Tenía ganas de ver Titane, la película con la que Julia Ducournau ha ganado la Palma de Oro del Festival de Cannes de este año. Creo que está bien salirse de la zona de confort y ver con mentalidad abierta obras que a priori no encajan con mis gustos.
PUNTUACIÓN: 2.5/10
CRÍTICA CON SPOILERS
Un joven con la cara magullada es descubierto en un aeropuerto. Dice llamarse Adrien Legrand, un niño que desapareció hace 10 años. Para su padre, Vincent, esto supone el final de una larga pesadilla y lo lleva a casa. Simultáneamente, se suceden una serie de horribles asesinatos en la región.
Julia Ducournau (Paris 1983) es una directora y escritora francesa. Finalizó en 2008 sus estudios de guion en la escuela de cine de La Fémis de París. En 2011 ganó el Petit Rail d’Or en el Festival de Cine de Cannes por su cortometraje Junior. Su película de 2016, Raw (Crudo), fue exhibida en la semana de la crítica del Festival de Cannes, y ganó el premio Sutherland en el Festival de Cine de Londres
En 2021 ganó la Palma de Oro del Festival de Cine de Cannes por su segundo largometraje, Titane. Se convirtió así en la segunda mujer en ganar el premio en la historia del Festival, después de que Jane Campion lo consiguiera ex aequo en 1993 por El piano junto a Chen Kaige por Adiós a mi concubina, siendo la primera en hacerlo en solitario.
La película de 108 minutos de duración cuenta con fotografía de Ruben Impens, música de Jim Williams, sonido de Séverin Favriau, Fabrice Osinski y Stéphane Thiébaut y montaje de Jean-Christophe Bouzy. Titane ha recibido de momento la Palma de Oro del Festival de Cannes 2021 y el Premio del Público del Festival de Toronto 2021.
SPOILERS A CCONTINUACIÓN:
La película tiene dos protagonista absolutos que monopolizan toda la historia. Por un lado tenemos, el descubrimiento de la actriz, modelo, fotógrafa y cofundadora de la revista Peach Agathe Rousselle. La francesa interpreta a Alexia, una bailarina en muestras de tuning que es una sociópata asesina en serie con una nula empatía hacia el resto de seres humanos a su alrededor. Cuando era niña, Alexia tuvo un accidente de coche que la produjo heridas y obligó a los médicos a insertarla una placa de titanio en la cabeza (de ahí el nombre de la película, Titane). Ya de joven adulta, como no se siente a gusto con su cuerpo o su sexualidad y no consigue mantener relaciones satisfactorias con mujeres, mantiene relaciones sexuales con un Chevrolet que es lo único que la ayuda a llegar al orgasmo. De alguna manera queda embarazada y nota como algo metálico crece en su interior.
La idea de la película (creo) es hacernos ver que Alexia es una persona que no se siente feliz con su cuerpo y jugar así con los estereotipos de género intentando subvertirlos, pero lo único que vemos es a alguien asocial que no empatiza con nada ni nadie. Para evitar ser detenida por la policía que la persigue tras cometer múltiples asesinatos, se hace pasar por Adrien, un niño desaparecido hace 10 años que se supone ahora tendría su edad. Su transformación física implica una escena de violencia auto infligida que pone los pelos de punta. Con la llegada al hogar de su «padre» Vicent (un Comandante de Bomberos al cargo de una base local) en su identidad de Adrien intentará vivir como un joven bombero ocultando su prominente barriga de embarazada con una venda elástica, y entrará en contacto con una “masculinidad tóxica” representada por los bomberos (¿hay algo más masculino que unos bomberos?), pero obviamente tampoco se sentirá a gusto con esta identidad. Por cierto, mirando las características del material en Google, veo que el titanio es un material altamente maleable que permite muchas configuraciones. Es un metal duro y ligero, lo que hace que posea una alta relación resistencia/peso, lo que encajaría con la idea de experimentación y de los cambios sexual y personal que vivirá Alexia durante la película.
Agathe Rousselle tiene unas facciones andróginas que diría que es lo que convenció a Ducournau que era perfecta para el papel de Alexia / Adrien, fichándola a pesar de ser una actriz novel y siendo esta su primera película. Y efectivamente con el pelo rapado y la prótesis en la nariz, realmente puede pasar por un chico cuando se pone ropa suelta que disimula sus pechos, caderas, etc. En ese sentido diría que es un buen casting que ofrece a la directora lo que necesitaba.
Sin embargo, no me atrevería a calificar a Rousselle como una buena actriz dado que aparece el 99% del tiempo en pantalla con cara de mala ostia sin relacionarse con nadie a su alrededor como si fuera medio autista. Sobre sus escenas de violencia auto infligida que hay que reconocer que sí son super fuertes, me recordó a Leonardo DiCaprio en El Renacido ¿es una buena actuación si realmente Leo vivió ese calvario, comió carne cruda, etc? Pues igual, Rousselle. Hay que tener muchas narices (guiño, guiño, broma, broma) para realizar la escena del lavabo, pero como digo no transmite verdadera emoción en ningún momento y es imposible empatizar con un personaje que reconozco que está planteado desde el guión como un super over-the-top extremo con numerosos momentos de gritos y sufrimientos extremos mostrados en pantalla casi en primer plano.
El veterano y super conocido Vicent Lindon es el gran beneficiado de Titane, ya que su personaje es el tipo de caramelito over the top que todo actor desea interpretar para poder aparecer desatado en pantalla y ser carne de premios. El actor de 62 años interpreta a Vincent Legrand, un Comandante de bomberos super musculado que se droga para intentar evitar el paso del tiempo, traumatizado por la pérdida de su hijo. La llegada de Alexia / Adrien hace que intente recuperar el tiempo perdido, buscando ser de nuevo un padre que protege a su hijo, incluso aunque sea viviendo una mentira evidente.
Hay un intento de idea interesante sobre los roles de la paternidad / maternidad, ya que Vicent (un hombre muy macho) desea sobre todo ser padre y poder estar con su hijo perdido aunque sea a costa de negar la realidad, mientras que Alexia (la mujer) rechaza ser madre y de hecho intenta provocarse un aborto en otra de las escenas más bestias de la película. Como digo, como idea para desafiar los roles sociales habituales me parece interesante, lo malo es que la ejecución de esta y en general todos los intentos de metáforas de la película me parecen penosas, porque si el rol positivo de padre sólo lo puede hacer un hombre drogado y con problemas mentales, mal vamos.
Tengo que agradecer a Ducournau que al menos se refrenó y mostró a Alexia como la sociópata peligrosa que es. Cuando mata primero a un chaval que se intenta propasar con ella, ya me temía un «Joker» en el que sólo asesinara a gente mala, por supuesto hombres, convirtiendo la película en un panfleto feminista como tantos otros que nos machacan en los últimos años. Esto se vio acentuado al intentar posteriormente quemar a su padre, que se mostró distante con ella y ¿no le dio el amor que necesitaba? Sin embargo, aparte que su madre también está en la casa cuando provoca el incendio, la masacre posterior en la casa de los estudiantes muestra a las claras a una asesina sanguinaria que mata a cualquiera, incluso a los atontados pero sin duda inocentes jóvenes chicas y chicos que allí se encuentran. En ese sentido, menos mal que ese lado panfletario me lo ahorré. Además, resaltar que no tengo problema con una historia mostrada desde el punto de vista de un asesino, con esta temática han salido grandes clásicos como Henry, retrato de un asesino, y tengo claro que la empatía con el protagonista no es un elemento obligatorio para contar una buena historia.
Con toda la intención del mundo de señalado con cursivas algunos detalles del guión que realmente suceden en la película y que son sencillamente ridículos. Si mientras lo leías no has pensado «¿Pero qué cojones es esto?» es que no he hecho bien mi trabajo. Se me ocurre como positivo que Ducournau plantea una historia no lineal, con una primera mitad que sugería una historia de serial-killers que es abandonada para contar otra cosa en la segunda mitad. No tengo problema en señalar esto como un elemento diferente que rompe con la estructura de tres actos habitual.
Pero diferente NO ES MEJOR, sobre todo si lo que ofreces es una ridiculez que además juega con una penosa y estudiada ambigüedad en todo momento (¿los padres mueren o no? ¿Y el bombero en el incendio? Obviamente da igual, todo vale). De hecho, Alexia parece que fallece en el parto, pero realmente no se muestra bien, lo que me sugiere lo tramposo de todo. Porque una cierta ambigüedad puede venirle muy bien a una historia, al sugerir una duda y múltiples opciones igualmente interesantes. Pero en Titane esta ambigüedad es el recurso del mal escritor, del no cuento nada pero espero que la gente flipe y se haga pajas mentales imaginando elementos que no están ahí. O que están igual que sus contrarios, lo cual es un ejemplo de mala escritura. ¿Cuál fue el viaje de Alexia, qué cosas aprendió siendo mujer y luego hombre, ha crecido y mejorado como persona? No hay respuesta a estas preguntas porque no hay una idea sólida detrás de todo, sólo una intención de mostrar elementos polémicos a ver si alguno impacta en el espectador, aunque sea vacío.
Sin embargo, cuando la ejecución es tan terriblemente mala, cuando todo son locuras absurdas que no se sostienen, la verdad es que da un poco de rabia que haya críticos serios profesionales que opinen que esto es un buen guión, para empezar, o una buena película en general. La idea de plantear una mujer que desafía su sexualidad y su propia fisiología femenina como concepto es interesante, pero no es ni bueno ni malo de por si, depende de la ejecución. Conectar que por recibir una placa de titanio por un accidente vas a sentirte atraído sexualmente hacia los coches es una ridiculez. Y como eso, todo lo que pasa: chorrada, tras ridiculez, más porque sís, con dos gotas de violencia que escandalice y convierta todo en más cool. Así todo.
Como digo, da rabia que una película mainstream, cualquiera, de cualquier género, tenga que ofrecer una lógica interna, plantear una historia que respete las reglas que marca previamente y no se salte a la torera elementos cuando más le interesa a su directora. Y en este caso Titane se los salta uno tras otro y le aplaudan la gracia los mismos que no admiten que se haga eso mismo en el cine comercial, justificándolo con que esto es «cine de autor». Obviamente, un autor / director puede hacer lo que quiera, claro que si, pero debe tener lógica y no puede ser todo un porque si, porque entonces seguirá siendo cine de autor, pero con un guión muy malo. Son conceptos perfectamente compatibles, de hecho en los últimos años conviven con demasiada frecuencia.
Y también entiendo que esta no es una película lógica, sino una que busca atrapar al espectador emocionalmente con los numerosos elementos polémicos, y desde cierto sentido no debería buscarse lógica en algo que no lo tiene. Aunque en ese sentido, tampoco puede buscarse un sentido a unas imágenes que sugieren metáforas que no llevan a ningún sitio. Metáforas que sin embargo son celebradas aún no entiendo porqué.
Hay otro elemento que no puedo entender. Es normal que un adolescente o joven que ha visto poco cine vea Titane y flipe, entre otros motivos por una violencia extrema que claramente está puesta para escandalizar al público y no es para todos los espectadores. Hasta ahí bien, hay decenas de películas «de festivales» que se plantean con elementos polémicos o gore para llamar la atención del público y los productores para dar a conocer a los autores, lo cual es legítimo y lógico en este mundo del entretenimiento audiovisual saturado de contenidos. Mejor que hablen de mi, aunque sea mal. Esto lo entiendo.
Lo que no me entra en la cabeza es que críticos veteranos que además de Titane conozcan la obra de Gaspar Noé, David Cronenberg o David Lynch por nombrar solo a tres directores, puedan ver la película de Julia Ducournau y calificarla de «revolucionaria», cuando copia tan claramente a estos autores sin mejorarles en ningún momento. Bueno, quizá si introduciendo elementos más polémicos como un intento de aborto con un palillo afilado, pero desde luego con muchísimo menos pericia y, desde luego, contando una historia con mucho menos sentido o lógica interna que dichos directores.
Como digo, si exceptuamos el repelús de las dos escenas de hiper violencia que Alexia comete contra si misma, visualmente no veo en Titane nada realmente memorable y mucho menos revolucionario. Veo claro elementos que otros autores mostraron antes mucho mejor que Ducournau, empezando por Irreversible o Enter the Void, en el que además del aspecto visual hay una intención de contar una historia de forma rompedora. Y si a eso hay que sumarle el desastre de la historia con un embarazo que aparece y desaparece, entre otros muchos elementos, el resultado final es un bluf en toda regla. Ejemplo de ello puede ser el final con el nacimiento de un hijo «cyborg» como metáfora de las nuevas identidades de género como las transgénero, etc… que queda como un elemento de nuevo vacío que no lleva a ningún lado.
Me gusta probar cosas diferentes para poder hablar con conocimiento de causa sobre todo tipo de cine. Y os aseguro que NO fui al cine predispuesto a que no me iba a gustar Titane. Pero ver el reconocimiento que está recibiendo una película para mi super mediocre, vacía y tramposa no me cabe en la cabeza. De hecho, me recordó justo la noticia de hace unas semanas cuando Carlos Boyero anunciaba que dejaba de ir a festivales porque consideraba que «era redundante poner a parir películas que son evidentemente una mierda. No tiene sentido señalar la mediocridad de la sección oficial si la sección oficial tiene ya por norma estrenar cine mediocre políticamente correcto.» Y sobre todo «Se impone, desde los propios medios, que las buenas intenciones equivalen a calidad artística.» Estas palabras no son mías, sino de Alberto Olmos, en un artículo que me parece estupendo y que suscribo punto por punto. El reconocimiento masivo que en los últimos años se está haciendo desde los medios mainstream de una película porque trata «temas importantes» olvidando que cinematográficamente es muy deficiente me parece penoso.
Sin ser ni mucho menos un experto en el cine indy, de autor o europeo, veo que en el cine de festivales que intento ver ha habido una caída brutal de la calidad en los últimos años, encontrando muchísima basura panfletaria revestida de cine de autor con la excusa de contar historias importantes. Por supuesto, si tiene una mirada feminista (no femenina), mejor que mejor. Se habla mucho de la crisis del cine y de las salas comerciales dirigiendo siempre la mirada hacia el cine comercial como la fuente de todos los males, pero la calidad media del cine de autor es lamentable en los últimos años, por lo que tampoco sorprende que cada vez menos público quiera pagar para que le asalten con un mitin político mostrado a brocha gorda.
Comparto el trailer de la película:
Titane es un bluf. No se me ocurre otra manera de calificarlo. Qué lástima.
PUNTUACIÓN: 2.5/10
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