A sus 87 años Woody Allen estrena su película número 50, Golpe de suerte, rodada y producida en Francia, y que supone una cita ineludible en pantalla grande.
PUNTUACIÓN: 8/10
Fanny (Lou de Laâge) y Jean (Melvil Poupaud) parecen el matrimonio ideal: ambos tienen éxito profesional, viven en un magnífico apartamento en un exclusivo barrio de París y parecen estar tan enamorados como el primer día. Pero cuando Fanny se topa accidentalmente con Alain (Niels Schneider), un ex compañero de instituto, se queda sorprendida. Pronto se vuelven a ver y se acercan cada vez más…
Tras la cancelación de Woody Allen en los Estados Unidos, algo sobre lo que ya habló Allen en su autobiografía, el director neoyorkino ha tenido que viajar a Europa para conseguir financiación para sus últimas películas. Primero fue Rifkin´s festival, ambientada en San Sebastián durante el festival de cine, y ahora con Golpe de suerte, producida en Francia y rodada en París y alrededores. La película de 96 minutos rodada en francés cuenta con fotografía del maestro Vittorio Storaro, siendo esta su sexta colaboración, y montaje de Alisa Lepselter,
El reparto de actores franceses está formado por Lou de Laâge como Fanny, una joven y bella mujer casada con Jean (Melvil Poupaud) un rico profesional que parece dedicado en cuerpo y alma a su mujer. Niels Schneider interpreta a Alain, un antiguo compañero de Fanny que volverá a encontrarse con ella muchos años después. Por último, Valérie Lemercier es Aline, la madre de Fanny.
Decía mi hermano Fernando al terminar la película que incluso las peores películas de Woody Allen son mejores que la gran mayoría de estrenos. Y siendo cierto, eso no quiere decir que Golpe de suerte sea mala, todo lo contrario. Da gusto ver una película tan inteligente, tan bien contada y con un reparto tan acertado para la historia pensada por Allen. Hay un primer elemento a destacar, y es que la película luce de maravilla. Aparte de lo chulas que son las diferentes localizaciones por Paris, la fotografía de Storaro es sencillamente sublime, y hace que sea fácil ver la película y entrar en la propuesta que plantea Allen.
Como en tantas obras de Allen, su historia gira en torno a las pasiones humanas y las relaciones de pareja, al formarse un triángulo amoroso con Fanny en el centro, una mujer que se debate entre un marido atento y millonario con el que ya no siente pasión, o la sorpresa de un artista bohemio que la sorprenderá y pondrá patas arriba su ordenada existencia. Hay que destacar también que el título tiene también su importancia, dado que alrededor de Fanny hay también dos filosofías contrapuestas, por un lado Jean su marido no cree en la suerte porque cree que cada uno tiene que labrarse su propio destino y forzar que la suerte te sonría, mientras que su amante Alain es todo lo contrario, empezando por la propia casualidad que provocó su encuentro con Fanny. O yendo más allá, el propio milagro del nacimiento de un ser humano.
Me encanta además la capacidad de síntesis de Allen y cómo consigue contar una historia interesante y compleja en apenas 95 minutos. En cierto sentido Alain es un arquetipo que simboliza el joven bohemio que cree en vivir en libertad sin ataduras, pero la construcción psicológica de Fanny y su marido Jean me parece estupenda. En especial destacaría a la actriz francesa Lou de Laâge, que realiza un trabajo fantástico sobre todo en los momentos en que más confusión sufre la protagonista. En realidad todo el reparto está genial, pero ella sin duda destaca del resto.
Otro elemento que me gusta mucho de Allen es la forma en que consigue que la película sorprenda siendo lógica en todo lo que cuenta. Y aunque la película da un giro tremendo a partir de cierto momento, Allen no nos presenta los hechos con intención moralizante, sino que se limita a mostrarlo confiando en la inteligencia de su audiencia y que sabremos interpretarlos de la forma correcta. O no, vete tú a saber. Me gusta eso si el fino sentido del humor de Allen a la hora de representar a los ricos franceses como seres mezquinos y egoístas más interesados en el chisme y en hablar a la espalda de los demás que en ser personas morales. En ese sentido, hay un momento muy bueno cuando todo el mundo se pregunta a qué se dedica Jean, el marido de Fanny, y la respuesta es muy clara: «ayudo que los ricos sean más ricos». La forma de conseguirlo, legal o alegal, es secundaria.
He encontrado además que Golpe de suerte es una película super equilibrada en todo que sabe contar su historia con un ritmo pausado pero consiguiendo que todo resulte interesante, con una evolución y unas sorpresas que llegan siempre en el momento exacto. Allen no plantea una historia que sea un ejemplo de tensión, pero si consigue que nos interesen los protagonistas, incluso cuando realizan actos inmorales o incluso criminales. De nuevo, no juzga lo correcto o incorrecto de sus actos, presentando lo ilógico de querer perder una vida de lujo y comodidad y lo lógico de querer disfrutar de la vida dado lo fugaces que son las pasiones y los momentos en que podrán sentirla los protagonistas. Y al mismo tiempo, la pequeña línea que separa el deseo de una vida ordenada con la obsesión por el control hasta el punto de llegar a cometer un delito terrible.
La verdad es que me ha gustado mucho este Golpe de suerte. Y su inesperado final puede ser anticlimático, pero funciona como resumen de las ideas principales que Allen ha vertido es esta que posiblemente sea su última película como director. 50 películas es una cifra al alcance de muy, muy pocos directores, y Allen cuenta con una filmografía envidiable repleta de auténticos clásicos del cine. Puede que este Golpe de suerte no sea una obra maestra, pero tampoco lo pretende, resaltando lo buen contador de historias que siempre ha sido Allen, cumpliendo sin ninguna duda con su objetivo de entretener a su audiencia.
Allen comenta que a sus 87 años está cansado. No tanto de RODAR las películas sino de los problemas y los quebraderos de cabeza para conseguir financiación para sus siguientes proyectos. Es por esto que ahora mismo expresa su duda sobre si volverá a rodar. En todo caso, pasaron cuatro años entre Rifkin´s festival y Golpe de suerte, y me gustaría pensar que si la salud le acompaña al genio de Nueva York, esta no será su última película. Aunque es cierto que dejarlo tras 50 películas es un número redondo que me parece super adecuado para uno de los mayores genios del cine.
Comparto el trailer de la película:
Golpe de suerte ha sido una película estupenda que nos muestra la lucidez de un autor irrepetible. Qué suerte poder disfrutar de Woody Allen.
PUNTUACIÓN: 8/10
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