (Margarita Levieva), adquiere consciencia que no es suficiente con trabajar en el bar, sino que tiene que intentar ayudar a las chicas que trabajan en la calle. Por su lado, Vincent aunque cree ser un hombre bueno y honrado que ayuda a su familia y amigos, cosa que es cierto, es también un hombre que abandonó a su mujer y sus hijos y es socio de la mafia en los burdeles del barrio que controla su primo, hechos totalmente reprobables desde un punto de vista moral. Esta dicotomía se encuentra en el alma de todos los personajes, y es lo que hace que la serie sea tan buena.
Por el bando de los chulos, también realizan un buenísimo trabajo Gary Carr (C.C., cara de ángel y actitudes de demonio), Gbenga Akinnagbe (Larry, chulo que aspira a convertirse en actor) o Method Man como Rodney. Aunque son gente despreciable, me gusta como el guión hace que también puedan hacer cosas buenas.
Otro tema que me gusta mucho de The Deuce además de todos los personajes es el tono, que huye de dramatismos efectistas y se centra en la vida de unas mujeres que a pesar de vivir controladas, también encontraban momentos para ser felices, y que luchaban para evitar ser consideradas como víctimas, aunque sin duda lo eran. Esto es vida sin artificios, algo en lo que Simon y Pelecanos son expertos.
Además, de nuevo la caracterización de la vida en los setenta está perfecta y la serie te sumerge en ese momento de grandes convulsiones sociales, entre la que encontramos la explosión de la cultura gay en la ciudad de los rascacielos. En este sentido, me ha parecido muy curioso que en contraste con la primera temporada, la serie ha mostrado ahora más desnudos masculinos frontales de forma totalmente explícita, que desnudos femeninos.
Me llama la atención leer comentarios que dicen que The Wire es una serie machista por hablar claramente sobre el mundo de la prostitución y el porno. No estoy para nada de acuerdo y me parecen opiniones ridículas de gente que sin duda no han visto la serie y hablan sin saber de lo que están hablando. La serie toca temas complejos, pero deberiamos saber a estas alturas que esconderlos no va a hacer que desaparezcan, como parece que quieren el puritanismo de derechas y el feminismo radical de izquierdas que intentan controlar las redes sociales.
Además, mostrar un hecho NO significa que lo apruebes o que tú lo realices en tu vida real. Es una obviedad tan clara que me da vergüenza tener que recordarlo, pero más vergüenza da comprobar como esto lo entiende cada vez menos gente.
La serie está planeada que termine en la tercera temporada, que espero con ganas, y sinceramente me ha gustado tanto que no le encuentro ningún pero al visionado de esta segunda temporada.
Comparto el trailer de esta segunda temporada:
The Deuce es la vida abriéndose camino. Una serie alucinante que gustará sobre todo a los espectadores a los que les gusten conocer personajes complejos y que recomiendo a todo el mundo.
PUNTUACIÓN: 8.5/10
Debe estar conectado para enviar un comentario.