Cuarto número de Un mundo bajo Muerte, el evento de Marvel Comics realizado por Ryan North y R. B. Silva, con color de David Curiel, el comic en el que Victor Von Doom se hace con el control del planeta tras convertirse en el Hechicero Supremo de esta realidad. Y en el que en este número tendrá que enfrentarse con Dormammu.
PUNTUACIÓN: 6.5/10
Dormammu ha atacado la Tierra y desterrado a sus héroes a otra dimensión. Sólo Muerte se interpone en su camino. Pero Muerte nunca ha necesitado aliados para hacer lo que tiene que hacerse. Llega la batalla definitiva entre dos titanes. ¿Su final? No lo verás venir.
Desde que Panini empezó a publicar Un mundo bajo Muerte me estoy preguntando por qué no estoy conectando con este comic. Una parte importante es la sensación de tener escenas de combates intrascendentes colocadas en cada grapa casi por obligación, que no resuelven nada porque lo importante nos los cuentan los personajes mientras hablan entre ellos. Que en un medio como el comic los personajes nos cuenten las cosas en lugar de verlas es un problema que no ayuda al disfrute de este comic. Aparte de la nula sorpresa que North ha planteado hasta en momento en nada de lo que ha sucedido, moviéndose por territorios esperables.
Sin embargo, este cuarto número debería romper todo eso al ser una grapa entera de combate entre Muerte y Dormammu, que se ha aprovechado de un descuido de Muerte para invadir la Tierra, desterrando a todos los héroes. Si todo el tebeo es una gran escena de acción, la cosa debería mejorar, pensando que tenemos a R.B. Silba y David Curiel en el color. ¿No? Lamentablemente, no es el caso. Esta grapa me ha abierto los ojos al gran problema de esta serie / evento, además de la anodina historia de Ryan North. Y es el dibujo de Silva.
R.B. Silva llamó la atención de todos en Potencias de X junto a Jonathan Hickman. En ese momento apuntaba a artista super estrella, pero sus siguientes encargos han ido enfriando estas expectativas. Y en Un mundo bajo Muerte creo que ha tocado fondo como narrador. Dicho para mal. Y su primer problema es que la narrativa es extraña, incómoda de ver y de leer. No lo se seguro, pero diría que Silva dibuja con tablet y con maquetas digitales de los personajes. Eso hace que anatómicamente sean correctos, pero las figuras no provoquen ningún impacto emocional.
Además, una parte fundamental de sus páginas se plantean haciendo que el color sea el protagonista, lo que va en contra de la narrativa que debería ofrecer su trabajo. Ves una página cualquiera y el color de David Curiel es super llamativo y resultón. Pero cuando te planteas lo que sucede en cada viñeta, te das cuenta que todo resulta super confuso, entre otros motivos porque Silva dibuja en muchas viñetas las figuras muy pequeñas, llegando a plantear apenas siluetas en varias viñetas, confiando que el color maquille el resultado final. Y superficialmente es así, aunque cuando terminas de leer la grapa vuelves a sentir que de nuevo la grapa no ha llegado a ser todo lo satisfactoria que debería haber sido.
Y esto es una pena, porque en este caso Ryan North si plantea momentazos para que Silva se luzca. La página de Muerta acuchillando a Dormammu con garras místicas como si fuera Lobezno es un momentazo de esta grapa. O la propia idea de los hechizos lanzados por Muerte diferidos en el tiempo. Aquí si he visto elementos interesantes, pero el dibujo de Silva perjudica la narrativa general y el disfrute del comic. Y tampoco tengo ni idea si unos plazos de entrega imposibles han impedido a Solva desplegar su mejor trabajo, pero sea por el motivo que sea, el resultado no es bueno.
El combate no ha terminado, y este número nos ha dejado con un estupendo cliffhanger final. La sensación que tengo es que el quinto número de la serie también va a ser mayoritariamente combate. Un número que marca el ecuador de una serie que por un motivo u otro nunca ha acabado de despegar. Leo a muchos amigos tuiteros alabando el trabajo de Ryan North en Los 4 Fantásticos, pero este comic no me está dejando con ganas de leer nada suyo a continuación. Espero que la cosa pueda mejorar y nos deje con buen sabor de boca. Porque de momento no puedo decir que sea un mal comic, pero tampoco uno muy bueno.
Comparto páginas de este comic:
A pesar de lo extraño que suena, me empiezo a convencer que es el dibujo de R.B. Silva lo que me está impidiendo disfrutar de Un mundo bajo Muerte. Y es algo que a estas alturas no tiene solución.
PUNTUACIÓN: 6.5/10
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