Tras la lectura del primer volumen de Predator de su nueva etapa en Marvel Comics, me he venido arriba y me animé también con el comic de Alien que Panini publicó el año pasado, obra del escritor Phillip Kennedy Johnson, dibujos del valenciano Salvador Larroca y color de Guru-eFX. Y no me ha gustado.
PUNTUACIÓN: 4/10
¡Alien, el gran icono del cine de terror, llega Marvel, de la mano de Phillip Kennedy Johnson (Superman) y Salvador Larroca (El Invencible Iron Man)! ¡Gabriel Cruz entregó su vida a la Corporación Weyland-Yutani y, por culpa de un ataque alienígena al que sobrevivió a duras penas, a punto estuvo de entregarla literalmente! Cruz, que se jubiló recientemente, está intentando retomar su relación con su hijo, al que abandonó, con la ayuda de un amigo; un androide modelo Bishop. Pero su regreso a la vida civil va a ser complicado, ¡puesto que va a toparse de nuevo con los mortíferos xenomorfos!
Este volumen en tapa dura de Panini incluye Alien 1-6 USA.
Phillip Kennedy Johnson (Iowa, 1978) es uno de los escritores on-fire de la última hornada. Militar y músico además de escritor, fue nominado al Premio Eisner. Su trabajo en la industria del cómic se ha publicado en editoriales como BOOM! Studios, Archaia, Scout Comics, IDW Publishing, Aftershock, Marvel y DC Comics. Entre sus creaciones destaca las series The Last God, publicada bajo el sello Black Label de DC, Last Sons of America, Warlords of Appalachia, Smoketown y 007:, entre otras. En los últimos tiempos ha compaginado etapas en SUPERMAN y Action Comics en DC Comics con este trabajo de Alien en Marvel.
Salvador Larroca (Valencia, 1964) es uno de los dibujantes españoles más veteranos trabajando para Marvel Comics. Como Carlos Pacheco, empezó su carrera profesional trabajando para Marvel U.K., publicando en 1992 Dark Angel y Death´s Head. Tras dar el salto a Estados Unidos, dibujó unos números de Flash tras los de Carlos Pacheco, entrando a trabajar para Marvel justo a continuación, en 1994. A partir de una etapa larga en Ghost Rider, consiguió una merecida fama de dibujante cumplidor con las fechas de entrega que podía sacar a los editores de más de un problema. En estos casi 30 años en nómina de Marvel, Larroca ha dibujado prácticamente a todos los personajes de la editorial, destacando la colección Xtreme X-Men con Chris Claremont, donde experimentó con un lápiz sin entintado, los 4 Fantásticos también con Claremont, Newuniversal con Warren Ellis o su trabajo en Iron Man con Matt Fraction, que le valió un Eisner en 2009. En los últimos años Larroca fue también dibujante en la colección de Darth Vader durante dos años, dentro del sello de Star Wars.
Entrando a valorar el comic, un primer elemento a destacar es que el comic de Predator que leí hace unos días situaba la continuidad tras lo sucedido en todas películas, por supuesto las dos películas clásicas pero también Predators (Nimród Antal, 2010) o The Predator (Shane Black, 2018). No pasa lo mismo en este comic de Alien, que marca la línea tras Aliens El Regreso (James Cameron, 1986), obviando las posteriores.
Dentro de la valoración, tengo que decir que la historia de Phillip Kennedy Johnson gana al ser leída en tomo. De hecho, estamos ante una historia más pensada para ser leída en este formato, dado que sobre todo en la dos primeras grapas no hay grandes momentos que te dejen con ganas más. Johnson plantea una historia correcta que discurre por tropos esperables del universo Alien. Cruz, un veterano militar con un trauma del pasado, intentará acercarse a un hijo al que hace años no ve. tras su jubilación Por desgracia, su hijo forma parte de un grupo radical que aprovecha las claves robadas de Cruz para entrar en el laboratorio de alta seguridad donde trabajaba. Esto por supuesto provocará el surgimiento de los Alien y una misión de rescate en la que Cruz intentará salvar a su hijo antes que la estación espacial sea destruida, mientras que a empresa Weyland-Yutani quiere recuperar el objeto de la investigación.
La historia no es ningún dechado de originalidad, pero si construye bien el misterio alrededor del trauma del pasado de Cruz. Tiene además una sorpresa en lo referido a un androide presente en la estación espacial, así como una muestra de la avaricia de la empresa para los que el objetivo vale las vidas que sean necesarias. Desde el primer momento el comic transmite que tiene el feeling adecuado que se espera en una historia de Alien. Creo que todo está razonablemente bien planteado. Y aunque no hay alardes ni enamora en ningún momento, en manos de otro dibujante hubiéramos tenido un comic entretenido con momentos impactantes y un final lógico casi inevitable bien ejecutado.
El problema de este comic es el dibujo de Salvador Larroca. Comentaba al principio que Larroca es un profesional super valorado en Marvel al que si le piden si puede entregar una grapa de 20 páginas en 5 días te dice que si y te las «dibuja». Todo editor de una empresa grande necesita solucionadores como Larroca, y en ese sentido entiendo que sus últimos encargos en Darth Vader y este de Alien son premios a su lealtad y a su dedicación de casi 30 años. Aparte de una fuente importante de ingresos con los royalties que debe cobrar por las ventas de los tomos.
Pero Larroca se ha convertido en un artista ilegible desde que decidió su estilo actual supuestamente hiper-realista copiando de frames de películas que arregla ligeramente con el photoshop, para que parezca un trabajo propio y no tracing. En este comic, Larroca copia la cara de Lance Henriksen (Bishop), pero cada vez que aparece me da un repelús tremendo. Tengo claro que Cruz y el resto de personajes están «inspirados» de actores o modelos con presencia en redes sociales, aunque no les pueda situar exactamente. Fruto de este efecto copión, tenemos algunas escenas planteadas con todas las viñetas con el mismo punto de vista, en el que los personajes hablan y se mueven, que son lo contrario a «dinámicas». Además, hay también un exceso de primeros planos de las caras de los personajes, o planos medios, que me muestran a un artista con pocas ganas de trabajar, pensando que con dibujar la cara es suficiente para hacer atractiva la historia. (Spoiler: no lo es).
Esto ya es problemático, pero no sería insalvable para disfrutar del comic si no fuera que el supuesto hiperrealismo mal entendido de Larroca provoca que el comic sea una sucesión de imágenes mal conectadas con las siguientes que provoca una sensación de acción estática y ninguna tensión o progresión dramática. Es posible que el color de guru-eFX tampoco ayude, pero en los dibujos de Larroca no hay tampoco ni el más mínimo rastro de tono de terror, ni siquiera la intención de crear momentos perturbadores. Hablando del cine, en las películas tenemos imágenes en movimiento que crean el dinamismo, el ritmo, las coreografías de acción, etc… Pero el comic tiene que plantear en una imagen el momento más icónico que mejor transmita todas esas cosas, cosa que no vas a conseguir usando de plantilla una imagen de otro medio que no funciona fuera del contexto audiovisual.
Comentaba en la reseña de Big Game 5 de Mark Millar y Pepe Larraz que el comic es ante todo un medio visual en el que la historia se cuenta en imágenes. Los buenos artistas transmiten emoción, tensión y todo el rango de emociones imaginable a partir de sus dibujos, la composición de página y el intento del artista de contar la historia de la mejor y más atractiva forma posible. Viendo los dibujos de Larroca, en serio que todo lo que me transmitía era la sensación de «trabajo de encargo» y que a Larroca le daba igual dibujar esto o cualquier otra cosa mientras le paguen, con una pasividad y una falta de interés que me llegó para mal.
Las portadas de este comic son obra de In-Hyuk Lee. Y aunque estás ilustraciones son resultonas, tampoco diría que son especialmente atractivas. Cumplen, pero sin enamorar tampoco.
Un tomo de Panini de seis grapas USA normalmente me lo leo de una sentada. Aparte que este Alien no es un tratado filosófico, tenemos una historia planteada desde la acción con xenomorfos con toques de terror psicológico en la historia de Johnson, que no consigue reflejar Larroca en sus páginas. Pues tuve que dejar el comic a mitad el primer día porque me estaba quedando dormido, y lo acabé a duras penas de leerlo al día siguiente, al ser todo lo contrario a atractivo o interesante. De hecho, tuve que hacer un esfuerzo para obligarme a leerlo y terminarlo, porque la sensación que me produjo este comic es de fail total por culpa del dibujo de Larroca.
Antes de empezar a leer este comic, aún recordando que Larroca lo dibujaba, me plantee que si este primer volumen me gustaba, seguiría con los dos volúmenes siguientes que ha publicado Panini. Tras el suplicio de este comic, intentaré mantenerme lo más alejado posible de cualquier comic que dibuje Larroca. Por supuesto, ni hablar de leer nada más de Alien, pensando que el valenciano también dibuja el segundo tomo. No cabe duda que no es para mi. Que lo disfruten sus fans.
Comparto las primeras páginas del comic:
Tener a Salvador Larroca en el dibujo hace que sea imposible disfrutar del comic en cuestión, algo que este volumen de Alien me ha recordado con dolorosa intensidad.
PUNTUACIÓN: 4/10
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