Tenía mucha curiosidad con la nueva serie de Star Wars, Tripulación perdida, que acaba de estrenar Disney+. Hoy comento mis impresiones de esta serie creada por Jon Watts (Trilogía Spiderman) y con Jude Law de adulto que tendrá que cuidar o malcriar a este grupo de chavales perdidos en el espacio.
PUNTUACIÓN: 8/10
8 episodios. Un grupo de niños perdidos en la galaxia intentan encontrar su camino a casa en la era de la Nueva República.
Jon Watts, el director de la última y exitosa trilogía de Spiderman protagonizada por Tom Holland y producida por Marvel Studios, es el creador de esta serie. Watts dirige además el primer episodio, mientras que el segundo ha sido dirigido por David Lowery, director de Green Knight , A ghost story o Peter y el Dragón. Además, Watts también escribe el guion de esta serie junto a Christopher Ford, que comparte las labores de showrunner. La serie de ocho episodios ha sido rodada en el Domo digital de The Mandalorian, y va a contar con directores populares para la crítica como Los Daniels (Todo a la vez en todas partes) y Lee Isaac Chung (Minari, Twisters), una habitual dentro de las series de Star Wars como es Bryce Dallas Howard (The Mandalorian) y el próximo director de Thunderbolts* de Marvel Studios Jake Schreier. Como curiosidad, la música de esta serie ha sido creada por Mick Giacchino, el hijo de MICHAEL Giacchino.
En el reparto tenemos a Jude Law como Jod Na Nawood, un listillo con un pasado oculto que cree que su encanto le permitirá escapar de los problema que se va encontrando. Ravi Cabot-Conyers es Wim, un joven humano que tiene sueños de aventura lejos de su perfecto y aburrido planeta At Attin. El resto de jóvenes perdidos son Ryan Kiera Armstrong como Fern, una joven demasiado lista para su propio bien, Kyriana Kratter como KB, amiga de Fern que lleva un visor cibernético conectado a un implante conectado a su cabeza y Robert Timothy Smith como la voz de Neel, un joven alienígena no identificado con aspecto de elefante y amigo de Wim. Además, Nick Frost hace la voz de SM-33, el decrépito droide primer oficial de la Onyx Cinder.
Lucasfilm y Disney perdieron el crédito que tenían entre el fandom con el terrible Episodio IX. Este crédito aún no lo han recuperado, a pesar que cuando permiten trabajar con libertad a creadores como Jon Favreau nos entrega esa joya del entretenimiento que es The Mandalorian, de largo la mejor historia de Star Wars de la última década y probablemente la mejor serie de televisión creada para Disney+. A pesar de las excepciones de los éxitos de Favreau y Dave Filoni (Ahsoka), la sensación en los últimos años con Lucasfilm es de una empresa sin dirección que va como pollo sin cabeza lanzando todo tipo de propuestas a una pared esperando ver cual funciona entre el público. Que si una trilogía de los creadores de Juego de Tronos, que si una comedia de Taika Waititi, que si el proyecto que no acaba de arrancar de X-Wing Rogue Squadron de Patty Jenkins, la historia de Rey, ahora la terrorífica noticia de que están hablando con Simon Kinberg para una nueva trilogía… Hay tanto y tan diferente que es normal que el fandom esté despistado y no tenga claro cuales de esos proyectos se van a rodar al final. Algo que no creo que sepan ni siquiera en Lucasfilm.
Sumado al desastre cinematográfico, las series de televisión han acabado de matar la devoción que muchos espectadores sentíamos hacia Star Wars, empezando porque le quitaron la sensación de EVENTO de visionado obligado que tenían las primeras películas. Por culpa de desastres como Obi Wan (o la horripilante serie de Willow, también producida por Lucasfilm), el reclamo de Star Wars ya no es suficiente para ver una serie o película. Lo que me apetezca lo veré y lo que pinte mal lo rechazaré de plano. Cosa que ya pasó con El Acólito, serie que no he visto y no pienso ver.
Aunque las cosas no pintan especialmente bien para las series de Star Wars, lo cierto es que conecté con Tripulación perdida desde que vi el primer teaser y me transmitió un feeling absoluto a «Los Goonies en el espacio». Y he leído algunos comentarios sobre si Lucasfilm va a lo fácil con esta premisa, pero en realidad tan fácil no será cuando algo tan a priori interesante como conocer el origen secreto de los Siths lo han cagado de forma tan tremenda. La clave como siempre no es la premisa, sino la ejecución. Y era responsabilidad de los creativos, con Jon Watts a la cabeza, de ofrecernos una serie que nos llegara al corazón con unos personajes interesantes y una historia que nos atrapara. Todo eso es justo lo que tenemos en estos dos primeros episodios de Tripulación perdida, que me parecen modélicos y nos han enganchado a mi y a mi hijo.
Hablaba de una premisa de «Los Goonies en el espacio». Y siendo cierto, la verdad es que los dos primeros episodios ampliaron este concepto primero a un «Goonies vs Piratas del Caribe en el espacio«. Y pensando en la sorpresa final, esta premisa se ampliaría a «La Isla del Tesoro en el espacio con un grupo de niños«. Una premisa que consigue que los espectadores quedemos completamente enganchados.
Tripulación perdida está ambientada en la línea temporal post-Retorno del Jedi. Aunque el Imperio ha sido derrotado y la Nueva República gobierna la galaxia, en los puntos más remotos no llega la autoridad (algo de lo que ya fuimos testigos en The Mandalorian) y provoca el aumento de la actividad de naves piratas que atacan a todo carguero que se cruce en su camino. Mientras, en el mundo paradisiaco de At Attin, la vida es plácida y sin sorpresas, y las familias viven una vida cómoda en casas en los suburbios. El paisaje urbano y suburbano de At Attin es novedoso dentro del canon de Star Wars, al mostrar un mundo con tecnología pero también bosques y naturaleza. Viendo este mundo, parece increíble que existiera una Guerra de las Galaxias.
El primer gran éxito de Tripulación perdida son los chavales protagonistas. En cierto sentido son un poco arquetipos de lo que se espera de este tipo de grupos de chavales que inicialmente no son amigos, tienen personalidades opuestas y a medida que avance la serie aprenderán a trabajar en equipo y a confiar en los demás. Empezamos con Wim, un chaval aparentemente huérfano de madre que sufre la soledad de un padre que está trabajando a todas horas y no tiene ni un momento para su hijo. Win es fan de las historias de Jedis y sueña con vivir aventuras por la galaxia ayudando a la gente. Como vive en las nubes, tiene problemas en el colegio al perderse exámenes y no estudiar lo que debería. El mejor y único amigo de Win es Neel, un chaval con aspecto de elefante que es el típico chaval listo, obediente y un poco tímido, al que no le gusta el peligro y que vive perfectamente bien en At Attin. Win descubre por casualidad una nave enterrada en un bosque cercano a su casa, pero su exploración se convertirá en una carrera cuando competirán contra Fern, una chica super inteligente que participa en carreras de moto y lucha contra la exigencia de perfección de su madre, y KB, la amiga de Fern que será la miembro del grupo frío y analítico. Cuando la nave se active por error, llevará a los niños al espacio sin posibilidad de encontrar el camino de vuelta, lo que marca el principio de la aventura.
Los personajes inicialmente empiezan como aceite y agua, pero tienen un corazón enorme que hace que les cojas cariño desde el primer momento. Tripulación perdida es una serie para todos los públicos dentro de un ámbito familiar, y tiene un tono alegre y juguetón con varios momentos super divertidos. Otra cosa que me hizo disfrutar de la serie son los diálogos, que me parecen perfectos para establecer este tono y las personalidades de los chavales. Y es que recordando series como Los Anillos de Poder o lo que se comenta de El Acólito, no siempre tenemos creativos que sepan crear diálogos interesantes ni mucho menos situaciones potentes con los protagonistas. Jon Watts me parece que sin inventar ninguna rueda ni ser rompedor sí tiene claro lo que necesita una historia de esta naturaleza para enganchar al espectador. Y lo ejecuta de forma modélica.
Esta historia de niños perdidos en un universo traicionero lleno de piratas podría ser un dramón oscuro, pero Jon Watts acierta con el tono para todos los públicos de la serie. Además, plantea unas situaciones divertidas resultan interesantes y ayudan a que nos engancháramos a la serie. La llegada al puerto espacial controlado por los piratas nos ofrece un segundo episodio super divertido que tiene el feeling perfecto de Piratas del Caribe, apoyado entre otros aspectos por la estupenda música de Mick Giacchino. Estos piratas pertenecen a todo tipo de razas galácticas diferentes y nos dan el feeling de Star Wars que a lo mejor el perfecto mundo de At Attin igual no tuvo. La conexión de un personaje con The Mandalorian es un elemento orgánico que conecta perfectamente con el lore actual de Star Wars.
Los chavales llegaron a este puerto espacial buscando el camino a casa. Pero la mención de su mundo At Attin plantea un misterio que conecta a Tripulación perdida con La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson, y que me dio un nuevo elemento para engancharme. A lo que hay que sumar la aparición de último segundo de Jude Law como Jod Na Nawood, que ofrece el cliffhanger maravilloso y 100% Star Wars que fue la guinda del pastel.
Los efectos especiales de Tripulación perdida me han gustado mucho. Viendo los títulos de crédito descubrí que han rodado la serie con el Domo LED Digital creado en The Mandalorian. Y la verdad es que durante el visionado no vi nunca el punto de salto entre el atrezzo y el fondo digital. Porque creo que está super bien planteado. Las naves y razas alienígenas son puro Star Wars, como también lo es tener a un robot SM-33, primer oficial de la nave, cuyas células de memoria se han frito por el paso del tiempo. Los momentos de acción son pocos, pero están rodados de forma modélica, y parece claro que lo mejor está aún por llegar.
Creo que cuando Lucasfilm se pone pretensioso, o busca plantear metáforas relativas al mundo actual, la caga. Entre otros motivos porque significa no entender la esencia de Star Wars como entretenimiento para todos los públicos. Y por eso The Mandalorian primero y ahora Tripulación perdida aciertan y conectan con los espectadores. Porque no hay nada más honesto que intentar entretener con unos personajes maravillosos llenos de corazón, y una historia que sabe conectar con el lore existente pero sin que ello les impida plantear una buena historia. La idea de poder disfrutar de un viaje muy divertido por la galaxia es justo lo que me pide el cuerpo. Y tengo claro que con estos personajes y con los misterios que tienen que revelarse, el disfrute está asegurado.
Comparto el trailer de esta serie:
Star Wars. Tripulación perdida ha empezado de la mejor manera posible y me ha enganchado. No le pido más a una serie de Star Wars.
PUNTUACIÓN: 8/10
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