Casi por sorpresa y tres años después del final de la tercera temporada, Netflix ha estrenado una cuarta temporada de El Príncipe Dragón, la serie de animación que ha creado un estupendo mundo de fantasía.
PUNTUACIÓN: 7/10
Dos años después del final de la tercera temporada, Claudia ha conseguido realizar el hechizo para resucitar a su padre Viren, lo que da inicio a una nueva amenaza que puede destruir todo el mundo de fantasía de Xadia.
El príncipe dragón es una serie de animación creada por Aaron Ehasz y Justin Richmond. Uno de los objetivos fundamentales del equipo creativo con respecto a El Príncipe Dragón es «retratar un mundo de fantasía que se sienta más diverso y representativo que los mundos e historias de fantasía que hemos visto en el pasado». Tras las exitosas tres primeras temporadas, Netflix dio luz verde a la producción de 4 nuevas temporadas, cada una de 9 episodios, de la que esta es la primera. Un arco que cerrará completamente la historia que los creativos plantearon desde el comienzo de la serie.
Los personajes principales de la serie son (gracias wikipedia):
Ezran: El hijo de 10 años del rey Harrow y hermanastro menor de Callum que tiene la capacidad de hablar con los animales. Ezran comienza como príncipe heredero, pero se convierte en rey de Katolis al comienzo de la tercera temporada.
Callum: hermanastro mayor de Ezran, de 14 años e hijastro del rey Harrow. En el transcurso de la serie, se convierte en el primer humano que maneja la magia primigenia por sí mismo y comienza una relación con Rayla. Tras la caída de Viren, se convierte en el nuevo Alto Mago de Katolis.
Rayla: Una prodigiosa asesina elfa de la sombra de la luna de 15 años que se alía con Callum y Ezran para devolver al Príncipe Dragón a su madre. Con el tiempo, ella y Callum comienzan una relación romántica.
Viren: Consejero del rey Harrow y uno de los principales antagonistas de la serie. Practicante de la magia oscura, busca el avance de la raza humana y su dominio sobre Xadia por cualquier medio, y acaba siendo manipulado por Aaravos en el curso de su búsqueda. Los dos hijos de Soren son Claudia, su hija de 16 años, y una talentosa maga oscura que es muy leal a su padre a pesar de sus ambiciones de dominar Xadia, y Soren, su hijo de 18 años y miembro de la Guardia de la Corona Katoliana. Un soldado fanfarrón e inmaduro, pero hábil y de buen corazón.
General Amaya: La tía materna sorda de Callum y Ezran que se comunica en lenguaje de signos y comandante del ejército katoliano. Mantiene además una relación sentimental con Janai: Una guerrera elfa de Sunfire y la hermana menor de su reina Khessa. También es conocida como la Caballero de Oro de Lux Aurea, la capital de los Elfos Fuego del Sol. Tras la muerte de su hermana a manos de Aavaros y Viren, se convierte en la nueva reina de los Elfos del Fuego Solar.
Aaravo: Un elfo de las Estrellas también conocido como la Estrella Caída, y uno de los principales antagonistas de la serie que fue encarcelado dentro de un espejo que pertenece a los Reyes de Xadia por crímenes desconocidos. Es un maestro de la magia primitiva y oscura que utiliza a Viren para lograr sus propios objetivos. Su historia de fondo se explica en el Libro Cuarto: La Tierra, que ha cambiado el nombre de la serie por El Príncipe Dragón: El Misterio de Aaravos.
El Príncipe Dragón es una de esas pequeñas joyas de la fantasía que pudimos disfrutar gracias a la apuesta de Netflix por las series de animación. Las tres primeras temporadas fueron una gozada absoluta, y una muestra genial que se puede hacer una serie de personajes diversos que conecten con el público sin que ello genere polémicas ridículas. Polémicas que por otro lado surgen cuando los estudios lo primero que plantean al adaptar personajes nacidos en obras en otros medios (novelas, comics o video juegos) es cambiar el sexo, la raza o la orientación sexual de algunos de los personajes para convertirla en «más diversa». En esta serie tenemos una historia de amor entre dos mujeres, una de ellas con una discapacidad, y no hay ningún problema por ello a mi entender (y en el de cualquier persona con dos dedos de frente).
En lo referido a la animación, El príncipe dragón surgió con una estética muy particular nacida de la combinación de animación por ordenador 3D con técnicas de animación dibujada a mano. Hay cierta sensación de desconexión de los personajes respecto a los fondos en los que tiene lugar la acción, como si flotaran en pantalla, haciendo que la serie alterne momentos visualmente bestiales con otros que parecen sacados de un cartoon de los 80. Dicho obviamente en el peor sentido posible. Pero esto es una situación que ya viene desde la primera temporada, y en mi caso entiendo que la animación es la que es y no va a cambiar ahora, así que no me supuso un problema grave mientras vi la serie.
La tercera temporada ofreció un estupendo climax a la historia que habiamos visto hasta ese momento, de forma que si la serie hubiera terminado ahí podría decirse que tenía un final super satisfactorio. Pero este final anticipó también lo que podría ser la principal fuente de problemas para el reino de Xadia, al asistir a la resurrección del villano Viren por su hija Claudia. Con el estreno de esta cuarta temporada tres años más tarde, asistimos a la sorpresa que esta resurrección tuvo lugar 2 años después de los sucesos de la temporada anterior, que es el momento en que va a tener lugar la serie. Por cierto, ahora que lo pienso, aparte de ver a Ezran más crecidito, la verdad es que sorprende lo poco (o nada) que ha cambiado el reino en este tiempo. De hecho, que tras todo este tiempo los elfos del Sol liderados por Janai sigan viviendo en tiendas de campaña no se si tiene demasiado sentido. La serie presenta lo que va a ser el conflicto principal de las próximas temporadas, al buscar Viren y Claudia liberar al malvado elfo oscuro Aaraven de su prisión. Aaraven es el principal cáncer que sufrió el reino durante años (siglos) y si escapa, su poder descontrolado puede destruirlo todo. Pero antes, hay que encontrar donde se encuentra esta prisión, lo cual será el hilo conductor de esta primera temporada y entiendo que la siguiente.
La serie plantea, además de la trama principal, una segunda trama sobre el conflicto que se vive en el asentamiento de los elfos del Sol al chocar las tradiciones de los elfos con la de los humanos con los que comparten hogar provisionalmente. Aparte de una nada sorprendente lucha por el trono de los elfos en la que una reina benevolente (mujer) tiene que enfrentarse a las ansias de poder de su hermano (un hombre), la serie plantea en esta trama una interesante historia sobre que hay que respetar las tradiciones de los demás, pero más importante es el perdón y en poner por delante el construir un futuro en común.
Si tengo un problema con algo, es con la forma en que nos están contando las acciones de Claudia, una hechicera que controla la magia negra y que está realizando acciones de una verdadera villana que sin embargo son mostradas como si todo fuera super chupi-guay. Me gusta que en su momento la serie mostrara personajes con sombras de grises, y que el villano Viren fuera capaz también de mostrar amor por su hija, pero hay un intento muy claro de blanqueamiento de unos hechos que si los hiciera un hombre serían considerados completamente malvados. La excusa de hacer lo que sea por salvar a su padre solo funciona hasta cierto punto y no son una patente de corso que la permiten salirse con la suya de cualquier cosa que haga.
Debido a la narrativa serializada que la serie plantea con las 4 temporadas aprobadas, siendo esta la primera, se nota que esto es apenas el comienzo de la nueva trama y apenas sirve de presentación de los principales arcos argumentales que serán desarrollados más adelante. Es por esto que a pesar de la aparición de varios de los principales dragones en el último episodio, me quedé con la sensación que a la temporada le ha faltado un climax más potente del que nos han ofrecido. Problemas del worldbuilding. En todo caso, dada la sorpresa que ha supuesto el estreno de esta nueva temporada, me quedo con una sensación satisfactoria y con ganas de más.
Dado que Netflix aprobó las 4 temporadas de una tacada, espero que la producción vaya rápida y podamos tener la 5ª dentro de un año y no se alargue la espera más de la cuenta.
Comparto el trailer de esta cuarta temporada:
El príncipe dragón recupera muchas de sus señas de identidad en esta nueva temporada, y aunque la serie es tan entretenida como recordaba, quizá el visionado sufra un poco al ser los sucesos demasiado expositivos del nuevo statu-quo tras el salto temporal, dejando claro que lo mejor está por venir.
PUNTUACIÓN: 7/10
Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.
¡Saludos a todos!