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Crítica de Sin novedad en el frente de Edward Berger (Netflix)

Termino mi repaso a las películas nominadas a Mejor Película en los Oscars 2023 con Sin novedad en el frente, la película alemana dirigida por Edward Berger que muestra una nueva versión de la novela de Erich Maria Remarque, y que está disponible en Netflix.

PUNTUACIÓN: 8/10

Relato de las terribles experiencias y la angustia de un joven soldado alemán en el frente occidental durante la Primera Guerra Mundial.

Edward Berger (nacido en 1970 en Wolfsburgo) es un guionista y director de cine alemán con una carrera de más de 20 años principalmente en televisión. Berger dirige la primera adaptación cinematográfica en idioma alemán del libro homónimo de Erich Maria Remarque de 1929, que había contado con otras adaptaciones cinematográficas previas.

A partir de un guion del propio Berger con Ian Stokell y Lesley Paterson, la película de 147 minutos de duración cuenta con fotografía de James Friend, montaje de Sven Budelmann y música de Volker Bertelmann.

La película ha recibido 9 nominaciones: Mejor película, Mejor película internacional, Mejor guion adaptado (Edward Berger, Lesley Paterson, Ian Stokell), Mejor fotografía (James Friend), Mejor banda sonora (Volker Bertelmann), Mejor diseño de producción (Christian M. Goldbeck, Ernestine Hipper), Mejor maquillaje y peluquera (Heike Merker, Linda Eisenhamerova), Mejor sonido (Viktor Prasil, Frank Kruse, Markus Stemler, Lars Ginzel, Stefan Korte) y Mejores efectos visuales (Frank Petzold, Viktor Muller, Markus Frank, Kamil Jaffar).

La película está protagonizada por Felix Kammerer como Paul Bäumer, el joven que se alista voluntario para servir a su patria en la Gran Guerra y que servirá de punto de vista de la película. Albrecht Schuch como Stanislaus «Kat» Katczinsky, Moritz Klaus como Frantz Müller, Aaron Hilmer como Albert Kropp, Edin Hasanovic como Tjaden Stackfleet y el siempre estupendo Daniel Brühl como Matthias Erzberger completarían el reparto.

Tengo que reconocer que vi la película en octubre cuando Netflix la estrenó, pero por unas cosas o por otras no me animé a escribir la reseña correspondiente, al haber siempre otra cosa que parecía tener prioridad. De hecho, el propio estreno en streaming sería la única queja que se me ocurre de esta película, dado que estamos ante una puesta en escena y una historia que sin duda hubiera merecido verse en pantalla grande. Es posible que el propio estreno en Netflix de alguna manera sirviera para desmerecerla, tan cansados como estamos (estoy) por la avalancha de contenidos mediocres, de forma que cuando se estrena uno bueno parece que lo colocamos en el mismo saco.

Entrando a valorar la película en si, la verdad es que el mensaje antibelicista está super bien conseguido, consiguiendo que la clave de «la guerra es una mierda» queda grabada en el ADN del espectador. Aunque toda la película me ha gustado mucho, podría decirse que su brillante media hora inicial presenta quizá los momentos más potentes y simbólicos. El primer combate y como las ropa sucia y ensangrentada de los soldados muertos es limpiada y arreglada para ser entregada a una nueva generación que va engañada al frente pensando que se dirigen a una guerra heroica, me parece sencillamente brillante. También resulta terrible es comprobar como los poderosos se llenan la boca hablando de «HONOR» cómodamente en sus despachos mientras mandan a la muerte a centenares de soldados por nada. Otro momento de la película que me encogió el corazón.

Aparte del mensaje antibelicista en el que jóvenes inocentes se pegan un terrible golpe de realidad en las trincheras, la película consigue equilibrar bastante bien el drama tremendo de la guerra con los momentos de descanso y hermanamiento entre soldados, ofreciendo destellos de paz entre tanta muerte. Aquí se aplica el clásico «lucho por el hermano que combate a mi lado» que tantas veces hemos visto en la última generación de películas bélicas americanas. Las casi dos horas y media de película están muy equilibradas y la verdad es que no se me hizo larga en ningún momento.

Sin novedad en el frente tiene unos valores de producción que no tienen nada que envidiar a otros blockbusters bélicos recientes americanos/británicos. El diseño de producción es sencillamente perfecto, trasladándonos totalmente a 1918. La fotografía y el montaje me parecen brillantes, metiéndonos en el mundo gris de las trincheras donde cualquier momento puede ser el último. Y además destacaría el sonido de la película, con una sensación brutal de estar en medio del combate. En este sentido, la música de Volker Bertelmann también me parece una pasada, sobre todo con unas notas ¡PUM PUM!! repetidas durante toda la película que añade una tensión y una sensación de peligro creciente alucinante.

Para estar ante una película alemana llena de actores para mi desconocidos excepto Daniel Brühl, la verdad es que todos lo hacen genial. En especial el protagonista Felix Kammerer como Paul Bäumer, el joven cuyos pasos seguiremos en esta contienda, y que muestra de forma impactante todo el horror de la guerra y cómo las personas son hojas movidas por un viento sobre el que no tienen control y que puede provocar tu muerte o la de la persona que se encuentra a tu lado. Hablando de Daniel Brühl, su papel es pequeño pero él está muy bien como el político que busca la paz a pesar del rechazo de unos militares a los que no les importa la pérdida de miles de vidas alemanas.

Mencionaba antes a otras películas bélicas, y siendo cosas diferentes, creo que en la comparación Sin novedad en el frente me ha gustado mucho más que 1917, por ejemplo. De hecho, es que me ha gustado mucho.

Otra cosa es el tema de las nominaciones a los Oscars. Aunque no descarto que pueda ganar algún premio técnico, creo que es imposible que pueda ganar el Oscar a Mejor Película. Sin embargo, justo por eso creo que el premio a Mejor Película Extranjera lo tiene casi asegurado, y eso a pesar de lo mucho que me gustó también Argentina 1985. En todo caso, que una película alemana consiga 9 nominaciones ya es un premio en si mismo. Desde luego, Netflix puede darse por super satisfecha.

Al estar disponible en Netflix, no se si queda mucha gente que no haya visto Sin novedad en el frente. Pero la recomiendo sin duda.

Comparto el trailer de la película:

Sin novedad en el frente es un peliculón que sirve par resaltar lo terribles que son todas las guerras y como son siempre los jóvenes los que más la sufren.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de Agencia Lockwood temporada 1 (Netflix)

Agencia Lockwood es la nueva serie juvenil de ámbito sobrenatural estrenada en Netflix. Creada por Joe Cornish (Attack the block), me ha parecido un más que correcto entretenimiento.

PUNTUACIÓN: 6/10

En Londres, los cazadores de fantasmas adolescentes más talentosos viajan todas las noches en un peligroso combate con espíritus mortales. Entre las muchas agencias corporativas con personal adulto, una pequeña empresa nueva está sola: Lockwood & Co., operada por dos adolescentes y una niña dotada psíquicamente que son un trío renegado sin motivos financieros, supervisión adulta y destinados a desentrañar un misterio que cambiará el curso de la historia.

Joseph Murray Cornish (1968) es un director de cine inglés, además de presentador de televisión y radio. Junto a Adam Buxton forma el dúo cómico Adam y Joe. En 2011 debutó como director de cine con la estupenda Attack the Block. Ha coescrito Las Aventuras de Tintin: El Secreto del Unicornio, con Steven Moffat y Edgar Wright, y Ant-Man, con Wright, Adam McKay y Paul Rudd. Su segunda película como director fue la aventura fantástica The Kid Who Would Be King de 2019.

Cornish adapta para televisión la serie de novelas Lockwood & Co de Jonathan Stroud, que consta de 5 novelas. Esta primera temporada toma elementos de las dos primeras novelas, The Screaming Staircase (2013) y The Whispering Skull (2014). Cornish escribe y dirige el primer y último episodio de esta serie de ocho. Los otros seis episodios han sido dirigidos por William McGregor y Catherine Morshead (tres cada uno), con guiones de Joy Wilkinson y Ed Hime (también tres cada uno), y Kara Smith.

Los protagonistas de esta serie y miembros de la Agencia Lockwood con Lucy Carlyle (interpretada por Ruby Stokes) una joven de 15 años y el miembro más reciente de Lockwood & Co., que sirve de punto de vista de la historia, al seguir su historia primero en un pueblo del norte de Inglaterra y su viaje posterior a Londres para empezar de cero tras ser culpada de un caso desastroso que supuso la pérdida de sus compañeros agentes. El talento de Lucy reside en su oído y su empatía a través del tacto.

Anthony Lockwood (Cameron Chapman ): El dueño de Lockwood & Co. Su talento es una «vista» aguda: ver fantasmas y resplandores de muerte, el residuo psíquico dejado por una muerte violenta. Lockwood es conocido por su enfoque rápido pero minucioso de los fantasmas y se enorgullece de sus habilidades. Es un joven misterioso, huérfano que se quedó con la propiedad familiar.

George Karim (Ali Hadji-Heshmati ) es el ayudante de Anthony, centrado más en la investigación y la preparación que los otros dos agentes. Como curiosidad, está muy apegado a una calavera que tiene en un tarro de cristal poseída por un fantasma.

La verdad es que no tenía ninguna expectativa con esta serie. De hecho, no pensaba verla hasta que me enteré que Joe Cornish era su creador, lo que me animó a ver el piloto. Y la verdad es que Agencia Lockwood me ha resultado moderadamente entretenida, dentro del ámbito Young Adults en el que se engloba. Se nota que la historia viene de una serie de libros, porque la premisa de un mundo asolado por fantasmas y elementos sobrenaturales en el que sólo los niños pueden captar a dichas entidades para combatirles me parece una idea genial que da mucho juego a la hora de poder plantear múltiples historias con las diferentes investigaciones, con unos protagonistas que obviamente apelan al público adolescente y que tienen que enfrentarse no sólo a fantasmas sino a otros grupos de agentes formados por chavales con los que compiten, en la mejor tradición de Harry Potter y similares.

En este sentido, el primer episodio me parece el mejor de toda la serie, presentando este mundo de forma muy guay y consiguiendo que conectemos inmediatamente con la protagonista, la joven super dotada Lucy Carlyle. Una Lucy obligada a abandonar su pueblo por culpa de una madre que no la quiere y que solo busca el beneficio económico con ella, y que tendrá que buscar su nuevo hogar en un Londres rebosante de sucesos paranormales que son investigados por varias agencias, entre la que se encuentra la pequeña Lockwood & Co. La serie se beneficia de la duración de tan sólo ocho episodios de 40 minutos aproximadamente. Esto hace que al empalmar varios casos y con las diferentes sorpresas que se van encontrando los chavales, la serie se vea en un suspiro y como digo resulte entretenida.

La música que incluye canciones de Bauhaus, the Cure, Siouxsie and the Banshees y This Mortal Coil me gusta y sirve para amplifiar la sensación gótica-punk juvenil de la serie. Y dentro de que estamos ante una serie de televisión sin alardes en lo relativo a la producción, creo que los elementos sobrenaturales están bien resueltos en la serie. En ese aspecto, ningún problema.

Quizá el problema principal de esta serie es que entendiendo que estamos ante la presentación de los personajes y su mundo, me quedo con la sensación que la historia realmente chula se ha quedado en el tintero. Y dada la política de Netflix de cancelaciones, es muy probable que no llegue a contarse nunca.

Y es que la serie va de más a menos. Como digo, me ha gustado la presentación y su potente premisa, además de la frescura y empatía que transmite Lucy. Sin embargo, el resto de personajes no es tan interesante como ella, empezando por el misterioso (pero anodino) Anthony Lockwood o el intrascendente George Karim. Aparte de todos los demás, desde el agente de policía al que Lockwood no le cae bien como los agentes adolescentes de las otras agencias, que no pueden ser más random. Pero quizá peor que esto es que los dos casos principales que tienen que resolver en esta temporada no acaban de interesar. O mejor dicho, su resolución es lo que resulta un pelín decepcionante.

Sin saber nada de los libros, la sensación que me queda de la serie es que parece implícito que los fantasmas no aparecieron porque si, sino que alguien los convocó o un experimento salió mal y lanzó a estos seres al mundo, muriendo millones de personas hasta que se descubrió que los niños podían captarles y, por tanto, combatirles. De hecho todo apuntaría a que es la mega organización que descubrió como combatirles y que controla y educa a los adolescentes dotados sería la culpable de todo, y se benefició de ello convirtiéndose en super millonarios y super poderosos. Dentro de la especulación, esta es la historia que se sugiere que realmente me hubiera gustado que se contara, cosa que no se ha hecho en absoluto. Y justo esto, sumado al misterio de los padres fallecidos de Lockwood, es de lo que no tenemos nada en esta temporada.

Puedo imaginar que sobre todo el misterio del cómo surgieron los fantasmas puede ser el climax final de las novelas y por tanto de la serie de televisión, pero que no se se trate o sugiera más a lo largo de la temporada me parece una pena. En este sentido, siempre recuerdo una de mis series favoritas The Shield, y cómo su creador Shawn Ryan comentaba que nunca se guardaban nada y siempre buscaban contar la mejor y más potente historia ahora, en lugar de guardarla para más adelante (o para el final de la temporada que estuviera en marcha en ese momento). Está claro que eran otros tiempos, y el streaming invita a alargar tramas a la búsqueda de múltiples temporadas.

Y es que si es cierto que Netflix lanza varias series de una misma temática para un mismo target a ver cual funciona mejor entre su audiencia, para luego sólo renovar la más popular, la sensación es que Miércoles ha tenido muchísimo mejor audiencia y boca a boca del que va a conseguir esta correctísima serie, a la que entre otras cosas le falta el carisma que sí tiene la actriz Jenna Ortega en su papel de la hija de la Familia Addams. Con lo cual nos quedaremos sin saber si mis suposiciones eran correctas.

Dentro de todo, como digo Agencia Lockwood es entretenidilla, y realmente no da miedo, por lo que puede ser vista sin problemas por chavales preadolescentes. Pero siendo todo correcto, quizá se me queda cierta sensación que las historias de esta temporada podrían haber sido más interesantes. Aunque realmente, para un fin de semana tonto en el que no sabes qué poder, la serie cumpliría su función.

Comparto el trailer de esta serie:

Agencia Lockwood está bien, aunque reconociendo que va de más a menos.

PUNTUACIÓN: 6/10

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Crítica de Caleidoscopio (Netflix)

Netflix ha estrenado Caleidoscopio, curioso experimento dentro del género de robos creado por Eric Garcia en el que los 8 episodios de esta serie pueden ser vistos en el orden que se quiera.

PUNTUACIÓN: 6/10

8 episodios. Un veterano ladrón y su banda montan un golpe épico para ganar 7.000 millones de dólares. Pero la traición, la avaricia y otras amenazas ponen en peligro sus planes.

Eric Garcia es un escritor americano autor de varias novelas como Matchstick Men, que fue adaptada por Ridley Scott en una película con Nicolas Cage, o la serie de novelas Anonymous Rex, que se adaptaron en una seria de SciFi Channel. Junto a Garrett Lerner, escribió el guion de la adaptación de su novela The Repossession Mambo, para la película Repo Men de 2010. Caleidoscopio es una serie de Netflix creada y escrita por él que significa una nueva colaboración con la productora de Ridley Scott.

Garcia escribe tres de los 8 episodios de la serie, los fundamentales. Los otros cinco son obra de Evan Endicott y Josh Stoddard, Garrett Lerner, Kate Barnow, Ning Zhou y Kalen Egan. Los ocho episodios han sido dirigidos a razón de dos episodios cada uno por Everardo Gout, Russell Fine, Robert Townsend y Mairzee Almas. La serie cuenta además con música de Dominic Lewis.

En lo relativo al reparto, tenemos a Giancarlo Esposito como Leo Pap / Ray Vernon, un delincuente profesional y el líder del atraco de 7.000 millones de dólares. Rufus Sewell es Roger Salas / Graham Davies, un antiguo ladrón que ahora dirige una empresa de seguridad corporativa conocida como «SLS». Paz Vega interpreta a Ava Mercer, abogada y especialista en armas que forma parte del equipo de Leo. Rosaline Elbay es Judy Goodwin, la especialista en explosivos, con Jai Courtney como Bob Goodwin, su y especialista en cajas fuertes. Peter Mark Kendall es Stan Loomis, fue compañero de celda de Leo en prisión hace unos años y que forma parte también del equipo. Por último, Tati Gabrielle es Hannah Kim (de soltera Vernon), la hija embarazada de Leo que trabaja como jefa de seguridad digital en SLS.

La principal novedad de Caleidoscopio es que Netflix y su creador Eric Garcia plantean una serie en la que no hay un orden concreto para ver los episodios, excepto el octavo con el golpe propiamente dicho, que se recomienda ver el último. Esto obliga a que de alguna manera cada episodio sea más o menos autoconclusivo, ofreciendo una parte del puzle con giros que afectan al conjunto, pero que puedan verse sin la sensación que te falta información. En este sentido, yo opté por ver la serie en el orden siguiente: 1-3-5-7-2-4-6-8. Primero los episodios impares, empezando por el primero que de alguna manera es también importante, al ofrecer la explicación del golpe en si y los diferentes personajes, y terminando en el octavo con el golpe en si.

La serie plantea una historia que se inicia 25 años antes del golpe que termina 6 meses después. Esto plantea un nivel de ambición narrativa enorme, destacando la idea de ofrecer algo novedoso a un medio televisivo en el que parece que todo está super trillado y son variaciones de los mismo una y otra vez. Y aunque hay que aplaudir el intento, lo cierto es que la serie acaba decepcionando porque la historia al final es un bluf enorme con personajes bastante desdibujados que no pasan del cliché.

Aunque parece una serie coral, realmente Giancarlo Esposito está en el centro de todo y de todos, descubriéndose que aparte del robo, hay una cuenta pendiente personal que su personaje quiere cobrarle al personaje interpretado por Rufus Sewell. Añadir un factor personal a la trama tampoco es algo tan extraño, pero me parece curioso la forma en que es presentado todo. Una vez terminado, el uso de «curioso» en lugar de «interesante» puede ser un primer indicador del problema fundamental de toda la serie.

Como la serie se llama caleidoscopio, los diferentes episodios se titulan, Yellow, Green, Blue, Orange, Violet, Red, Pink y White. Supuestamente se centran en uno de los personajes y en algo que alude al color en cuestión, pero al final es un gimmick sin una importancia real en la historia. Algo que sería aplicable a todos los personajes y situaciones.

Ejemplo de esto por ejemplo es todo el incomprensible arco de Judy Goodwin, la química del equipo, que a pesar de estar casada con el violento Bob (interpretado por un comodísimo Jai Courtney en este tipo de papeles de tío violento con pocas luces) con el que practica sexo a todas horas, parece atraída por el piltrafilla de Stan. Los celos y otros problemas que esto provocará en el golpe, unido a las esperables traiciones dentro del grupo, al final son los clichés de este género, no consiguiendo en ningún momento que nada me transmita nada original. Sumado a esto, me encantó descubrir que la española Paz Vega tiene un papel importante, interpretando a la abogada y conseguidora Ava. Sin embargo, me apenó al comprobar que la transforman en una emigrante argentina de origen indeterminado. De nuevo, otro cliché que la serie utiliza sin el más mínimo pudor.

Comentaba antes que la serie se desarrolla antes y después del golpe. En cierto sentido, esto no supone un problema a priori, ya que todos sabemos que igual de importante o más que saber si se salen con la suya es saber cómo lo hacen. Sin embargo, al presentar los episodios posteriores cronológicamente, la verdad es que la serie decepciona porque los finales no son satisfactorios para nadie. De hecho, uno concreto resulta super confuso y «porque si», que no comentaré más por si acaso lo veis.

A pesar de estar ante una serie protagonizada por ladrones inadaptados con un toque perdedor, hay cierta sensación moralizante recordando el clásico «el crimen no compensa», aunque contado de forma tremendamente aturullada. De hecho, esto tampoco es así, ya que sin spoilear nada, los típicos magnates internacionales super millonarios, que en la narrativa actual suelen ser los villanos en la sombra, parece que se salen con la suya, lo que rompería el comentario que acabo de hacer. Y esto es así porque como digo la narración es demasiado precipitada, con algunos giros que son un WTF? tremendo que provoca bastante sonrojo a poco que uno piensa en lo que acabamos de ver y la forma en que nos lo han contado.

Como digo, lamentablemente me parece que todo está mejor presentado que resuelto, empezando por el increíble (en el sentido literal que NO me lo puedo creer) protagonista interpretado por Giancarlo Esposito, que es como la serie en su conjunto, un cliché andante. Y que hace que la suspensión de credulidad salte por los aires cuando tras estar 17 años en la cárcel sale siendo un experto en robos de alta tecnología, algo que nunca fue antes de entrar en prisión. Y como esto todo.

Dentro de no me ha molestado ver la serie para ver qué sorpresas nos deparaba la historia y me ha parecido un experimento moderadamente interesante, me quedo con el mal sabor de boca de pensar que con un guion más acertado, Caleidoscopio podría haber sido una gran serie, y se ha quedado en un «sin más».

Comparto el trailer de esta serie:

Caleidoscopio es una idea interesante mejor planteada que resuelta, aunque en este caso creo que hay que agradecer que se intenten cosas nuevas en el mundo del entretenimiento, incluso si no acaban de acertar.

PUNTUACIÓN: 6/10

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Crítica de Traición (Netflix)

Netflix estrenó a final de diciembre Traición, miniserie inglesa de 5 episodios que cuenta con Charlie Cox como principal interés en una historia de espionaje ambientada en Londres.

PUNTUACIÓN: 5.5/10

La carrera de Adam Lawrence, formado por el MI6, parece consolidada. Hasta que, de repente, su pasado regresa en la forma de Kara, una espía rusa, y se ve obligado a cuestionarse todo y a todos los que lo rodean. Kara, Adam y la esposa de este, Maddy, forjan una relación a tres bandas en la que todos intentan destapar los secretos del resto y manejar sus conexiones políticas y diplomáticas mientras se aferran a su vida privada y sus seres queridos.

Traición (Treason) ha sido creada por Matt Charman, que se encarga además de escribir los guiones junto a Amanda Duke. Charman fue nominado al Óscar al mejor guion original por su película de 2015 Bridge of Spies, dirigida por Steven Spielberg y coescrita con Joel y Ethan Coen. Los cinco episodios de esta miniserie, de entre 40-45 minutos cada uno, han sido dirigidos por Louise Hooper y Sarah O’Gorman.

En el reparto destaca Charlie Cox como Adam Lawrence, un oficial del MI6 que se convierte en jefe de la organización después de su jefe Sir Martin Angelis (Ciarán Hinds) sea envenenado por Kara (Olga Kurylenko), una espía rusa caída en desgracia que comparte un pasado con Adam. Junto a ellos, Oona Chaplin interpreta a Maddy Lawrence, la esposa de Adam y ex-militar. Beau Gadsdon y Samuel Leakey son los hijos de Adam y Maddy, Ella y Callum Lawrence.

Traición es una serie que empieza bien y que tiene muchos puntos a su favor, empezando por su duración de 5 episodios y menos de 4 horas que asegura que la historia va a ir directa al grano. Otra de las cosas que me gustó es que la serie empieza en medio de todo, planteando de inicio una estupenda tensión a partir del envenenamiento del directo del MI6 por motivos poco claros, sugiriendo las relaciones de los personajes pero sin necesidad de contarlo todo de origen, ayudando a que el misterio sea aún mayor, atrapando al espectador con un comienzo trepidante.

A medida que avanza la historia, me ha gustado descubrir que Adam realmente coprotagoniza la serie, teniendo Kara prácticamente la misma importancia que él. También el personaje de Maddy es muy importante, alejándose de la figura de las mujeres florero gracias a su pasado militar y su amistad con una agente de la CIA cuya llegada a Londres justo en este momento tampoco es casualidad.

Dentro de la brevedad de la serie, los episodios tienen unos buenos cliffhangers que provocaron que prácticamente me viera la serie de una sentada aprovechando las vacaciones navideñas. En concreto, los finales de los episodios uno y dos me parecieron muy buenos.

Sin embargo, a pesar de vendernos la serie como «del creador de Bridge of Spies» de Spielberg, el problema de Traición es que en cuanto empezamos a conocer las respuestas a los diferentes misterios comprobamos como todo es un monumental despropósito. Empezando por la relación entre Adam y Kara aparentemente conocida por todos sin que nadie haga nada, el papel de la CIA en la trama (penoso), e incluso el hecho que el jefe del MI6 pueda eludir a su retén de seguridad como si tal cosa justo los días siguientes al intento de asesinato de su predecesor.

Siendo una serie de espías ambientada en el Reino Unido esperaba la seriedad que nos daría la BBC, pero nada más lejos de la realidad. De hecho, la suspensión de credulidad salta por los aires diría a partir del segundo episodio, lo cual provocó bastante decepción al no mantenerse el nivel de lo presentado inicialmente. Dicho esto, hay que decir que si te planteas el visionado como un entretenimiento ligero la verdad es que la serie cumple y resulta bastante entretenida globalmente.

Hay otro tema importante y es que no me ha gustado la química entre Charlie Cox, Olga Kurylenko y Oona Chaplin. De hecho, creo que no tienen ninguna. Hay además varias cosas que no me funcionaron de las interpretaciones, empezando por un Charlie Cox que en algunos momentos parece que está interpretante a Matt Murdock, no sabiendo muy bien a quien o qué está mirando en algunas escenas clave, lo cual transmitía un feeling super inapropiado. Por otro lado, tampoco acabo de creerme la interpretación de Olga Kurylenko como una dura espía que lleva ¿15 años? viviendo en la clandestinidad buscando respuestas para llevar a cabo su venganza. Es que no. Y Oona Chaplin lo hace muy bien cuando es una madre preocupada por sus hijos, pero cuando conocemos que era una militar con experiencia de combate, la cosa no funciona tampoco, empezando por la forma en que coge más adelante una pistola. Estos elementos de las interpretaciones tampoco hacen que el visionado fuera lo satisfactorio que debería, la verdad.

En todo caso, a pesar de estos elementos que no me han funcionado, como entretenimiento rápido y sin complicaciones creo que Traición puede cumplir con el objetivo básico de entretenimiento, si vas predispuesto a ver una serie que entra en la categoría de «sin más».

Comparto el trailer de este serie:

Traición ha estado bien, pero su desarrollo inverosímil ha frenado en seco el buen arranque, dejando a esta serie en un «correcto, pero podría haber estado mejor». Una pena.

PUNTUACIÓN: 5.5/10

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Crítica de Pinocho de Guillermo del Toro (Netflix)

Tenía ganas de ver la versión que Guillermo del Toro ha preparado del clásico Pinocho, planteada como una película de animación stop-motion. Gracias a Netflix he podido satisfacer mi curiosidad.

PUNTUACIÓN: 6/10

Versión musical en animación stop motion de ‘Pinocho’, ambientada en Italia durante la década de 1930. Guillermo del Toro y Mark Gustafson dirigen esta película, que en la versión original cuenta con un reparto estelar de voces: Ewan McGregor (Pepito Grillo), David Bradley (Geppetto) y el debutante Gregory Mann (Pinocho). También participan Finn Wolfhard, Cate Blanchett (ganadora del Óscar), John Turturro, Ron Perlman, Tim Blake Nelson, Burn Gorman, Christoph Waltz (ganador del Óscar) y Tilda Swinton (ganadora del Óscar).

A partir de la mítica creación del italiano Carlo Collodi, Guillermo del Toro plantea la adaptación con una historia escrita junto a Matthew Robbins que fue convertida a guion cinematográfico por Del Toro y Patrick McHale. Del Toro es co-director de la película junto a  Mark Gustafson. La fotografía de la animación corre a cuenta de Frank Passingham, mientras que el montaje es de Ken Schretzmann. La música y las canciones corren a manos de Alexandre Desplat. La película estrenada en Netflix tiene una duración de 114 millones y tiene un presupuesto de 35 millones.

Pinocho está protagonizada por las voces de Gregory Mann, David Bradley, Ewan McGregor, Finn Wolfhard, Cate Blanchett, John Turturro, Ron Perlman, Tim Blake Nelson, Burn Gorman, Christoph Waltz y Tilda Swinton.

Siempre empiezo mis reseñas hablando de lo bueno de una obra para luego comentar los aspectos que no me han gustado. Y dentro del pequeño milagro que es que una película de animación stop-motion como ésta se haya convertido en realidad y esté disponible para espectadores de todo el mundo gracias a Netflix, la verdad es que no he conectado nada con la propuesta de Del Toro. Hasta el punto que no estoy muy seguro si no falla en la mayoría de cosas que plantea a la hora de crear su propia versión del clásico de Carlo Collodi. Y es una pena, porque el increíble trabajo que tantos creativos han invertido en hacer esta película stop-motion, que es una maravilla, queda diluido por todas las cosas que no me han encajado.

Empezando por lo principal, para lo bueno y lo malo la película transmite la personalidad de Del Toro. Y aunque la Espíritu de la Madera, la Diosa de la Muerte o la ballena monstruosa transmiten una sensibilidad 100% Del Toro, realmente todos los diseños de los personajes hacen que la película sea antipática, casi desagradable. Y es normal que la animación y los muñecos resalten la maldad de los malos de la película como el Conde Volpe (dueño del circo al que se une engañado Pinocho) o el fascista Podestà, pero realmente es que todos los personajes tienen unos diseños que no funcionan. No me gusta nada Pinocho, pero tampoco me funciona Geppetto o el grillo narrador Sebastian J. Cricket, que son los personajes positivos y sin embargo me transmiten un feeling perturbador casi de película de terror que no me ha gustado nada. Y esto es un gran problema para conectar con la película.

Otro gran problema para Pinocho es tener una película de casi dos horas de duración que resulta bastante aburrida a nivel general. La animación es una maravilla, unido a todo lo relativo al diseño de producción y los efectos digitales incorporados tras el rodaje en stop-motion, que como digo me parecen una maravillosa locura. Pero toda la perfección técnica y el cariño artesanal acaba yéndose al traste si lo que nos están contando no es interesante. Parte del problema aparte del problema de los diseños de los personajes, es que Pinocho en el 80% de la película es un protagonista antipático que se comporta de forma egoísta movido por su propio interés, haciendo lo contrario que su padre o la gente a su alrededor le pide que haga. Está claro que una parte fundamental de la película es conocer a un protagonista que no sabe nada del mundo y quiere no sólo que le digan qué es lo correcto, sino por qué. Pero al final entra en la categoría de «niño ostiable» que cae mal.

Otro gran problema son las canciones, que no funcionan nunca, quedan rarísimas y afectan terriblemente al ritmo de la película. Había leído que de alguna manera Del Toro planteaba la versión más adulta de Pinocho y la más aproximada al original italiano, pero eso no cuadra con las canciones, que son totalmente fallidas. Unido a esto, viendo en Netflix que la película tiene una calificación por edades +7 me hace preguntarme ¿qué espectador tiene en mente Del Toro como cliente de Pinocho? Ciertamente no los niños, no con estos diseños de personajes que echan muchísimo para atrás y pueden dar hasta miedo. (Aunque no es categoría de nada, mi hijo empezó a verla y se fue a la habitación porque lo le interesó lo que vió). Por otro lado, por muchos temas adultos que toque, para el público generalista al final Pinocho es un remake de una película de Disney que ofrece otra versión animada, además fea. Jamás empezarán a ver una película de este tipo. (Mi mujer se quedó dormida viéndola porque se aburrió a los 10 minutos y no consiguieron que la interesara). Entonces ¿Quién es el público de Pinocho, sólo el público friki? Esos desde luego no pagamos el chiringuito, creo yo.

Pinocho fue creado por Carlo Collodi a final del siglo XIX, en la década de 1880. Está genial ambientar la película en Italia para buscar esta conexión con la obra original, pero la ambientación en la época fascista antes y durante la 2ª Guerra Mundial no me encaja para nada con la idea de fidelidad al original. Pinocho entraba dentro de la tradición de cuentos moralizantes que contaban a los niños (y mayores) que tenían que portarse bien y ser buenos ciudadanos o serían robados, castigados y al final tendrían el peor de los destinos imaginables. Al final, como premio por las lecciones aprendidas y por cuidar a Geppetto, fue premiado convirtiéndose en un niño de carne y hueso, lo que él siempre había deseado. Esto último no sucede en la película.

Comentaba que hay temas adultos a lo largo del viaje de Pinocho, cosa que me parece muy interesante. Sobre todo hay una crítica muy evidente al egoísmo y la maldad de la gente que se aprovecha de los inocentes, representado en el malvado Volpi, el dueño de la feria. Pero también a la sociedad que busca eliminar al diferente, algo representado en el fascismo italiano de los años 30 que domina el pueblo de Geppetto y toda Italia. Mussolini incluso aparece en la película. En este sentido, hay también una crítica muy clara contra la guerra y la gente belicista que la busca como si fuera algo bueno. Estos elementos como aspecto temático son muy interesantes, incluso aunque como digo la forma en que lo muestren no acabe de ser tan interesante como el tema en si.

En estos momentos de dictadura de lo políticamente correcto y de promoción de valores LGTBI+, estaba descontado desde antes de empezar a ver la película que Pinocho no se iba a convertir en un niño de carne y hueso, ya que él ya es un niño real, aunque de madera e inmortal. La clave es que sólo tenía que convencerse de que ya es un niño independientemente de su apariencia. Y no tengo problema en que Del Toro tome la decisión creativa que quiera si no fuera que tengo claro que en otro momento histórico hubiera sido más fiel a la novela y ahora mismo la corriente woke crea un marco de pensamiento inconsciente, que marca este cambio antes de empezar a escribir el guion, ya sea por convencimiento o por miedo a que califiquen la película de ___ista. Me encanta la libertad creativa, pero cuando ves que las decisiones de todas las producciones mainstream van siempre en el mismo sentido, no hay duda que no es tanto un tema «creativo» sino de adscripción a la doctrina dominante. Curiosamente, esto es lo que aplicaba el fascismo en Italia en la década de 1930, uniformando todas las ideas y atacando al que alejara del discurso dominante. Aunque siendo sincero, mi problema con Pinocho no viene con el final de la historia, que realmente me parece muy bonito y la parte más emocionante del conjunto, ya que la película ya me había perdido mucho, mucho antes. Así que este canto a favor de los niños y niñas diferentes no me supone ningún problema, más allá de reflejar lo que son las doctrinas dominantes en el mainstream.

A pesar de no haber conectado con este Pinocho de Guillermo del Toro, realmente hay que darle las gracias a Netflix por producir la película. Y al mismo tiempo, deseo que signan haciéndose más películas de animación con esta técnica del stop-motion, que da un feeling super diferente a la perfección de la películas creada con animación digital.

Esto me sugiere algo que ya he expresado hace mucho tiempo, y es que no existe un fandom o un friki unitario, cada uno somos de un padre y una madre, y a los que les gusta a animación no tiene porqué gustarle Pinocho y a la vez que la última película de Del Toro El Callejón de las almas perdidas me gustara mucho, con la que Pinocho comparte elemento empezando por el circo de freaks, no es garantía que su siguiente propuesta me vaya a gustar. En todo caso, seguiré probando lo que el Toro nos ofrezca.

Comparto el trailer de esta película:

Pinocho me ha decepcionado. No he conectado nada con la propuesta de Del Toro que además me ha parecido muy aburrida. Una pena.

PUNTUACIÓN: 6/10

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