El director Alexander Payne ha hecho películas que me gustan y otras que no tanto. Sin embargo, Los que se quedan me ha gustado mucho y la recomiendo completamente.
PUNTUACIÓN: 8/10
Paul Hunham, un profesor cascarrabias de un prestigioso colegio americano, se ve obligado a permanecer en el campus durante las vacaciones de Navidad para velar por un puñado de estudiantes que no tienen a dónde ir. Contra todo pronóstico, la convivencia le llevará a forjar un insólito vínculo con uno de ellos, un inteligente y problemático muchacho con sus propios traumas, y con la jefa de cocina de la escuela, que acaba de perder un hijo en Vietnam.
Constantine Alexander Payne (1961) es director, guionista y productor de cine. Destaca por sus descripciones satíricas de la sociedad estadounidense contemporánea. Tras dirigir varios cortometrajes, Payne debutó en el largometraje con la comedia negra Citizen Ruth (1996). Su carrera progresó con la sátira política Election (1999), por la que fue nominado al Oscar al mejor guión adaptado, y la comedia dramática About Schmidt (2002). Payne ganó dos veces el Oscar al mejor guion adaptado por ser coautor de sus películas Entre copas (2004) y Los descendientes (2011). También fue nominado al Oscar al mejor director por estas dos películas y por la road movie Nebraska (2013). Desde entonces sólo había dirigido Una vida a lo grande (2017) con Matt Damon.
Los que se quedan es una película de 133 minutos. El guion está escrito por David Hemingson, y se trata de una idea original cuyo concepto fue planteado por Payne. La fotografía de la película fue realizad por Eigil Bryld, el montaje es de Kevin Tent y la música de Mark Orton, con un montón de música navideña y de los años 70.
El principal valor de la película lo ofrece su estupendo trío protagonista. Paul Giamatti como Paul Hunham, profesor de clásicas en el internado Barton Academy. Dominic Sessa interpreta a Angus Tully, un estudiante de Barton que se queda en el campus durante las vacaciones de Navidad. Da’Vine Joy Randolph como Mary Lamb, cocinera jefe de Barton y madre desconsolada por la muerte de su hijo en Vietnam.
Otros actores secundarios son Carrie Preston como la Srta. Lydia Crane, miembro del personal de Barton, Brady Hepner como Teddy Kountze, Uno de los cinco estudiantes que se quedan en el instituto y enemigo de Angus; y Andrew Garman como el Dr. Hardy Woodrip, el director de la Academia Barton que fue alumno de Hunham cuando era joven.
Me ha gustado mucho Los que se quedan. Reconozco que tenía dudas sobre si ver esta película en el cine, dado que Entre copas me gustó pero Los descendientes no. Sin embargo, una vez me animé he disfrutado mucho de una película navideña con un tono melancólico muy alejado de la teórica alegría de esa temporada. Los que se quedan muestra precisamente eso, qué sienten las personas que se quedan solos mientras todos las familias ¿»normales?» se juntan. Que la película esté ambientada en las navidades de 1970 es otro elemento que hace que historia funcione y su narración atrape al espectador.
Los 3 protagonistas son maravillosos. Empezando por el profesor cascarrabias sin amigos ni familia al que nadie soporta. Una persona sin suerte que sufrió una injusticia de joven que marcó toda su vida, pero que en realidad no es tan mala persona una vez se abre a la gente que tiene a su alrededor. Paul Giamatti hace una interpretación espectacular, y nos muestra una vez más lo buen actor que es, sobre todo cuando se pone en la piel de perdedores.
Dominic Sessa interpretando a Angus Tully, el joven estudiante de Barton que se queda en el campus durante las vacaciones y Da’Vine Joy Randolph como Mary Lamb, la cocinera que tampoco quiere irse del campus al recordar a su hijo fallecido, que también estudió en el centro, nos regalan dos personajes maravillosos que forman un trío fascinante. Angus tiene un problema de ricos que esconde la soledad de una chaval mientras comprueba que su madre está construyéndose un nuevo futuro con su segundo marido en el que él parece que no tiene cabida. Un drama bien fuerte, cuando uno se pone a pensar en ello, que le llega en el peor momento de la post-adolescencia.
Mary, la cocinera afroamericana, no tiene tiempo para lamentaciones dado que necesita el dinero, y se mantiene de forma estoica con su dolor en el interior, mientras trabaja en el colegio. Ella y el profesor Paul Hunham sirven para hacer unas críticas super acertadas a las instituciones educativas americanas que sólo se mueven por el interés económico, lo que hizo que el hijo de Mary no pudiera ir a la universidad y acabara muriendo en Vietnam. Mientras, lo que Paul sufrió en sus carnes cuando las instituciones se ponen siempre a favor del rico y poderoso es una crítica sutil, como las interpretaciones, que sin en embargo están ahí para quien quiere verlas. Algo que forma parte del subtexto de una película con momentos super profundos.
Otra cosa que me gustó mucho de la película es que no ofrece respuestas o moralejas, sólo nos muestra un slice-of-life en el que vemos como se enfrentan estas 3 personas tan diferentes a sus vidas normales en un momentos en que se cruzaron, cosa que es posible que no vuelva a suceder. O si, quien sabe. Cada uno puede imaginar lo que quiera. En ese sentido, el final abierto puede considerarse de forma positiva, la posibilidad de empezar a vivir una vida hasta ese momento «enclaustrada», pero no es algo que esté para nada garantizado.
Me encanta la falta de moraleja, ni de respuestas a unas preguntas que tampoco hace la película. Sobre todo, tan acostumbrado como estoy a tantas películas «importantes» actuales que martillean su mensaje sin sutileza ninguna. En ese sentido, la ambientación de 1970 y esta filosofía ayudan a que la película tenga el tono retro de historia pasada. Pensando en Los que se quedan como una película navideña, en positivo hay que pensar que incluso los solitarios y rechazados por la sociedad tienen la posibilidad de sentir el calor de otra persona que se preocupa por ti. Sin embargo, el final no garantiza que el futuro vaya a ser bueno para ellos. Intento ver la película desde una vertiente positiva, pero el conjunto tiene un poso de tristeza y pesimismo que me hace difícil mantener esta apreciación.
Los que se quedan es cine de personas corrientes, y su humanidad, sus flaquezas y su corazón consiguieron que me gustara mucho. Por eso la recomiendo completamente.
Comparto el trailer de la película, que no he llegado a ver:
Los que se quedan es una película estupenda con unos personajes maravillosos que dejan poso. Super buena.
PUNTUACIÓN: 8/10
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