Tras unas semanas de espera, Netflix ya ha estrenado los últimos episodios de The Sandman, la adaptación televisiva del mítico comic de Neil Gaiman. Una final que ha estado a la altura.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
Morfeo, el Señor de los Sueños (Tom Sturridge), terminó el primer volumen de la segunda temporada tomando una fatídica decisión: arriesgarse a la ira de las Furias mitológicas matando a su hijo Orfeo por amor, para acabar con el tormento que lleva viviendo desde hace siglos. Esta tanda de 5 episodios plantea la posibilidad real de que Sueño tenga los días contados, porque las diosas griegas de la venganza, conocidas eufemísticamente como «las Benévolas», pretenden hacerle pagar por lo que ha hecho, debido a las reglas inquebrantables contra el derramamiento de sangre de un familiar.
Allan Heinberg se mantiene como showrunner de esta segunda temporada de The Sandman. Los 5 episodios estrenados en esta segunda tanda de episodios han sido dirigidos por Jamie Childs, con guiones de Vanessa Benton, Jay Franklin, Greg Goetz y Marina Marlens, dejándose Heinberg la escritura del último episodio. En estos episodios tenemos los arcos The Kindly Ones (Las Benévolas) y The Wake (El Velatorio), con el que finalizó la colección de comics creada por Neil Gaiman. A modo de bonus-track, el 31 de julio se estrenará un último episodio adaptando la multipremiada miniserie Death: The high cost of living de Gaiman, Chris Bachalo y Mark Buckingham.
En el casting tenemos a los Eternos formados por Tom Sturridge como Sueño, Esmé Creed-Miles como Delirio, Kirby como Muerte, Mason Alexander Park como Deseo, Donna Preston como Desesperación, Adrian Lester como Destino, y Barry Sloane como Destrucción, el hermano perdido al que conocimos en la anterior tanda de episodios. En estos episodios conoceremos además a los Padres de los Eternos, Padre TIEMPO (Rufus Sewell) y Madre NOCHE (Tanya Moodie). Además, Jacob Anderson interpreta a Daniel Hall, el hijo de Lyta Hall (Razane Jammal) que se transforma en adulto y se convierte en el nuevo Sueño.
Fuera de los Eternos tenemos a Patton Oswalt como Matthew el Cuervo, Vivienne Acheampong como Lucienne, la bibliotecaria jefe y guardiana del reino del Sueño, Jenna Coleman como Johanna Constantine, una dura nigromante y exitosa aventurera ocultista a sueldo, Asim Chaudhry como Abel y Sanjeev Bhaskar como Caín. Ann Skelly es Nuala, la elfo que quedó al servicio de Sueño la temporada pasada. Freddie Fox es Loki, el dios del caos, que tendrá un papel fundamental en la resolución de la historia. Jack Gleeson interpreta a Puck, un duende juguetón que escapó a la Tierra y se ha aliado con Loki. Douglas Booth como Cluracan, emisario real de la corte de Faerie y hermano de Nuala, Clive Russell como Odín, Laurence O’Fuarain como Thor, con Mark Hamill como la voz de Mervyn Pumpkinhead, completan el reparto.

En mi reseñas de la primera temporada de The Sandman de 2022 y de la primera mitad de esta segunda temporada dos ya he comentado la paradoja de tener una adaptación super fiel al comic de Neil Gaiman a la que sin embargo le faltaba toda la emoción. Por este motivo, la serie se queda como una historia super plana que acababa siendo un poco decepcionante. En lo referido a la adaptación de The kindly Ones y The Wake que tenemos en esta tanda de episodios, la verdad es que me han gustado. En este aspecto, habría que destacar que Marc Hempel, el dibujante principal de Las Benévolas, es para mi el peor dibujante que pasó por la colección. Los comics dibujados por Hempel fueron un fail en toda regla que empañó una de las historias claves del comic. Fruto de esto, dentro de la narrativa plana habitual de la serie, al menos las cosas están bien contadas, no como lo que hizo Hempel. Esto resulta clave para disfrutar bastante más de estos episodios de lo que lo hice con los anteriores.
The Sandman trata de muchas cosas. Del poder de las historias y como los dioses y las personas nunca nos iremos del todo mientras alguien nos recuerde. Mientras haya lectores que lean Sandman, Morfeo nunca estará realmente muerto. Y como él, cualquier personaje de ficción acaba siendo más importante que personas reales. Pensar sin ir más lejos en Superman, creado en 1938 y que casi un siglo después sigue fascinando a generaciones de lectores mucho tiempo después que sus primeros lectores, autores y editores fallecieran.
Gaiman planteó una historia fascinante alrededor de los Eternos en general, y de Sueño en particular. Morfeo se negaba a cambiar pensando que sus obligaciones eran inmutables, pero desde que escapó a su cautiverio, no pudo evitar hacerlo. Y eso acabó marcando su final. Morfeo intentaba no amar ni expresar sentimientos, pero la realidad era muy diferente. A su amante Nada la condenó al Infierno por orgullo y despecho, y al final ayudó a morir a su hijo Orfeo tras una eternidad viviendo una tortura sin cuerpo. Esta decisión marcó su final, al saber que derramar sangre de la familia implicaría su propia muerte. Y lo hizo de todas maneras, realizando el acto de amor supremo. Aunque también es posible que en realidad Morfeo no aceptaba todos los cambios a su alrededor y forzó este final para poder descansar por fin. Dicho esto, en Las Benévolas resulta fatídico comprobar como todos los planes que hace Sueño para evitar su perdición y la salvación de su reino no hacen más que acercar este final inevitable. Aunque Sueño no quiere aceptar su destino, cada acción que realiza le lleva hacia el abrazo su hermana,
Otra de las claves de las historias de Gaiman gira en torno a que los seres sobrenaturales no son «buenos» o «malos», sino que actúan según su naturaleza. Esto puede aplicarse a Loki, el Dios del Engaño que va a tener una participación clave en esta historia, para desespero de Sueño. Otros personajes potentes de estos episodios, incluso cuando sólo aparecen en una escena cada uno, son los padres de los Eternos, TIEMPO y NOCHE. Unos progenitores que resaltan esta cualidad alejada de cuestiones como moralidad. O amor parental hacia sus hijos.
Tom Sturridge como Sueño creo que ha tenido un trabajo super complicado debido a la naturaleza estoica de Morfeo. Y al hecho que las acciones de Sueño le hagan parecer imbécil la mayor parte del tiempo. Sin embargo, en estos episodios creo que Sturridge está estupendo y añade el toque justo de emoción, cansancio y aceptación que necesitaba el personaje en este momento. Junto a él me gusta la lealtad y el amor que muestra Lucienne (Vivienne Acheampong) hacia su señor.
Dentro de la frialdad general de la serie de televisión, me ha gustado la conexión que han mostrado Johanna Constantine y la resucitada pesadilla Corintio, gracias a la química entre Jenna Coleman y Boyd Holbrook. Junto a ellos, Ann Skelly como Nuala es otro de los mejores personajes de estos episodios. Alguien que muestra empatía, emoción y ganas de hacer lo corecto.
Tras Las Benévolas, el último episodio plantea lo que fue el último arco del comic, El Velatorio, donde todos se reúnen para velar al fallecido Morfeo mientras la nueva encarnación de SUEÑO, Daniel, intenta comprender el alcance de sus obligaciones y de sus poderes. El velatorio ofrece un final emocionante, justo todo lo contrario de lo que había sido la serie en su conjunto. Un final que nos ha dejado en el mejor momento posible y que me ha gustado mucho.
En resumen, me sabe mal que la serie haya tenido una sensación teatral incluso a pesar de los numerosos fondos y decorados digitales utilizados. Un comic que era todo fantasía e imaginación se convirtió en una historia contada de la forma más plana y menos interesante posible. En lugar de resaltar la personalidad de los personajes creados por Gaiman, los productores han planteado una narrativa demasiado mundana, por así decirlo. En parte entiendo que esto es una decisión para poder conectar con el público global de Netflix, pero acaba yendo en detrimento de la personalidad y la calidad que la serie debería haber debido tener. Con todo, me alegro de haber visto la serie y este final me ha dejado con buen sabor de boca.
Aunque en realidad el episodio 11 no es el final de The Sandman. Queda a modo de bonus-track un último episodio adaptando la multipremiada miniserie Death: The high cost of living de Gaiman, Chris Bachalo y Mark Buckingham. Y tengo que reconocer que por supuesto pienso verlo, pero con las expectativas más bien justitas. Lo digo porque el dibujo de Chris Bachalo y Mark Buckingham era todo carisma, personalidad y empatía. Y a la narrativa plana de la serie hay que sumar el hecho que la actriz Kirby que interpreta a Muerte me parece un error clamoroso de casting, siendo incapaz de transmitir ni una fracción de la personalidad que tenía el personaje en el comic. O la empatía, o cualquier otra emoción que el personaje debería haber tenido. Espero que me sorprendan para bien, pero con una actriz tan justita mejor esperar algo más bien plano y frío como la serie en general. Así no me llevaré ningún chasco.
Comparto el trailer de esta temporada de The Sandman:
The Sandman ha ofrecido un final perfecto que supone el punto y final para Morfeo. Aunque los personajes míticos seguirán vivos mientras alguien lea sus historias. Y en este caso, vea esta serie.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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