Paul Thomas Anderson es un director único, y su colaboración con Leonardo DiCaprio era de obligado visionado en el cine. Hoy comento mis impresiones de Una batalla tras otra.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
Cuando su malvado enemigo resurge después de 16 años, una banda de exrevolucionarios se reúne para rescatar a la hija de uno de los suyos, encarnado por Leonardo DiCaprio. Adaptación de la novela ‘Vineland’, de Thomas Pynchon, escrita en 1990, sobre los movimientos radicales de los años sesenta.
Paul Thomas Anderson (Los Ángeles, 1970) es un cineasta estadounidense considerado como uno de los guionistas y directores más destacados de su generación. Entre sus galardones se incluyen un premio BAFTA y nominaciones a once premios Óscar, tres Globos de Oro y un Grammy. También es la única persona que ha ganado el premio al mejor director en el Festival de Cine de Cannes, el León de Plata en el Festival de Cine de Venecia y el Oso de Plata y el Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlín.
Tras su debut como director con Hard Eight (1996), Anderson obtuvo un gran éxito comercial y de crítica con Boogie Nights (1997), y recibió nuevos elogios con Magnolia (1999) y Punch-Drunk Love (2002). There Will Be Blood (2007), su quinta película, es considerada por muchos como una de las mejores películas del siglo XXI. Le siguieron The Master (2012), Inherent Vice (2014), una adaptación de la novela homónima de Thomas Pynchon. Phantom Thread (2017) y Licorice Pizza (2021) son sus últimas películas entes de esta nueva película.
Anderson produce, dirige y escribe esta película ligéramente inspirada en la novela Vineland, de Thomas Pynchon, publicada en 1990. La película de 162 minutos de duración cuenta con fotografía de Michael Bauman, montaje de Andy Jurgensen y música de Jonny Greenwood. Por cierto, me he quedamos muy loco pensando que esta película tiene una presupuesto de 150 millones de dólares, una cantidad imposible de recuperar, a pesar que esta película se plantee como «de prestigio» de cara a la temporada de premios.
En el reparto sobresale Leonardo DiCaprio como Bob Ferguson, un exrevolucionario que lleva 16 años viviendo oculto junto a su hija Willa (Chase Infiniti). Teyana Taylor como Perfidia Beverly Hills, la madre de Willa y pareja de Bob, Sean Penn como el coronel Steven J. Lockjaw, el villano de la película; Benicio del Toro como Sergio St. Carlos, Regina Hall como Deandra, Alana Haim como Mae West, Wood Harris como Laredo y Tony Goldwyn como Virgil Throckmorton, completan el reparto.
Empezando por los elementos positivos, Paul Thomas Anderson es un director y guionista que tiene clara la historia que quiere contar y lo hace de forma notable. El control visual y narrativo de Anderson consigue que a pesar de la casi nula acción que tiene la película (luego comento esto), las más de dos y media de película casi nunca se hagan largas. Más que acción, Anderson plantea una tensión estupenda alternada con momentos realmente graciosos a costa del personaje de Bob interpretado por Leonardo DiCaprio. Visualmente y como narrador, Paul Thomas Anderson me parece de 10.
Tras un largo prólogo en el que conocemos el pasado revolucionario violento de Bob y su pareja Perfidia Beverly Hills, y su relación con el policía racista Steven J. Lockjaw, brillantemente interpretado también por Sean Penn, la película da un salto de 16 años y se romperá en dos líneas argumentales. Tras la redada de Lockjaw en el pueblo donde vive Bob y su hija Willa, padre e hija se separan. Por un lado veremos los intentos de Bob de llegar al santuario donde está su hija, para luego intentar liberarla cuando sea detenida por la policía. Mientras, veremos lo que les sucede a Willa por un lado y Lockjaw por el otro.
Leonardo DiCaprio está increíble en esta película. Estamos ante un actor que borda cada uno de los personajes que interpresa. Y me hace cierta gracia pensar que este millonario considerado uno de los actores más guapos de su generación tiene tantos complejos por su situación «privilegiada» (según los estándares progresistas actuales) que en sus última películas está eligiendo conscientemente ser un white-trash patético. Porque Bob lo es, es un adulto borracho y drogata que va durante el 75% del metraje de la película vestido con una bata de andar por casa para parecer aún más lamentable. Y que está desastrado y no recuerda elementos básicos para su supervivencia al ser una persona buscada por el FBI, debido al consumo de alcohol y drogas.
Otro actorazo es Sean Penn. Su construcción del villano de la película, el policía racista aspirante a ingresar en el KKK Steven J. Lockjaw me parece super interesante. Escuchar a Penn en la versión original me ha resultado una pasada, y plantea a una persona que está tiesa en todo momento y se mueve con una mezcla de Terminator y un retrasado mental. Hay una parte importante de la película que es parodia, y es algo de lo que me di cuenta a mitad de película. Pero en este sentido, siempre me ha llamado la atención como el intento de muchas películas de retratar a los racistas como personas ridículas casi retrasados mentales también deja en mal lugar a los que supuestamente se les oponen y pierden. En todo caso, las interpretaciones de DiCaprio y Penn son de las que merece la pena pagar sólo por verlas.
Una batalla tras otra me ha gustado, pero no me ha flipado. Y en eso reconozco que las expectativas creadas por la propia película han jugado en mi contra. Porque tenemos una película llamada Una batalla tras otra que muestra en su poster y las fotos promocionales a Leonardo DiCaprio empuñando un rifle, que anticipa una película de acción que la película en realidad no es. Y cuando digo acción por supuesto tengo claro que esta es una película de Paul Thomas Anderson y no de Michael Bay. Pero estaba esperando un climax que nunca llegó. Y tengo claro que en la parte de expectativas hay una parte que es mía, pero también que la promoción de la película vende una película que no es. No se si voy a ser el único, pero creo que no seré el único que salga decepcionado con la película en ese aspecto.
En positivo, al principio de la película tras un robo hay unas escenas en la que los revolucionarios huyen en coches y acaban provocando varios accidentes de tráfico que son momentos excelente. Y durante el final hay una persecución en unas carreteras que suben y bajan colinas que plantean una tensión genial. Esto me sugiere que no es que Anderson no sepa rodar acción, simplemente no le interesaba hacerlo.
También en positivo, como DiCaprio es un actorazo, me hace muchísima gracia y son momentos geniales cuando a Bob le piden una contraseña que él no recuerda porque se ha pasado 15 años bebiendo y fumando maría. La película es super entretenida cuando sumas el elemento de patetismo de DiCaprio con un Benicio del Toro en modo zen, y me hizo pasar un rato excelente. De hecho, hizo que casi se me olvidara el hecho de estar viendo a personas afroamericanas e hispanas super capaces y resolutivas mientras que los blancos son todos patéticos y lamentables. En las personas de Bob (DiCaprio), Lockjaw (Penn) y los miembros del KKK que aparecen con otro nombre. Y, en serio que me agota este maniqueismo.
Dicho esto, tengo que reconocer que Paul Thomas Anderson no plantea sólo una crítica hacia los blancos americanos de ultraderecha, dado que también muestra a los revolucionarios de izquierdas de formas nada favorecedoras. Algo que se aprecia claramente en Perfidia Beverly Hills, la madre de Willa, cuya acciones muestran que no es una revolucionaria por sus valores, sino que es una loca egoísta adicta a la adrenalina y la violencia, y que si no hubiera sido esta causa hubiera acabando ejerciendo violencia por otro motivo. Su relación con Lockjaw y lo que hace a Bob y Willa hacen de ella una persona despreciable.
Además de Perfidia hay varias personas del grupo revolucionario que no dudarán en vender a sus camaradas en cuanto son detenidas, con tal de librarse ellas. Comentaba que hay aspectos que no me gustaron, pero al mismo tiempo agradezco una película que no es maniquea y no plantea todo en términos de blanco y negro, si sabes buscar esos elementos.
Por cierto, se me olvidó comentarlo antes, pero una cosa que NO me ha gustado nada es la música de la película. Se que es una elección creativa de Anderson, pero no me gusta nada la música asonante y repetitiva que no pega con lo que estamos viendo en imágenes. Intento pensar en el motivo de este elección, pero si es crear tensión, a mi no me ha funcionado.
Comentaba que la película no se me hizo larga, pero un poco si en la última persecución. También diré que hay alguna conveniencia en la historia, o directamente trampa de guion, pero como el conjunto es tan entretenido, fueron momentos que en realidad no me molestaron durante el visionado. Algo que achaco también al buen hacer de Anderson como guionista y director.
Sumando todos estos elementos, Me base mal no haber disfrutado más una película que claramente es notable. Tengo claro que veré seguro la próxima película de Anderson, y espero que no tarde 3 años en hacerla. Dicho esto, Me quedo muy loco pensando que hay mucha gente en redes sociales afirmando que Una batalla tras otra es la mejor película del año. Y está claro que no han habido demasiadas películas notables este año, lo que ayuda a esta apreciación. Pero me parece significativo del nivel que hay en Film-twitter en la actualidad.
Por último, me ha volado la cabeza que Warner haya pagado los 150 millones que ha costado la película. Anderson es un director de película de 30-50 millones que pocas veces ha conseguido que las taquillas las paguen. Y por mucho que ya haya críticos afirmando que una película «de prestigio» no debe verse en términos económicos, debido a los posibles premios que va a ganar y porque a la larga va a tener múltiples ingresos durante años debido a su emisión en televisión y en streaming, eso es algo que puedes decir de una película de 30 millones. Pero hablamos del presupuesto de un blockbuster, 150 millones son una barbaridad. Y por muchos premios que ganen, si es un fracaso en taquilla se tendrá que decir.
Apple hace películas sin importarle la taquilla de cine. Por ejemplo Los asesinos de la luna, Napoleón o incluso F1 The Movie, llegando a vender los derechos de distribución de esta última porque no le interesaban. Y me parece genial que lo hagan. Pero intentar vender una película con presupuesto de blockbuster como si fuera casi de arte y ensayo no me parece correcto. Dicho esto, me alegro que Warner haya invertido esta barbaridad, porque así yo pude verla.
Comparto el trailer de la película:
Una batalla tras otra es una buena película excelentemente realizada, con la que sin embargo no he acabado de conectar como me hubiera gustado.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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