Crítica de Absolute Power 4 de Mark Waid y Dan Mora (DC Comics)

Último número del mega evento Absolute Power de Mark Waid y Dan Mora, con colores de Alejandro Sánchez, que ha ofrecido un entretenimiento de primer nivel mientras prepara los cambios que veremos a partir del especial DC All In que se ha publica al mismo tiempo.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Mientras los últimos combatientes de la resistencia luchan con uñas y dientes en la sangrienta isla de Gamorra, Batman y Superman se encuentran enfrentados. Mientras tanto, Amanda Waller ha llegado demasiado lejos como para rendirse ahora, ¡y está llamando a refuerzos de todo el Multiverso! El futuro del Universo DC está en juego, y después de esto, ¡las cosas nunca volverán a ser como antes!

El evento Absolute Power de DC Comics ha sido una clase magistral en la que Mark Waid nos ha recordado a los lectores (y, por qué no decirlo, a los editores de DC Comics) cómo tendrían que ser los comics de superhéroes. Waid me ha volado la cabeza con la épica que ha planteado a lo largo de estos cuatro números, planteando unas apuestas del juego imposibles que sin embargo han sido derribadas gracias al heroísmo de unos personajes en la cúspide de su carisma, poder y personalidad.

A lo largo de este evento los combates han sido siempre a vida o muerte, y en este climax final me gusta mucho cómo plantea una solución coral en la que muchos personajes tienen su momento de protagonismo. En este sentido, me gusta mucho que en realidad Waid ha dejado un poco en la retaguardia a Batman, Superman y Wonder Woman (aunque obviamente aparecen y tienen su importancia), para hacer que Nightwing, Jon Kent, Flash, Green Lantern e incluso ¡Green Arrow!! sean claves. Aparte, otra de las claves de Waid es que además de los «heavy-hitters» de DC, también da su momento de gloria a personajes menos conocidos y sin duda secundarios como Dreamer (Wait, ¿no estaba muerta?) o Air Wave.

Y hablando del climax, una de las claves del comic era ver cómo se las iban a apañar para derrotar a los Amazos mejorados que habían robado los poderes de los héroes. La resolución es sencilla pero lógica dentro de los confines de los tropos del género, y hace que Dan Mora tenga oportunidad de lucirse de forma alucinante. También la traición de Green Arrow es explicada de forma satisfactoria, aunque como todo en este comic, contado a toda velocidad, dado que no hay ni un segundo que perder. Quizá el único elemento menos bueno del comic del comic es que el final del tercer número, aparte de todos los problemas que ya tenían los héroes, anticipaba un combate contra versiones malvadas de los héroes provenientes del multiverso que habían sido convocados por Amanda Waller. Y este combate no llega a producirse. En realidad Waid consigue que el cierre de esta amenaza sea también satisfactoria, con el plus de provocar un cambio que afectará a los próximos meses de historias dentro del universo DC. Así que todo bien en realidad. Tengo claro que no era el momento para ese combate, pero Waid se encargará de que lleguemos a verlo en el futuro.

Si el guion de Waid ha sido increíble, el verdadero MVP de Absolute Power ha sido el costaricense Dan Mora, con Alejandro Sánchez en el color, ofreciendo un comic sobresaliente en el que cada viñeta conseguía contar la historia de la forma más clara posible, sumando además la épica y la espectacularidad que un evento de estas características necesita para triunfar. Y Oh, boy!! El triunfo es absoluto. Gracias a Mora, me veo leyendo esta una y otra vez. O no necesariamente leyendo el comic, porque las páginas luces increíbles y ya cuentan la historia sin necesidad de textos. La fuerza de las imágenes de Mora, sus atractivos planos, el carisma de los personajes en sus versiones más icónicas y unas splash-pages masivas rebosantes de personajes con momentos «más grandes que la vida» confirman que Mora ahora mismo es el mejor dibujante de superhéroes actual, con el plus de tener a un artista que actualmente puede mantener no solo un ritmo mensual, sino incluso dibujar dos comics al mes, recordando los mejores tiempos de John Byrne.

Absolute Power ha sido un triunfo. El mejor equipo creativo del género superheróico nos ofrece una conclusión que no sólo es satisfactoria, sino que también promete cosas emocionantes para el futuro del Universo DC, lo cual es la guinda del pastel. Porque ese es otro factor clave en el que el comic acierta, dado que aparte de una historia espectacular en si misma, las consecuencias del evento lanzan al universo DC a una nueva etapa que a mi como lector me apetece leer. Por un lado tenemos el especial DC All In, que va a lanzar el nuevo universo Absolute de DC, empezando por el Absolute Batman de Scott Snyder y Nick Pitarra. Pero en el universo DC tradicional, los sucesos de este evento van a provocar, entre otras consecuencias, una nueva reunión de la Liga de la Justicia. Un comic realizado por Waid y Mora y que se va a convertir en lectura obligada. Y probablemente, el comic que más disfrute leyéndolo mes a mes.

Tras años de travesía por el desierto, parece que los buenos tiempos están volviendo a DC Comics. O al menos, parece que vuelven a ofrecer comics que le pueda apetecer leer a un lector veterano como yo. Y no puedo estar más contento por ello. En todo caso, aparte de otras consideraciones más generales de DC, lo cierto es que estamos en un momento en que Waid y Mora están on-fire, y se hace obligatoria la compra de cualquier cosa que publiquen.

Comparto las primeras páginas del comic:

Absolute Power ha sido bestial. Ojalá todos los eventos superheróicos fueran así.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

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