Si nunca has leído un tebeo de superhéroes y te preguntas qué los hace tan geniales, DC: The New Frontier de Darwyn Cooke es una obra magistral que responde a esa pregunta con una historia sobresaliente de los superhéroes de DC Comics mostrados en su visión más pura y atemporal.
PUNTUACIÓN: CLÁSICO ABSOLUTO
“¿Dónde estaban los héroes del mañana?” Bienvenidos a la América de los años cincuenta. Un lugar de luces y sombras, de oportunidades y paranoia, de brillantes ciudades y segregación. Una tierra sin héroes, prohibidos por sus acciones tras la Segunda Guerra Mundial. Y sin embargo… esta América necesita a sus héroes más que nunca. Con una creciente amenaza en el horizonte, solo una nueva generación de aventureros podrá protegernos. Es el reto de la Nueva Frontera. El artista Darwyn Cooke y el colorista Dave Stewart, ganadores del premio Eisner, presentan DC: La nueva frontera, una historia atemporal sobre el idealismo que se ha convertido en uno de los cómics de superhéroes más aclamados del siglo XXI.
“Los cómics mainstream pueden ser atractivos sin tener que acudir al “grim-n-gritty”. Intenté crear comics que nos recuerden que las historias deben entretener, sin necesidad de aplicar golpes de efecto vacíos ni asesinar personajes. […] He hecho todo lo posible para recordarnos que los cómics de superhéroes y aventuras no siempre fueron el asunto oscuro en el que se han convertido. Es, por definición, un género esperanzador dirigido a los jóvenes de corazón, y esas son las historias que he tratado de contar.” Darwyn Cooke, Comics Journal #285
Darwyn Cooke (Toronto, 16 de noviembre de 1962 – Florida, 14 de mayo de 2016) fue un artista de cómics, escritor, dibujante y animador canadiense, principalmente conocido por su rediseño de Catwoman junto a Ed Brubaker, la miniserie DC: The New Frontier, y la adaptación de las novelas Richard Stark protagonizadas por Parker. Gracias a estas dos últimas obras, Cooke ganó trece Premios Eisner, ocho Premios Harvey y cinco Premios Joe Shuster.
A pesar de ser el autor de algunos de los comics atemporales más icónicos del mundo del comic americano mainstream, Cooke no fue un profesional consolidado del medio hasta 2000, año en el que DC Comics publicó su Batman: Ego con 37 años. Cooke intentó trabajar en DC en los años 80, pero en ese momento consideró que no le resultaba rentable trabajar en el sector debido a las tarifas que pagaban por página, que él consideraba totalmente insuficientes, lo que le hizo alternar trabajos como director de arte de una revista, diseñador gráfico y de producto durante más de una década.
A principios de la década de 1990, Cooke intentó regresar a los cómics, pero encontró poco interés por su trabajo en las principales editoriales, debido a que su estilo cartoon de dibujo no encajaba con la moda del “grim-n-gritty” de la época. Afortunadamente, fue contratado por Warner Bros. Animation, y pudo trabajar con Bruce Timm en series como The New Batman Adventures y Superman: The Animated Series. El trabajo en animación hizo que centrara su arte para capturar el momento y la caracterización más icónica de cada personaje.
Además, merece la pena destacar que la propuesta de 14 páginas que Cooke envío a Timm que le consiguió el trabajo en Warner Animation fue lo que posteriormente desarrolló para DC Comics y acabó convirtiéndose en Batman: Ego en 2000.
En 2001 realizó junto a Ed Brubaker un rediseño completo de Catwoman con un feeling próximo al noir que marcó al personaje durante más de una década. Junto a Brubaker presentaron en el universo DC moderno a Slam Bradley, un detective que hizo su primera aparición en Detective Comics 1 en 1937, antes incluso de la creación de Batman, y que convirtieron en un secundario importante del comic. Además, en 2002 Cooke publicó en solitario la novela gráfica Selina’s Big Score.
Junto a DC: The New Frontier (2004-2005), el otro gran trabajo de Cooke fueron las 4 novelás gráficas que realizó para IDW adaptando las novelas de Richard Stark protagonizadas por Parker: The Hunter (2009), The Outfit (2010), The Score (2012) y Slayground (2013), que confirmaron el amor de Cooke por el género negro y las historias de detectives y antihéroes. Para la creación de estas novelas gráficas, Cooke se encargó de todo, no solo del guión y dibujo, sino también del color y del propio diseño de publicación.
The New Frontier es una historia ambientada en los años 40, 50 y primeros años 60, en el periodo entre la retirada de los héroes clásicos de la Silver Age, la mítica JSA, y el nacimiento de la edad moderna de los superhéroes, con La Liga de la Justicia formada por Superman, Batman, Wonder Woman, Green Lantern, El Detectivo Marciano, Flash, Aquaman.
Un periodo de grandes turbulencias sociales en los Estados Unidos, dominada por la paranoia anticomunista, el miedo atómico, la guerra de Corea y la lucha por los derechos civiles, elementos que son reflejados en la historia de Cooke. Pero aunque el transfondo histórico es fundamental para The New Frontier, al final estamos ante una historia de ciencia-ficción que nos recuerda por qué el mundo necesita los superhéroes, unos héroes positivos, brillantes y que inspiran a los lectores a convertirnos en nuestra mejor versión. No es extraño por tanto que el título «The New Frontier» esté inspirado en el discurso de Kennedy de 1960, que para Cooke fue «la primera vez que (la promesa de la América moderna) fue correctamente articulado».
The New Frontier es una obra coral en la que aparecen muchísimos personajes de ambas eras, y daba igual si su papel era principal o secundario, largo o breve, Cooke siempre conseguía que te preocuparas por él y que quisieras saber más de ellos. Desde John Cloud de los Losers , el Coronel Flagg, John Jones (Detective Marciano), John Henry o los Challengers of the Unknown, todos disfrutan de su momento de gloria y nunca han lucido mejor.
Que Cooke era un extraordinario dibujante era algo que ya habíamos descubierto en sus obra previas. Lo realmente destacable para mi de este comic es su habilidad a la hora de escribir un guión tan complejo narrativamente conectando a todos los personajes con lo sucesos históricos de la época, mostrándoles en su versión más icónica.
DC: The New Frontier es un Elseworlds fuera de continuidad que permitió a Cooke jugar con los mejores juguetes de DC. Sin embargo, esto no significa que Cooke no muestre un extraordinario respeto y amor por todos los personajes sin importar su importancia. Empezando por los miembros retirados de la JSA, o personajes ahora casi desconocidos pero que tuvieron una gran importancia en la DC de los años 50 como Suicide Squad o los Challengers of the Unknown.
Otro elemento muy chulo de The New Frontier es que Cooke sitúa la creación de los héroes de la Silver Age en el año en que realmente aparecieron sus primeros comics, como Flash (1956) o Green Lantern (1959), de forma que el comic sirve de alguna manera de una cronología ordenada del Universo DC.
En este sentido, es interesante comentar que la carrera espacial de los años 50 y 60 sirvió de perfecto escenario para que Hal Jordan tuviera una gran importancia en este comic. Pero para Cooke esta comic sirvió de reividicación de un personaje que sufrió un destrozo terrible en los años 90 y primeros 2000 en los que fue convertido en el villano Parallax y sustituido por Kyle Rayner, algo que a Cooke no le gustó nada y que consideraba uno de los grandes problemas de los comics de los 90 dominados por el «grim-n-gritty».
Además, al plantear The New Frontier como una historia de origen de la Justice League of America, otros personajes como El Detective Marciano, Batman, Wonder Woman o Flash entre otros también tuvieron momentos para brillar en este comic.
En el apartado artístico, Cooke junto al multipremiado colorista Dave Stewart crean unas páginas maravillosas repletas de detalles con un perfecto feeling retro de los años 50 y 60. Los decorados, vehículos, vestuarios e incluso peinados son siempre perfectos. Las mujeres con sus estilismos años 50 están siempre bellísimas y aparecen con su mejor versión, y los héroes son mostrados en su versión más icónica.
La experiencia de Cooke en animación permite que capture en cada viñeta el momento más icónico que transmita el mayor impacto emocional, y su estilo cartoon sin embargo posee una enorme expresividad.
Cuando pensamos en comics para recomendar para posibles nuevos lectores, DC: The New Frontier es un comic maravilloso al que no le pongo ningún pero. A pesar de los momentos dramáticos y la muerte de muchos personajes, su final es perfecto y está lleno de optimismo ante el futuro, y muestra sin duda por qué los iconos de DC Comics son los mejores personajes del género de superhéroes, sobre todo en esta versión atemporal.
Da igual en qué momento leas estas líneas, DC: The New Frontier de Darwyn Cooke es una lectura obligada para todos los fans del comic de super-héroes, independientemente de cual sea tu editorial favorita.
PUNTUACIÓN: CLÁSICO ABSOLUTO
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