Crítica de The Sandman temporada 2 parte 1 (Netflix)

Netflix ha estrenado sin llamar demasiado la atención la primera parte de la segunda temporada de Sandman, la adaptación del maravilloso comic de Neil Gaiman y varios artistas.

PUNTUACIÓN: 6.5/10


Una reunión de los Eternos lleva a Morfeo por un camino lleno de peligros en el que una decisión crucial hace que se convierta en el blanco de una implacable venganza.

Sandman es la obra magna de Neil Gaiman, publicada por DC Comics a lo largo de 75 números entre 1989 y 1996. Junto a Gaiman, los artistas Sam Kieth y Mike Dringenberg aparecen acreditados como creadores, aunque por sus páginas pasaron artistas de la talla de Jill Thompson, Coreen Dollan, Kelley Jones, Charles Vess, Michael Zulli, Marc Hemper y muchos más. Aparte de narrar la historia de Morfeo, el Señor del Sueño, y como el cambio es inevitable lo quiera él o no, el comic sirvió para que Gaiman explorar sus inquietudes como contador de historias, planteando numerosas historias fuera de la trama principal con personajes como William Shakespeare, analizando la propia naturaleza de las historias. Tras cerrar la historia, Gaiman ha vuelto cada pocos años para contar nuevas historias en el mundo de Sandman, por ejemplo Obertura junto al increíble J.H. Williams III.

Sandman es uno de los mejores comics de la historia. Un comic que mostró a los que no leen comics las posibilidades del medio para contar todo tipo de historias, con el que Neil Gaiman consiguió todo tipo de premios del mundo del comic y del mundo literario. Aunque el comic parecía imposible de adaptar a otros medios, en 2022 se estrenó la primera temporada de una serie  desarrollada por el propio Gaiman, junto a David S. Goyer (Trilogía de Batman de Nolan, Blade) y Allan Heinberg (Guionista de la película Wonder Woman y en comics, creador de Young Avengers). Un Heinberg que actúa como showrunner de esta segunda y última temporada. La primera temporada no acabó de convencerme a pesar de trasladar de forma muy fiel varias de los arcos del comic, al perder toda la magia y el terror que el comic si transmitía al lector.

Esta segunda temporada de The Sandman NO ha estrenado todos los capítulos a la vez. Los seis episodios disponibles esta semana han sido dirigidos por Jamie Childs, contando con guiones de Heinberg, Ameni Rozsa, Alexander Wise, Austin Guzman, Shadi Petosky y Jim Campolongo. Los primeros 3 episodios adaptan el arco Season of Mist (números 21-28 USA), más el multipremiado episodio A Midsummer Night’s Dream (número 19). Los episodios 4-6 adaptan el arco Brief Lives (números 41-49), más el número 59 Thermidor y The Sandman Special #1 («The Song of Orpheus»).

La segunda parte de la temporada se estrenará el 24 de Julio y constará de 5 episodios, que entiendo adaptarán The kindly ones (Las benévolas) y The Wake (El velatorio), el arco con el que terminó el comic. A modo de bonus-track, el 31 de julio se estrenará un último episodio adaptando la multipremiada miniserie Death: The high cost of living de Gaiman, Chris Bachalo y Mark Buckingham.

En el casting tenemos a Tom Sturridge como Sueño, Esmé Creed-Miles como Delirio, la miembro más joven de los Eternos, Kirby como Muerte, Mason Alexander Park como Deseo, Donna Preston como Desesperación, Adrian Lester como Destino. Fuera de los Eternos tenemos a Gwendoline Christie como Lucifer, Señor del Infierno, Patton Oswalt como Matthew el Cuervo, Vivienne Acheampong como Lucienne, la bibliotecaria jefe y guardiana del reino del Sueño, Jenna Coleman como Johanna Constantine, una dura nigromante y exitosa aventurera ocultista a sueldo, Asim Chaudhry como Abel y Sanjeev Bhaskar como Caín.

En la temporada 2 tenemos a Ruairi O’Connor como Orfeo, poeta, músico, oráculo e hijo único de Sueño y la musa Calliope, Barry Sloane como Destrucción, el Perdido Sin Fin, Freddie Fox es Loki, el dios del caos, Clive Russell interpreta a Odín, Laurence O’Fuarain a Thor. Ann Skelly es Nuala, y Douglas Booth es Cluracan, emisarios reales de la corte de Faerie. Jack Gleeson interpreta a Puck, un malévolo hobgoblin que sirve de bufón real al rey Auberon de Faerie. Por último, Indya Moore interpreta a Wanda.

Siendo una adaptación fiel a los hechos contados en el comic, me llevé un chasco importante con la primera temporada de The Sandman estrenada en Netflix en 2022. Aunque el guion era básicamente el mismo del comic, la puesta en escena era (exageradamente hablando) como si estuviera viendo una obra de teatro local adaptando El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien (y la película de Peter Jackson). La historia puede ser fiel, pero faltaba toda la magia, el terror y el sentido de la maravilla. Aparte de la cancelación de Neil Gaiman, que ha provocado que Netflix no haya publicitado apenas el estreno de esta temporada, el no conectar con la primera temporada me hizo dudar durante algunos días si ver una serie que había muchas posibilidades que no me gustara. Finalmente me animé a ver estos 6 episodios, y tengo que decir que me alegro de haberlo hecho, a pesar de todos sus elementos menos buenos.

En The Sandman, Neil Gaiman experimentó diferentes tipos de historia que tenían que ver o no con el protagonista Sueño. Y aunque la historia de Sueño y como acabó asumiendo que el cambio es inevitable (lo quiera él o no) es el nudo conductor del comic, la sensación de 1001 noches en la que cada nueva historia podía ser muy diferente a la anterior estaba siempre presente. Gaiman como contador de historias consiguió una fama más que merecida gracias a estas historias «laterales». De hecho, las historias favoritas de mucha gente son precisamente estas, y no tanto las de Sueño. Un protagonista que en realidad cae bastante antipático, por lo general.

En televisión no se lleva el tomar carreteras secundarias que alejen al espectador de la trama principal del protagonista. Y es por esto que de forma entendible, ante la decisión de Netflix de que The Sandman termine en su segunda temporada, el showrunner Allan Heinberg ha decidido centrarse en la historia principal de Sueño y sus hermanos Eternos. Y con algún reparo, en realidad los mismos que tuve con la primera temporada, me ha gustado ver la adaptación de Season of Mist y Brief Lives.

Cuando has leído bastante a Gaiman, te das cuenta que como todo el mundo, tiene unos tics que aplica en gran parte de su obra. Por un lado tenemos a personajes que no son buenos ni malos, sino que actúan según su naturaleza. Sueño desde luego entra en esa categoría, pero también El Corintio o Loki. Eso no significa que lo que hagan sea correcto, pero de alguna manera busca alejarse del arquetipo de buenos y malos que abunda en el entretenimiento mainstream. Otro elemento muy característico de Gaiman es su gusto por romper las expectativas que él mismo crea con historias que se salen de la tangente y resultan de alguna manera anticlimáticas. Algo que conecta con la idea que los actos de estos seres sobrenaturales están más allá del entendimiento de los meros mortales.

Eso es justo lo que tenemos en Season of mist. Tras una reunión de hermanos Eternos, Sueño acepta que cometió un error (una maldad) hacia su amada Nada, a la que condenó a 10.000 años en el infierno al negarse a ser su Reina. En realidad, fue un cerdo asqueroso intentando ocultar un acto realizado por despecho como un decisión de Nada sobre la que él no tuvo nada que ver. Una vez aceptada la injusticia, lo siguiente es lógico. Volver al Infierno para liberar a Nada. A pesar que Lucifer se la tiene jurada por lo sucedido la primera temporada. Lo que pasa a continuación es todo lo contrario a lo esperable, ya que no hay combate por el alma de Nada ni nada que se le parezca.

En Brief Lives, Morfeo acompañará a su hermana Delirio en su búsqueda de su hermano perdido, Destrucción. Un viaje que tendrá varios sobresaltos y que servirá para que conozcamos otro de los grandes errores de Morfeo, al conocer la historia de su hijo Orfeo. La búsqueda de Destrucción provoca un final anticlimático marca de la casa Gaiman, y sus repercusiones pondrán el marcha el final de Sueño tal y como conocemos, algo que leimos en el arco Las benévolas (The kindly ones). En lo fundamental, la historia del comic está planteada razonablemente bien. Los que leímos el comic no vemos grandes problemas a estos episodios, y entiendo que los que no lo han leído se verán sorprendidos por las diferentes sorpresas.

En positivo, quiero destacar el trabajo de Esmé Creed-Miles como Delirio, que creo que es lo mejor de la serie. Tom Sturridge como Sueño hace un correcto trabajo dentro que su obligación es estar plantado tieso como un palo intentando no mostrar ninguna emoción. Visualmente Sturridge era un casting perfecto, pero en realidad sufre el mismo problema que el casting en general. Y es que todos son muy flojos y carentes del más mínimo carisma.

Tenemos a actores televisivos que son incapaces de transmitir nada y que convierten lo que es uno de los mejores comics de la historia en algo plano sin carisma, personalidad o química. Especialmente sangrante es el caso de la actriz que interpreta a Muerte, que es un error de casting tremendo que no tiene ni un ápice de la empatía y cariño que el personaje transmitía en los comics. Los actores que interpretan a Orfeo o Destrucción son muy flojos también, teniendo todo el conjunto actoral una sensación «televisiva» dicho con la peor de las connotaciones posibles.

La serie sufre el mismo problema de falta de capacidad de transmitir nada que tuvo la primera temporada. En este sentido, como al menos ya sabía lo que había, la falta de emoción, de empatía o terror que sí tenía el comic no me supuso un problema excesivo mientras veía estos episodios. Buscando algo positivo, Season of Mist tenía una cualidad teatral en el comic, con Sueño entrevistándose con numerosos seres sobrenaturales, que hace que funcione mejor en el cartón piedra televisivo que ha planteado la serie. De hecho, en este arco se incluye el celebrado episodio A Midsummer Night’s Dream que narra la representación de la obra de Shakespeare a un público poco habitual. Así que en la parte de mostrar esta obra de teatro, la serie encuentra el tipo de historia que le permite minimizar sus defectos en lo referido al diseño de producción, la dirección o el montaje. Algo es algo.

Ahora bien, ya sea por unas interpretaciones carentes de carisma o calidad, por un ritmo plano que no plantea hitos narrativos interesantes, o en general por una dirección sin chispa, el resultado es una serie en que todo está correcto, pero nada enamora. Y eso es un problema, incluso sabiendo lo que había antes de empezar el visionado. Se que hay varias generaciones de espectadores británicos que han disfrutado del entretenimiento de cartón piedra de Doctor Who. Entiendo que para todas esas personas las carencias de The Sandman no serán un problema. Pero para mi lo son.

Incluso reconociendo lo mucho que me ha gustado ver en imagen real Season of Mist y Brief Lives, en realidad me doy cuenta que lo me gusta era el comic de Gaiman y sus artistas, y esta adaptación es una pálida traslación que no iguala lo que es el comic y lo que debería hacer sido esta serie, si la hubiera realizado gente más capaz.

Fruto de esta sensación plana y la necesidad de contar lo principal de la trama del comic, se pierden muchas cosas en el camino. En Brief Lives uno de los personajes más celebrados fue el personaje de Wanda, una persona trans en un momento de los años 90 en que su visibilidad era nula. Mirando el vaso medio lleno, al menos Wanda aparece en la serie y tiene dos buenas escenas. Mirando el vaso medio vacío, Wanda no tiene arco más allá de aparecer, y se pierde toda la emoción que el personaje y su entorno tenía en el comic. De nuevo, no se puede decir que esté mal, pero su papel está tan reducido que sabe a poco. La tristeza profunda con que te dejaba el comic se pierde, como también la alegría por el acto de rebeldía final con que se cerraba esa historia.

Esto me hace pensar en la idea de comic imposible de trasladar a otros medios que tenía Sandman. De adaptar bien, se entiende, logrando imitar las cotas de excelencia que tenía el comic. Un primer aspecto de esto lo proporcional los diferentes dibujantes que trabajaron en el comic. Artistas con estilos diferentes que aportaban sensibilidades diferentes a cada historia que ayudaban a transmitir la idea de mutabilidad que tiene el Sueño. Además del terror, la imaginación y el sentido de la maravilla, Algo que jamás sentimos debido a la dirección plana y mundana que tenemos en esta serie.

Comentaba que me parece lógico que los creadores se centren en la historia de Morfeo. Pero otro elemento destacable que tenían las historias laterales que creaba Gaiman, aparte de ayudarle a exprimir sus músculos creativos y convertir al comic en un contenedor de historias, era transmitir la idea de paso del tiempo y de la existencia de numerosas elipsis que hacían que hubiera pasado mucho tiempo entre una historia y otra. La serie de televisión se plantea de una manera que toda la temporada parece una semana en la vida de Sandman, lo cual no es un problema grave, pero tampoco ayuda a que el conjunto tenga el feeling que debería.

En realidad me alegro de haber podido ver estos episodios, pero no dejo de pensar que estamos ante una oportunidad perdida que nos está privando de disfrutar The Sandman con la calidad que el comic de Gaiman merece. Y es una pena, sobre todo pensando que tras la cancelación de Gaiman por sus supuestos abusos cometidos contra varias mujeres, no vamos a tener una segunda oportunidad de que se haga algo mejor.

Como digo, más que esta serie, lo que me gusta es el comic. Y aunque en la disyuntiva de elegir que no haya serie o que se estrene prefiero la segunda opción, The Sandman merecía más.

Comparto el trailer de esta segunda temporada:

The Sandman es una correcta adaptación que debería haber sido notable o sobresaliente. Me alegro de poder verla pero debería haber sido mucho mejor.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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