Crítica de El Príncipe Dragón temporada 5: El misterio de Aaravos (Netflix)

La quinta temporada de El Príncipe Dragón estrenada en Netflix, la segunda con la denominación El misterio de Aaravos, ha resultado una importante decepción.

PUNTUACIÓN: 4.5/10

En esta quinta temporada, dos bandos diferentes buscan la prisión del peligroso Elfo de las Estrellas Aaravos, una búsqueda épica en sí misma. Mientras que la banda de héroes, incluidos los dos príncipes humanos protagonistas, quieren que permanezca encerrado, otros planean liberarlo.

La serie fue creada por Aaron Ehasz y Justin Richmond. Tras tres años de parón entre la tercera y cuarta temporadas, la serie ha retomado su estreno a razón de una temporada por año. Además, Netflix ha confirmado que la serie terminará en su séptima temporada en la que finalizará el actual arco de El misterio de Aaravos. En lo relativo a esta quinta temporada, tenemos 9 episodios de más o menos 25 minutos de duración, la misma duración que temporadas anteriores.

Los protagonistas de El príncipe Dragón: El misterio de Aaravos son Callum (con la voz en la V.O. de Jack DeSena), Rayla (Paula Burrows), Ezran (Sasha Rojen), Soren (Jesse Inocalla), Aaravos (Erik Dellums), Claudia (Racquel Belmonte), Terry (Benjamin Callins) y Viren (Jason Simpson), entre otros.

En lo referido a la animación, El príncipe dragón surgió con una estética muy particular nacida de la combinación de animación por ordenador 3D con técnicas de animación dibujada a mano. Hay cierta sensación de desconexión de los personajes respecto a los fondos en los que tiene lugar la acción, como si flotaran en pantalla, haciendo que la serie alterne momentos visualmente bestiales por ejemplo con los dragones con otros que parecen sacados de un cartoon de los 80. Dicho obviamente en el peor sentido posible. Pero esto es una situación que ya viene desde la primera temporada, y en mi caso entiendo que la animación es la que es y no va a cambiar ahora, así que no me supuso un problema grave mientras vi la serie porque ya sabía lo que esperar.

Lo mejor de El príncipe Dragón es la creación del mundo de Xadia, así como sus habitantes. Los príncipes Callum y Ezran, la elfa de la luna Rayla, los dragones, todo el diseño relacionado con los diferentes seres que aparecen en la serie me gusta mucho. Y en esta quinta temporada conoceremos a los Dragones del Agua, que lucen imponentes. En lo referido a la ambientación de fantasía, diría que el éxito es total.

Aparte de lo chulos que lucen los personajes, lo que nos atrapó de inicio en esta serie fueron el carisma de los personajes y la química que mostraban entre ellos, todo ello sumado a una narración que incorpora numerosos momentos de humor que encantan a los espectadores más pequeños que ayuda a la sensación de aventura ligera para todos los públicos.

El príncipe dragón también destaca al ser una historia planteada desde la diversidad. Me he quejado tanto que hagan a la Antorcha Humana afroamericano en una película o que cambien por la cara la orientación sexual de algún personaje de Marvel o DC que es genial ver una serie que plantea de inicio la existencia de relaciones sentimentales entre personas del mismo sexo, o que hagan que una persona sorda tenga un papel importante y sea mostrado desde una óptica heroica. Desde el punto de vista de la visibilización de determinados colectivos, creo que la serie lo hace todo bien.

El problema y principal decepción de esta quinta temporada viene provocado por una historia que hace aguas y no presenta prácticamente nada destacable en los 9 episodios de la temporada. Que de alguna manera me quede con la sensación que podrían haberme saltado esta temporada y no me perdería nada importante, o que el 90% de todo lo que nos contado ha sido «paja», son las dos peores ideas con las que te puede dejar una serie de entretenimiento mainstream.

Al plantearse un salto temporal de dos años entre el final de la tercera temporada y el comienzo de la cuarta y la nueva historia «El misterio de Aaravos», yo al menos di margen a la serie para que presentara el nuevo statu-quo y la amenaza a la que se tendrían que enfrentar, aceptando que estando bien a nivel general, a la temporada le había faltado un climax más potente del que nos ofrecieron. Esto ha sido mucho peor en esta quinta temporada, al eludir prestar atención y el tiempo que se merece al misterio de Aaravos, no dando respuestas a las muchas preguntas sin respuesta que dejó la cuarta temporada. Por supuesto, esto es un problema.

Al final de la cuarta temporada, la maga oscura Claudia había obtenido el plano para encontrar la prisión donde está encerrado el Elfo de las Estrellas Aaravos, el villano clave para conseguir que su padre, el resucitado Viren, no vuelva a morir esta vez ya para siempre. Parecía que se iba a plantear en esta temporada una carrera contra el reloj entre el grupo de Claudia y Viren y el de nuestros héroes Callum, Ezran, Soren y Rayla. Y nada más lejos de la realidad. El viaje por el río de Claudia parecen unas vacaciones en un crucero turístico en el que pierden episodios enteros sin contar nada de interés. Y aunque por el otro lado los chavales viajan a una biblioteca maldita buscando información y descubren la tierra de los piratas marinos, la sensación es que se está perdiendo tiempo en elementos secundarios en lugar de centrarse en lo que debería ser lo más importante, la villanía de Aaravos y como el que quede en libertad significaría el fin de Xadia, está presente en todo el visionado.

En la temporada anterior hubo una segunda trama sobre el conflicto que se vive en el asentamiento de los elfos del Sol al chocar las tradiciones de los elfos con la de los humanos con los que comparten hogar provisionalmente. Esta trama presentó elementos muy chulos referidos al respeto mutuo que deben tenerse las diferentes culturas. Sin embargo, en esta quinta temporada todo cae en la irrelevancia, girando de nuevo hacia elementos sin interés en lugar de plantear situaciones que realmente consigan enganchar. Y eso a pesar de la aparición del Elfo de Sangre que provoca una buena escena de acción. En general, da la sensación que los creadores de la serie deberían emplear el limitado tiempo del que disponen en cada temporada mejor de lo que lo hacen, centrándose en lo realmente interesante en lugar de lo que han hecho en esta temporada.

La serie siempre se ha construido a partir de los personajes, y el cariño que le tengo a todos hace que en muchos momentos me guste verles interactuar aunque sus aventuras no sean interesantes. Pero eso puede funcionar para tres o cuatro episodios, no para una temporada completa. Me da la sensación que los creadores se han equivocado en su planteamiento tras confirmarles Netflix que tenían 4 temporadas completas para contar su historia. Porque no es aceptable que hayamos llegado a la mitad tras dos temporadas completas sin momentos memorables y de alguna manera aún empeñados en el worldbuilding de cosas no demasiado interesantes sin resoluciones interesantes a las tramas presentadas en estas temporadas.

Otro problema que me he encontrado en esta quinta temporada es que hasta ahora pensaba que El príncipe dragón era una serie de animación para un público juvenil. Sin embargo, el casi nulo avance de las tramas principales y la repetición de algunas situaciones de humor muy infantil me han hecho preguntarme si no estaría yo equivocado y realmente esta serie se plantea para niños menores de 13 años. Esta temporada no me deja con buen sabor de boca, y me sabe muy mal.

Comparto el trailer de esta temporada:

El príncipe Dragón: El misterio de Aaravos se ha desinflado completamente en esta quinta temporada, con una historia alargada llena de situaciones sin interés que no me dejó con ganas de seguir viendo la siguiente temporada.

PUNTUACIÓN: 4.5/10

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