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La industria del comic americano necesita series largas de autores TOP (Reflexiones 15/2013)

Empiezo el mes de junio con un nuevo artículo de opinión sobre algo que llevo pensando desde hace algún tiempo en relación a los problemas de ventas que la industria del comic mainstream viene sufriendo en los últimos meses y años. Y el titular lo resume perfectamente, necesitamos el siguiente The Walking Dead, la siguiente Saga creada por equipos creativos de primer nivel que atraiga lectores de forma regular a las librerías para comprar grapas y/o tomos.

En los últimos días me han pasado varias cosas en relación a mi afición comiquera. En primer lugar, leí Nemesis Reloaded de Mark Millar y Jorge Jiménez, y el final de comic con la sorpresa final me voló la cabeza. El sábado publicaré la reseña completa, pero sólo adelantaré que un giro marca de la casa Millar muestra la punta del iceberg de una inesperada interconexión de todo el universo Millarworld comiquero de cara al comic / evento Big Game, comic que Millar publicará en julio con dibujo del super estrella de Marvel Pepe Larraz. Y reconozco que incluso aunque el protagonista Nemesis no me gusta en absoluto, el hype que me ha producido esta miniserie de cara a Big Game me parece tremendo. De hecho, hace mucho tiempo que nada de Marvel o DC me ha producido esta sensación de anticipación y ganas de leer un nuevo comic.

El hype de Nemesis tuvo una doble derivada, porque además de querer comprar / leer cuanto antes Big Time, me dejó con ganas de releer otros comics del Millarverso como Night Club, Magic Order, etc… como previa y para estar al día con estos personajes antes del evento, dado que es posible que los veamos cruzarse. De forma que Millar consiguió generar retroactivamente ventas de otras colecciones de su universo comiquero. En esto tengo claro que mi faceta de fan de los universos superheroicos ha jugado una factor fundamental, porque si durante años y años compraba 20-25 grapas mensuales de Marvel o DC, ¿Cómo no comprar dos, tres o cuatro miniseries ahora?

Por cierto, hay mucho odio a Millar, pero aparte de punkarradas puntuales, sus comics son siempre blockbusters super entretenidos que cumplen de sobra su objetivo de comic mainstream. Comics que además están siempre estupendamente dibujados, con un nivel artístico superior a la media que encontramos en Marvel o DC.

Junto a esto, el pasado martes la web Panel Syndicate anunció la publicación del nuevo número de Friday de Ed Brubaker, Marcos Martín y Muntsa Vicente. Como siempre, este séptimo número se ha publicado online en la modalidad de «paga lo que quieras». Y aunque Friday es un comicazo super chulo que sin duda recomiendo, este séptimo número llega 6 meses después de publicarse el sexto número que cerraba el segundo arco. Esto me hizo recordar que cuando dentro de un año y pico salga el último volumen que cierra la serie seré el primero que hará cola para comprarlo en la librería, pero es imposible de leer y comprar en su versión online de Panel Syndicate debido a las larguísimas esperas entre número y número.

Volviendo al tema del artículo, una vez que el COVID ha desaparecido y con él el aumento de ventas que provocaron los confinamientos, desde hace meses las webs americanas publican noticias sobre cierres de librerías especializadas por todos los Estados Unidos y Canadá. De hecho, la cifra sería aún más grande si no fuera porque el auge del manga ha parado el golpe que supone para los libreros las bajadas de ventas en las editoriales mainstream como Marvel y DC.

Que las ventas de Marvel y DC están bajo mínimos es algo que poca gente duda. Empezando por un Tom Brevoort que afirmó hace unas semanas en su blog que Marvel ha cambiado su política editorial, y frente a las series regulares abiertas de toda la vida, ahora Marvel prefiere publicar miniseries sucesivas. La política de Marvel ahora es publicar dos miniseries con dos números uno antes que una serie abierta de 10 números (o más) porque el segundo número uno de la nueva miniserie siempre venderá más que el número 6 de esa misma colección. Asistir además a la cancelación sucesiva de casi todas las colecciones abiertas en cuanto supera los 20 ejemplares (o antes) es otra evidencia clarísima.

Y esto hablando de Marvel que se supone que sigue siendo la editorial número uno en ventas de Estados Unidos, porque si hablamos de DC la cosa es mucho peor en sus comics en continuidad. Fuera de éxitos puntuales como el Batman / Spawn, el universo DC sigue renovándose cada pocos años para intentar levantar las ventas de un universo que parece que interesa cada vez a menos lectores. Incluso reconociendo lo mucho que he disfrutado por ejemplo las últimas colaboraciones de Mark Waid y Dan Mora en Batman y Superman y en el relanzamiento de Shazam!

Esta política de series cortas pensadas para ser recopiladas en tomo no es exclusiva de las dos grandes. Editoriales como AWA están especializadas en publicar series de un único tomo, centrados como están en intentar vender conceptos para cine o televisión. Además, teniendo en cuenta que me da la sensación que los artistas cada vez son menos propensos a «hipotecar» su carrera muchos años en un único comic, la tendencia que parece se está imponiendo es que las series indys cada vez son más cortas. Los últimos comics de Rick Remender Una sed de venganza justificada con André Lima Araujo y Death or Glory con Bengal sólo se han extendido el equivalente de dos tomos, por ejemplo. Da la sensación que puestos a vender los derechos de un comic para una serie o película, realmente da igual si el comic es corto o largo. Por lo tanto, ¿para qué extenderse? Series como Deadly Class con Wes Craig con una duración de 56 números son cada vez más escasas, y es justo la tendencia que creo fundamental que se rompa.

Y precisamente, la mayoría de mis comics favoritos de siempre en el ámbito independiente o de creación propia fueron colecciones de larga o media duración que parecen impensables hoy en día. Aparte de The Walking Dead (193 números) o Invencible (144 números) de Kirkman, Adlard y Ottley, Scaped duró 60 números, Preacher 66 más varios especiales y miniseries, Sandman 75. Y el doble Fábulas, 150. Incluso Locke & Key, cuya primera serie duró 37 números , sería vista como una anomalía en el panorama comiquero actual. Estas series aparte de todo exigían una fidelidad en el lector, obligándonos a ir todos los meses a nuestras librería, y años después de finalizar sus tomos recopilatorios se siguen vendiendo como churros. Ofreciendo una experiencia de construcción de mundos y evolución de los personajes inigualable que los comics actuales de duración corta nunca van a poder igualar.

Hace unos meses publiqué un artículo similar argumentando que el comic americano necesitaba un revulsivo, sobre todo personalizándolo con comics EVENTOS que se sintieran importantes y trajeran público a las librerías. Pensando en qué cosas podría detener la sangría de pérdida de ventas de los comics mainstream en el canal de las librarías especializadas americanas, más que un comic evento puntual de cinco o seis números, lo que de verdad necesita la industria son más series regulares de larga duración que resulten populares. Necesita el nuevo The Walking Dead o el nuevo Saga. De hecho, no necesita una única colección popular, necesita cuantas más posible que atraigan a las librerías a clientes a comprar su dosis regularmente. Clientes que una vez allí a lo mejor piquen otra cosa y ayuden a revitalizar las ventas de todas las editoriales.

Por eso comics estupendos como Friday no sirven, al estar hablando de una serie que publica una grapa cada seis meses, un tomo cada año y medio. De hecho, aún teniendo a autores super populares en España como son Ed Brubaker y Marcos Martín y con dos tomos publicados, esta misma semana hable con un amigo tuitero que no sabía ni que esta serie existía. Necesitamos de comic que mantengan la regularidad y que sean consistentes en su salida, de forma que los lectores tengamos tranquilidad a la hora de saber que antes o después vamos a poder leer.

El problema que tiene la brevedad en las colecciones de Marvel (por ejemplo) es que muchos lectores no se animan a comprar las grapas y prefieren esperarse a comprar los tomos una vez se sepa si el comic es bueno o no. Pero claro, si una colección como Extraño de Jed MacKay y Marcelo Ferreira termina en el número 10 USA, dando inmediatamente comienzo otra «nueva» etapa que te venden que va a ser aún mejor, estoy convencido que hay mucha gente que piensa «¿Para qué empezarla si ya ha terminado y lo siguiente va a ir por otro lado?» Esta es la mentalidad del lector veterano de toda la vida, como es mi caso, que estamos acostumbrados a las historias río de los comics de los años 70 y 80. Pero estoy convencido que no soy un caso único, mucha gente que no compró un comic cuando salió al final no llega a hacerlo debido a la acumulación de oferta que tenemos todos los meses en las librerías. Y en este caso, no es que no compro Extraño porque compro otra cosa en su lugar, al final no compro Extraño y punto.

Justo por esto me parece fundamental que todas las editoriales y autores rompan esa tendencia negativa y autodestructiva. Pensando en Robert Kirkman o Mark Millar, dos autores modélicos es su idea de negocio y su conocimiento de la industria que dirigen Skybound y Millarword, hablamos de empresas super saneadas y rentables que no tienen problemas económicos, deberían atreverse a publicar el próximo Star Wars, la próxima Canción de Hielo y Fuego confirmando desde el comienzo que son grandes historias que se desarrollarán a lo largo de años y que llegarán a su perfecto final en algún momento del futuro, creando un viaje que merezca la pena vivirlo. Millar en su canal de Youtube ha afirmado en varias ocasiones que si consigue fichar a los mejores autores del medio para unos comics que son propiedad de Netflix y por tanto son trabajos de encargo, es porque les paga más que Marvel o DC. Directamente. Y estoy seguro que tras el pelotazo de The Walking Dead, Kirkman también podría hacerlo, aparte que comparta los derechos de la obra con sus colaboradores, por ejemplo Chris Samnee en Fire Power o Lorenzo de Felipe en la inminente Void Rivals, que se estrena este mismo mes de junio en USA.

De hecho, incluso aunque las ventas de grapas fueran flojas, Millarworld o Skybound se deberían comprometer a continuar su publicación dado que todos sabemos que luego con las diferentes recopilaciones en tapa blanda, tapa dura u omnibus estos comics resultan siempre rentables. Y claro, podréis pensar que es muy bonito pedir a otro que arriesgue su dinero en algo que no está funcionando, pero el buen empresario no es el que piensa a corto plazo, sino el que se atreve a poner su mirada en el medio y largo plazo. Recordando el ejemplo de Invencible vemos un comic que sus grapas realmente nunca se vendieron demasiado bien. Sin embargo, 5 años después de terminar, sus tomos siguen vendiéndose de maravilla. Y apuesto que dentro de 10 seguirán habiendo ediciones disponibles para los lectores. Y volviendo a los años de publicación, Invencible fue un comic en el que el boca a boca entre lectores y críticos funcionó durante años, y eran recomendaciones que invitaban a leer la colección desde el principio con los tomos, pero también ofreciendo buenos puntos de entrada a las grapas. Este debería ser el ejemplo a seguir.

Hay una realidad, y es que los comics de éxito se retroalimentan con el paso de los años. Ed Brubaker comenta que las ventas de sus novelas gráficas de la serie Reckless no han dejado de crecer. Pero no es solo que la nueva vende más que la anterior, cosa que sucede, es que junto a la novedad las obras antiguas aumentan sus ventas coincidiendo con los nuevos lanzamientos, al haber lectores que descubren la obra en ese momento. La conexión entre las ventas de la novedad y del fondo editorial funciona si los editores mantienen disponibles los comics para los libreros. Este debería ser el camino, algo lógico, ¿no? Y sin embargo, todos los años descubrimos que ante un estreno por ejemplo de cine, determinados comics clave de ese personaje están agotados y son imposibles de conseguir. El mundo al revés.

Pero no es un tema de personalizar únicamente en los autores, porque es una vergüenza que Marvel o DC realmente no se atrevan a plantear una serie de 50 números aunque no venda inicialmente. No, el decepcionante y soporífero Batman de Tom King o la floja etapa de Snyder y Capullo no cuentan, porque eran comic que SI se vendían al ser Batman. (E incluso así, DC cortó por lo sano a Tom King ante una etapa que se estaba convirtiendo en ilegible). A lo que me refiero es que deberían atreverse a buscar el próximo Starman, el siguiente Miles Morales, pero dando un margen amplio a los autores para que desarrollaran una historia río rica en worldbuilding y relaciones personales que viéramos crecer a lo largo de los meses y años.

En este sentido, la franquicia mutante de Krakoa en los términos en que está planteada no va a formar parte de la solución, porque yo hablo de series abiertas de larga duración pero lo más autocontenidas posible que sean sencillas de seguir para un lector no experto. Sin embargo, aunque como decía yo me acostumbré a comprar múltiples comics de un universo para sentir la interconectividad, la realidad es que Krakoa que se convertido en un saca cuartos con historias mediocres que no terminan o que saltan de serie en serie, haciendo que esta franquicia sea ahora mismo lo menos «reader-friendly» que podemos encontrar en la actualidad comiquera. De hecho, a veces parece que te obligan a leer estos comics con la enciclopedia al lado para recordar quien es tal o cual personaje, o para darte que cuenta que el personaje X no se parece en nada a aquel del que te enamoraste cuando empezaste la afición.

Comentaba que necesitamos el próximo TWD o Saga. Pero justo pensando en Saga nos damos cuenta de la importancia de la PERIODICIDAD, de mantener tu presencia en las librerías. Porque Saga fue un comic superventas durante su publicación, pero tras 3 años y medio de parón para que Fiona Staples recargara las pilas, las ventas no han vuelto a los niveles de 2018. Tras un parón tan grande, los lectores parece que han pasado página, o al menos parece que se van a esperar hasta estar seguros que cuando retomen el comic, este se publicará ahora si hasta su final. Porque el miedo a que una obra quede colgada está super presente en el entretenimiento mainstream. Que se lo digan a los suscriptores de Netflix o a los fans de George R.R. Martin.

Por eso estos comics deben mantener una periodicidad estable que haga que seguir estas colecciones sea una tarea confiable que no va a generar quebraderos de cabeza en el lector. En este sentido, los comics de Kirkman y en general de Image resultan el camino a seguir, publicando un arco completo mensualmente, para dejar un mes o dos de descanso al dibujante que es aprovechado para la publicación del tomo. Es normal que un dibujante no se quiera alargar en exceso en un comic, sobre todo si no genera suficientes ingresos, como parece es el caso en cada vez más comics de creación propia. Pero si la tarifa por página realmente si les sale rentable, estoy convencido que muchos problemas desaparecerían.

Tener un comic como Oblivion Song dibujado en su totalidad por Lorenzo de Felipe, o Gideon Falls por Andrea Sorrentino y Dave Stewart ofrece un plus de personalidad, calidad y consistencia artística al lector que ningún comic de Marvel o DC con cuarenta dibujantes diferentes puede igualar. Este es también el camino en mi opinión. Mientras Marvel transmita que el dibujo es secundario y que da igual si un comic lo dibuja Stuart Immonem o C.F. Villa, más y más lectores irán abandonando sus colecciones cansados de artistas mediocres y nula consistencia en un medio que plantea contar historias mediante imágenes.

El mundo del comic siempre ha sido cíclico. No espero tener razón con esta reflexión, pero si me gustaría pensar que las modas cambiarán y en poco tiempo podamos ver la inversión de la tendencia actual, con unas editoriales planteando historias más ambiciosas no limitadas a la espada de Damocles que son las ventas actuales de las grapas. Seguro que si eso pasa, saldremos todos ganando.

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Crítica de Thor 29-30 de Torunn Grønbekk y Nic Klein (Marvel Comics – Panini)

Repaso el último arco de Thor que ha contado con guion de Torunn Grønbekk, dibujo de Nic Klein y color de Matt Wilson, y que Panini ha publicado estos meses de Abril y mayo.

PUNTUACIÓN: 6/10

Empieza el arco “El legado de Thanos”. Nic Klein regresa, con Torunn Grønbekk como guionista invitada. Después de que la hermana de Thor sea secuestrada, éste debe recurrir a la única aliada que ha llegado hasta el último confín: La Valquiria Rúna. Pero ¿qué oscuro secreto del pasado sangriento de Asgard yace bajo las aguas heladas?

Estas grapas de Panini son también los números 29 y 30 USA.

Tras el desastre artístico que supusieron en las dos grapas anteriores con dibujo de Salvador Larroca, es una alegría poder disfrutar del retorno de Nic Klein al dibujo de esta colección, junto al colorista Matt Wilson. El arco anterior significó la salida definitiva de Donny Cates de la serie en unos números que sólo tenían argumento suyo, siendo el autor del guion completo Al Ewing. Para este arco, Marvel ha contado con la escritora noruega Torunn Grønbekk, que se inició de alguna manera como ayudante de Jason Aaron dentro del mundo de Thor, y que tras encargarse de las últimas miniseries de Valquiria, guionizó la miniserie Jane Foster y El Poderoso Thor.

Lo mejor que tienen estas grapas son el apartado artístico. Me chifla la forma en que Nic Klein dibuja a Thor, incluso cuando la historia planteada por Cates convertía al Dios del Trueno en un rey desagradable y chungo con el que era imposible empatizar. Klein con el color de Matt Wilson nos ofrecen un comic que saca el máximo partido a la historia de Grønbekk y a los diferentes elementos de la mitología nórdica. Me costó un par de números hacerme con el estilo de Klein, pero ahora que ya conecté, disfruto con el dibujo y me vende una historia que lamentablemente no pasa de muy normalita.

Y es que no puedo decir que Grønbekk sea una mala guionista, pero tampoco es excesivamente buena. Tras leer estas grapas, me ha recordado a la miniserie Jane Foster y El Poderoso Thor , en la que teniamos una historia más o menos correcta a nivel general pero que estaba contada de la forma menos interesante posible. Hace unos días alababa la película Air de Ben Affleck en la que los diálogos me parecieron super chulos y ayudaban a contar la historia. Con estas grapas me pasa justo lo contrario, sus interminables textos de apoyo y bocadillos se me hacen eternos y me acaban aburriendo una barbaridad. Además, cuando llega la acción, esta no acaba de funcionar tampoco, y eso que la dibuja Klein. Al menos en eso sí se mejora el decepcionante dibujo de Michael Dowling de la miniserie de Jane Foster y Thor.

A todo esto, el arco se titula «El legado de Thanos», y la verdad es que incluso con la presencia de Corvus Glaive la conexión con el Titán loco resulta también bastante endeble. Sumando todos estos elementos tenemos unos comics que han hecho avanzar la trama dejándola en un momento interesante para Thor Odinson, pero con una narrativa que resulta cada vez menos interesante. Tras unos años en los que Thor era el mejor comic Marvel, parece que nos va a tocar penar por el desierto una temporada, porque estos flecos que aún vienen de Donny Cates no dan mucho más de si.

Comparto las primeras páginas del número 29:

Thor se ha desinflado completamente. Creo que ya sólo queda que terminen cuanto antes esta etapa, para que llegue savia nueva que sepa dar al personaje un empujón de interés y calidad que ahora mismo le hace mucha falta. Una pena.

PUNTUACIÓN: 6/10

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Crítica de Patrulla-X 18 y 19 (Marvel Comics – Panini)

Los dos últimas grapas de la Patrulla-X en su edición de Panini incluyen dos historias auto conclusivas que se centran en varios miembros del grupo. Hoy comparto mis impresiones.

PUNTUACIÓN: 6/10

PATRULLA-X 18 de Steve Foxe, Andrea di Vito y Sebastian Cheng

¡La más reciente mujer-X se coloca bajo los focos! En un sorprendente giro de los acontecimientos, Estrella de Fuego, que todavía no acaba de abrazar los planteamientos de La Era de Krakoa, fue elegida como integrante de La Patrulla-X. La relación que mantiene con su naturaleza mutante ha sido tumultuosa, por muchas razones, pero su currículum como superheroína es ejemplar. ¿Podrá luchar con su pasado a tiempo para estar a la altura de las circunstancias que se le presentan?

Este número incluye X-Men Annual 1 USA.

Este annual 1 de 2022 puede ser considerado un fill-in en todos los aspectos, al tratarse de una historia NO escrita por Gerry Duggan. El guionista oficial de la serie se toma un respiro en este número centrado en Firestar (Estrella de Fuego), el personaje creado en la serie de dibujos de Spiderman and his amazing friends de los años 80, que una vez introducida en el universo Marvel comiquero siempre estuvo un tanto apartada de la franquicia mutante. A pesar de ser alumna de Emma Frost cuando era una villana y dirigía la Academia de Massachusetts, su valía e importancia dentro de Marvel no llegó hasta su pertenencia a grupos como Nuevos Guerreros o los Vengadores. Años más tarde, Jason Aaron la recuperó para ser una de las profesora de su Jean Grey School, aunque su papel siempre fue secundario.

Este Annual cuenta con guion de Steve Foxe, un escritor que reconozco que no conocía previamente. Guionista nominado a los premios Eisner y Ringo, ha trabajado en comics como Dark X-Men, X-Men ’92: House of XCII y el especial 2023 Marvel Voice’s: Pride. Junto con el diseñador de personajes Kris Anka, es el cocreador de Web-Weaver, el primer Spider-héroe gay de Marvel. También es cocreador de Razorblades: The Horror Magazine junto a James Tynion IV, y es editor de W0RLDTR33 y de The Department of Truth de Tynion IV en Image Comics.

El guion de Foxe es correcto, no inventa ninguna rueda pero consigue una entretenida aventura que resalta la habilidad de Angelica Jones y por qué merece estar en el grupo. Además, es curioso que muestra, no se de forma no intencionada, el racismo que se esconde debajo de las buenas intenciones de la sociedad de Krakoa, al crear una sociedad segregada que se considera mejor que la humana. Fruto de esto, Firestar es considerada por algunos una mutante de segunda que no merece estar en la Patrulla-X, al haber pertenecido a grupos «humanos» como los Nuevos Guerreros. Vivir su vida de la forma que ella creía adecuada no es suficiente para los que demandan que fuera mutante «de pura cepa». Curiosamente, este detalle que para algunos seguro que es menor en la historia es una muestra del activismo identitario actual, sobre todo en los USA pero que también ha llegado a España, que pone al grupo por encime de la libertad individual de cada persona. Y frente a estos extremismo, Angelica hará lo que tenga que hacer para proteger a todo el mundo, incluso a los que la critican, lo que es para mi un buen mensaje del comic.

Dentro de la cualidad de fill-in, al menos el dibujo del veterano dibujante italiano Andrea Di Vito me parece que está bastante bien. Di Vito con color de Sebastian Cheng ofrece un comic estupendo en el apartado gráfico, posiblemente no sea sobresaliente pero tiene una consistencia y una narrativa perfecta que consigue que el comic se lea en un suspiro y deje sensación satisfactoria, cosa que por ejemplo no sentí con la siguiente grapa que comentaré a continuación. Dentro de la cualidad de fill-in que en los últimos años han adquirido los annuales de Marvel, al menos este me ha dado una correcta historia bien dibujada. A veces no se le puede pedir más.

PATRULLA-X 19 de Gerry Duggan, C.F. Villa y Matt Milla

Tras los acontecimientos de los últimos números, Sincro tiene mucho que resolver. Su vida se ha descarrilado, sus poderes han crecido y ha experimentado una pérdida que nadie entiende. El universo se ha cebado con él. Ahora… es su turno.

Esta grapa de Panini incluye X-Men 18 USA

El Annual 1 del mes anterior provocó un parón en la colección en España que no llegó a producirse en USA. Este número es el clásico en el que se reflejan las repercusiones del arco anterior antes de iniciarse el siguiente, en el que a partir del mes que viene el grupo se irá al espacio para enfrentarse con el Nido. La incursión de Forja al mundo de los Hijos de la Forja descubrió un hecho sorprendente, y es que una adulta Laura Kinney había sobrevivido a siglos de detención. Por tanto, esto provoca que a partir de ahora la sociedad de Krakoa tenga a 2 Lobeznas, la adulta (¿anciana?) Laura recién rescatada y una joven Laura que fue creada con las vainas de resurrección al creer los mutantes que Lobezna había muerto.

Entiendo que la portada y la solicitación es una forma de no spoilear la sorpresa de las dos Lobeznas, pero realmente venden una historia con Sincro de protagonista que NO es la que tenemos en el comic, al centrar Duggan esta grapa en el conflicto entre las dos Lobeznas, al tiempo que se coloca a la adulta Laura en una colección satélite del mundo mutante, la recién creada X-Terminators. Y dentro que la historia es correcta en cuanto a aventura ligera, yendo al fondo del asunto refleja una locura más de la franquicia mutante que por algún motivo ningún editor ha encontrado problemática. A la falta de sensación de peligro que hay en toda la línea mutante desde la creación de las resurrecciones mutantes, con mutantes muriendo en una página y resucitando en la siguiente (si, te miro a ti, V.X.E. El día del juicio), ahora hay que sumar que pueden existir dos personajes iguales sin ningún problema en Krakoa. Que no vean que esto es problemático me asombra, y refuerza la idea que la franquicia es un todo vale grosero que hace cada vez más difícil que me enganche a nada de los que nos proponen.

Para poner peor las cosas, esta grapa cuenta con un dibujo de C.F. Villa que me ha parecido terrible. Matt Milla realiza los colores a las páginas de Villa, y a él no le veo ningún problema, su trabajo está bien. Pero leer esta grapa me deja muy, muy preocupado ante el inminente reinicio de Los Vengadores con guion de Jed MacKay y dibujo de Villa. El comic es ante todo narrativa visual, contar una historia con imágenes de forma dinámica, y Villa ni narra bien ni sus páginas resultan dinámicas. Pero además, es que las caras, las expresiones, todo luce super feo, lo contrario a atractivo. Veo a un Villa super flojo que no entiendo el encumbramiento de Marvel en los últimos meses. No dudo que con mucho trabajo Villa pueda mejorar y convertirse en un correcto narrador, pero soy super educado al decir que ahora mismo está terriblemente verde. Por suerte, este número es un fill-in y para el próximo arco con el Nido en el espacio tendremos dibujo de Stefano Caselli, que él si es un seguro de vida.

A nivel general Duggan no me parece mal guionista, y sus grapas ofrecen casi siempre un correcto entretenimiento escapista, que al final es lo que son los comics Marvel. Pero esta Patrulla-X hace unos meses que ha perdido el mojo, quizá desde la segunda Gala Fuego Infernal y su nueva alineación. Reconozco que compro la colección para seguir conectado a la franquicia mutante más que porque el comic me esté flipando, dejándome casi todos los meses con una peligrosa sensación de «bien sin más». No me planteo dejar de comprarla en breve, pero cada vez parece que busco puntos de escape de la franquicia mutante en lugar de puntos de enganche a alguna colección nueva, y esto a la larga tengo claro lo que va a significar.

PUNTUACIÓN: 6/10

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Crítica de Nemesis de Mark Millar y Steve McNiven (Millarworld)

Mark Millar está publicando en Image Comics Nemesis: Reloaded junto al artista super estrella español Jorge Jiménez. Es por esto que me he animado a recuperar la primera miniserie del personaje con dibujo de Steve McNiven (co-creador del comic) y color de Dave McCaig, y que fue publicada originalmente dentro del sello Icon de Marvel Comics en 2010-11.

PUNTUACIÓN: 6/10

¿CIVIL WAR? Nada. ¿KICK-ASS? Un calentamiento. ¿Qué pasaría si el hombre más inteligente y duro del mundo fuera totalmente malvado? Conoce a Nemesis. Ha estado destruyendo sistemáticamente las vidas de todos los jefes de policía de Asia, y ahora ha puesto sus ojos en Washington, DC. Entre tú y yo, la policía no tiene ninguna posibilidad. No te pierdas el libro del que TODO el mundo hablará.

Nemesis fue una miniserie de 4 números publicada en 2010-11 en el sello Icon de Marvel Comics. Icon fue creado en 2004 por Marvel para ofrecer a sus principales arquitectos de la época un espacio donde pudieran publicar comics de creación propia conservando los derechos, de forma que no tuvieran necesidad de irse a otra editorial a hacerlo. Powers de Brian Michael Bendis y Michael Avon Oeming y Kabuki de David Mack cambiaron Image por Icon, y en este sello se publicaron también comics de J. Michael Straczynski como Dream Police y The book of lost souls, o el ahora mítico Criminal de Ed Brubaker y Sean Phillips. Dentro de la comodidad para los autores de publicar «en casa», lo cierto es que Icon era un espacio un tanto tacaño, dado que Marvel no invertía nada en publicidad para estos comics, siendo algo que tenían que hacer y pagar los autores de su bolsillo, al igual que los gastos de imprenta. Además, en su momento se dijo, antes de la explosión de la venta de tomos, que estas grapas sólo se imprimirían una vez aunque se agotaran y fueran un gran éxito. La idea que subyace era que Icon era un caramelo de Marvel para sus autores estrella, pero no invertían ni un céntimo más de lo necesario.

Desde que entramos en el siglo XXI Mark Millar ha sido uno de los escritores mainstream más popular y super ventas. Pero además, siempre ha tenido un gran ojo para captar las necesidades y oportunidades del sector, demostrándose un hábil profesional pensando desde una perspectiva de negocio. Tras el pelotazo de la primera serie The Ultimates, que fue publicada entre 2002 a 2004, Millar creó su sello Millarworld en 2004 para publicar comics de creación propia de los que conservaba los derechos, algo que se ha demostrado la decisión más inteligente que pudo tomar en esos años. En esos años iniciales decidió no cerrarse ninguna puerta y optó por publicar con diferentes editoriales. De esta forma, Wanted (que tuvo adaptación cinematográfica) con J.G. Jones se publicó en Image a través de Top Cow, Chosen con Peter Gross en Dark Horse y The Unfunnies con Anthony Williams en Avatar. En 2008, un Millar super asentado en Marvel tras el pelotazo de Civil War publica su primera colección creator-owned en Icon, Kick-Ass, con dibujo del super estrella John Romita Jr., comic superventas que también tuvo adaptación cinematográfica.

Steven McNiven es un dibujante de cómics canadiense. Se dio a conocer en la editorial CrossGen con Meridian antes de pasar a Marvel Comics para trabajar en cómics como Ultimate Secret, Marvel Knights 4 y New Avengers, firmando un contrato en exclusiva con la editorial. Entre 2006-07 McNiven fue el dibujante de la miniserie de Marvel Civil War junto a Millar, comic que Millar no deja de comentar que es el tomo más vendido de Marvel del siglo XXI. A continuación, Millar y McNiven volvieron a colaborar en la megapopular la historia de Lobezno Old Man Logan entre 2008 y 2009.

Tras estos dos pelotazos en Marvel y estando considerado McNiven el mejor dibujante de Marvel, o al menos el más mediático, Millar consiguió convencer a McNiven para que su siguiente trabajo juntos no fuera otra serie de Marvel, sino NEMESIS, un comic que se vendió con la premisa de ver qué pasaría si Batman fuera un psicópata como Joker. Algo que se dice provocó una llamada de DC para limar asperezas y asegurar que no sería necesaria una denuncia por uso indebido de su personaje estrella. El comic fue una miniserie de apenas 4 números y 96 páginas en total y salió con una periodicidad trimestral en mayo, agosto y noviembre de 2010 y febrero de 2011, entiendo que para que su publicación no afectara los posibles comics o portadas que Marvel encargara a McNiven en esas misma fechas.

Entrando a valorar el comic en si, Nemesis es uno de los comics que menos me gustan de Millar, y mi relectura no ha hecho más que recordarme los motivos. En comics previos como The Authority Millar ya se había ganado la fama de crear historias que son una macarrada super punki capaz de todo para provocar un shock al lector. Nemesis lleva esta valoración a un nivel superior. En Authority la punkarrada tenía un sentido, por ejemplo al realizar una parodia super over-the-top de los Vengadores en uno de sus arcos. Pero en Nemesis Millar se lía a un frenesí mega gore sin más intención narrativa que mostrar que lo hace porque puede, y que sus comics incluyen escenas en lo referido a ultra-violencia y gore que ningún otro escritor / editor se atrevería a publicar en un comic mainstream. Como elemento publicitario, estoy seguro que consiguió su objetivo, pero no es algo que yo como lector disfrute especialmente.

A la hora de plantear la muerte del jefe de policía de Tokio en la escena inicial, Millar no se limita a hacer que Nemesis le mate para dejar claro que este personaje es un villano, sino que muestra un sadismo extremo destruyendo un edificio lleno de gente como adelanto de que un tren bala aplaste al policía. Y la punkarrada no se detiene ahí, hay más. El comic sugiere un trauma infantil como el de Batman/Bruce Wayne como motivación de Nemesis, algo que se demuestra más adelante como una pista falsa, una punkarrada más. Que una de las sorpresas detrás de este asesino de masas es que su motivación para hacer lo que hace sea que «se aburre» es uno de los argumentos más macarras, nihilistas y, por qué no decirlo, tontos, que se pueden leen en un comic. Aunque es cierto sentido, eso es precisamente la motivación de Joker. Pero hay un montón de elementos super over-the-top en cada grapa, como el ataque al Air Force One cuando Nemesis no puede volar, o que deje embarazada a la hija del Jefe de Policía de Washington Blake Morrow, su siguiente víctima, con los espermatozoides de su hermano (el otro hijo de Morrow), colocando un explosivo que hace imposible que aborte. Whaaaaat?!!!!

En positivo, hay que decir que el mundo del comic americano debe ser uno de los pocos medios en entretenimiento en que apenas hay contenidos protagonizados por villanos. Millar vio este nicho hace mucho, porque Wanted es una historia de villanos, al igual que este Nemesis o Super Crooks junto a Leinil Francis Yu. Se le puede decir muchas cosas al escritor escocés, pero me gusta que sus high-concept sean siempre potentes y bastante diferentes entre si. También debo reconocer que incluso sin conectar con la historia de Millar, el comic se lee como un tiro y funciona sin duda como una historia de acción super over-the-top con giros constantes. El público que disfruta de películas como Posesión infernal o Destino final, por decir dos series que me vinieron a la cabeza inmediatamente, se lo pasarán genial leyendo este comic. A los que habría que sumar aquellos lectores post-adolescentes que pienses que los superhéroes con cosas «para críos».

A lo largo de los años, además de por sus argumentos hiper molones pensados para una adaptación cinematográfica, Millar se ha ganado fama de «trabajar con plantilla», planteando siempre en sus historias una traición en su número 4 que lo cambia todo y una macarrada o giro final en el climax de sus comics. En Nemesis creo que también tenemos esto, aunque limitado al formato de cuatro números de esta miniserie.

Hay un elemento que me llamó la atención de esta relectura. En 2008 Christopher Nolan hizo historia del cine mainstream con The Dark Knight. La parte del joker dejándose atrapar como parte de su plan fue un giro de guion super influyente que fue copiado en los años siguientes por muchísimos blockbusters palomiteros, desde Star Trek Into Darkness, Skyfall de 007 o incluso Los Vengadores de Joss Whedon. Millar también usa esta idea en Nemesis, y al ser un comic publicado dos años depués no tengo duda que no es casualidad, vio la película de Nolan y aprovechó esta idea que se ajustaba como anillo al dedo en su historia de un sádico asesino super inteligente. Unido a esto, este super criminal que planea sus golpes con años de antelación tiene mucho que ver con el Joker de Heath Leadger, que fue convertido en un avatar del Caos capaz de los planes más complejos y rocambolescos. Millar, eso si, hace un «sujétame el cubata» haciendo que sus planes de alarguen con años de antelación, llegando hasta situaciones tan ridículas como el giro final del comic (que no rebelaré por si alguien no leyó este comic).

El comic tiene el problema que Nemesis es un psicópata y por supuesto es imposible conectar con las masacres que va cometiendo, algo acrecentado por la motivación del aburrimiento. Pero a la vez, Millar tampoco hace demasiado para que empaticemos con el Comisario Blake Morrow, un policía íntegro que se tendrá que enfrentar a Nemesis (más bien sufrirlo) y que pone su trabajo por encima de su familia, hasta el punto que sus hijos le ocultan cosas porque le tienen miedo. Puestos a presentar a un Comisario Gordon en este comic, parece que Millar tampoco busca que sea un protagonista 100% positivo, supongo que porque estimaba que así lucía más cool.

Entrando a valorar el apartado artístico, Steve McNiven mantiene su estilo hiper realista que le encumbró en Civil War y Old Man Logan, pero no estamos ante uno de sus mejores trabajos. Hay un primer elemento que afecta a la lectura y es el propio Nemesis. El comic se vendía con la premisa del «Batman psicópata», y supongo que para transmitir la idea de opuesto al Caballero Oscuro, Millar y McNiven presentan a un villano vestido con un traje de spandex blanco absoluto. Y lo que podría ser una buena idea a nivel conceptual resulta fallida para el lector al ser una figura sin ningún elemento icónico ni nada que haga que merezca la pena recordarle. Por no tener, no tiene un logo o imagen icónica en el pecho. Por cierto, como el comic se plantea desde un punto de vista «malote», Millar no desaprovecha la ocasión para lanzar una pullita sobre lo absurdo que es el origen de Batman en la parte del viaje de un joven Bruce Wayne para entrenarse para ser el mejor en lo que hace.

Unido a esta falta de elementos icónicos, no se si por el hecho de entintarse a si mismo o por el exceso de hiper violencia, pero las páginas de McNiven con color de Dave McCaig lucen «sucias», por calificarlo de alguna manera. Y ojo que la ultraviolencia en las escenas de acción es genial y me encanta, no tengo problema con que un comic incluya elementos gores. Pero la lectura de este comic me deja la sensación que no por intentar ser super realista y dibujar hasta el último músculo del cuerpo tu dibujo es mejor. De hecho, este empeño choca con la tontería y el gore de la historia, por lo que hay cierta disonancia en el conjunto.

A ver, siendo McNiven, no es que el dibujo esté mal. Para nada. Nemesis es un «pasa-páginas» que cuando lo empiezas no puedes dejar de leerlo, y eso es mérito de su dibujo. La acción está super bien narrada y consigue impactar con los numerosos puntazos con que Millar riega la historias. Y los detalles de arquitectura cuando los dibuja están muy guay también. Quizá el problema es que el listón lo había puesto muy muy alto en sus comics previos, de forma que entregar un comic que no es sobresaliente se ve como una pequeña decepción. Creo que los tiros pueden ir por ahí.

Voy a hacer un último comentario sobre el giro final CON SPOILERS, pero lo voy a colocar detrás de esta imagen promocional por si no leísteis este comic y preferís que os chafe la sorpresa:

El high-concept de Nemesis era presentar a un Batman psicópata jokerizado en un frenesí criminal. La historia sugiere una historia de origen similar a la de Batman, al plantear que Matt Anderson era un niño hijo de una pareja de asesinos en serie que jura venganza hacia los policías que detuvieron a sus padres y les llevaron a la cámara de gas. Sin embargo, Millar con su aproximación macarra cambia la narrativa al mostrar en uno de sus giros marca de la casa que realmente Nemesis NO es Anderson, ya que Anderson murió cuando era un joven en un antro en mitad de la nada donde fuera que fuese para entrenarse para su venganza. Asesinado por quien sea que es Nemesis en la actualidad. Este elemento es una ostia en toda la boca del origen del héroe de DC, reforzando que un niño sólo por los lugares más peligrosos del mundo en el mundo real no se convierte en un experto luchador mente maestra, sería asesinado (o algo peor) a las primeras de cambio.

El problema principal viene con la sorpresa de las últimas páginas del comic. De forma sorprendente, Morrow mata a Nemesis en el climax final en la Casa Blanca y de alguna manera parece que va a haber un final feliz. Sin embargo, Millar la vuelva a liar al mostrar que el Nemesis muerto no era el verdadero Nemesis, que es un rico empresario que se dedica a dar habilidades mejoradas a personas aburridas para que desaten el caos. Personas se entiende super ricas que pueden pagar el costoso tratamiento. Entiendo que esta fue la forma que Millar entendió mejor para dejar la puerta abierta a nuevas historias en caso que este Nemesis tuviera éxito.

Sin embargo, este último giro es una idea completamente fallida más allá del shock-value, porque si cualquiera puede ser Nemesis, en el fondo no hay nada especial en él. Y a la vez, la idea que un maestro del caos y el crimen puede ser fabricado sin problemas rompe lo que acabamos de ver, que eran acciones excepcionales de alguien muy loco. El detalle final de una mente maestra que 10 años antes sabía que Morrow sobreviviría a Nemesis y estaría un día concreto en un sitio determinado para poder recibir su felicitación es una ridiculez más de un final que no me funciona en absoluto.

En todo caso y a modo resumen, incluso no conectando con la historia de Nemesis, es un comic resultón que tiene claro qué tipo de entretenimiento ofrece y al público que lo dirige. Si entras en el rollo no tengo duda que es un comic super entretenido.

Comparto las primeras páginas del comic:

Volver a leer Nemesis me ha recordado porqué es uno de los comics que menos me gustan de Millar, unido a que tampoco es el mejor trabajo de McNiven. Un Millar hiper macarra y over-the-top que ponía el shock-value por encima de la historia.

PUNTUACIÓN: 6/10

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Crítica de Biblioteca Marvel: La Patrulla-X 1 de Stan Lee y Jack Kirby (Marvel Comics – Panini)

Tras la Biblioteca Marvel de Los 4 Fantásticos y de Los Vengadores, resultaba inevitable comprar también el primer volumen de la Biblioteca Marvel de La Patrulla-X, realizado por el mítico equipo creativo de Stan Lee y Jack Kirby.

PUNTUACIÓN: CLÁSICO ABSOLUTO

Es más que un cómic: es una máquina del tiempo. Contempla a La Patrulla-X original desde el primer día, reunidos por el Profesor Xavier para proteger a la humanidad que los teme y los odia. Con el debut de Magneto y La Hermandad de Mutantes Diabólicos. Contiene todas las secciones editoriales originales y otros extras. ¡Biblioteca Marvel, como siempre y mejor que nunca! ¡No puedes perderte esta edición histórica!

Este primer volumen de la Biblioteca Marvel La Patrulla-X contiene los números 1-6 USA, publicados originalmente entre julio de 1963 y Mayo de 1964 con periodicidad bimestral.

Como ya me pasó con las dos Bibliotecas Marvel de Los 4 Fantásticos y Los Vengadores, gracias a la colección Orígenes Marvel de Forum y a los comics clásicos de Vértice de mis primos, diría que ya había leído previamente estas seis primeras grapas de la colección. Y puestos a comparar, diría que me han gustado mucho más estas primeras aventuras de La Patrulla-X que por ejemplo el estreno de Los Vengadores que compré el mes pasado. Unos comics que por casualidades del destino se publicaron al mismo tiempo, en septiembre de 1963, y que en ambos casos se mantuvieron con periodicidad bimensual en sus primeros meses.

En estos primeros números asistimos a la presentación de Magneto en el primer número, seguidos por el Desvanecedor en el segundo número y la Mole en el tercero. Tras estas aventuras, Magneto creó en el número 4 a su Hermandad de Mutantes Malignos formada por Mercurio y Bruja Escarlata, Sapo y Mente Maestra, que se enfrentaron a la Patrulla-X también en los números 5 y 6. Además, Namor es un invitado especial en ese sexto número, cuando tanto Magneto como el Profesor Xavier le buscan para que se una a sus filas.

Leer estos comics en 2023 permite ver a un Stan Lee realizando un trabajo de construcción en el que claramente no tenía claro qué conceptos iban a funcionar, empezando por la colección en su conjunto pero también con algunos personajes, héroes y villanos. Resulta curioso ver cómo Xavier se calificaba a si mismo como «el primer mutante» en el primer número de la colección, algo que el propio Lee entiendo que sabía que era erróneo, ya que coincidiendo con la publicación de este X-Men 1 en el Annual 1 de los 4 Fantásticos calificaba como «mutante» a Namor, que existía desde la década de los cuarenta. Esto entiendo que era una jugada comercial para que el término sonara a los lectores cuando cogieran por primera vez el comic de la Patrulla-X, dejando claro que si era buen escritor, probablemente fuera mejor editor. Otro elemento que ahora resulta curioso es ver usos absurdos de los poderes de Xavier y Magneto, por ejemplo cuando Magneto muestra habilidades telepáticas buscando a Namor. O qué decir cuando el impedido Xavier salta de su silla de ruedas adelantando a Bestia ante una trampa explosiva porque ha «sentido» que había un peligro, de nuevo resaltando que trabajaban sobre la marcha en estos comics y no tenían las cosas claras mientras creaban este comic.

A medida que avanza la serie Lee intenta crear una mayor complejidad a los personajes, en realidad sería algo de complejidad, empezando con un Scott Summers (¿Slim en el primer número?) serio y asustado ante la posibilidad dañar a alguien con sus rayos ópticos. (Por cierto, unos rayos ópticos con cualidades cambiantes a medida que avanza la serie). También Hank McCoy sorprende con un interés por la ciencia que se añade a sus habilidades gimnásticas. La serie sigue un patrón parecido al de los 4 Fantásticos haciendo que el joven e impulsivo Bobby Drake provoque (como la Antorcha Humana) una pelea con alguno de sus compañeros, ya sea Bestia (Hank) o Ángel (Warren Worthington III) mientras intentan impresionar a la recién llegada Chica Maravillosa (Jean Grey). Además, fruto de la creencia que cualquier comic podía ser la primera aventura de algún lector, en todos los comics los estudiantes realizan en la escuela pruebas a modo de entrenamiento de sus poderes, lo que hace que conozcamos rápidamente sus habilidades y motivaciones a nivel general.

Hablando de las habilidades mutantes, me ha gustado mucho releer el comienzo de todo y cómo los jóvenes mutantes de Xavier tienen que esforzarse para controlar sus habilidades y cómo su nivel de poder es ridículo comparado con el actual. En este sentido me ha parecido genial ver a Jean Grey entrenar sus habilidades moviendo un libro o al Hombre de Hielo disparando bolas de nieve, un elemento que refuerza el elemento infantil que tenían estos comics, incluso a pesar que Lee expresara que se dirigía también a jóvenes e incluso universitarios. Las aventuras tenían una cualidad mundana que me encanta, aunque se vea un tanto raras pensando en la actualidad en la que los mutantes han terraformando Marte como si tal cosa. En contraste, en1963 Cíclope es detenido con un saco y Ángel con unas correas normales. Ver a los chavales enfrentarse a la troupe de un circo liderados por Mole y sufrir para vencer, de hecho no lo hacen, resulta hasta refrescante. Como lo es que tras grandes despliegues de poder los chavales estén agotados y necesiten tiempo para recuperarse, algo que por supuesto ya no se aplica en los comics actuales.

Lee también aumenta el nivel de melodrama a medida que avanza la serie. Con ojos de 2023 hay cosas que son un poco lamentables, como que en la misma página del tercer número tanto Scott como el profesor Xavier reconozcan en sus globos de pensamiento que están enamorados de Jean Grey, y en ambos casos ambos niegan sus sentimientos, Scott por el miedo a hacerla daño con sus rayos ópticos y Xavier debido a que está postrado en una silla de ruedas. No, la diferencia de edad y que Jean fuera menor de edad para Xavier no era un problema, aparentemente. Suerte que Lee no llevó más lejos este bocadillo de Xavier, que podría hacernos dado un momento realmente cuestionable de haber ido a más.

La cualidad de escuela donde los jóvenes mutantes practican sus habilidades es una constante en estos primeros números, con un Xavier que se convierte en protagonista en varias ocasiones, al tener que acudir al rescate de sus pupilos con sus habilidades telepáticas. En este sentido, me parece interesante que tras salvarles en el segundo y tercer número, la intervención en el cuarto implica que es herido para que los chavales tuvieran que luchar por sus propios medios contra la Hermandad de Mutantes Diabólicos de Magneto en el quinto número. Que Xavier finja haber perdido sus habilidades es una idea muy loca de años 60, pero diría que Stan Lee notó que hacer que Xavier salvara siempre la situación al final acababa siendo repetitivo y a la larga un problema para el comic. Es entendible y acertada esta idea, aunque la ejecución con ojos de 2023 sea un poco cuestionable.

Por cierto, en estos primeros números no tenemos el clásico leit-motiv de «temidos y odiados, juran defender un mundo que quiere destruirles» que tanto juego dio años más tarde a Chris Claremont. De hecho son unos héroes que acuden cuando se les necesita e incluso están en comunicación con el FBI. Realmente, estas aventuras resultan bastante pro-stablishment, como por otra parte eran todos los comics excepto quizá Spiderman. Y el único elemento que sugeriría esto en estos 6 primeros números es cuando la Patrulla-X tiene que proteger a Sapo en el cuarto número tras haber usado sus poderes para hacer trampa en una competición de atletismo y ser perseguido por una turba de gente enfadada. Pero claro, en esta situación ¡Sapo ha hecho trampa! A lo que hay que sumar el plan de Magneto para conocer la ubicación de su escuela.

La elección de los miembros de la Hermandad de Mutantes Diabólicos también presenta elementos de folletín, el presentar un argumento original para la época, hacer que Mercurio y su hermana la Bruja Escarlata fueran buenas personas aunque sirvieran a Magneto, debido a un sentimiento de obligación tras salvar Magneto a Wanda. Lee y Kirby trabajaban sobre la marcha y estoy seguro que cuando crearon a estos personajes no estaba en sus planes su futura incorporación a Los Vengadores, pero el elemento de villanos que podían ser reformados fue una idea que volveriamos a ver en otras ocasiones en los comics Marvel.

Hablando de villanos, el universo Marvel estaba en construcción en 1963-64 y resulta clave el uso de personajes como Namor para darle cohesión. El antagonista de los 4 Fantásticos apareció en el tercer número de Los Vengadores intentando reclutar a Hulk en su lucha contra la humanidad, y meses después en el primer annual de los 4 Fantásticos lanzaba una guerra total contra la humanidad. Tras ser derrotado por los 4F y rechazado por los atlantes por su amor y defensa se Sue Storm, en el sexto número de Patrulla-X nos encontramos con un Namor con depresión que no quiere saber nada de la humanidad, pero se verá atraído a la lucha entre los mutantes de Xavier y Magneto. Tener que comprar diferentes colecciones para seguir los pasos de un personaje era otro de los elementos diferenciales de los comics Marvel de la época respecto por ejemplo los de DC.

Una de las cosas que más me molestó de la lectura de la Biblioteca Marvel ha sido el machismo con que se presenta a Sue Storm o Janet Van Dyne en las páginas de 4F y Vengadores. Sin embargo, Jean Grey me ha gustado muchísimo más, presentándose desde el principio como una de los estudiantes de Xavier más capaz. Por supuesto hay elemento muy de la época al hacer que todos los chavales estén todo el rato haciendo cosas para llamar su atención, pero ella es un miembro de pleno derecho del grupo que no necesita ser salvada. De hecho, justo es Ángel el que es hecho prisionero y tiene que ser rescatado en el quinto número, cuando asistiremos ala presentación del primer Asteroide X de Magneto. Lo fácil hubiera sido acudir a una situación de «damisela en peligro», y me gusta que Lee no lo hiciera.

Nunca me he considerado un gran fan de Jack Kirby, reconociéndole eso si su increíble importancia histórica. Pero no se por qué, en estas primeras aventuras de los hombres-X me parece que encontramos a un Kirby a un nivel fantástico. Comentaba al principio que me habían gustado más estas grapas que las iniciales de Los Vengadores, y creo que siendo el mismo Kirby, probablemente el apartado gráfico tenga una importancia clave. En la Patrulla-X Kirby cuenta con el entintado de Paul Reinman en los cinco primeros números y Chic Stone en el sexto, que creo que acompañan bien sus lápices.

Las coreografías de acción de estas grapas me parecen estupendas, presentando escenas con múltiples personajes que interaccionan entre si y provocan «melés» de héroes y villanos super dinámicas que están muy bien. Además, los hombres-X lucen super guapos dibujados por Kirby, lo que resalta con unas figuras de los Vengadores que en muchos casos me resultaban «feas», sensación que no tuve leyendo estos comics. Bueno, los héroes y Namor, la Bruja Escarlata y Mercurio, lo que resaltaba que no eran «malos», frente a los casi deformes Magneto, Desvanecedor, Mole, Sapo y Mente Maestra, personajes que ya desde su representación gráfica queda claro su cualidad de villano.

La decisión de hacer que la Patrulla-X tuvieran el mismo traje para reforzar la idea de escuela es un concepto que podría haber perjudicado a los personajes, pero gracias a Kirby se ven y se sienten diferentes entre si, no perdiendo un ápice de su personalidad. Esta idea de traje idéntico para todos los personajes no es original, claro, teniendo en los 4 Fantásticos el primer exponente en Marvel. Pero para los Hombres-X resulta la guinda del pastel, la genialidad que da coherencia a la colección.

A pesar de lo que decía al comienzo, me vuela la cabeza que Kirby dibujara al mismo tiempo a los 4 Fantásticos, el Increíble Hulk, Journey into Mistery (Thor), Los Vengadores, Sgt. Fury and his howling Commandos y la Patrulla-X que recuerde ahora mismo. (Porque reconozco que ahora mismo no recuerdo si Kirby dibujaba también Ant-Man). A lo que habría que sumar en seguida Capitán América. Incluso pensando que la mayoría de colecciones eran bimensuales, la producción de Kirby resulta imposible de imaginar en un profesional actual. De hecho, desde el Byrne de los 80 que realizaba los 4F y Alpha Flight a la vez, creo que no se ha vuelto a ver nada ni remotamente parecido. El apelativo de The King se lo ganó más que merecidamente.

En resumen, estas primeras aventuras de la Patrulla-X me han gustado mucho más de lo que esperaba. Por supuesto son café para muy cafeteros, al ser unos comics de su tiempo, para bien y para mal, pero la sensación fue super satisfactoria.

Comparto las primeras páginas del comic:

Los seis primeros números de La Patrulla-X de Stan Lee y Jack Kirby incluidos en este primer Biblioteca Marvel son claramente hijos de su tiempo, pero ofrecen unas aventuras estupendas que empiezan a mostrar el potencial que tenían estos personajes, y resultan una lectura obligada para todos los fans de los mutantes de Marvel.

PUNTUACIÓN: CLÁSICO ABSOLUTO

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