Una semana con Studio Ghibli: Nausicaä, Mi vecino Totoro y Porco Rosso

Con motivo del estreno de El chico y la garza de Hayao Miyazaki, los amigos de El Colmo Podcast nos quisimos reunir para grabar un podcast especial con nuestras películas favoritas de Studio Ghibli. Por este motivo me pasé casi una semana viendo las seis películas del estudio seleccionadas para el podcast (hablar de todas es literalmente imposible), aprovechando que están todas disponibles en Netflix.

Quiero plantear dos posts especiales dedicados a estas películas, sobre las que escribiré en orden cronológico, aunque no fuera así cuando las ví por primera vez. Hoy incluyo Nausicaä del valle del viento (1984), Mi vecino Totoro (1988) y Porco Rosso (1992), y en el post de mañana escribiré sobre La princesa Mononoke (1997), El castillo ambulante (2004) y Ponyo en el acantilado (2008). Si, al final El viaje de Chihiro no entró en el podcast. Voy a compartir mis impresiones generales tras volver a verlas, pero no quiero poner puntuaciones numéricas a algunas películas que son obras maestras absolutas de la animación.

NAUSICAÁ DEL VALLE DEL VIENTO (1984)

En un futuro lejano, mil años después de una guerra de carácter apocalíptico, la Tierra aparece cubierta de bosques plagados de hongos venenosos y de insectos gigantescos. Los hombres han sido diezmados; los supervivientes viven en algunos poblados aislados y sobreviven a duras penas en las cercanías de un bosque contaminado con gases tóxicos e insectos mutantes gigantes, que cubren gran parte de la Tierra. Nausicaä es la princesa de El Valle de Viento, un reino minúsculo, rodeado de reinos más poderosos y hostiles. Es una guerrera que sabe pilotar naves, pero es también compasiva, tanto que se resiste a ver a los insectos como enemigos, sobre todo a los Ohms, artrópodos gigantescos y temibles por los que siente una extraña simpatía. La crisis estalla cuando el reino vecino de Tolmekia, encabezado por la princesa Kushana, invade El Valle del Viento. (FILMAFFINITY)

He visto Nausicaä un montón de veces, pero cada vez que la veo de nuevo me vuela la cabeza por un motivo u otro. Lo primero que me alucina es que una de las mejores películas de Ghibli en realidad no es del estudio. De hecho, fue precisamente el éxito de la película, animada por el estudio Topcraft y distribuida por Toei Company, lo que animó y dio fuerzas a Miyazaki a fundar Ghibli.

Nausicaä fue escrita y dirigida por Hayao Miyazaki adaptando su manga de 1982. En ella encontramos una imaginación desbordante al plantear un mundo desolado diferente a todo lo visto hasta ese momento, en el que la Naturaleza está intentando curarse a si misma aunque para ello use elementos que los seres humanos no entendemos, como son el bosque tóxico y los seres gigantes  Ohms con forma de pulga gigante. La humanidad intenta salir adelante cultivando las pocas zonas fértiles que quedan, como en el Valle del Viento del que proviene la protagonista, la compasiva princesa Nausicaä. Sin embargo, incluso en este mundo roto, la humanidad mostrará su peor versión, representado por el expansionista reino de guerrero de Tolmekia, que se encuentra en guerra contra el reino de Pejite y que llevarán el conflicto al valle.

La ciencia ficción y la fantasía se entremezclan en una película que desafía toda clasificación. Por supuesto hay una parte de ecologismo y respeto del medio ambiente, incluso del desolado. Hay crítica hacia el militarismo y la guerra sin sentido, y por encima de todo hay una protagonista que es todo corazón y que llena la película con su filosofía de respeto hacia todos los seres vivos, incluso a los Ohms, a los que todo el mundo ve como un parásito (gigante) que exterminar. Y que será la clave para el final pacífico de todo.

La animación es increíble. Por un lado con el diseño del mundo tóxico, pero también en lo referido a la vida de la humanidad en el Valle, las naves de combate y en general la tecnología. Las escenas de acción y los vuelos de las naves son increíbles, y los paisajes tienen una belleza hipnótica. Puede que con ojos de 2023 algunos planos generales del ataque de los Ohms quede un pelín cutrillo, ahí se nota la limitación del dibujo a mano previo al ordenador, pero el conjunto me encanta porque han conseguido que conecte emocionalmente.

Y es que Nausicaä de alguna manera pide que la sintamos más que la analicemos intelectualmente, y el triunfo es absoluto cuando la protagonista es tan emotiva y resolutiva a la vez, y su viaje tan interesante. En ese sentido, en la filmografía de Miyazaki hay siempre algún elemento un poco extraño, por decirlo de alguna manera. En el caso de Nausicaä, tenemos el descubrimiento que el planeta se está curando poco a poco usando para ello el bosque tóxico. Lo raro viene que esta curación lleva miles de años, y al ritmo que se extiende el bosque tóxico, para cuando la Tierra esté curada del todo probablemente la raza humana haya sido erradicada por la falta de alimentos al quedarse sin terreno cultivable. Este pero resulta algo muy pequeño dentro de una película super satisfactoria. La primera obra maestra de Miyazaki.

Por cierto, un detalle curioso es ver como la película termina de forma un tanto abrupta, pero sigue contando la continuación de la historia en los títulos de crédito. Algo que por cierto también hemos visto en películas de Pixar (UP, por ejemplo) y Disney.

¡Menudo peliculón!!

MI VECINO TOTORO (1988)

En los años 50, una familia japonesa se traslada al campo. Las dos hijas, Satsuki y Mei, entablan amistad con Totoro, un espíritu del bosque. El padre es un profesor universitario que estimula la imaginación de sus hijas relatándoles fábulas e historias mágicas sobre duendes, fantasmas y espíritus protectores de los hogares, mientras la madre se encuentra enferma en el hospital. (FILMAFFINITY)

Hablando de obras maestras, Mi vecino Totoro es magia pura. En mi casa la vemos casi cada año porque es una película maravillosa. Totoro es una de las películas de Ghibli con mayor la aclamación absoluta de la crítica, y es algo totalmente merecido. La historia de unas niñas que se mudan al campo para estar cerca de su madre enferma que está ingresada en un hospital conecta con la infancia del propio Miyazaki. Esta mirada nostálgica al mundo de su infancia con el añadido del elemento fantástico basado en las tradiciones japonesas es uno de los grandes aciertos de una película que en realidad es redonda en todo. Y a pesar de todo el fantástico y la maravilla que es Totoro, las niñas sólo quieren que su madre se cure, con el miedo que pueda fallecer alejada de ellas, un miedo que es entendible por cualquier espectador, incluso los más pequeños.

Una constante de la obra de Miyazaki es mostrar que la magia y la fantasía existen a nuestro alrededor, pero es una magia que sólo los niños pueden ver. En ese sentido, que sean las niñas nuestro punto de vista que nos abre las puertas a este mundo maravilloso es otro acierto. Pensar que el mayor drama viene cuando Mei, la niña pequeña de 5 años, se pierde intentando llegar al hospital pensando que ha empeorado de salud, puede ser una anécdota a ojos adultos pero es un drama a escala shakespeariana para las niñas, que temen que todo su mundo puede venirse abajo sin su madre. que los adultos podamos sentir de nuevo la magia gracias a las películas de Ghibli me parece una maravilla.

Aunque son películas muy diferentes en todo, diría que la animación de Totoro es superior a la de Nausicaä, empezando porque Miyazaki la hizo antes de Ghibli y entiendo que con menores recursos de los que tuvo una vez fundó su estudio. En la película las niñas son una maravilla que te enamoran desde el primer fotograma, los paisajes poesía pura y los seres fantásticos me tienen con la sonrisa en la cara de principio a fin. Totoro es el ideal de diseño perfecto y super icónico que nos vuela la cabeza a los padres y se convierte en el favorito de los niños no necesita hablar para que todos queramos quedarnos dormidos en un peludo pecho.

Además, que la historia de ambiente en el Japón de los años 50 ayuda a transmitir el feeling de cuento atemporal alejado de las modas del momento que seguiremos disfrutando dentro de 30 años igual que lo hacemos ahora. El retrato costumbrista de la vida en el campo también es otro elemento que ayuda a que conectemos y empaticemos emocionalmente. Es que todo lo hacen bien.

Mi vecino Totoro es otro peliculón. Que curiosamente tiene también un final abrupto, aunque no llega a empañar una experiencia super satisfactoria.

PORCO ROSSO (1992)

Periodo de entreguerras. Porco es un cerdo aviador que frustra todos los actos de piratería perpetrados por los piratas aéreos del Adriático. Éstos, decididos a acabar con el valiente y hábil aviador, se ponen de acuerdo para contratar a un aventurero americano cuya misión será eliminarlo. (FILMAFFINITY)

De la tres películas que hoy recuerdo, Porco Rosso es de largo la película de Ghibli que menos veces he visto y la que para mi es menos buena de las tres, dentro que es super entretenida.

Por tratarlo primero y quitármelo de en medio lo antes posible, la película tiene la mítica frase «prefiero ser un cerdo que un fascista» que tan de actualidad está en la política española los últimos años. Y dentro que es una frase obvia que entiendo que cualquier persona normal suscribiría sin problemas, hay que destacar la triste realidad en nuestro país en la que se le ha vaciado de sentido, desde el momento en que cualquiera que no opine como tu es «fascista».

En realidad la película no intenta ser un tratado histórico ni un manifiesto político, sino que aprovecha el marco temporal del Mar Adriático en 1929, con una Italia ya gobernada por Mussolini que se estaba anexionando territorios de lo que ahora es Croacia, para establecer un marco idílico en la que situar desde una perspectiva bucólica una aventura ligera que celebra elementos como la aviación y el mundo de los forajidos que no aceptan el poder establecido. Algo evidente en la figura de Porco Rosso pero también aplicable a los piratas a los que se enfrenta y luego convierte en amigos.

La película comienza con un asalto de unos piratas que roban el dinero de un barco y secuestran a unas niñas. Que las niñas se lo tomen como una fiesta y hagan lo que quieran con los piratas es una escena buenísima que siempre me saca una sonrisa. Y que marca el tono infantil de la película. Por supuesto Porco Rosso rescatará a las niñas, sin que nadie resulte herido, a pesar de encontrarnos con una batalla aérea con armas automáticas. La película es para todos los públicos y no tiene problema en demostrarlo siempre que tiene ocasión. Algo que para mi no es un problema.

Tengo claro que a Hayao Miyazaki le encanta el mundo de la aviación y la sensación que libertad que transmite. No es casualidad que Nausicaä sea piloto, y en Porco Rosso los pilotos son los aventureros definitivos. En ciertos momentos encontraba cierta conexión con clásicos del cine de aventuras como Robin Hood de Errol Flynn, y en Porco encuentro similitudes con Rick de Casablanca. Hay muchas referencias posibles, y creo que cada espectador encontrará cosas diferentes. Y todos tendrán razón.

Como siempre, la película tienen un elemento extraño que puede chocar con el espectador. En este caso, la maldición que sufre el protagonista, que fue piloto de caza en la 1ª Guerra Mundial. Una maldición que nunca se aclara el motivo ni su origen y que es un porque si total ¿se siente culpable al no morir con sus compañeros de armas? Pero en realidad da igual, aunque sea un elemento mágico y sobrenatural en una historia que es bastante mundana y «realista», sobre todo en lo referido a los aviones que veremos.

Además de Porco la gran personaje de la película es Fio, la ingeniera de 17 años nieta del maestro mecánico Piccolo y que se enfrentará al machismo de Porco (y de los piratas) demostrando su valía construyéndole su nuevo avión y acompañándole en su primer vuelo y su primera aventura. Fio es genial, y me encanta. Por contra, el «villano», el americano Donald Curtis me parece bastante flojete. Eso si es que hay villano en una película en la que aunque al principio se enfrentan al final todos encuentran la paz entre hermanos del aire, tal vez por la verdadera villanía que significaba el fascismo de Mussolini que está en el marco de la historia.

En lo referido a la animación, en Porco Rosso se aprecian elementos reales del Mar Adriático, como son puertos italianos y croatas. También el diseño de los aviones se inspira en aviones reales de la época, aunque aplicando un filtro fantástico en algunos aeroplanos. Los combates aéreos y en general todos los vuelos resaltan la sensación de libertad y de aventura que la película plantea desde su primer fotograma, y es otro de los elementos super chulos de la película. Todo en Porco Rosso me gusta y me parece super divertido, incluso cuando el climax final se resuelve de la forma más tonta e infantil, al enfrentarse a tortazos los pilotos enfrentados. En todo caso, Porco Rosso es otra película super disfrutable, aunque para mi se encuentre un peldaño por debajo de las obras maestras de Ghibli.

Aquí termina la primera parte de mis artículos especiales dedicados a Hayao Miyazaki y a su Studio Ghibli. Mañana publicaré la segunda parte.

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