Netflix estrena mucho, demasiado, todas las semanas. Pero de vez en cuando presenta una película o serie que te sorprende y justifica la suscripción. Es el caso de One Shot. Misión de rescate, película protagonizada por el especialista del cine de acción Scott Adkins y dirigida por James Nunn, rodada en un falso plano secuencia.
PUNTUACIÓN: 7/10
Los miembros de un escuadrón de élite de los Navy SEAL, en una misión encubierta para transportar a un importante prisionero desde una prisión secreta de la CIA, quedan atrapados cuando un grupo de insurgentes atacan intentando rescatar al mismo prisionero.
One shot es una película de 2021 dirigida por James Nunn, director especializado en el cine de acción de lo que antes se llamaría «directo a video». Su filmografía incluye Francotirador (2012), Green Street 3: Never back down (2013, ya protagonizada por Scott Askins), Eliminators (2016), Persecución extrema 5 (2017), The marine 6: Close quarters (2018). Escribiendo esta reseña me entero que Nunn y Adkins rodaron en 2024 la continuación de esta película, One more shot. Película que tendré que buscar. Además, en 2025 ha estrenado Wilcat, protagonizada por Kate Beckinsale.
Nunn tuvo la idea de esta película y la clave de estar rodada en un falso plano secuencia, aunque Jamie Russell escribió el guion de una película de 97 minutos de duración, que ha contado con fotografía de Jonathan Iles, montaje de Liviu Jipescu y música de Austin Wintory.
En el reparto tenemos a Scott Adkins como Jake Harris, el jede del equipo SEAL que escolta a la agente de la CIA Zoe Anderson (Ashley Greene Khoury) en una misión de transporte de un prisionero que se va a complicar. Ryan Phillippe como Jack Yorke, Emmanuel Imani como Brandon Whitaker, Dino Kelly como Danny Dietler, Jack Parr como Lewis Ash, Waleed Elgadi como Amin Mansur, Terence Maynard como Tom Shields, Jess Liaudin como Hakim Charef, Andrei Maniata como Adamat y Lee Charles como Dhelko, completarían el reparto.
Como persona que crecí y me crié en los años 80, me considero un fan del cine de acción y de artes marciales. Crecí con las películas de Stallone, Schwarzenegger, Van Damme, Steven Seagan, Jackie Chan y Bruce Lee, entre otros. Y tengo claro cuando una película cuenta con unas buenas escenas de acción o no. Por eso The Raid es la mejor película del género del siglo XXI en dura competencia con The Raid 2.
Pero reconozco que soy un principiante absoluto en lo referido a este género en la actualidad. Nunca tuve curiosidad por las películas actuales directas a video de Jan Claude Van Damme o Steven Seagal. Quizá porque tengo claro que deben ser (son) bastante lamentables. De hecho, hay tanta oferta que la serie B de toda la vida se ha quedado aún más sepultada entre todo el entretenimiento disponible en streaming.
Pero mi hermano Fernando que si es más conocedor del tema y tiene muchos amigos y conocidos fanáticos de las artes marciales me ha comentado en alguna ocasión que de la nueva hornada de películas y actores, Scott Adkins es quizá uno de los actores más destacados. Si me animé a ver en Netflix esta película fue precisamente por recordar esto que hablé hace tiempo con Fernando. Porque no fue hasta que la película llevaba 5 minutos que me di cuenta que lo de ONE SHOT no se refería a un disparo, sino un plano. Así de despistado estaba.
La principal virtud de One shot es la propuesta de película de acción rodada en un falso plano secuencia. Dentro de las limitaciones presupuestarias que habitualmente tiene la serie B, me encanta ver a gente creativa intentando hacer cosas diferentes que se salgan de lo común. Sólo por eso, creo que One shot merece la pena. Sobre todo pensando que está disponible en Netflix.
Antes de empezar, hay que valorar One shot por lo que es. Una película de acción cuya premisa es lo más chulo, pero también es la limitación y un poco la trampa. En una película de acción militar como esta no puedes pedir grandes interpretaciones. Ni siquiera buenas, porque las actuaciones son terribles. Que Ryan Phillippe sea el nombre de «prestigio» que tiene la película da un poco de risa. Pero en lo referido a la planificación de las escenas de acción, ahí si tenemos mucho que ganar. Y es donde los aficionados al cine de acción vamos a disfrutar.
La premisa es muy simple. Un equipo SEAL capitaneado por el Teniente Jake Harris (Adkins) escolta a una agente de la CIA para lo que parece una misión fácil: recoger a un prisionero de una prisión secreta de la CIA en Polonia. El prisionero podría tener la clave para detener un posible atentado terrorista en los Estados Unidos. Mientras se enfrentan al papeleo y a un estricto y bastante tocapelotas director de la prisión, interpretado por Phillippe, la base será asaltado por un comando terrorista que se hace con el control de las instalaciones y que busca a un prisionero que dice no saber nada de un ataque a los Estados Unidos. Empezará una lucha por la supervivencia en la que la vida del prisionero es vital.
Tengo que decir que excepto en dos momentos con dos explosiones realizadas con un CGI un poco cutre, en los que el cambio de plano es evidente, el falso plano secuencia está muy chulo y creo que está super bien conseguido. La cámara se mueve para que podamos ver el punto de vista de los SEALS y también de los terroristas en medio de los combates, lo que hace que la película no se hay larga o aburrida. Los movimientos del equipo SEAL de ataque y repliegue están super chulos, indicando que han debido contar con asesores ex-militares que ayudan a que todo tenga mayor verosimilitud.
Los héroes se parapetan en un bunker, y en ese momento el ritmo decae un poco. La excusa que se plantea para que el prisionero Mansur sea imprescindible es funcional, pero me ha gustado mucho la forma en que la agente de la CIA cree que puede convencerle para que les ayude.
En seguida todo vuelve a animarse cuando el protagonista interpretado por Adkins sale por los conductos de ventilación para reconfigurar la antena de comunicaciones, lo que les permitirá pedir ayuda. Otra de las pequeñas trampas de la historia. Las escenas de Scott Adkins infiltrándose entre los terroristas y atacando con un cuchillo para no ser detectado son lo mejor de la película para mi. El plano secuencia plantea alguna trampa narrativa y obliga a que todo sea directo sin matices. Por ejemplo, el personaje interpretado por Phillippe aparece y desaparece y es todo un poco loco. Pero la tensión está perfectamente conseguida, y las escenas de acción de Adkins se van haciendo cada vez más complejas. Y más entretenidas.
El climax final con Adkins luchando contra múltiples enemigos en una zona repleta de recovecos recuerda algo a un videojuego, pero Adkins se luce con un despliegue físico super guapo, consiguiendo ofrecer un final muy loco pero satisfactorio. Hasta el punto que reconozco que me da dejado con ganas de ver su secuela One more shot.
Si vienes buscando historias complejas o buenas interpretaciones, obviamente One shot no es para ti. Pero si te gusta el cine de acción y buscas un entretenimiento ligero que no te cambie la vida pero que esté bien realizado y te muestre escenas que no has visto antes, sin duda esta película merece 90 minutos de tu tiempo.
Comparto el trailer de la película:
One shot es una película super entretenida perfecta para ver en casa gracias a tu suscripción a Netflix, que intenta ofrecer algo diferente dentro del cine de acción. Solo por eso creo que merece nuestro tiempo.
PUNTUACIÓN: 7/10
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