Crítica de Robot Dreams de Pablo Berger.

Tenía curiosidad y ganas de ver Robot Dreams, la película de animación de Pablo Berger (Blancanieves), ganadora de los premios a mejor guion adaptado y mejor film de animación en los Goyas de este año, ganando además el premio a Mejor película independiente 2023 en los premios Annie, mejor película de animación en los premios del Cine Europeo y que está nominada a mejor largometraje de animación en los Oscars.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Basada en la popular novela gráfica de Sara Varon. Dog es un perro solitario que vive en Manhattan. Un día decide construirse un robot, para que sea amigo. Su amistad crece, hasta hacerse inseparables, al ritmo de la Nueva York de los 80. Una noche de verano, Dog, con gran pena, se ve obligado a abandonar al robot en la playa. (FILMAFFINITY)

Pablo Berger Uranga (Bilbao, 1963) es un director de cine español. En 1988 dirigió su primer cortometraje, Mamá, una producción de Joaquín Trincado, con dirección artística de Álex de la Iglesia. Con los múltiples premios obtenidos consiguió una beca de la Diputación Foral de Vizcaya para estudiar un máster en cine en la New York University donde dirigió su corto “Truth and Beauty” por el que fue nominado a los Emmy. Su ópera prima, la coproducción hispano-danesa Torremolinos 73 (2003), con Javier Cámara, Candela Peña, Mads Mikkelsen y Fernando Tejero. En 2012 estrenó su segunda película, Blancanieves, que fue elegida para representar a España en los Premios Óscar en la categoría de Mejor película de habla no inglesa, y que ganó 10 Premios Goya. En 2017 estrenó Abracadabra, una comedia de nuevo protagonizada por Maribel Verdú. Robot dreams es, por tanto, su cuarta película como director, y la primera de animación.

Berger escribe el guion adaptando el cómic homónimo de Sara Varón. Con montaje de Fernando Franco y música de Alfonso de Vilallonga, hay que destacar también el trabajo de Benoît Feroumonts como director de animación. La película de 102 minutos es una co-producción hispano-francesa. Y como comentaba al principio, Robot Dream ha conseguido una aclamación universal, ganando además numerosos galardones y premios como los premios a mejor guion adaptado y mejor film de animación en los Goyas de este año, ganando además el premio a Mejor película independiente 2023 en los premios Annie, mejor película de animación en los premios del Cine Europeo y el premio del público del Festival de Sitges. Además, está nominada a mejor largometraje de animación en los Oscars, aunque creo que Hayao Miyazaki ganará este premio por El chico y la garza.

Robot dreams es una película con un montón de elemento super chulos que quiero empezar destacando. En especial la animación y que planteen una narrativa sin diálogos. Pablo Berger parece especializado con lo de la narrativa sin diálogos, y en esta película lleva el «experimento» un paso más allá, pensando en el homenaje al cine mudo que fue su Blancanieves. Es muy difícil plantear una historia sin diálogos y con unos diseños de personajes a priori extremadamente simples como son Dog y Robot, y que sus sentimientos y motivaciones estén siempre claros. He visto algunos videos de making-of relativos a la animación, y me alucina algo que comenta el director de animación Benoît Feroumonts, y es que cuando tienes diseños tan «simples», puede parecer que la animación es más sencilla de hacer, cuando es al revés. Resulta muchísimo más complicado dotar de vida a unos personajes que son apenas dos líneas básicas. Y sin embargo, el éxito de la película es tremendo. En todo momento sabes lo que sienten y cuales son sus preocupaciones, y momentos como el baile con patines me parece una pasada. Esto me parece un éxito maravilloso.

Además de la narrativa sin diálogos, la animación me ha parecido un triunfo absoluto. No se si es un tema de Berger o ya el comic original estaba ambientado en una Nueva York habitada por animales antropomórficos, pero todo ello sirve para que cada imagen sea un despliegue visual que sobrecargaba mis sentidos. Las imágenes son super coloridas y vibrantes, y aunque los diseños de los personajes / animales puede decirse que son lo más sencillos e icónicos posibles, los fondos cuentan con un nivel de detalle increíble. Desde los ladrillos en la pared de la casa de Dog (o los tornillos sueltos por suelo mientras monta a Robot), o la maravilla que es ver a Dog y Robot andar por las calles, la película tiene un montón de detalles que hacen que todo sea una delicia.

Unido a la personalidad de Nueva York y la excepcional animación, ambientar la historia en los años 80, con el punk y el germen de lo que seria el rap en las calles, ayuda a cimentar la sensación de historia mítica ambientada en un mundo ideal, casi como si de un cuento de hadas se tratara. Esta Nueva York era la cima del capitalismo, pero era también un centro cultural y social a nivel mundial. Y por lo que se dice, si algo malo ha traído la globalización es que la ciudad es mucho más segura, pero todo se ha uniformizado y se ha perdido parte de su personalidad. Plantear la historia en este mundo idealizado pasado, unido a una música y la selección de canciones convierten a Robot Dreams en una película llena de emoción. Otro detalle interesante es que aunque hay un drama muy gordo por la pérdida de un ser querido, el tono es optimista en todo momento, dando la sensación que ante todo quieren dejarte con buen sabor de boca.

Como digo, la animación es una maravilla. Y todo iba bien hasta que empiezo a pensar en la historia, en lo que Pablo Berger nos está contando en Robot dreams. Que, de nuevo, no se si es literal al comic o se toma alguna licencia. Y ahí la experiencia se me desmontó en gran medida, incluso a pesar de lo mucho que he disfrutado de la animación de la película. Intelectualmente y tras pensar en la película, veo claro la intención de contar una historia agridulce sobre la pérdida de una amistad y como a pesar de los momentos malos, los protagonistas consiguen seguir con sus vidas y llegan a ser felices cada uno por su lado. Como lección de vida, la intención de Robot dreams me parece loable y super bienintencionada.

Pero entonces entramos en la EJECUCIÓN, y ahí es donde para mi la película descarrila. Todo lo referido a Dog me parece un fail como una casa de principio a fin. Partiendo con que Dog no hace un amigo, COMPRA a un amigo, lo cual es una diferencia fundamental que hace que la metáfora de la historia de amistad se desmorone. Incluso aceptando que sin ese momento no hay película, la forma con que Dog pierde a Robot en la playa y no hace apenas nada por recuperarle, me parece un momento ridículo. Porque a lo largo de los meses a la playa sí acceden los conejos o el buscador de metales, que se limite a ir una noche me parece casi un insulto, pensando que no hablamos de un teléfono o una tostadora, sino su mejor amigo y un ser sentiente e inteligente. Si Dog hubiera hecho otro amigo o amiga la percepción sería mejor, pero por la parte de Dog vuelve a ser feliz y deja atrás su pasado cuando COMPRA un nuevo robot que se convierte en su nuevo mejor amigo. La derivada capitalista y mercantilista que sugiere que si tienes dinero no tienes nada de lo que preocuparte me parece lo contrario a cualquier intención bella o poética.

La película hace alusión a los sueños de Robot mientras está inmóvil en la playa, mientras imagina formas en las que podría volver a reunirse con su amigo (y dueño) Dog. Estas escenas oníricas son super chulas, y alternan este mundo ideal con la fría realidad del invierno en la ciudad. En paralelo la película nos muestra los sueños de Robot y lo que le va pasando en la playa con la vida de Dog, creando dos narrativas que no tienes claro si volverán a reunirse en algún momento. Que a pesar de todas las vicisitudes Robot pueda encontrar la felicidad con un nuevo dueño y acepte que Dog ha rehecho su vida sin él y no le necesita, es un momento muy chulo que me deja con cierto buen sabor de boca, dentro que Robot si lo piensas un poco es un siervo al servicio de otro amo. Es un amigo porque su programación le impone serlo, pero no es realmente libre. Como digo, la parte de Robot es más satisfactoria que la de Dog, porque es él quien decide no ir al encuentro de su antiguo dueño y quedarse con el actual, al ver que Dog ha rehecho su vida. Pero a poco que escarbamos en lo que significa esto, en realidad no estamos ante una situación SATISFACTORIA.

Como veis, Creo que hay un enorme desequilibrio entre lo que Robot dreams quiere contarnos y la forma empleada para hacerlo. Y esto me lleva a otra reflexión. ¿Quién es el público objetivo de Pablo Berger cuando decide hacer esta película? En realidad veo bastante claro que esta NO es una película para niños, ni en fondo ni en forma. Aparte que el mensaje para los niños de que no pasa nada con perder un juguete porque siempre puedes comprarte (o que te compren) otro es lo menos indicado creo yo que se le puede decir a un niño en este mundo hiper consumista en que nos encontramos a unos niños que no consiguen mantener la atención por nada más allá de 5 minutos o un video de Tik-Tok.

Una vez descartado el público infantil, aparte de lo cansino que supone tener que rebatir que el que una película sea de animación no significa que tenga que ser infantil, queda la evidencia que Robot dreams es una película dirigida a un público adulto. Y aquí tengo que hacer otra vez la matización sobre que no se si Berger ha adaptado literalmente el comic de Sara Varón o no. Pero esta historia no puede ser tomada muy en serio por un público adulto y nos obliga a una suspensión de la credulidad total, algo que no me gusta en general pero menos si cabe en una película que viene con el marcado de «inteligente». Y no me gusta nada cuando una película, serie, comic, etc… me deja con la sensación que el autor se cree más inteligente que yo (el consumidor).

De nuevo intentando ver el vaso medio lleno veo que esta historia de amistad entre un perro y su robot puede plantearse como un canto por la diversidad y la mezcla de personas diferentes. Me creo que este intento de historia de amistad entre seres diversos pueda conectar con todo tipo de espectadores y sugerir todo tipo de relaciones en la relativo al sexo, la raza, la edad o cualquier factor que se quiera imaginar. Lo único es que usar una COMPRA y la superioridad de una persona sobre la otra no creo que sea una idea sana en absoluto. Aparte que como digo, los robots siendo inteligentes y teniendo sueños son seres totalmente dependientes de sus dueños. La metáfora no puede funcionar en estas condiciones.

Tenía muchas ganas que Robot dreams me encantara, y me sabe muy mal que la historia me parezca tan deficiente. Qué pena.

Comparto el trailer de la película:

Me sabe super mal que teniendo como tiene una animación alucinante, el mensaje y la historia de Robot Dreams de amigos de usar y tirar porque siempre puedes comprar otros no me haya dejado disfrutar de la película y no me dejara con buen sabor de boca.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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