Comienzo el mes de abril compartiendo el artículo de opinión que el fanzine El Colmo, una revista cultural de ámbito local en la provincia de Castellón, ha publicado en su último número de marzo. Un texto que escribí el pasado mes de enero pero que por motivos editoriales no ha visto la luz hasta hace apenas un par de semanas.

En los días posteriores al estreno de Wonder Woman 1984 el pasado mes de diciembre, se produjo en las redes sociales un fenómeno anómalo que es la primera vez que he visto en mis más de 40 años de afición al cine y a los comics. Numerosas personas a las que sigo incluidos algunos redactores de blogs de comics o cine expresaron abiertamente que NO les había gustado la película, pero no iban a desarrollar su opinión ya que no querían crear negativismo hacia la película que pudiera arruinar la experiencia a los fans de Wonder Woman que fueran a ver la película. Dada la existencia de haters en redes sociales, tampoco estaba en su ánimo dar “munición” a campañas contra un personaje del que son fan. Y por último, teniendo en cuenta el drama que vivimos todos los días en el mundo real por culpa del COVID, también había gente pensando que prefería centrarse en el ámbito friki en aquello que ayudara a transmitir buen rollo o positivismo a sus seguidores.
El debate resultante en el ámbito fan hizo que algunas personas plantearan no hablar de WW84 o, en caso de hacerlo, sólo decir lo positivo, ocultando aspectos negativos que leyéndoles entre líneas ellos sí habían sentido viendo la película. Hasta el punto llegó la cosa que leí a gente con gustos, edades y sensibilidades diferentes plantearse si no sería mejor hablar en redes sociales sólo de las cosas que les gustan y evitar escribir críticas negativas que en lo personal no les aportaban nada positivo. Y reconozco que algunas opiniones me resultaron interesantes y me hicieron pensar sobre ello. Este artículo es fruto de esta reflexión y más cosas que me llevan revoloteando en la cabeza desde hace tiempo.
Pero no estamos hablando sobre la discrepancia legítima y a tener opiniones diferentes sobre una película, algo lógico y normal que ha pasado y siempre pasará. A mi no me gustó la película y a mucha gente si, y ya se sabe que para gustos, colores. Lo anómalo es reconocer que tu opinión es una pero te sabe mal expresarla por los motivos que sean. Esta ¿auto-censura preventiva? (no sé ni como llamarla), es una locura que expresa la polarización extrema que está afectando a nuestra sociedad actual. No quiero alargarme más de lo necesario sobre Wonder Woman 1984, aunque si te interesa conocer mi opinión sobre la película, te invito a leer mi reseña.
Pensar que hay gente que llega a esos extremos porque Wonder Woman 1984 (en este caso) es de alguna manera de “mi bando” y por eso no puede decir nada que no sean alabanzas para no dar “munición al otro bando” me parece incomprensible y una autentica locura. ¿De qué bandos estamos hablando? ¿La gente se ha vuelto loca? Aparte que estamos hablando de una película de entretenimiento, no un complejo dilema moral. Tan válido es que algo te guste como que no lo haga, tu vida en lo fundamental no va a cambia por esta valoración. Y desde luego, no vas a dejar de ser fan de un personaje de ficción por decir que una película suya no te gustó. ¿Les sabía mal a dichas personas criticar una película dirigida por una mujer por miedo a ser tachados de machistas, sin importar lo justificadas que fueran sus opiniones? ¿Estamos ante un concepto de sororidad mal entendido? Si ese fuera el caso, sería ilustrativo de los tiempos en que vivimos.
Es cierto que hay campañas de haters que critican películas antes del estreno para boicotearlas y que intentan provocar su fracaso económico. Estas campañas son asquerosas y hay que denunciarlas públicamente cuando se produzcan. Pero eso no se debería combatir con “fanboyismo” extremo que también oculta la realidad. La única opción razonable, en mi opinión, es que el espectador pueda disponer de todos los datos y las opiniones más contrastadas y objetivas (dentro del subjetivismo que todos tenemos) que ofrezcan puntos de vista diferentes, para que puedan hacerse una idea de si va a conectar con sus gustos particulares y en su caso, si le merece la pena ver o no la película en cuestión.
Y no es que los medios de comunicación tradicionales sean garantes de ningún tipo de objetividad o imparcialidad, para qué nos vamos a engañar. Sin ir más lejos, uno de los más veteranos críticos de cine que escribe en un periódico de ámbito nacional ha expresado pública y repetidamente que determinados géneros cinematográficos no le gustan, así que para sorpresa de nadie sus críticas sobre dichas películas son prácticamente siempre negativas. O en el caso de series de televisión, resulta difícil leer una crítica negativa en un medio cuyos propietarios sean también accionistas del canal de televisión que emite esa serie.
Todos tenemos nuestros propios sesgos que nos hacen interpretar la realidad de formas muy diferentes y totalmente respetables, mientras dichas opiniones se realicen desde el respeto y la educación. En mi caso, ni se me pasa por la cabeza pensar que yo de alguna manera puedo “arruinar” a nadie el visionado de una película por expresar mi opinión, entiendo que la gente es suficientemente madura e inteligente para que eso no pase. También creo que es malo dejarte arrastrar ciegamente por las corrientes de opinión en redes sociales, que pueden llegar a convencerte de no ver una película porque alguien la calificó de desastre, o hacerte ir al cine a ver una película “mala” porque es lo más. Al final, si vi Wonder Woman 1984, fue precisamente para poder crearme mi propia opinión.
Normalmente me interesa conocer la opinión de algunos críticos concretos que exponen sus puntos de vista de formas razonadas e interesantes alejados del extremismo y de las trincheras, y a los que no les supone un problema o un trauma ver cine de género. Pero no me condicionan hasta el punto hacerme no ver una película que me apetece ver.
Sin embargo, sí que me fío de familia o amigos (ya sea en la vida real o en redes sociales), con los que comparto gustos y saben qué cosas son las que más me interesan. Gracias a ellos he descubierto comics, series y películas geniales que no hubiera visto de no ser por ellos. En el caso de estas personas, sí que he decidido no ver series o películas fiándome de su opinión, porque normalmente vamos en la misma onda. La idea que la gente empecemos a no dar nuestra opinión sincera sobre productos de entretenimiento por algún tipo de presión social incomprensible me parecería lamentable.
Por otro lado, ser fan, ser cinéfilo, no es una competición, no se trata de ser más que nadie. O al menos así es como yo planteo mi afición. No creo que todos los productos de entretenimiento deban tener en cuenta mis gustos como consumidor y por eso mismo es imposible que todo lo que se estrene me vaya a gustar. Me parece maravilloso que se planteen conceptos que busquen conectar con diferentes tipo de espectadores y si algo bueno a tenido el desarrollo de los canales de streaming, ha sido la ampliación de la oferta disponible para que cada uno elija de acuerdo a sus intereses.
Volviendo al comienzo y a la pregunta que motivó esta columna de opinión, por supuesto que se pueden escribir críticas negativas. De hecho, cuantos más puntos de vista hayan planteados con educación y respeto, mejor. Eso si, si vas a opinar de algo, no te creas más inteligente que tus lectores o en la obligación de “educar” a nadie creyendo que tu punto de vista es la palabra de Dios y los demás están equivocados.
Soy ferviente seguidor del “vive y deja vivir”, opina tratando a todo el mundo como te gustaría que te trataran a ti. Separa al autor de su obra, que alguien haya hecho una película que no te haya gustado no le convierte en mala persona. Y desde luego, a él no le interesa tu opinión al respecto, no le etiquetes para que sepa lo poco que te gustó su trabajo. Ni se te ocurra insultarle o acosarle, no sólo es moralmente reprobable, puede ser delito, así que no hagas el tonto. Es sano y hasta deseable escuchar puntos de vista contrapuestos que nos separen aunque sea un momento de las campanas de resonancia en las que se han convertido las redes sociales. Incluso es posible ser amigo de alguien que no siempre esté de acuerdo contigo.
También soy el primero al que cuando algo me entusiasma quiero compartirlo con todo el mundo, como The Mandalorian en Disney+ o el comic Wonder Woman: Tierra Muerta de Daniel Warren Johnson recién publicado en España por ECC Ediciones. Si te gusta Wonder Woman, este comic tiene muchas posibilidades de que se convierta en tu favorito de 2021. Prefiero centrarme en lo positivo que hay mucho a nuestro alrededor si nos molestamos en buscarlo. Y sobre todo, si algo te gusta, si realmente te consideras fan, debes apoyarlo comprándolo y consumiéndolo legalmente. Eso si te convertirá en un “buen fan”.
Espero vuestras opiniones en la zona de comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.