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Crítica de Nemesis de Mark Millar y Steve McNiven (Millarworld)

Mark Millar está publicando en Image Comics Nemesis: Reloaded junto al artista super estrella español Jorge Jiménez. Es por esto que me he animado a recuperar la primera miniserie del personaje con dibujo de Steve McNiven (co-creador del comic) y color de Dave McCaig, y que fue publicada originalmente dentro del sello Icon de Marvel Comics en 2010-11.

PUNTUACIÓN: 6/10

¿CIVIL WAR? Nada. ¿KICK-ASS? Un calentamiento. ¿Qué pasaría si el hombre más inteligente y duro del mundo fuera totalmente malvado? Conoce a Nemesis. Ha estado destruyendo sistemáticamente las vidas de todos los jefes de policía de Asia, y ahora ha puesto sus ojos en Washington, DC. Entre tú y yo, la policía no tiene ninguna posibilidad. No te pierdas el libro del que TODO el mundo hablará.

Nemesis fue una miniserie de 4 números publicada en 2010-11 en el sello Icon de Marvel Comics. Icon fue creado en 2004 por Marvel para ofrecer a sus principales arquitectos de la época un espacio donde pudieran publicar comics de creación propia conservando los derechos, de forma que no tuvieran necesidad de irse a otra editorial a hacerlo. Powers de Brian Michael Bendis y Michael Avon Oeming y Kabuki de David Mack cambiaron Image por Icon, y en este sello se publicaron también comics de J. Michael Straczynski como Dream Police y The book of lost souls, o el ahora mítico Criminal de Ed Brubaker y Sean Phillips. Dentro de la comodidad para los autores de publicar «en casa», lo cierto es que Icon era un espacio un tanto tacaño, dado que Marvel no invertía nada en publicidad para estos comics, siendo algo que tenían que hacer y pagar los autores de su bolsillo, al igual que los gastos de imprenta. Además, en su momento se dijo, antes de la explosión de la venta de tomos, que estas grapas sólo se imprimirían una vez aunque se agotaran y fueran un gran éxito. La idea que subyace era que Icon era un caramelo de Marvel para sus autores estrella, pero no invertían ni un céntimo más de lo necesario.

Desde que entramos en el siglo XXI Mark Millar ha sido uno de los escritores mainstream más popular y super ventas. Pero además, siempre ha tenido un gran ojo para captar las necesidades y oportunidades del sector, demostrándose un hábil profesional pensando desde una perspectiva de negocio. Tras el pelotazo de la primera serie The Ultimates, que fue publicada entre 2002 a 2004, Millar creó su sello Millarworld en 2004 para publicar comics de creación propia de los que conservaba los derechos, algo que se ha demostrado la decisión más inteligente que pudo tomar en esos años. En esos años iniciales decidió no cerrarse ninguna puerta y optó por publicar con diferentes editoriales. De esta forma, Wanted (que tuvo adaptación cinematográfica) con J.G. Jones se publicó en Image a través de Top Cow, Chosen con Peter Gross en Dark Horse y The Unfunnies con Anthony Williams en Avatar. En 2008, un Millar super asentado en Marvel tras el pelotazo de Civil War publica su primera colección creator-owned en Icon, Kick-Ass, con dibujo del super estrella John Romita Jr., comic superventas que también tuvo adaptación cinematográfica.

Steven McNiven es un dibujante de cómics canadiense. Se dio a conocer en la editorial CrossGen con Meridian antes de pasar a Marvel Comics para trabajar en cómics como Ultimate Secret, Marvel Knights 4 y New Avengers, firmando un contrato en exclusiva con la editorial. Entre 2006-07 McNiven fue el dibujante de la miniserie de Marvel Civil War junto a Millar, comic que Millar no deja de comentar que es el tomo más vendido de Marvel del siglo XXI. A continuación, Millar y McNiven volvieron a colaborar en la megapopular la historia de Lobezno Old Man Logan entre 2008 y 2009.

Tras estos dos pelotazos en Marvel y estando considerado McNiven el mejor dibujante de Marvel, o al menos el más mediático, Millar consiguió convencer a McNiven para que su siguiente trabajo juntos no fuera otra serie de Marvel, sino NEMESIS, un comic que se vendió con la premisa de ver qué pasaría si Batman fuera un psicópata como Joker. Algo que se dice provocó una llamada de DC para limar asperezas y asegurar que no sería necesaria una denuncia por uso indebido de su personaje estrella. El comic fue una miniserie de apenas 4 números y 96 páginas en total y salió con una periodicidad trimestral en mayo, agosto y noviembre de 2010 y febrero de 2011, entiendo que para que su publicación no afectara los posibles comics o portadas que Marvel encargara a McNiven en esas misma fechas.

Entrando a valorar el comic en si, Nemesis es uno de los comics que menos me gustan de Millar, y mi relectura no ha hecho más que recordarme los motivos. En comics previos como The Authority Millar ya se había ganado la fama de crear historias que son una macarrada super punki capaz de todo para provocar un shock al lector. Nemesis lleva esta valoración a un nivel superior. En Authority la punkarrada tenía un sentido, por ejemplo al realizar una parodia super over-the-top de los Vengadores en uno de sus arcos. Pero en Nemesis Millar se lía a un frenesí mega gore sin más intención narrativa que mostrar que lo hace porque puede, y que sus comics incluyen escenas en lo referido a ultra-violencia y gore que ningún otro escritor / editor se atrevería a publicar en un comic mainstream. Como elemento publicitario, estoy seguro que consiguió su objetivo, pero no es algo que yo como lector disfrute especialmente.

A la hora de plantear la muerte del jefe de policía de Tokio en la escena inicial, Millar no se limita a hacer que Nemesis le mate para dejar claro que este personaje es un villano, sino que muestra un sadismo extremo destruyendo un edificio lleno de gente como adelanto de que un tren bala aplaste al policía. Y la punkarrada no se detiene ahí, hay más. El comic sugiere un trauma infantil como el de Batman/Bruce Wayne como motivación de Nemesis, algo que se demuestra más adelante como una pista falsa, una punkarrada más. Que una de las sorpresas detrás de este asesino de masas es que su motivación para hacer lo que hace sea que «se aburre» es uno de los argumentos más macarras, nihilistas y, por qué no decirlo, tontos, que se pueden leen en un comic. Aunque es cierto sentido, eso es precisamente la motivación de Joker. Pero hay un montón de elementos super over-the-top en cada grapa, como el ataque al Air Force One cuando Nemesis no puede volar, o que deje embarazada a la hija del Jefe de Policía de Washington Blake Morrow, su siguiente víctima, con los espermatozoides de su hermano (el otro hijo de Morrow), colocando un explosivo que hace imposible que aborte. Whaaaaat?!!!!

En positivo, hay que decir que el mundo del comic americano debe ser uno de los pocos medios en entretenimiento en que apenas hay contenidos protagonizados por villanos. Millar vio este nicho hace mucho, porque Wanted es una historia de villanos, al igual que este Nemesis o Super Crooks junto a Leinil Francis Yu. Se le puede decir muchas cosas al escritor escocés, pero me gusta que sus high-concept sean siempre potentes y bastante diferentes entre si. También debo reconocer que incluso sin conectar con la historia de Millar, el comic se lee como un tiro y funciona sin duda como una historia de acción super over-the-top con giros constantes. El público que disfruta de películas como Posesión infernal o Destino final, por decir dos series que me vinieron a la cabeza inmediatamente, se lo pasarán genial leyendo este comic. A los que habría que sumar aquellos lectores post-adolescentes que pienses que los superhéroes con cosas «para críos».

A lo largo de los años, además de por sus argumentos hiper molones pensados para una adaptación cinematográfica, Millar se ha ganado fama de «trabajar con plantilla», planteando siempre en sus historias una traición en su número 4 que lo cambia todo y una macarrada o giro final en el climax de sus comics. En Nemesis creo que también tenemos esto, aunque limitado al formato de cuatro números de esta miniserie.

Hay un elemento que me llamó la atención de esta relectura. En 2008 Christopher Nolan hizo historia del cine mainstream con The Dark Knight. La parte del joker dejándose atrapar como parte de su plan fue un giro de guion super influyente que fue copiado en los años siguientes por muchísimos blockbusters palomiteros, desde Star Trek Into Darkness, Skyfall de 007 o incluso Los Vengadores de Joss Whedon. Millar también usa esta idea en Nemesis, y al ser un comic publicado dos años depués no tengo duda que no es casualidad, vio la película de Nolan y aprovechó esta idea que se ajustaba como anillo al dedo en su historia de un sádico asesino super inteligente. Unido a esto, este super criminal que planea sus golpes con años de antelación tiene mucho que ver con el Joker de Heath Leadger, que fue convertido en un avatar del Caos capaz de los planes más complejos y rocambolescos. Millar, eso si, hace un «sujétame el cubata» haciendo que sus planes de alarguen con años de antelación, llegando hasta situaciones tan ridículas como el giro final del comic (que no rebelaré por si alguien no leyó este comic).

El comic tiene el problema que Nemesis es un psicópata y por supuesto es imposible conectar con las masacres que va cometiendo, algo acrecentado por la motivación del aburrimiento. Pero a la vez, Millar tampoco hace demasiado para que empaticemos con el Comisario Blake Morrow, un policía íntegro que se tendrá que enfrentar a Nemesis (más bien sufrirlo) y que pone su trabajo por encima de su familia, hasta el punto que sus hijos le ocultan cosas porque le tienen miedo. Puestos a presentar a un Comisario Gordon en este comic, parece que Millar tampoco busca que sea un protagonista 100% positivo, supongo que porque estimaba que así lucía más cool.

Entrando a valorar el apartado artístico, Steve McNiven mantiene su estilo hiper realista que le encumbró en Civil War y Old Man Logan, pero no estamos ante uno de sus mejores trabajos. Hay un primer elemento que afecta a la lectura y es el propio Nemesis. El comic se vendía con la premisa del «Batman psicópata», y supongo que para transmitir la idea de opuesto al Caballero Oscuro, Millar y McNiven presentan a un villano vestido con un traje de spandex blanco absoluto. Y lo que podría ser una buena idea a nivel conceptual resulta fallida para el lector al ser una figura sin ningún elemento icónico ni nada que haga que merezca la pena recordarle. Por no tener, no tiene un logo o imagen icónica en el pecho. Por cierto, como el comic se plantea desde un punto de vista «malote», Millar no desaprovecha la ocasión para lanzar una pullita sobre lo absurdo que es el origen de Batman en la parte del viaje de un joven Bruce Wayne para entrenarse para ser el mejor en lo que hace.

Unido a esta falta de elementos icónicos, no se si por el hecho de entintarse a si mismo o por el exceso de hiper violencia, pero las páginas de McNiven con color de Dave McCaig lucen «sucias», por calificarlo de alguna manera. Y ojo que la ultraviolencia en las escenas de acción es genial y me encanta, no tengo problema con que un comic incluya elementos gores. Pero la lectura de este comic me deja la sensación que no por intentar ser super realista y dibujar hasta el último músculo del cuerpo tu dibujo es mejor. De hecho, este empeño choca con la tontería y el gore de la historia, por lo que hay cierta disonancia en el conjunto.

A ver, siendo McNiven, no es que el dibujo esté mal. Para nada. Nemesis es un «pasa-páginas» que cuando lo empiezas no puedes dejar de leerlo, y eso es mérito de su dibujo. La acción está super bien narrada y consigue impactar con los numerosos puntazos con que Millar riega la historias. Y los detalles de arquitectura cuando los dibuja están muy guay también. Quizá el problema es que el listón lo había puesto muy muy alto en sus comics previos, de forma que entregar un comic que no es sobresaliente se ve como una pequeña decepción. Creo que los tiros pueden ir por ahí.

Voy a hacer un último comentario sobre el giro final CON SPOILERS, pero lo voy a colocar detrás de esta imagen promocional por si no leísteis este comic y preferís que os chafe la sorpresa:

El high-concept de Nemesis era presentar a un Batman psicópata jokerizado en un frenesí criminal. La historia sugiere una historia de origen similar a la de Batman, al plantear que Matt Anderson era un niño hijo de una pareja de asesinos en serie que jura venganza hacia los policías que detuvieron a sus padres y les llevaron a la cámara de gas. Sin embargo, Millar con su aproximación macarra cambia la narrativa al mostrar en uno de sus giros marca de la casa que realmente Nemesis NO es Anderson, ya que Anderson murió cuando era un joven en un antro en mitad de la nada donde fuera que fuese para entrenarse para su venganza. Asesinado por quien sea que es Nemesis en la actualidad. Este elemento es una ostia en toda la boca del origen del héroe de DC, reforzando que un niño sólo por los lugares más peligrosos del mundo en el mundo real no se convierte en un experto luchador mente maestra, sería asesinado (o algo peor) a las primeras de cambio.

El problema principal viene con la sorpresa de las últimas páginas del comic. De forma sorprendente, Morrow mata a Nemesis en el climax final en la Casa Blanca y de alguna manera parece que va a haber un final feliz. Sin embargo, Millar la vuelva a liar al mostrar que el Nemesis muerto no era el verdadero Nemesis, que es un rico empresario que se dedica a dar habilidades mejoradas a personas aburridas para que desaten el caos. Personas se entiende super ricas que pueden pagar el costoso tratamiento. Entiendo que esta fue la forma que Millar entendió mejor para dejar la puerta abierta a nuevas historias en caso que este Nemesis tuviera éxito.

Sin embargo, este último giro es una idea completamente fallida más allá del shock-value, porque si cualquiera puede ser Nemesis, en el fondo no hay nada especial en él. Y a la vez, la idea que un maestro del caos y el crimen puede ser fabricado sin problemas rompe lo que acabamos de ver, que eran acciones excepcionales de alguien muy loco. El detalle final de una mente maestra que 10 años antes sabía que Morrow sobreviviría a Nemesis y estaría un día concreto en un sitio determinado para poder recibir su felicitación es una ridiculez más de un final que no me funciona en absoluto.

En todo caso y a modo resumen, incluso no conectando con la historia de Nemesis, es un comic resultón que tiene claro qué tipo de entretenimiento ofrece y al público que lo dirige. Si entras en el rollo no tengo duda que es un comic super entretenido.

Comparto las primeras páginas del comic:

Volver a leer Nemesis me ha recordado porqué es uno de los comics que menos me gustan de Millar, unido a que tampoco es el mejor trabajo de McNiven. Un Millar hiper macarra y over-the-top que ponía el shock-value por encima de la historia.

PUNTUACIÓN: 6/10

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Crítica de Kaya vol. 1 de Wes Craig (Image Comics)

Tras el final de Deadly Class, tenía ganas de disfrutar de nuevos comics del artista Wes Craig. Y en Kaya tenemos a Craig como autor completo creando una fantástica historia de fantasía cuyo primer volumen editado por Image Comics pude por fin disfrutar.

PUNTUACIÓN: 8/1O

Tras la destrucción de su aldea, una joven con un brazo mágico y espíritu de lucha recibe el encargo de llevar a su hermano pequeño a un lejano refugio seguro. Allí está destinado a descubrir el secreto para derrocar al todopoderoso imperio que destruyó su hogar.

¡Del escritor y artista WES CRAIG (DEADLY CLASS, GRAVEDIGGERS UNION) llega una nueva y asombrosa serie de fantasía y aventuras sobre hermanos que sobreviven en un mundo de monstruos y mutantes, perfecta para los fans de Conan, El Señor de los Anillos, Bone y Hora de Aventuras. Este primer volumen recopila KAYA #1-5, más el prólogo de 16 páginas presentado anteriormente en exclusiva en la revista IMAGE! 30TH ANNIVERSARY ANTHOLOGY.

«No hay nada en el mundo del cómic que me guste más que ser introducido en un mundo nuevo y extraño habitado por personajes a los que rápidamente llegas a querer. KAYA es eso. Un montón de eso».
-ROBERT KIRKMAN (THE WALKING DEAD INVENCIBLE)

Wes Craig ha creado un mundo de fantasía de infinitas posibilidades, planteado a partir del viaje de dos hermanos, la protagonista Kaya y su hermanastro pequeño Jin, que se dirigen a un lugar seguro tras haber sido destruido su pueblo por unos super poderosos enemigos robóticos. En el viaje se van a encontrar un montón de aventuras y seres amigos y enemigos que consiguen que la historia no deje un segundo de respiro. Los hermanos no pueden ser más diferentes, empezando por una Kaya que lleva un brazo metálico que compensa la falta de un brazo, un suceso que supongo conoceremos a medida que avance la serie. El contraste entre la tecnología de Kaya y la búsqueda de la magia de Jin aporta al comic unos momentos muy potentes. Y lo mismo para los seres extraños que iremos conociendo a lo largo de su viaje. Craig ya guionizó hace unos años The gravediggers Union, y la verdad es que me parece que realiza un trabajo excelente en la creación de este mundo, con las aventuras que hemos disfrutado hasta el momento y la sensación que el futuro puede ser aún mejor. Desde luego, el cliffhanger con el que nos ha dejado en el final de este volumen no puede ser más apasionante. Ganazas de seguir leyendo esta historia.

El dibujo de Craig viene acompañado por Jason Wordie en el color, y me parece una maravilla. El color de Wordie es super expresivo y ayuda a dar el feeling perfecto en cada ambientación, ya sea en el desierto desolado, en las verdes llanuras o en las claustrofóbicas cuevas donde se oculta el mortífero Magron. Una historia de fantasía ante todo tiene que hacerte sentir transportado a otro mundo, y el color consigue ese efecto. Me ha gustado mucho, la verdad.

Craig plantea su dibujo igual menos detallado que en Deady Class, dejando mucho margen para el lucimiento del color. No se si es porque plantea un comic que pueda ser vendido como all-ages o para conseguir mantener el ritmo de publicación mensual, pero los personajes tienen un tono cartoon que entiendo que implican menos esfuerzo de dibujo, pero funcionan perfectamente en el contexto de esta historia. El combo perfecto para un artista, la verdad. Sin embargo, que el dibujo esté menos detallado no significa que la aventura no esté bien contada, en cuanto a narrativa pocos artistas superan a Craig, un maestro haciendo que sea la acción la que cuente la historia. Aparte de unas brillantes escenas de acción, los personajes tienen un montón de personalidad y es fácil empatizar con ellos. Me parece un comic modélico en todos los aspectos.

Si te gusta la fantasía, no te puedes perder Kaya, este primer volumen me ha parecido una pasada. 100% recomendable.

Comparto las primeras páginas de este comic:

Y como bonus-track, el trailer que han preparado para este comic:

Kaya es fantasía en estado puro. Un primer volumen modélico que me ha dejado con ganas de más. Comicazo super recomendable, no se le puede pedir más.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de Rick Grimes 2000 de Robert Kirkman y Ryan Ottley (ECC Ediciones)

Tras el final de la mítica Invencible, Robert Kirkman y Ryan Ottley vuelven a reunirse para Rick Grimes 2000, comic con tintas de Cliff Rathburn y color de Dave McCaig publicado por ECC Ediciones que originalmente formaba parte de la antología Skybound X, creada con motivo del décimo aniversario del sello creado por Kirkman en Image Comics.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Más allá de The Walking Dead (Los muertos vivientes)

Rick Grimes era un agente de policía en un pequeño pueblo. Luego, el mundo cayó en manos de los muertos vivientes. Pero los muertos solo fueron el principio… y aquí empieza una nueva historia de terror alienígena.

El guionista superestrella Robert Kirkman y el dibujante superestrella Ryan Ottley nos presentan la historia más salvaje de The Walking Dead. Este tomo recopila toda la historia de Rick Grimes 2000 que apareció originalmente en las páginas de Skybound X, así como una galería de portadas.

ECC Ediciones ha publicado este número especial en una edición en cartoné de 64 páginas.

Robert Kirkman (Kentucky 1978) es uno de los nombres más populares y exitosos de mundo del comic mainstream americano. Es el creador de The Walking Dead con Tony Moore, que fue sustituido por Charlie Adlard tras abandonar la serie tras tan sólo 6 números, y de Invencible junto a Cory Walker, que fue sustituido por Ryan Ottley a partir de su número 8.

Su primer trabajo en el mundo del cómic fue la parodia de superhéroes Battle Pope, creada en el año 2000 junto al artista Tony Moore. Tras este comic, Kirkman y Cory Walker fueron contratados por Erik Larsen para realizar una miniserie de SuperPatriot ya dentro de Image Comics. Mientras trabajaba en ese libro, Kirkman y E. J. Su crearon en 2002 Tech Jacket, de la que se publicaron siete números. A principios de 2003 Kirkman y Moore crearon Invencible, y unos meses más tarde se estrenó The Walking Dead, comic que se convirtió en uno de los mayores éxitos del comic independiente sobre todo a partir del estreno de la popular adaptación televisiva.

Aunque trabajó en Marvel durante unos pocos años en comics como Irredeemable Ant-Man, Ultimate Spiderman Team-Up y Marvel Zombies, además del comic de creación propia The Destroyer, en seguida decidió centrarse en el mundo de los comics de creación propia. Desde 2008 es uno de los cinco socios de Image Comics, el único de los cinco que no fue uno de sus cofundadores y que es únicamente guionista. Ese mismo año su Manifiesto en favor del comic independiente en el que pedía a los autores que se centraran en estos comics abandonando el trabajo de encargo en Marvel o DC generó mucha polémica y levantó algunas ampollas sobre todo en Marvel.

En 2008 creó junto a Todd McFarlane Haunt, que contó con dibujo de Greg Capullo y Ryan Ottley. En 2010, Kirkman fundó la empresa de entretenimiento Skybound Entertainment para desarrollar propiedades en todo tipo de medios, incluidos cómics, televisión y cine. La empresa también gestiona la licencia de The Walking Dead e Invencible. Dentro del sello Skybound Kirkman ha creado Outcast con Paul Azaceta, Oblivion Song con Lorenzo de Felici, Die! Die! Die! con Chris Burnham y Fire Power con Chris Samnee. Junto a Lorenzo de Felici está a punto de estrenar Void Rivals, su nueva serie regular que se estrena el próximo mes de Junio. Además, en 2020, recibió un premio especial («Fauve d’honneur») en el Festival Internacional del Cómic de Angulema por sus logros en el mundo del comic.

Ryan Ottley (Portland, 1975) es un dibujante conocido sobre todo por su trabajo en Invencible y Amazing Spider-Man. Tras trabajar entre otros trabajos en una empresa de suministros farmacéuticos, Ottley decidió centrarse en el mundo del comic, y con 29 años empezó a trabajar en Invencible a partir del número 8 en 2004, colección que dibujó durante 14 años, dibujando 127 de los 144 números.

Tras terminar Invencible, en 2018 ficha por Marvel Comics relanzando el volumen de The Amazing Spider-Man con el escritor Nick Spencer. Ottley realizó el arte de 20 números de la serie. En 2021, Ottley fue anunciado como el artista del relanzamiento de Hulk formando equipo con el escritor Donny Cates. Tras la salida de Cates como escritor de Hulk, Ottley se haría cargo como escritor para el resto de la serie, a partir del número 11. Tras terminar esta etapa en Hulk, Ottley ha comentado que vuelve al mundo de los comics de creación propia.

Sobre el nacimiento de The Walking Dead en 2003, Kirkman ha contado en numerosas ocasiones que Image Comics estuvo a punto de rechazar su propuesta porque consideraban que el concepto de ambientar el comic en un apocalipsis zombi no era suficiente para atraer a los lectores, y necesitaba un gancho aún más potente. Esto provocó que el entonces novato Kirkman se inventa una rocambolesca historia similar a la de «Plan 9 from outer space», según la cual los zombis estaban en realidad animados por una raza alienígena que se disponía a invadir la Tierra para quedarse con el planeta y sus recursos naturales. Sin embargo, Kirkman no tenía intención de utilizar ese argumento en ningún momento. Durante la publicación del comic, Kirkman también usó esta broma ante algunas cartas de lectores que opinaban que el concepto en 50 números no iba dar más de si, sugiriendo que habían grandes cambios en el horizonte.

En 2021, dos años después del final de The Walking Dead y aprovechando el décimo aniversario del sello Skybound, Kirkman publicó cinco números antológicos bajo el nombre Skybound X en el que se publicaban historias cortas de los diferentes comics que ha publicado este sello, no sólo de Kirkman sino de un montón de autores variados y colecciones como Ultramega, Redneck, Birthright y Manifest Destiny entre otros. Y es en estos 5 números donde se publicó este comic de 48 páginas, Rick Grimes 2000, que ECC Ediciones publicó el año pasado en un tomo en cartoné de tapa dura y 64 páginas, en el que recupera esta idea loquísima.

Rick Grimes 2000 es un comic super over-the-top que no se toma muy en serio a si mismo y que tiene una clara vocación de entretenimiento. Y me lo he pasado genial leyéndolo. Ver a los protagonistas de The Walking Dead transformados en unos héroes y villanos cyborgs con habilidades mejoradas que combaten entre ellos y contra zombies y alienígenas super poderosos casi salidos de Invencible ha sido una gozada total.

El dibujo de Ryan Ottley con tintas de Cliff Rathburn y color de Dave McCaig es una pasada. Por un lado, es genial verle dibujar zombies, aunque son un elemento muy secundario en la historia. Pero es que Ottley añade además un feel superheróico que le va perfecto a la historia super gore y exagerada que plantea Kirkman. El comic de 48 páginas está contada en 5 grapas de 12, 8, 8, 8 y 12 páginas. Aparte de explicar el mundo en que sucede la historia, Kirkman plantea un montón de acción y cliffhangers potentes, alternando Ottley grandes splash-pages con páginas super abarrotadas de viñetas para poder hacer avanzar la historia, consiguiendo un resultado brillante.

Otro elemento muy destacable de Rick Grimes 2000 es que Kirkman le regala a Ottley un montón de easter-eggs que resultan super chulos de dibujar y de ver en una página de un comic. Empezando por el uso de espadas laser de Star Wars como puede verse en la portada, monopatines voladores de Regreso al Futuro 2, o los tentáculos de Doctor Octopus. No se si recordando las pullas de Kirkman hacia Marvel, también resulta llamativo que el villano Negan lleve un traje que recuerda cromáticamente al de Spiderman, usando un aerodeslizador que es casi calcado del de Duende Verde. La coctelera que agita Ottley no tendría que funcionar, pero sin duda lo hace, con el añadido de una violencia super gore con por ejemplo cabezas estallando de forma explícita que es la guinda a un comic que es pura diversión.

Es cierto que Rick Grimes 2000 es un comic gamberro super bestia con una única vocación de entretenimiento over-the-top. Y funciona sin vergüenza ninguna como comic de acción gore sin más. Dentro de lo exagerado y superficial de una historia que no puede ser profunda desde la propia elección de un formato de 48 páginas que obliga a ir a tope desde la primera páginas sin un segundo de respiro, la verdad es que Kirkman también plantea varios elementos bastante meta sobre algunos aspectos del entretenimiento mainstream actual. Empezando por añadir el «2000» a un comic publicado en 2021, lo que sugiere una crítica a la ola de nostalgia que domina una gran parte del entretenimiento, que parece obligar a volver a las mismas historias y personajes una y otra vez. Esto se uniría a tener a Rick como protagonista de esta historia, cuando en The Walking Dead murió al final del comic, resaltando que las grandes franquicias obligan a reinicios y reboots que mantengan vivas a sus principales personajes.

Kirkman también plantea un comentario, no se si crítica, a la moda que dominó el mundo del comic en las décadas de los 90 y 2000 con personajes hiper musculados con grandes pistolones que me recordaron a Cable o los personajes de Extreme Studios de Rob Liefeld. Esto también es otro elemento que conecta al 2000 del título. Ojo, que estos son detalles para muy cafeteros. Si eres un lector veteranos como yo consiguen que estuviera sonriendo durante toda la lectura, pero si eres un lector no habitual te encontrarás con cosas super exageradas que añaden diversión y un tono de no tomarse muy en serio a si mismo.

Por comentar algo menos bueno, como comentaba antes el formato de 48 páginas obliga a un desarrollo y un final bastante apresurados que me dejaron con ganas de que esta historia hubiera podido respirar un poco más. En todo caso, que un comic te deje con ganas de más no puede ser mejor, y la verdad es que Kirkman y Ottley entregan un comic super chulo que transmite que ellos se lo han pasado igual de bien creándolo como nosotros leyéndolo.

Por último, no puedo dejar de comentar el palo que ECC Ediciones nos ha dado a los lectores con esta edición. Y tengo claro que tras publicarse en la antología Skybound X, Image publicó Rick Grimes 2000 en un tomo en tapa dura, pero pagar 12 €uros (menos el 5%) por un tomo de 48 páginas de historia, al que hay que sumar las portadas para alcanzar el total de 64 páginas, me parece una pasada. De hecho, ese fue el principal motivo por el que no lo compré en su momento, aunque al final las ganas de leer a Kirkman y Ottley me ha podido al desorbitado precio de este comic.

Rick Grimes 2000 es un comic super divertido y exagerado que encantará a todos los fans de The Walking Dead e Invencible, de Kirkman y Ottley. No se le puede pedir nada más.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Stray Dogs de Tony Fleecs y Trish Forstner (Image Comics – Norma Editorial)

Mi cuñada Rocío me ha dejado el primer volumen de Stray Dogs de Tony Fleecs y Trish Forstner, un inesperado thriller protagonizado por unas encantadoras mascotas, que ha sido editado por Image Comics y por Norma aquí en España.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

En esta nueva serie de suspense, los lectores conocerán a Sophie, una perra que no recuerda lo que pasó. No sabe cómo acabó en esta casa. No reconoce a ninguno de los otros perros. Sabe que ha ocurrido algo terrible, pero… no puede… recordar… ¡Espera! ¿Dónde está su señora? Ahora Sophie tiene que averiguar dónde está, qué está pasando, y cómo va a sobrevivir a esto.

Dicen que no existen los perros malos, sino los malos dueños.

STRAY DOGS es un thriller de suspense desgarradoramente adorable de los dibujantes de cómics de My Little Pony TONY FLEECS y TRISH FORSTNER. Es una mezcla de La dama y el vagabundo y El silencio de los corderos.

Tony Fleecs es un prolífico creador de cómics aclamado por la crítica. Sus cómics bajo licencia han vendido cientos de miles de ejemplares en Estados Unidos y se han traducido y reimpreso en todo el mundo. Entre las obras de Tony figuran IN MY LIFETIME (2006), JEFF STEINBERG: CHAMPION OF EARTH (2016) y las de próxima aparición TIME SHOPPER (2021) y STRAY DOGS (2021). Habrás visto sus ilustraciones en algunos de tus títulos favoritos, como Star Wars, Los Vengadores, Batman, TMNT, Transformers y un montón de My Little Pony.

Trish Forstner es relativamente nueva en la industria del cómic, pero aporta toda una vida de experiencia en la creación de personajes divertidos y entrañables. Lleva dibujando desde que sabía sostener un lápiz. A Trish le encanta la animación clásica y se ha inspirado en muchas fuentes, sobre todo en los dibujos animados clásicos de los años 80 y 90. Habrás visto su trabajo más reciente en la serie de cómics MY LITTLE PONY de IDW. Co-crea STRAY DOGS con Tony Fleecs.

Menudo sorpresón me acabo de llevar con Stray Dogs.

Y hay que reconocer que hay una primera e importante barrera de entrada con este comic, y es tener un dibujo super cuqui de Trish Forstner, con color de Brad Simpson, que sugiere más a unos dibujos animados del Disney Channel que un thriller con un asesino múltiple cometiendo crímenes sangrientos. Dentro del shock que supone la diferencia entre la historia de Stray Dogs y la representación gráfica de la misma, la verdad es que el conjunto funciona y consigue que la lectura sea super satisfactoria.

Un elemento que me gusta mucho de esta historia es la forma en que todo está contado desde el punto de vista de los perros, mostrando una clave que desconocía, y es que los perros no tienen memoria a largo plazo, por lo que todo lo que no sea inmediato cuesta ser recordado. O más bien acaba siendo olvidado hasta que se recibe un impulso sensorial que les recuerda lo que olvidaron. No estamos ante un whodunnit, dado que el malo queda claro desde el primer momento, sino una situación claustrofóbica en la que los animales no saben si pueden confiar en sus recuerdos mientras viven en un espacio del que es imposible escapar. Otro elemento muy chulo de esta miniserie es que tiene un ritmo pausado pero sabe mantener el interés gracias a unos giros super bien colocados en las diferentes grapas, construyendo una tensión que tendrá un climax super potente en el último número.

El dibujo de Trish Forstner la verdad es que resulta como comentaba super luminoso y colorido, y de alguna forma resalta la sensación que a los perros se les escapan elementos clave de la realidad que puede resultar mortal, al estar viviendo en un mundo irreal que puede ser extremadamente peligroso. Forstner tiene un trazo de su lápiz perfecto a la hora de dibujar a los diferentes perros, que son perfectamente reconocibles en todo momento y me gusta bastante. Como elemento menos bueno, sus viñetas me han resultado demasiado estáticas, dejándome una sensación de ser sólo correcta.

Sin embargo, como los grandes thrillers, Stray Dogs engancha gracias a su sorprendente premisa y un desarrollo brillante, que al menos a mi me tuvo super pillado con la historia y me hizo leerme este volumen de una sentada. Por cierto, otro detalle super positivo es que esta historia queda cerrada de forma satisfactoria en este volumen, lo cual me parece también otro elemento a su favor.

Por suerte, compruebo que acaba de publicarse un segundo volumen de Stray Dogs en Estados Unidos, así que en cuanto tengamos un hueco creo que volveremos a este mundo perruno.

Comparto algunas páginas del comic:

Stray dogs ha resultado una tremenda sorpresa positiva. Es genial leer algo inesperado que no ves venir y que significa salirse de la zona de confort a la que estoy acostumbrado. Más comics así, por favor.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Lazarus vol. 7 de Greg Rucka y Michael Lark (Image Comics)

En febrero de 2020 escribí mi reseña del sexto volumen de Lazarus, el comic distópico creado por Greg Rucka y Michael Lark en Image Comics. Y aunque me alegro poder leer el siguiente capítulo de la historia, la verdad es que el ritmo de publicación hace imposible poder disfrutar de este comic como se debería.

PUNTUACIÓN: 7/10

«FRACTURA: PRELUDIO». Hace cuatro años, Jonah Carlyle se libró de la ejecución gracias a su hermana, Forever. Esto es lo que ocurrió después.

En Fractura, cada secreto tiene un precio, y cada familia tiene sus secretos. A medida que la Guerra del Cónclave, que ha durado cinco años, llega a su fin, los planes de Malcolm Carlyle chocan con los de su Lázaro y su hija, Forever. La factura está al caer. Para Malcolm, es un precio que está dispuesto a pagar, especialmente cuando se trata del eterno rival de su Familia, Jakob Hock. Para Forever, la libertad se pagará con sangre y no sólo la suya.

Este volumen recopila LAZARUS #27-28 & LAZARUS: RISEN #5-7 USA, publicados por Image Comics.

Lazarus empezó a publicarse en junio de 2013. Hasta su número 26, publicado en marzo de 2017, la serie tuvo una regularidad más o menos aceptable. En ese momento Greg Rucka y Michael Lark publicaron la necesidad de Lark de tomarse un respiro de la serie, al haber estado casi 4 años trabajando únicamente en este comic. Esto que resulta totalmente entendible desde un punto de vista humano y artístico ha provocado sin embargo un parón casi sin precedentes en un comic mainstream.

Para saciar la sed de Lazarus, Rucka planteó la miniserie X+66, en la que planteaba seis historias autoconclusivas de varios personajes secundarios con un artista diferente en cada número. Esta miniserie se publicó entre julio de 2017 y febrero de 2018, Tras ella, Lark retornó a la serie para dibujar los números 27 y 28 de Lazarus, que fueron publicados a mediados de 2018 y ahora se incluyen en el séptimo volumen recién publicado. Estos números cerraron el primer volumen de Lazarus.

Para combatir los problemas con las fechas de entrega, Rucha y Lark plantearon Larazus: Risen, serie de publicación trimestral de 64 páginas, que incluía 44 paginas de historia y numerosos textos e información de apoyo a modo de extra. Sin embargo, estos planes ya no llegaron a cumplirse, ya que incluso a pesar de los 10 meses transcurridos desde el final de Lazarus, los primeros 3 números de Risen publicados en 2019 ya salieron con 4 meses de diferencia entre si. Estos números fueron recopilados en el volumen 6 de la serie, suya reseña publiqué en febrero de 2020 tras recibir mi tomo y poder leerlo. En los siguientes 3 años, Rucka y Lark sólo han publicado 4 grapas más, tres de las cuales se incluyen en este séptimo volumen. Una locura desde el punto de vista del lector.

Aparte del exageradísimo tiempo transcurrido, otra queja que me plantea este volumen es que no acabo de entender la propia edición de los tomos recopilatorios. Los números 27 y 28 son una historia en dos partes protagonizada por Jonah Carlyle, y aunque resulta autoconclusiva y no afecta a la guerra que está teniendo lugar, no entiendo que no se publicaran en su lugar cronológico, que sería el sexto volumen, no en este séptimo. Pero es que además, en este volumen publican Risen 5-7, saltándose de nuevo una grapa, el nº4. Y esta grapa de nuevo es una historia autoconclusiva que entiendo que puede situarse casi en cualquier sitio, pero no tiene ningún sentido que no se incluya en su sitio cronológico tal como fue publicado en grapa. Me resulta incomprensible, la verdad.

Esta decisión incomprensible sabe aún más mal si tenemos en cuenta que al final del Risen 7 Rucka y Lark escriben a los lectores para disculparse por los retrasos, pero también para informarnos que Lazarus va a tener un nuevo parón de al menos un año. Visto que el experimento de grapas con 44 páginas de historia no ha funcionado, no consiguiendo nunca cumplir la periodicidad trimestral, van a volver a números «normales» con extensión de 22-24 páginas, lo que esperan que ayude a Lark en la regularidad. Además, Rucka plantea que va a tener que emplear 12 números para poder contar el final de la historia de la forma que él ha planteado, pero no empezarán a publicarlos hasta que no tengan terminados como mínimo el 75-80% de esos números, de forma que cuando empiecen a publicar ese nuevo volumen puedan asegurar la periodicidad mensual hasta el final. Por tanto, este año de parón ya anticipan que puede ser más. En positivo está el compromiso de Rucka y Lark de terminar la historia, cueste lo que cueste. Visto el trabajo en Risen, al menos yo sí me creo que esto llegará suceder. Sin embargo, en negativo, admitir este parón y a la vez no incluir Risen 4 en este volumen hace que esta decisión sea aún más incomprensible. Porque lo más probable es que tengamos que esperar otra vez ¿dos/tres años? en poder leer esta historia los lectores que compramos y leemos los tomos.

Entrando a valorar el comic en si, el final de Fracture ha resultado unos comics excesivamente anticlimáticos. Lazarus siempre ha sido una serie con mucha geopolítica, pero también con muchísima acción siempre con Forever Carlyle en en centro de todo. Sin embargo, en la primera grapa tenemos que el plan de Forever para ganar la guerra en lugar de mostrarse en imágenes se plantea desde el punto de vista de la sala de guerra de la familia Carlyle, desde donde esperan las noticias de la Lazarus sobre el resultado de su misión. Entiendo que hay una parte de economía narrativa y evitar alargar un combate que no es clave para el desarrollo de la serie, pero esto no evita que la sensación es que han tomado un atajo para evitar que Lark tenga que dibujar complejas escenas de acción.

El climax del volumen con las negociaciones de paz entre las familias Carlyle y Hock también resulta un tanto bluf, al conocer la relación que ambos patriarcas tuvieron en el pasado antes que la civilización se fuera al garete, y el suceso traumático que rompió su amistad y que ha llevado hasta la actual situación de guerra abierta. Y aunque esta historia se nota que está planeada así por Rucka desde el comienzo de la serie, la realidad es que su no-final hace que la lectura no acabe de ser satisfactoria, sobre todo pensando en los tres años transcurridos desde el anterior volumen. En positivo, el formato de 44 páginas de historia permite a Rucka plantear un ritmo diferente al del típico comic mainstream USA constreñido por la limitación de las 20-22 páginas por números, lo que ayuda a que la lectura cunda muchísimo y tenga un ritmo único. Sin embargo, que tras tres años de espera el final nos deje casi igual de colgados o más que en el volumen anterior no mola.

Otro hecho curioso es que este volumen es que refleja el paso del tiempo en el mundo real, de forma que si teniamos una guerra entre familias en marcha, en este volumen descubrimos que han pasado 5 años desde que se inició, de forma que en cierto sentido nos la hemos perdido completamente. Llegados a este punto tengo claro que quiero leer el final de la historia tarde lo que tarde en publicarse. Y este final tiene prioridad frente a los diferentes combates vividos entre medias, dado los problemas y lentitud de Rucka y Lark para publicar cada número. Pero en cierto sentido, me parece una pena que se haya pasado tan de puntillas por esta parte de la historia y en general de toda la guerra entre familias.

Por no decir todo cosas menos buenas, una gran parte de la historia de Lazarus era ver como Forever Carlyle aprende que su idealizada vida en la familia Carlyle no es tal y como se la han enseñado. Ver como luchaba contra su condicionamiento era una gran parte de la historia, y al menos este volumen SI ofrece un cierre interesante al deseo de Forever de no vivir controlada por la familia Carlyle y de quedar libre de este condicionamiento mental. Por cierto, creo que no es casualidad que Malcom Carlyle, el patriarca de la familia, sea mostrado como un cabrón hijo de puta frío como el acero, y justo la evolución de sus hijas ha sido para convertirlas a todas en mujeres mejores (moralmente) que él que intentan hacer lo correcto y enmendar los muchísimos pecados que su familia ha cometido.

En el apartado gráfico, Tyler Boss colabora con Michael Lark en el dibujo de los números 27 y 28 de la serie regular, dibujando ya Lark en solitario los números de Risen, siempre con colores de Santi Arcas. El dibujo de Lark me gusta mucho sobre todo en lo referido a los vehículos y todo el «diseño de producción», teniendo todo un feeling realista que me flipa mucho. El trabajo de creación de este mundo, desde la ropa, las armas y la arquitectura me parece que está super bien. También las coreografías de acción están muy chulas, mostrándose Lark como un perfecto narrador.

Sin embargo, empiezo a tener un problema con las figuras que dibuja Lark, que son literalmente iguales e indistinguibles entre si. Me pasa con Johanna y Beth, las hijas del patriarca Malcom Carlyle y «hermanas» de Forever, pero también con Forever y las diferentes mujeres tías duras del ejército Carlyle, sumado todo ello a Eight, la clon de Forever que ya está creciendo. No es que el dibujo esté mal, ojo, pero si que agradecería que intentara diferenciarlas más a la hora de ponerse con su programa de dibujo.

Este pero no es un aspecto clave, pero si lo bastante importante como para que tenga que comentarlo. Pero entre esto, el tiempo de espera desde que leí anterior tomo, lo anticlimático de la historia de este volumen, y que todo quede colgado para cuando continúe, no puedo decir que la lectura de este volumen me haya resultado lo satisfactorio que me hubiera gustado.

Para cuando Lazarus continúe dentro de uno o dos años (o lo que sea), tengo claro que tendré que volver a leerme todo de nuevo para recordar lo que había pasado y donde se encuentra cada personaje. Es por esto que dudo si recomendar la compra de este comic. Cuando Rucka y Lark tengan completa la historia, sea cuando sea, igual será entonces el momento adecuado para poder elegir la edición que cada uno quiera comprar.

Comparto las primeras páginas de este volumen:

Es una pena que el ritmo de publicación de Lazarus sea el que estamos teniendo, porque el comic de Rucka y Lark está bien. Me veo esperando tres o cuatro años para poder conocer el final de la historia.

PUNTUACIÓN: 7/10

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