Crítica de Veneno 17-23 de Al Ewing, CAFU y vv. aa. (Marvel Comics – Panini)

Tras la marcha de Bryan Hitch de Veneno, toca repasar mis impresiones de los últimos números de Veneno de Al Ewing, con dibujos de CAFU, Ramón F. Bachs, Sergio Dávila, y otros artistas, que han supuesto una nueva vuelta de tuerca al viaje de Eddie Brock y su hijo Dylan como Veneno.

PUNTUACIÓN: 7/10

¡Locura y más allá! Eddie Brock se ha enfrentado con muchos monstruos en su vida, pero ninguno tan terrible como el que ha nacido de su propia rabia: Locura. En este número, contempla el regreso de Locura al Jardín del Tiempo y en qué se convierte Eddie tras «Red Oscura».

Los números 17 a 23 de Panini incluyen Venom 17-25 USA, más las páginas correspondientes a Veneno del especial Free Comic-Book Day 2023: Spiderman/Venom One-Shot.

Tras Bryan Hitch, el artista español CAFU (Carlos Alberto Fernández Urbano) se convirtió en artista oficioso de la colección con el color de Frank D´Armata, que colorea toda la serie. CAFU ha dibujado los números 17, 18, 20, 21 (con Pere Pérez) y algunas páginas del número 25 USA, además del especial del Día del Comic Gratis.

Además de CAFU, Rogê Antonio dibuja el número 19 USA, Ramón F. Bachs el 22, Ken Lashey con Bachs dibujan el 23, Sergio Dávila con entintado de Sean Parsons el 24 y en el especial 25 tenemos además de a CAFU a Sergio Dávila con Sean Parsons, Ken Lashey y Julius Ohta.

Junto a esto, comentar también que Al Ewing guioniza todos estos números excepto el 23 USA que cuenta con guion de Torunn Grønbekk, que se encargará de guionizar la nueva etapa que empezará a partir del 26 USA con una nueva portadora del simbionte Veneno.

Veneno de Al Ewing parece un comic salido de la Marvel de los 70-80. Y pensando que toda su trama discurre con Eddie a través del tiempo, igual no es una idea tan descabellada. Y digo esto porque frente a la tendencia del comic mainstream actual de agrupar sus historias en arcos más o menos cerrados que ofrezcan una lectura satisfactoria en tomo, Al Ewing sigue con su historia río en la que no hay puntos en inicio (más allá del obvio, el primer número de su reinicio) y, sobre todo, no se le ve un final a la vista. En lo relativo a las colecciones de Marvel y DC que sigo, suelo esperarme a tener un arco completo para reseñarla, pero en el caso de Veneno he tardado mucho en decidir a hacer este artículo precisamente porque en estos meses no me encontraba nunca ese cierre de arco que me diera la oportunidad de hacerlo. Tener el especial 25 USA este mes en la edición de Panini me ha dado por fin ese momento.

A esto se le añade la complejidad de tener a dos protagonistas, que Ewing soluciona dividiendo el comic en dos. Unas grapas están centradas en la epopeya de Eddie a través del tiempo para recuperar su cuerpo y con ello su vida, intentando derrotar a su versión oscura futura Meridius, mientras que en otras grapas diferentes intercaladas su hijo Dylan sigue con sus aventuras en Nueva York en el presente, captando amigos para que se unan a su lucha, como es el caso del nieto de Norman Osborn.

Esta narración está resultando muy exigente para el lector. O al menos, para mi. Porque en las 9 grapas USA publicadas por Panini, además de la historia del Día del Comic Gratis, nos hemos encontrado con una distribución de 2 grapas para Eddie (números 17-18 USA) con el renacimiento de Eddie tras el cruce con Red Oscura, la siguiente (no. 19) centrada en Dylan contra Duende Dorado y la presentación de Flexo, otras 2 con Eddie (20-21) en las que controla a su versión oscura y enfadada de Locura, dos con Dylan (22-23) siguiendo con Flexo y una historia con Toxina con guion de Torunn Grønbekk, y las dos últimas (24-25) centradas por Eddie buscando apoderarse de la máquina del tiempo del Doctor Muerte para ir al futuro a enfrentarse a Meridius.

Esta distribución quizá es lo menos bueno de una historia que en todo caso se nota muy pensada por Ewing. Porque aunque deberían ser igual de importantes, en realidad la historia que me interesa es la de Eddie, de forma que las grapas intercaladas de Dylan aparte de estar peor dibujadas y tener muchísimo menos interés, provocan que se pare la narración de la historia principal. Hasta el punto que cuando volviamos tras una grapa de Dylan con Eddie me tenía que volver a leer lo anterior porque me encontraba despistado por lo contado hasta ese momento. Y diría que esto mismo lo siente también Panini al agrupar en una única grapa española (nº 21) dos grapas USA con dos historias de Dylan (nos. 22 y 23), para no parar dos meses la historia de Eddie. Y tengo claro que para Ewing sus dos protagonistas son importantes en su historia, y cuando llegue la convergencia de ambos resultará fundamental haber leído el viaje de Dylan igual que el de Eddie. Pero en mi caso me está provocando una dificultad inesperada para seguir esta colección, porque como digo el interés y el disfrute no es el mismo cuando protagoniza Eddie que cuando lo hace Dylan. Nada que ver.

En la parte de Eddie Ewing plantea soluciones narrativas alucinantes, como el momento en el limbo en que la acción se desdobla en dos realidades diferentes con dos finales diferentes para Eddie, una de las cuales conectando con el cruce de hace unos meses con Thor, mientras que la otra provoca el renacimiento de la consciencia de Eddie. Ver a Ewing jugando con la realidad y el tiempo me está resultando superchulo. Sin embargo, aparte del menor interés de Dylan, ver que Torunn Grønbekk parece que ha sido contratada para escribir estas historias resulta un bajón tremendo. Porque tras haberla leído en Jane Foster: Valquiria, Thor y Jane Foster y El Poderoso Thor veo a una escritora bastante mediocre, que a pesar de sus conocimientos en cultura nórdica cuenta sus historias de una forma que no las hace interesantes.

Otro tema es el apartado artístico. Que Bryan Hitch dibujara 16 grapas consecutivas de Veneno fue un hito alucinante. Sin embargo, tras la marcha de Hitch Marvel ha recaído en sus vicios actuales, iniciando un baile de dibujantes que me parece lamentable. Empezando por lo positivo, me gusta mucho CAFU, su narrativa y personalidad ayudan a que los comics protagonizados por Eddie molen mucho, trasladando las locuras de guion de Ewing a imágenes de forma modélica. Intentando mirar en positivo la situación, que Marvel dejara a CAFU el arco de Eddie y a otros artistas el de Dylan no es mala idea en principio. Sin embargo, al final tenemos que en 9 grapas USA CAFU sólo ha dibujado 4 grapas USA, más el especial del Día del Comic Gratis y algunas páginas del especial 25 USA. Muy poca producción. De hecho, me resisto a pensar que CAFU no pueda mantener un ritmo mensual de publicación ni 3 meses seguidos, de forma que estos cambios de dibujantes son cosa de Marvel, no del artista en cuestión. Aparte que tras dibujar el 21 USA, tendría que haber dibujado el 24 USA que volvía a estar protagonizado por Eddie, y sin embargo lo dibuja Sergio Dávila, que es muuuuuuy inferior. Luego en realidad no se puede decir que CAFU sea el artista «oficial» de Eddie Brock, es uno más de los diferentes artistas de paso que han pasado por esta cabecera. De hecho, compruebo en la solicitación que las próximas tres grapas las dibuja Julius Ohta, de forma que sus páginas en el especial 25 USA han servido de presentación en esta colección.

Y aquí viene lo negativo, porque Rogê Antonio, Ramón F. Bachs, Ken Lashey, Sergio Dávila con entintado de Sean Parsons y Julius Ohta dibujan el resto de números e historias de esta etapa. Y me gusta el estilo de Ramón F. Bachs, pero los demás artistas están a un nivel muy inferior al de CAFU. En especial, Ken Lashey es terrible. Y todo lo chulo que tenía la lectura inicial de esta colección con su consistencia artística se ha convertido en un sin-dios en el que no sabes lo que te espera en la siguiente grapa. Lo cual es la realidad actual en Marvel, pero no deja de ser un bajón que hace que la lectura no sea tan satisfactoria como antes.

Marvel ha decidido que Bryan Hitch siga realizando las portadas de Veneno, que he acompañado al artículo. Y dentro que las portadas me parecen modélicas y en general me gustan, en realidad me generan cierto rechazo. Porque Marvel intenta transmitir una consistencia artística que en realidad no existe en el interior. Y además, porque el Eddie Brock de Cafu tiene un feeling diferente al de Hitch, y sin embargo Marvel de alguna manera le desmerece al seguir anclados en lo que de facto es el pasado del personaje que no va a volver a páginas interiores. De hecho, no me sorprende que la portada del 25 USA (nº23 de Panini) sea la última de Hitch. (Por cierto, por eso mismo, que Cafu vaya a hacer las portadas de los números de Grønbekk y Ohta me genera la misma duda que estas de Hitch).

En general el Veneno de Al Ewing me gusta. Pero se me plantea un importante dilema de cara a los próximos meses. Y es que compruebo que Torunn Grønbekk se va a encargar de guionizar las tres próximas grapas USA, con dibujo de Julius Ohta, con una historia de Dylan que servirá de presentación de la Viuda Negra como la nueva Veneno. Y por lo visto hasta ahora ya digo que no conecto nada con Grønbekk, no creo que esta historia sea nada del otro mundo como ya no lo fue el número 23 USA. ¿Qué hago? ¿Me salto estas tres grapas y vuelvo para el 29 USA en el que Ewing y CAFU vuelven para seguir contando la historia de Eddie enfrentado a Meridius en el Jardín del Tiempo? La duda está ahí, aparte del problema de comprobar que tras las dos grapas de Ewing y CAFU empieza un crossover de Veneno y Matanza de nuevo con guion de Grønbekk y dibujo del terrible Lashey. Si empezamos con eventos mal vamos, la verdad.

Me resisto a no ver cómo cierra Ewing su historia. Eso me interesa. Pero la idea de comerme un montón de comics mediocres de Grønbekk con otros personajes que no sean Eddie me reconcome también. No tengo claro qué voy a hacer, pero que entre dentro de las posibilidades dejar de comprar Veneno ya muestra el problema que ha surgido en los últimos meses. Y ahora mismo no tengo respuesta.

Comparto las primeras páginas del número 17 de Panini:

Veneno de Al Ewing es un buen comic cuando tenemos a Eddie Brock de protagonista y cuando lo dibuja CAFU. Pero cae muchos enteros cuando la historia se centra en Dylan. Y sobre todo cuando no guioniza Ewing.

PUNTUACIÓN: 7/10

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