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Crítica de The Last of us temporada 1 (HBO Max)

The last of us era una de las series más esperada del año para todos los amantes del mítico videojuego. Y una vez vista la primera temporada de esta serie estrenada en HBO Max, creo que a pesar de alguna cosa que luego comentaré, los creadores Craig Mazin y Neil Druckmann han dado en la diana.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Serie de TV (2023-). 1 temporada. 9 episodios. Veinte años después de la destrucción de la civilización moderna a causa de un hongo -el cordyceps- que se adueña del cuerpo de los humanos, uno de los supervivientes, Joel, recibe el encargo de sacar a la joven Ellie de una opresiva zona de cuarentena. Juntos cruzan Estados Unidos ayudándose mutuamente para intentar sobrevivir…

The Last of Us es una serie de televisión postapocalíptica basada en el videojuego de 2013 del mismo nombre desarrollado por Naughty Dog. La serie ha sido creada por Craig Mazin (Chernobyl) y Neil Druckmann, creador del videojuego. La primera temporada consta de nueve episodios escritos por Craig Mazin y Neil Druckmann. Mazin y Druckmann dirigen además un episodio cada uno, siendo el resto de directores Jeremy Webb (2 episodios), Ali Abbasi (2), Peter Hoar, Jasmila Žbanić y Liza Johnson. El compositor original del juego Gustavo Santaolalla compuso además la música de esta serie, rodada en localizaciones en Alberta (Canadá).

La serie sigue a Joel (Pedro Pascal), un contrabandista encargado de escoltar a la adolescente Ellie (Bella Ramsey) a través de un Estados Unidos postapocalíptico. También cuenta con Tommy (Gabriel Luna), el hermano menor de Joel y exsoldado, y Tess (Anna Torv), una superviviente endurecida y socia contrabandista de Joel. Merle Dandridge como Marlene, la jefa de las Luciérnagas, un movimiento de resistencia que espera liberarse de los militares, completaría el reparto en sus papeles principales.

Voy a empezar con el disclaimer, dado que mi valoración de The last of us está condionada por dos elementos clave. El primero es que nunca jugué al videojuego, por lo que no tenía una conexión emocional previa con esta historia o sus protagonistas. El segundo tema importante es que soy super fan de los comics de The Walking dead de Robert Kirkman y Charlie Adlard, y por culpa de mi hijo nos hemos visto las múltiples temporadas de su exitosa adaptación televisiva. A lo que habría que sumar mi afición a las películas de zombies desde El amanecer de los muertos de Zack Snyder, más todo lo que vino antes y después.

Dentro de lo positivo, The last of us es una serie con una pareja protagonista de autentico lujo. Pedro Pascal y Bella Ramsey están espectaculares en papeles complejos dado que se construyen desde el minimalismo y la ausencia de emociones, al haber crecido en un mundo duro y sin compasión que puede matarte en cualquier momento. La serie dependía de ellos dos para triunfar o fallar, y están espectaculares. Ellie es un gran personaje, con el giro de ser la única persona inmune a la infección que puede ayudar a crear una vacuna que salve a la humanidad. Pero es la complejidad de Joel lo que eleva la serie a otro nivel que hará que la serie se recuerde durante muchos años. La forma en que hará lo que sea para no perder a su hija adoptiva, cuando 20 años atrás no pudo salvar a su hija biológica, me parece super emocionante y terrible a la vez. Menudo personajazo Joel, el final de temporada me ha volado la cabeza, sin duda el mejor episodio de toda la serie.

The last of us cuenta además con unos valores de producción de primer nivel. La creación de este mundo desolado tras 20 años de infección cordyceps es increíble, mundo que conoceremos a medida que Joel y Ellie viajen desde Boston hacia el centro de los Estados Unidos buscando un centro médico que pueda estudiar a Ellie para conseguir una vacuna. Un viaje que durará meses y que hará que veamos diferentes estaciones del año además de diferentes territorios.

El gran problema de muchas series de zombies suele ser unos presupuestos muy limitados que no permiten momentos de lucimiento, cosa que no sucede con The last of us, dado que HBO Max ha tirado la casa por la ventana. Visualmente la serie tiene unos valores a nivel cinematográficos bestiales. En todos los episodios encontramos un plano, una escena de las que te vuelan la cabeza, o simplemente momentos super emocionantes contados de forma perfecta.

Hasta el visionado del último episodio, tengo que decir que los momentos que más me gustaron eran las historias laterales como la vista en el tercer episodio en el que vimos a una pareja homosexual compartir su vida durante los 20 años de infección consiguiendo ser felices en medio del apocalypsis. Este episodio me pareció super emocionante, y hay muchos momentos así a lo largo de la serie, porque la serie se plantea para mostrar como la gente intenta sobrevivir al apocalipsis más que enseñar el apocalipsis en si.

En positivo tengo que decir de The last of us que todo lo que cuentan está muy bien contado, y cuando ves el último episodio comprendes el sentido de todo y lo bien escrito y planteado que estaba todo, dirigiéndonos hacia un momento super potente que era el único posible para Joel. Sin embargo, al final estamos ante otra historia de zombies en la que todo tiene una sensación de peligrosa familiaridad, de estar ante historias que de alguna forma ya conoces. Precisamente las historias secundarias rompen en parte con esto, pero el viaje de Joel y Ellie se hace un pelín largo por la falta de inconvenientes reseñables que tienen a lo largo de un mundo que se supone desolado y cubierto de amenazas.

En el octavo episodio conocemos a David, que se supone es uno de los grandes villanos de uno de los juegos, y este episodio acaba resultando un bluff precisamente por la falta de amenaza de todo y por poner como villano a alguien que intenta mantener a su congregación con vida de las únicas formas que tiene a su disposición, que es justo lo mismo que hace Joel para defender a Ellie. Pensando en los grandes villanos de The Walking Dead, The last of us en ese sentido no ha estado a la altura, como tampoco lo ha estado a la hora de mostrar a los Cordyceps, completamente ausentes a partir del tercer episodio, que supone otro elemento que me produce cierta perplejidad.

Por suerte, el último episodio indica que Craig Mazin y Neil Druckmann habían dejado lo mejor para el final, lo cual es otro ejemplo de buena escritura. Hay un elemento super chulo de este final de temporada y es como comprendemos que el seguir a un personaje y que sea el protagonista no le convierte en buena persona. Aparte que el término carece de sentido en este mundo dominado por el matar o morir. Cuando alguien ha estado perdiendo toda su vida, que en el momento clave ponga sus deseos egoístas y su única oportunidad de ser feliz por encima de todo lo demás no es que sea lo normal, sino la única opción posible. Otro ejemplo de gran escritura que hemos disfrutado gracias a esta serie.

Me sabe mal que no me haya flipado The last of us, dentro que si me ha gustado. En todo caso, si me deja con ganas de ver la segunda temporada, porque la sensación es que Ellie no acaba de creerse la versión oficial que la han contado, lo cual puede ser una fuente de problemas en el horizonte.

Comparto el trailer de esta serie:

The last of us es una buena serie que mejora en la valoración al ofrecer lo mejor justo en el último episodio. Veré sin duda la segunda temporada.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Chernobyl (HBO)

Mucho se ha hablado de Juego de Tronos, pero creo que Chernobyl tiene muchas opciones de convertirse en LA SERIE de 2019. Un retrato frío del accidente nuclear de 1986 que me ha encogido el corazón y que muestra la verdadera cara del régimen comunista.

PUNTUACIÓN: 9/10

Chernobyl es una miniserie de cinco capítulos creada por Craig Mazin. La serie es un drama histórico coproducido por los canales HBO de Estados Unidos y Sky de Reino Unido, que sigue “la verdadera historia de una de las peores catástrofes provocadas por el hombre y habla de los valientes hombres y mujeres que se sacrificaron para salvar a Europa de un desastre inimaginable. La miniserie se centra en el desgarrador alcance del desastre de la planta nuclear que ocurrió en Unión Soviética en abril de 1986, revelando cómo y por qué ocurrió, además de los intentos del gobierno comunista de la URSS por ocultarlo, así como las sorprendentes y notables historias de los héroes que lucharon y cayeron”.

La serie ha sido escrita y creada por Craig Mazin. Este director y guionista americano que hasta ahora era principalmente conocido como autor de comedias de trazo grueso como Scary Movie 3 y 4, Superhero movie y la trilogía de Resacón en Las Vegas, es el protagonista de una de las sorpresas creativas del año, mostrando que si tienes la suficiente pasión, puedes crear lo que te propongas. La miniserie ha sido dirigida por Johan Renck, director de televisión en series como Breaking Bad, The Walkign Dead o Halt and catch fire.

La serie está protagonizada por Jared Harris como Valery Legasov, el subdirector del Instituto Kurchatov que se encargó en organizar los esfuerzos de apagar el reactor así como limpieza de la planta nuclear. Stellan Skarsgård es Boris Shcherbina, vicepresidente del Consejo de Ministros a cargo de dirigir los trabajos que estuvo en Chernobyl durante los momentos más duros. Por último, Emily Watson interpreta a Ulana Khomyuk, una física nuclear de Minsk. Khomyuk es un personaje ficticio que «representa a los muchos científicos que trabajaron sin miedo y se pusieron en peligro para ayudar a resolver la situación».

Chernobyl va a ser una de las series del año. Es un excelente ejemplo de gran narrativa que utiliza un estilo frío y aséptico para contar los hechos, consiguiendo golpearnos en el corazón en cada uno de los cinco perfectos episodios de los que se compone.

Aunque Chernobyl es una reconstrucción de los hechos que tuvieron lugar en 1986, en el fondo estamos ante un retrato de una época y un país, la Rusia comunista, que machacaba al individuo y que ponía siempre al aparato por encima de las personas. Además de reconocer la labor de todas las personas que trabajaron y murieron por evitar una tragedia aún mayor, la tensión narrativa está construida siempre en la lucha de técnicos y científicos contra burócratas que no quieren admitir que la realidad no es como el partido quiere que sea.

Desde el principio, la serie hace que el líder soviético Mikhail Gorbachev declare en la primera reunión en Moscú que el accidente debía mantenerse en secreto porque «nuestro poder proviene de la percepción de nuestro poder». Chernobyl incineró esa percepción, y la serie incluso pone declaraciones suyas de 2008 en las que afirmó que Chernóbil significó el principio del fin de la URSS, que se desmoronó en 1991 precisamente tras haber visto desafiada esa percepción de poder.

En este sentido, son paradigmáticas además varias escenas en el primer y segundo episodio en los que los jefes de la central niegan que esté pasando nada grave incluso cuando varios técnicos han visto el sarcófago del núcleo abierto con sus propios ojos. O cuando burócratas sin conocimientos nucleares niegan la opinión del experto Legasov simplemente con un “no pone eso en el informe oficial.”

Hoy en día es alucinante descubrir que el régimen comunista no contemplaba ni siquiera la posibilidad de que pudiera producirse un accidente en una central nuclear, de forma que ni técnicos, ni bomberos sabían como reaccionar ni disponían de material protector ante la radiación. Pero es que ni siquiera el pueblo cercano de Prypiat tenía ningún protocolo de evacuación, y la escena en la que varias familias con niños van a ver el incendio “porque es muy bonito” mientras ves como les está cayendo la radiación es una de las escenas más terroríficas que recuerdo, demostrando que normalmente es lo mundano lo que más nos impacta.

Al igual que ver cómo tras conocerse que las centrales soviéticas tenían un fallo de diseño que es lo que provocó el desastre unido a la incompetencia de los jefes de la central, las autoridades rusas se negaron en realizar cambios en el resto de centrales operativas porque eso demostraría una debilidad en su estrategia energética.

He visto la serie en V.O., y me ha encantado escuchar a todo el reparto, con interpretaciones contenidas como se espera que un ruso se comportaría. Jared Harris, Stellan Skarsgård y Emily Watson realizan un trabajo espléndido, pero creo que estamos ante un trabajo coral de gran nivel. De entre todos los momentazos de los protagonistas, destacaría cuando Legasov (Harris) le cuenta a Shcherbina (Skarsgård), que la radiación les ha matado aunque no se hayan dado cuenta, pasando a detallar con frialdad científica los síntomas que sufrirán hasta morir por cáncer, y el estoicismo con el que Shcherbina se toma la noticia.

A modo anecdótico, destacaría también la construcción de los mineros rusos, que a partir de ahora se han situado en el cúspide de los “hombres duros” del cine y la televisión. Hombres acostumbrados a trabajar en total oscuridad a los que no se puede mentir, y que hicieron un trabajo imprescindible para controlar el accidente atómico a sabiendas que iban a ser irradiados y que pobablemente morirían. Leer en el epílogo de la serie como de los 400 mineros que trabajaron en Chernóbil más de 100 murieron antes de cumplir los 40 años y que jamás han sido considerados víctimas del accidente ni sus familias compensadas es brutal. Y tristemente real.

Otro elemento a destacar de Chernobyl es su sobresaliente diseño de producción, que reconstruye perfectamente la vida en la rusia comunista. Los edificios, ropas, vehículos, y todo lo demás es perfecto, y he flipado leer a gente rusa en redes sociales llorando al recordar su propia infancia a partir de los trajes de los escolares que nos muestran, al igual que otros muchos elementos. Todo está construido de forma fideligna y realista, y se transmite en cada plano.

Estamos ante una serie con un gran guión, excelentes interpretaciones y una producción bestial, que además sabe contar la historia de forma excepcional, atrapando al espectador desde el minuto uno. De hecho, los cinco episodios de esta serie son la duración perfecta para contar la historia de la mejor forma para conseguir el mayor impacto en el espectador.

Además, el estreno serializado en HBO ha jugado en positivo en el impacto que esta serie ha provocado. Y es que el boca a boca ha funcionado entre los espectadores, haciendo que la audiencia haya crecido semana a semana. Tras el final de Juego de Tronos, Chernobyl ha dominado la conversación seriéfila de estas últimas semanas, y lo ha hecho para bien.

Si tengo que decir algo negativo de la serie, es que nuestra sociedad necesite series como esta que nos recuerden el pasado para no repetirlo. Y se me cae el mundo a los pies al conocer que la actual Rusia vaya a realizar una serie de ficción culpando del accidente a una conspiración de la CIA, porque incluso 20 años después no pueden aceptar nada que deje en mal lugar al estado, aunque sea verdad.

Es por esto que el mensaje “What is the price of lies? / ¿Cual es el precio de las mentiras?” esté hoy en día tan de actualidad como lo estuvo en 1986. Lamentablemente.

Comparto el trailer de esta miniserie:

Chernobyl es una sobresaliente serie que sirve para recordar a los hombres y mujeres que sufrieron las consecuencias del accidente y como un accidente marcó el principio del fin del régimen comunista soviético. Una serie imprescindible.

PUNTUACIÓN: 9/10

 

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