Tenía muchas ganas de leer Los diablos, la última novela de Joe Abercrombie. Y me ha parecido un entretenimiento espectacular.
PUNTUACIÓN: 8.5/10
Las gestas más gloriosas a veces requieren de actos impíos.
El hermano Díaz tiene una cita en la Ciudad Santa, donde cree que lo recompensarán con una cómoda posición en la Iglesia. Pero resulta que su nuevo rebaño está compuesto por asesinos contumaces, horrorosos practicantes de lo arcano y auténticos monstruos. En esta nueva misión, todos tendrán que tomar las medidas más sangrientas si quieren alcanzar sus justos fines.
Los elfos acechan en nuestras fronteras, ávidos de nuestra carne, mientras príncipes egoístas solo se preocupan por su posición y bienestar. Dado el épico e infernal viaje ante él, al hermano Díaz no le viene nada mal tener a los diablos de su lado.
Nacido en Lancaster en 1974, Lord Grimdark se graduó en psicología en la Universidad de Manchester. Antes de dedicarse enteramente a escribir, trabajó para una compañía de postproducción televisiva. En la actualidad vive con su familia en Bath. Es autor de la trilogía de La Primera Ley: La voz de las espadas, Antes de que los cuelguen y El último argumento de los reyes. A este mismo universo pertenecen tres novelas independientes (La mejor venganza, Los héroes y Tierras rojas) y la trilogía La Era de la Locura (Un poco de odio, El problema de la paz y La sabiduría de las multitudes). Es uno de los máximos exponentes del estilo Grimdark en el género de la fantasía, que se caracteriza por presentar personajes imperfectos, moralmente ambiguos y que toman decisiones difíciles en un mundo amoral y violento donde el bien y el mal no están claramente definidos.
Los diablos es el resultado de querer hacer Abercrombie una historia clásica de fantasía con una misión que tiene que ser realizada por un grupo variado de individuos. Leyendo la sinopsis, uno no puede dejar de pensar en las clásicas novelas de Las crónicas de la Dragonlance o las partidas de Dungeons & Dragon en las que un caballero, un bárbaro, un elfo, un mago y una sacerdotisa se unían para un viaje y una aventura. Pero claro, hablamos de Abercrombie, Lord Grimdark, y esos arquetipos se transforman en esta novela para encontrarnos a unos protagonistas grises que tendrán que decidir no matarse para poder completar la misión.
En la capital del reino, el Duque Michael encuentra a la que cree que es la heredera del trono de Troya, la princesa Alexia Pyrogennetos. Su sobrina. La candidata es una ladrona callejera que ha pasado toda su vida en las duras calles y ha sufrido todo tipo de situaciones a cual peor. Y que es completamente opuesto en modales y en experiencia vital a lo que se espera de una princesa. Debido al cisma en la iglesia, a la Santa Sede le conviene ayudar a una futura reina que ayude a consolidar su poder en el este del Mediterráneo, así que envía a su equipo de fuerzas especiales para asegurar que Alexia (Alex) llega sana y salva: La Capilla de la Santa Conveniencia.
Este grupo de monstruos supone tener al mejor Abercrombie creando un grupo de monstruos terribles que sin embargo llegarán a importarnos. Liderados por Jakob de Thorn, un caballero atormentado por su largo pasado y su dolor constante que ha jurado servir a la Iglesia, el grupo lo forman un vampiro (Barón Rikard), una mujer loba (Vigga Ullasdottr), un mago (Baltazar Sham Ivam Draxi) y una elfa (Solete), que en este mundo medieval serían el equivalente a lo peor de lo peor. A Kakob de Thorn le acompaña Baptiste, una mujer de vida super interesante que tiene conocimientos en la mayoría de temas que interesan en una aventura de este tipo. El último en llegar es el hermano Eduardo Díaz, un monje estudioso y ambicioso que esperaba un puesto con poder político y se encuentra liderando una misión para la que no tiene los conocimientos adecuados.
Abercrombie sitúa la acción en una Europa medieval en la que ha cambiado bastantes cosas pero en la que hay montones de elementos super reconocibles, como la ciudad de Roma y de Venecia, o la existencia de Cruzadas. La forma en que mantiene una sensación familiar mientras añade montones de situaciones sobrenaturales que añaden un plus de interés me parece magistral. El viaje hacia el trono de Troya de Alex y su grupo de protectores estará lleno de peligros, dado que los 4 hijos de la Reina Eudoxia, tía de Alex y reina de Troya hasta su reciente fallecimiento, quieren verla muerta para acceder ellos al trono. Esto generará la sensación episódica de la novela, dado que en casi en cada etapa del viaje tendrán que enfrentarse a un hijo de Eudoxía.
La parte aventurera es genial, pero en lo que Abercrombie es un maestro es en la creación de una Compañía de seres sobrenaturales que ciertamente son monstruos, pero también son seres sensibles que merecen nuestra compasión. Las descripciones de Abercrombie añaden el toque de humor cínico y afianzan la idea que no existe el bien o el mal, sino lo que haces en cada momento para no acabar muerto y poder completar tu misión. El vampiro barón Rikard quizá es el monstruos menos desarrollado, aunque lo cierto es que verle en el momento máximo de su poder es genial. Pero la forma en que Abercrombie escribe a la mujer loba Vigga, al mago Baltasar y a la elfa Solete es brillante. Estos monstruos son tratados como perros por la Iglesia, encerrados encadenados en mazmorras oscuras hasta que les neesitan para una misión. Y el final para los que sobrevivan no puede resultar más cruel y desolador. Algo que es 100% Grimdark.
Aparte de los monstruos, Álex y Jakob de Thorn me resultan dos personajazos increíbles. La primera por la mentira que lo inicia todo que hace que sepa que no es digna, y el segundo porque simboliza al héroe que está de vuelta de todo porque sus muchos años de servicio le han enseñado que no existe el heroismo y las buenas intenciones siempre acaban transformadas en matanzas indiscriminadas y en la búsqueda del poder egoista. Ambos personajes resumen perfectamente la filosofía grimdark y sumados al resto, forman un grupo que engancha desde la primera página. Por cierto, no me quiero olvidar de hermano Eduardo Díaz y de la aventurera, pirata, escultora, modelo y dama de compañía Baptiste, que tienen también unos momentos maravillosos a lo largo del libro.
Conociendo a Abercrombie, hay un momento en la novela en que las cosas parecen irles bien a los protagonistas que resulta super extraño. Pro supuesto, esa es la calma que precede al increíble climax final en la que la supervivencia de la Compañía no está ni mucho menos asegurada. Abercrombie plantea unos giros muy chulos que un poco se ven venir dado que ha presentado todo de una manera que invita a que ese giro suceda. Lo cual en realidad me parece un ejemplo genial de buena escritura. Con un final super cruel para algunos personajes que supuso una ostia en toda la cara y me recordó que nos finales felices para todos eran algo impensable.
Abercrombie ha planteado con Los diablos 790 páginas de pura diversión que suponen una lectura completa y satisfactoria. Como en toda novela de estas características, deja los suficientes elementos abiertos para que pudiera plantearse una continuación. Sin embargo, el final es tan redondo que tengo que decir que lo mejor sería dejar las cosas justo en este momento.
Los diablos me ha encantado. No si Abercrombie en algún momento había bajado el nivel, pero en esta novela la diversión, la amoralidad y la crueldad es absoluta. Al igual que la diversión mientras lees este libro. Super recomendable.
PUNTUACIÓN: 8.5/10
Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones. Y si quieres, puedes invitarme a un café.
¡Saludos a todos!

