Segundo volumen de The Sacrificers de Rick Remender, Max Fiumara, André Lima Araujo y color de Dave McCaig.
PUNTUACIÓN: 8/10
El trauma ineludible del abuso infantil de Pigeon se convierte en rabia cegadora contra un mundo que nunca le protegió, una rabia que por fin tiene la fuerza de expresar de una forma imposible de ignorar. La riqueza y el amor con los que Soluna creció no la prepararon para la caída en desgracia y la pérdida de control a las que ahora se enfrenta. A través de estas dos vidas divergentes, se remodelará un mundo y nacerá un nuevo dios.
Este segundo volumen recopila los números 7-11 USA.
Tras el tremendo giro del final del primer arco, Pigeon y Solina han dado un vuelco a sus vidas y de alguna manera se han convertido en el otro. Tras toda una vida maltratado hasta el punto que sus padres ni siquiera le dieron un nombre, como si fuera ganado del que no quieres encariñarte ante de llevarle al matadero, Pigeon encuentra el poder para rebelarse contra una sociedad que se aprovecha y se alimenta del débil. Aunque no sabe lo que ha provocado que el mundo se dirija hacia su destrucción no es culpa suya, ha tenido el valor de levantarse y luchar contra todo lo que está mal en el mundo. Y la sensación es que todo lo que quiere es ver el mundo arder. Por su parte Soluna ha tenido una vida plácida como hija de los dioses Sol y Luna que dominan este mundo, y una vez lo ha perdido todo se dirige hacia un infierno en el que conocerá como vive y sufre el pueblo llano. Y el comic apunta a que su sufrimiento n ha hecho más que empezar.
Rick Remender es especialista en crear historia con comentario y crítica social, y en The Sacrificers vuelve a los high-concepts super potentes con unos protagonistas que tienen delante suyo un viaje que les cambiará completamente. La idea de unos Dioses que exprimen la vida de la gente corriente que les adora como forma de mantenerse jóvenes y fuertes es una idea que sirve para criticar no solo a los extremismos religiosos (aunque también) sino a una sociedad capitalista en la que el SISTEMA se aprovecha del débil y ha construido unas estructuras para mantenerles dóciles y sumisos. Este comic es un grito para romper estas estructuras, y de momento nos está ofreciendo momentos crueles y la promesa de una venganza. Así que todo bien.
En el apartado artístico tenemos una de cal y otra de ahora. Me encanta el estilo de Max Fiumara con el color de Dave McCaig. A pesar de ser Pigeon un pájaro antropomórfico, sus personaje transmiten una expresividad bestial. El dolor que transmite Soluna me parece una barbaridad, y consigue que el comic tenga un dibujo sobresaliente. El pero sobre el que comentaba es que Fiumara NO dibuja las cinco grapas de este volumen, sino sólo los números 7, 8 y 9. Y reconozco que su sustituto André Lima Araujo es otro artista sobresaliente dentro del roster de artistas que colaboran con Remender. Pero me parece una pena que un comic de creación propia pierda la consistencia artística en apenas dos volúmenes. Entiendo que algún motivo importante habrá impedido a Fiumara realizar estas grapas, pero espero que estas ausencias no se hagan habituales.
Otro tema a comentar es el hecho que Remender plantea un tomo con 5 grapas en lugar de las 6 con que empezó la historia. Esto ya lo vi en Deadly Class, que empezó con arcos de 6 grapas y llegó a sacar tomos con apenas 4 grapas, lo que me pareció un detalle muy feo dentro de una colección maravillosa. En todo caso, no he leído ninguna declaración de Remender, pero viendo la velocidad con que Pigeon se ha encargado del Dios del Mar, la sensación que tengo es que The Sacrifficers no va a ser una serie larga al nivel de Deadly Class o Black Science, sino que en 25-30 números (4 o 5 tomos) creo que pueda terminar la historia. Esto supone una extensión mayor que las de otras series recientes como Una sed de venganza justificada, The Scumbag o Death or glory, y para mi explica la ambición con que Remender plantea esta historia de fantasía oscura.
The Sacrificers es el tipo de comic que conecta conmigo inmediatamente y me da el tipo de entretenimiento antisistema con mensaje potente que me encanta.
Comparto las primeras páginas del comic:
Se nota que The Sacrificers es una historia muy personal para Rick Remender, mostrando su lado más antisistema y radical, que no va reñida con el entretenimiento. Y cuando tenemos un comic con un dibujo increíble, la conexión es total.
PUNTUACIÓN: 8/10
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