Steven Soderbergh es un cineasta brillante que en los últimos años ha planteado numerosos ejercicios de éxito moderado. Sin embargo, me animé a ver su última película, Presence (la presencia).
PUNTUACIÓN: 7/10
Rebekah (Lucy Liu), su marido (Chris Sullivan) y sus hijos comienzan a experimentar fenómenos inexplicables tras mudarse a su nueva casa en los suburbios. Las extrañas presencias que se manifiestan a su alrededor les harán cruzar la fina línea que separa la realidad de la percepción… Una película contada enteramente desde el punto de vista de un fantasma. (FILMAFFINITY)
Steven Andrew Soderbergh (Atlanta, 1963) es un director de cine, productor, guionista, director de fotografía y montador estadounidense. Pionero del cine independiente moderno, Soderbergh fue aclamado más tarde por sus películas formalmente inventivas realizadas dentro del sistema de estudios. Con Sexo, mentiras y cintas de vídeo (1989), Soderbergh se convirtió en el director en solitario más joven en ganar la Palma de Oro del Festival de Cannes. Sus cinco películas siguientes, incluida la alabada por la crítica King of the Hill (1993), tuvieron un éxito comercial limitado. Pasó a un cine más convencional con la comedia policíaca Out of Sight (1998), el biopic Erin Brockovich (2000) y el drama policíaco Traffic (2000), con el que ganó el Oscar al mejor director. Soderbergh siguió cosechando éxitos de público y crítica con la trilogía y franquicia cinematográfica Ocean’s (2001-18). Su obra posterior ha tenido un poco de todo. Che (2008), El informante (2009), Contagio (2011), Haywire (2011), la trilogía Magic Mike (2012-23), Efectos secundarios (2013), Behind the Candelabra (2013), Logan Lucky (2017), Unsane (2018), Que hablen todos (2020), Sin movimientos bruscos (2021) y Kimi (2022).
Soberbergh es el director de fotografía, el operador de cámara y realiza el montaje de esta película, que cuenta con un guion del veterano David Koepp. La película de apenas 85 minutos contó con un presupuesto ajustadísimo de apenas 2 millones de dólares. Presence se rodó en una casa de un barrio residencial de New Jersey en apenas 11 días. Soderbergh usó para grabar la película una cámara Sony A7 , una cámara pequeña y relativamente barata. Esto es parte de los experimentos narrativos en los que el director se ha embarcado en los últimos tiempos. La música de la película fue realizada por Zack Ryan.
En el reparto encontramos a Lucy Liu y Chris Sullivan como Rebekah y Chris Payne, padres de Chloe (Callina Liang) y Tyler (Eddy Maday). West Mulholland como Ryan Caldwell, el nuevo amigo de Tyler, Julia Fox como Cece, la agente inmobiliaria, Natalie Woolams-Torres como Lisa, la médium y Lucas Papaelias como Carl, el marido de Lisa, completan el reparto.
No sabía cómo plantear la reseña ya que cualquier cosa que se diga revienta el giro de la película que es la clave de todo. Que es la misma premisa de la película. En ese sentido, al leer la sinopsis de FilmAffinity has visto que ha comentado explícitamente el giro, así que si has llegado hasta aquí, esa sorpresa ya te la he chafado. Sabiendo esto, voy a ir comentando lo más destacado, pero evitando spoiler las otras sorpresas de la película.
La presencia parte de la novedad que supone tener una película de fantasmas contada desde el punto de vista del ser sobrenatural. Una película que es original y sorprendente a partes iguales, al tener siempre la acción contada con un plano subjetivo que coloca la cámara como si fuera el fantasma. Esto es la clave de la película y su principal hecho distintivo. Para bien y para mal.
Soderbergh aprovecha esta historia para probar a grabar la película con una cámara digital Sony A7, que le permite rodar dentro de una única localización, la casa de la familia Payne, llevando él la cámara en todo momento. La fotografía de la película es uno de los problemas. No sé si fue cosa de Soderbergh o que la sala donde vi la película tenía la bombilla algo gastada, pero lo cierto es que todo lo vi un poco oscuro, probablemente demasiado como para disfrutar de la película como me hubiera gustado. Sobre todo si comparo cómo vi la película con las fotos de la misma que he sacado del Filmaffinity para acompañar esta reseña.
La presencia cuenta con un guión del veteranísimo David Koepp, que plantea una historia bien armada con los elementos justos para que funcione. Me gusta como se plantea que la Presencia está desequilibrada al no entender quien es o donde se encuentra. Además de no saber si su presencia allí tiene algún sentido o si tendrá que jugar algún papel indefinido en el futuro. Soderbergh plantea muy bien la confusión inicial de la presencia, que aparece en un espacio que no conoce, lo que provoca que tenga que explorarla. También cuando llega la familia a la casa y tiene que descubrir cómo acercarse a ellos para conocer sus vidas, en especial la de la hija adolescente Chloe. El guión de Koepp plantea los elementos justos para que la película funcione, empezando con que Chloe crea que la Presencia es el alma de una amiga suya que se suicidó recientemente de forma incomprensible e inesperada. Esta idea de Chloe a partir de sentir que tiene una conexión con la Presencia, es clave en la película.
Creo que el guion de Koepp está bien, y en realidad marca unas claves que luego juegan un papel fundamental en el climax de la película. Pero tengo que reconocer que el giro final me ha parecido súper tramposo. Igual soy yo, pero Koepp juega con una trampa al nivel de La Visita de M. Night Shyamalan, una locura sin la cual no hay película, jugando con una ambigüedad a partir de la mudanza de la familia que provoca una suposición que resulta no ser cierta que afecta al giro final.
Lo cierto es que a pesar de ser entretenida, la propia premisa de La presencia genera los principales problemas de la película. Empezando con que el punto de vista subjetivo de la Presencia provoca que no haya un hilo conductor ni una progresión dramática, al estar contado todo desde un punto de vista frío y neutro de alguien / algo que no interactúa con la familia, siendo un testigo (casi) mudo de sus vidas. Al menos , hasta la resolución de la historia. Esto provoca que no se genera empatía con lo que nos está contando Soderbergh ni con la familia protagonista. Callina Liang, que interpreta a Chloe, la hija de los Payne, lleva el mayor peso dramático de la película y considero que lo hace realmente bien. Pero la historia de sus padres está super fragmentada, mostrando retazos de información que no llegan a ir a ningún lado, quedando todo a mitad. Los actores lo intentan y creo que hacen un buen trabajo a partir de los que Soderbergh y el guion les da para trabajar, pero en realidad el punto de vista del narrador fantasmal impide una mayor y mejor conexión emocional, que no acaba de suceder.
Los dos giros finales resultan súper impactantes. En ese sentido, creo que Soderbergh resuelve muy bien los pocos momentos sobrenaturales de la película. La película en realidad no es terror, ni siquiera diría que generaba tensión hasta los últimos 10 minutos, al ser todo demasiado plano. Y esto es a pesar que las actitudes de una persona ya indican durante la película que no es de fiar. El climax con el sorpresón si que genera una situación super chunga que rompe con lo visto en los 80 minutos previos. A pesar de la trampa del guion, creo que el final resulta super potente y me dejó en lo más alto, consiguiendo que la sensación final sea satisfactoria.
Comparto el trailer de la película:
La presencia ha sido una película con una premisa súper original, aunque la propia premisa provoca la falta de tension dramática del conjunto. Una buena película que al mismo tiempo se queda en un «sin más».
PUNTUACIÓN: 7/10
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