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Lo mejor del año 2021: TELEVISIÓN

En tres días entraremos en el nuevo año 2022, así que llega el momento de utilizar los tres últimos artículos del año para hacer un repaso a lo mejor del año en televisión, en cine (artículo de mañana 30/12) y en el mundo del comic (artículo del viernes 31/12). Un año que sólo puede ser considerado como bueno.

2021 será recordado por el estreno de las series de Marvel Studios en Disney+. Con cinco serie, cuatro en imagen real y una de animación What If?, estas series han saciado en parte las ganas de productos del MCU durante este pandemia del Covid en la que seguimos inmersos. Y aunque hay que reconocer que estas cinco series han tenido resultados desiguales. Wandavision, Ojo de Halcón y What if? me ha parecido super buenas mientras que Loki y Falcon y el Soldado de Invierno no acabaron de cuadrarme, lo cierto es que estas primeras series han contado con unos valores de producción y presupuestos a niveles cinematográficos, algo que está por ver que las próximas series de 2022 vayan a disfrutar. Además, destacar que por temática y sensibilidad, estas 5 series más diferentes no pueden ser, lo cual rompe con el sambenito de que «todos los productos de superhéroes son iguales.

2021 ha sido también un año muy bueno para el mundo de la animación. Invencible en Prime, la alucinante adaptación del comic de Robert Kirkman, Ryan Ottley y Cory Walker me voló la cabeza. El final de Castlevania , la serie creada y escrita por Warren Ellis basada en el popular videojuego, en su cuarta temporada, la segunda temporada de la antología Love, Death and Robots en Netflix o Star Wars Visions en Disney+, la serie The Bad Batch en Disney+ y sobre todo la increíble Arcane en Netflix son numerosos ejemplos que confirman que la animación goza de extraordinaria salud gracias a las plataformas de streaming.

En lo relativo a Star Wars, es curioso que tras el histórico final de la segunda temporada de The Mandalorian, en 2021 sólo hayamos tenido series de animación, habiéndose dejado Disney+ el estreno de El libro de Boba Fett para hoy 29 de diciembre. En unos días os daré mis impresiones del primer episodio, pero la sensación que da Disney+ es que van a ir simultaneando estrenos de Marvel y Star Wars durante todo el año.

También de disfrutado de varias series de humor que me chiflan, como son Lo que hacemos en las sombras en HBO, el final de El método Kominski en Netflix y la primera temporada de Sólo asesinatos en el edificio en Disney+. A falta del regreso de la Srta Maisel a Prime video en 2022, estas series me han dejado siempre con una sonrisa.

Succession en HBO, Cobra Kai T3 en Netflix, Black Summer T2 y en final de Mr. Robot en Netflix, The Expanse T5 en Prime Video, que además acaba de estrenar su sexta y última temporada. No sólo de superhéroes vive el espectador, y estas series super diferentes entre si me han parecido todas super chulas y recomendables.

Aunque creo que ha sido un buen año televisivo, también han habido varias sonadas decepciones: 30 monedas y Raised by wolves en HBO, El Cid en Prime Video, Jupiter´s Legacy en Neflix o la misma Falcon y el Soldado de Invierno en Disney+ no me gustaron nada. Lo cual no quita que globalmente el año televisivo me ha parecido bastante bueno.

De hecho, el año se cierra con el estreno de Cobra Kai en Netflix, y hay anunciadas para 2022 un montón de series super interesantes, aparte de las de Disney+, que aseguran que el entretenimiento está más que asegurado.

Aunque lo veo super difícil, si tuviera que dar mi TOP-3 de series de este año 2021, sería el siguiente:

3- Misa de Medianoche de Mike Flanagan (Netflix)

2- Arcane : League of Legends T1 (Netflix)

1- Wandavision (Disney+)

Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Cual fue para vosotros la mejor serie del año? ¿O qué serie no he comentado que para ti representa una de las imprescindibles del año? Espero tus comentarios, gracias como siempre por leerme y por estar ahí.

¡Un saludo grande!

Crítica de Lo que hacemos en las sombras temporada 3 (HBO)

Lo que hacemos en las sombras sigue siendo super divertida en su tercera temporada recién emitida en HBO, aunque diría que ha perdido algo de frescura y locura.

PUNTUACIÓN: 7/10

Tras el final de la segunda temporada en la que Guillermo se enfrentó al Consejo Vampírico Supremo para rescatar a Nandor, Nadja, Laszlo y Colin Robinson, en esta tercera tamporada la familia de vampiros tendrá que enfrentarse a las repercusiones, que serán totalmente inesperadas y divertidas.

What We Do in the Shadows (Lo que hacemos en las sombras) es una comedia con toques de terror planteada como falso documental en el que seguimos la vida de cuatro vampiros que viven en Staten Island (Nueva York) y su familiar Guillermo, el sirviente humano que se ocupa de sus necesidades mundanas.

La serie ha sido creada y producida, por Jemaine Clement, actor, escritor y productor de la película de 2014 realizada junto a Taika Waititi (Thor Ragnarok), que ellos mismos han adaptado con gran éxito para la televisión. Por si te interesa, dejo a continuación los links a las reseñas de las temporadas uno y dos, y de la película que lo inició todo en 2014.

Los protagonistas son Nandor the Relentless (Kayvan Novak), un vampiro de más de 700 años que proviene del imperio Otomano y que se autodenomina líder del grupo. Junto a Nandor conoceremos a su familiar Guillermo (Harvey Guillen), su sirviente humano que lleva 10 años de servicio y que sueña con ser convertido en vampiro, cosa que no parece que vaya a suceder. Junto a ellos viven en la casa Nadja (Natasia Demetriou), una vampira rumana que convirtió en vampiro a Laszlo Cravensworth (Matt Berry), un antiguo noble inglés. Y además, también vive con ellos el Vampiro de Energía Colin Robinson (Mark Proksch). En esta tercera temporada tendremos además la aparición recurrente de Kristen Schaal como la Guía (también conocida como la «Mujer Flotante»), una enviada del Consejo Vampírico a quien le gusta flotar y, a veces, hablar con voz demoníaca.

La serie está planteada desde el costumbrismo para mostrar lo patética y fuera de su tiempo que son las vidas de Nandor, Nadja y Laszlo, creando momentos divertidísimos. En esa parte, la serie es genial pero mantiene la premisa inicial de la película. Aunque obviamente en una tercera temporada se pierde el aspecto de novedad que la serie tuvo en un principio, la verdad es que el humor es super inteligente y me funciona siempre, en especial todos los momentos en los que los vampiros comentan algo y luego vemos a Guillermo aclararnos que no tienen ni idea y que realmente es él el que los protege, defiende y acaba haciéndolo todo.

Aunque todos los protagonistas me encantan, de nuevo Guillermo se convierte en el verdadero all-star de la serie. Para sustituir la novedad, los guionistas se han currado una serie de situaciones realmente ridículas con Nandor en el centro que resultan tremendamente divertidos. En especial, hay un gag homenajeando el Mundo Disco de Terry Pratchett que que puede ser la mejor broma de toda la serie, y mira que han habido gags buenísimos.

Este temporada de Lo que hacemos en las sombras ha tenido de nuevo 10 episodios de media hora cada uno. El tipo de humor es tan único que me encanta ver la serie, y me alegra descubrir que HBO confirmó una cuarta temporada antes incluso del estreno de esta temporada, algo totalmente comprensible teniendo en cuenta el enorme cliffhanger con el que termina el último episodio. No tengo problema en reconocer que veré encantado la serie en 2022 cuando se estrene la siguiente temporada.

Sin embargo, hay que reconocer que esta temporada ha bajado el nivel. Los gags siguen siendo buenos, pero en muchos momentos notas que estas situaciones ya las hemos vivido, porque es así. Entiendo que los guionistas también han hecho un intento consciente de romper esta sensación, de forma que en varios episodios la serie se rompe en dos, con Nandor y Nadja por un lado y Laszlo y Colin por otro viviendo situaciones loquísimas por su cuenta. Sin embargo, visto el conjunto, las historias que tuvimos con los vampiros separados no fueron mejor que lo visto anteriormente, más bien lo contrario.

En este contexto, las partes de Nandor y Nadja son siempre más locas y divertidas que las peripecias de Laszlo y Colin. De hecho, Colin se convirtió en el tapado de las anteriores temporadas con algunos de los mejores momentos, pero en esta tercera temporada aparece un tanto desubicado y sin tanto interés. Eso sí, el giro final que sufre el personaje me parece antológico.

Comparto el trailer de la serie:

A pesar que creo que ha bajado el nivel, sigo riéndome mucho con Lo que hacemos en las sombras y volveré la temporada siguiente.

PUNTUACIÓN: 7/10

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¡Un saludo a todos!

HBO Max anuncia una ventana de 45 días en los cines para las películas de Warner Bros en Europa en 2022

HBO Max ya está disponible en España desde el pasado 26 de octubre. Uno de los anuncios estrella que hicieron los representantes de HBO durante su presentación fue el anuncio que todas las películas de Warner Bros estarán disponibles en su plataforma de streaming tan sólo 45 días después de su estreno en salas comerciales a partir de 2022. Hoy quiero hablar de mi afición al cine y analizar las repercusiones que puede tener este anuncio en el hobby de ver cine en pantalla grande, sobre todo si esta ventana se extiende y se convierte en norma del sector.

Mis dos grandes aficiones son los comics y el cine. Desde que tengo uso de razón recuerdo la experiencia de ir a una sala de cine para ser deslumbrado por historias más grandes que la vida, aventuras increíbles, dramas, comedias, terror o ciencia ficción. Durante muchos años todas las semanas iba al cine al menos una vez, muchas veces sin importar la película en cuestión. Dentro de esta afición, tan importante como la historia era la experiencia de verla en pantalla grande, con el plus añadido que esas historias sólo podían verse en los cines ya que tardaban meses en llegar a los video-clubs, y luego a las tiendas en sus versiones en DVD primero y blu-ray actuales. Y si hablamos de su estreno en las cadenas generalistas de televisión, los plazos se alargaban años (exceptuando la revolución que supuso en su día el nacimiento en España del canal de pago Canal+). Reconozco que esta batallita es casi arqueología, desde luego historia antigua, porque la irrupción de Netflix a partir de 2013 lo ha cambiado todo.

La forma en que el streaming ha modificado en los últimos 5 años los hábitos de ocio a nivel mundial me parece algo revolucionario. En medio de un debate cíclico (y algo estéril) sobre lo caro que era el hobby de ir al cine en España, a menudo expresado por gente que sin embargo no tiene problema de pagar 10 €uros por un gin-tonic premium o incluso más por una entrada de fútbol, Netflix desató una tormenta perfecta, al ofrecer una suscripción mensual por menos de lo que cuestan dos entradas de cine. La necesidad de ir al cine a ver una película “normal” empezó a dejar de tener sentido cuando en Netflix tenías contenidos similares todas las semanas que podías ver cómodamente en cualquier dispositivo en casa o fuera de ella. El razonamiento de “para qué ir al cine a ver una película malilla cuando en casa tengo lo mismo” se ha ido extendiendo entre todos los segmentos de población, y no es una locura afirmar que hoy en día más gente ve cine en sus móviles de forma regular que en las salas comerciales.

Prime Video de Amazon y Disney+ se lanzaron a disputarle el dominio del streaming a Netflix, multiplicando la oferta de ocio disponible para los consumidores sin salir de casa. Y eso sin contar a Filmin, a la propia HBO o propuestas de momento minoritarias como Apple TV. Por menos de 20 €uros al mes (el precio de dos suscripciones) hay factualmente más oferta interesante que ver en estas plataformas, eligiendo cada consumidor las que más le encajan, que tiempo para hacerlo.

Estas plataformas llevaron un paso más su estrategia de creación de contenidos originales y se lanzaron también a ofrecer películas “de prestigio”, contratando a directores reconocidos para que crearan con ellos sus últimas propuestas. A raiz de esto, muchos de los premios de cine de los últimos años han recaído en películas producidas por el streaming. Poder ver las últimas películas de Scorsese o Cuarón en casa ofrecía a sus suscriptores un contenido “objetivamente” mejor que las películas que se estrenaban en el cine ese mismo fin de semana.

La consecuencia a grandes rasgos es que los estudios de cine han dejado de producir películas “normales” de presupuestos medios de 40-50 millones, dado que es cada vez más complicado recuperar la inversión de una comedia o un drama genéricos si los espectadores no van al cine a verlos, al tener en casa películas similares que cumplen la misma función de entretenimiento ligero. Los estrenos cinematográficos en los últimos años se han segmentado en grandes blockbusters palomiteros que ofrecen un espectáculo visual que de momento sólo podía disfrutarse en pantalla grande en toda su amplitud, y producciones de bajo presupuesto que pueden ofrecer una gran rentabilidad a los estudios. Ejemplo paradigmático de esto último serían las películas de terror de Blumhouse que por regla general nunca superan los 10 millones de presupuesto, con lo que a poco que funcionan generan casi siempre grandes beneficios para la productora.

Hasta 2019 las películas de Marvel Studios, Disney o Star Wars marcaban records de recaudación a nivel mundial, estrenando películas-evento que transmitían con éxito la idea que era un acontecimiento que tenía que verse sí o sí en pantalla grande. Gracias a esto Vengadores Endgame se convirtió durante varias semanas en la película más taquillera de la historia a nivel mundial, recaudando más de 2700 millones. La clave para vender una película no es vender que es buena, sino que es “importante”.

La llegada del COVID paralizó la industria durante meses y ha acentuado los cambios en los hábitos de ocio. Ahora es casi más normal ver series o películas en las pantallas de los móviles o tablets que en la televisión del comedor de casa, y se ha extendido la idea tras estar varios meses confinados sin ir al cine, que teniendo el streaming el ir al cine no es ya un hobby que merezca la pena. (Yo no lo creo, pero entendedme).

La apertura de los cines con restricciones de aforo y los retrasos en las fechas de estreno provocaron que los estudios de cine buscaran fórmulas novedosas para rentabilizar sus inversiones. En algunos casos, los estudios optaron por llegar a acuerdos con Netflix, Prime, etc para estrenar sus películas directamente en las plataformas. Disney probó una experiencia piloto de estrenar simultáneamente sus grandes estrenos Mulan, Viuda Negra y Jungle Cruise en salas comerciales y simultáneamente en modo alquiler dentro de Disney+, con un precio de alquiler alto de 21,99 €uros que marcaba una clara diferencia respecto al precio de una entrada normal de cine. Esto en lo referido a sus grandes blockbusters, porque los estrenos de Pixar Soul o Luca se estrenaron de forma gratuita en la plataforma, una solución de compromiso para dotas de contenido a una cadena que sufrió en 2020 por la falta de nuevos contenidos originales. Tras 90 días, estas películas que ya no estan en los cines pasan a estar disponibles en Disney+ dentro del paquete normal de contenidos incluidos con la suscripción normal.

Warner y HBO son propiedad de AT&T. El gran conglomerado mediático lanzó su propio canal de streaming HBO Max en mayo de 2020 en Estados Unidos (y que ahora llegó a España). Tras varios meses con unas cifras de suscripciones muy inferiores a las de Netflix, Prime Video o Disney+, el lanzamiento corría el riesgo de ser considerado un fracaso, algo impensable para estas grandes empresas que cotizan en bolsa. AT&T WarnerMedia lanzó una idea radical durante todo 2021 en Estados Unidos para intentar reflotar HBO Max, estrenando todas las películas de Warner en streaming el mismo día que se estrenan en los cines SIN COSTE ADICIONAL, incluidas en dentro del precio normal de la suscripción. Algo que se hizo con la excusa del COVID y teniendo en cuenta las limitaciones de aforos de los cines y los reparos de una parte de los consumidores en entrar en una sala con más gente,

La gratuidad del visionado de estas película de Warner al estar incluidas en la suscripción standard ha sido la gran novedad respecto a las películas Disney estrenadas en modo alquiler. El precio alto del alquiler de Disney hacía que muchos espectadores (yo por ejemplo) hayamos preferido pagar para ver Viuda Negra o Jungle Cruise en los cines, no en casa, para disfrutar de la experiencia widescreen de las salas comerciales, algo que no tengo en casa. Y el experimento le salió bien a Disney al menos en el caso de Viuda Negra, NO en el de Jungle Cruise, de forma que Marvel consiguió obtener beneficios cuando sumamos los ingresos de la taquilla en los cines con el acceso Premium de Disney+.

Sin embargo, en el caso de HBO Max y para sorpresa de nadie, todos los estrenos de Warner en los Estados Unidos han fracasado en taquilla, con la excepción de Godzilla vs Kong y a falta de ver el resultado de Matrix 4 estas navidades. ¿Quien va a pagar por ver Maligno o Cry Macho en el cine cuando la tienes de forma gratuita en streaming? Casi nadie, obviamente. Pero no solo ha fallado el cine “normal”, los grandes blockbusters de Warner The Suicide Squad o Dune que para mi merecen ser vistos en patalla grande también han fracasado y no van a cubrir costes con las recaudaciones de los cines. Apostar por la captación de suscriptores ha provocado un año de pérdidas, un año perdido para Warner. Calificarlo de desastre es poco.

De cara a 2022, HBO Max NO va a estrenar simultáneamente las películas de Warner, menos mal, pero en lugar de los 90 días actuales de ventana de exhibición que por ejemplo Disney respeta, ha anunciado que lo reduce a la mitad, tan sólo 45 días. Y si bien esto es menos malo que si lo comparamos a lo vivido en Estados Unidos este año, es un clavo más en el ataúd del hobby de ver cine en salas de cine, una nueva traba que puede hacer que se convierta en una actividad en peligro de extinción.

Porque excepto los muy fans del cine de superhéroes que vamos a ver las películas el fin de semana de estreno, la mayoría de espectadores no tiene ninguna urgencia en ver una película. De hecho, en muchos casos hasta que el boca a boca no empieza a funcionar ni siquiera saben que la película está en cartelera para empezar. Hacer que en apenas 6 semanas la película esté disponible en streaming tengo clarísimo que va a provocar que muchos espectadores no hagan el esfuerzo de ir al cine si en 2/3 semanas la van a poder ver en casa. El efecto, si se extiende a otros estudios puede ser catastrófico para el negocio de las salas comerciales.

Las películas que mayoritariamente atraen público a las salas se engloban en el cine comercial de efectos especiales para todas las edades tipo Endgame, Star Wars o la franquicia de James Bond. Un tipo de cine carísimo de producir que necesita de grandes taquillas para conseguir ser rentables. La tendencia de este 2021 muestra que debido a las disminuciones de espectadores / taquilla en Estados Unidos, películas de este tipo como The Suicide Squad o Dune con presupuestos superiores a 150 millones de dólares van a terminar con pérdidas su periodo de exhibición comercial. Lo lógico es pensar que una vez se estrenen las películas que actualmente están en producción y que aún sufren los retrasos provocados por el Covid (por ejemplo Top Gun 2), las nuevas producciones tengan en cuenta una previsión de ingresos acorde a la nueva realidad menguante. Esto provocará que películas con presupuestos de 200 millones o más que hace 4/5 años se les hubiera dado luz verde no llegarán a hacerse.

Esto a la vez puede generar una bola de nieve, porque si hay pocos espectáculos widescreen aún menos espectadores irán a los cines, generando recaudaciones aún menores que a su vez provocarán que los estudios sólo produzcan películas cada vez más económicas, lo que atraerá a menos espectadores… empeorando aún más la situación del negocio de exhibición. Esta previsión catastrofista sólo con Warner / HBO Max no creo que vaya a suceder, aunque diría que las cuentas de Warner van a sufrir en durante 2022. Sin embargo, si otros estudios como Sony, Paramount, Dreamworks o la propia Disney incorporara esta ventana de 45 días, no tengo duda que muchas cadenas de cines estarán abocadas al cierre por falta de negocio.

Creo que el futuro y el presente del entretenimiento pasa por el streaming. Este análisis se centra sólo en el hobby de ver cine en pantalla grande, en ningún caso creo que el cine en general esté en peligro, seguiremos viéndolo en un formato u otro. De hecho, el streaming trajo como positivo que se produjeran películas como Roma o El Irlandés que no se hubieran estrenado por los canales normales de distribución en salas comerciales debido a su coste estratosférico. Pero una cosa es eso y otra que una gran empresa como AT&T WarnerMedia ponga en riesgo el exitoso negocio cinematográfico de Warner Bros, que en 2023 cumplirá un siglo desde su fundación, por conseguir más suscriptores.

Como espectador y consumidor de cine que soy, lo único que puedo hacer es seguir mi filosofía de fan friki, poniendo mi cartera donde pongo mis opiniones. Eso significa que en la medida de mis posibilidades, seguiré yendo al cine siempre que pueda, llevando a mi familia para compartir la experiencia. Si reconozco que mantengo una actitud crítica con aquellas obras o autores que no conecten con mis gustos, aunque intento ver obras que me saquen de mi zona de confort como me pasó con Titane. Pero sin boycotts absurdos que sólo van a empeorar la situación. Esta iniciativa de AT&T favoreciendo a HBO Max frente a Warner me parece penosa, pero no por ello voy a dejar de ir a ver Matrix 4 en el cine cuando se estrene estas navidades. Que mi dinero hable por mi.

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¡Un saludo a todos!

Crítica de Superman y Lois temporada 1 (HBO)

Aprovechando las vacaciones y tras escuchar las alabanzas unánimes, me he animado a terminar de ver la primera temporada de Superman y Lois en HBO. Y a pesar de algún pero que también comentaré, la experiencia me ha parecido positiva gracias al corazón que transmite la serie.

PUNTUACIÓN: 7/10

Crítica SIN spoilers.

Serie de TV (2021-). Sigue a la periodista y al superhéroe más famoso del mundo y los cómics, y cómo lidian él y Lois todo el estrés, las presiones y las complejidades que conlleva ser lo que son y además ser padres trabajadores en la sociedad actual. (FILMAFFINITY)

Greg Berlanti, el capo del Arrowverso del universo superheroico de The CW, ha creado esta serie junto a Todd Helbing, aprovechando la nueva versión de Superman que apareció en el pasado crossover Tierras en Tierras Infinitas. The CW / HBO ya ha confirmado la segunda temporada de Superman y Lois antes de terminan la emisión de esta primera, lo que confirmaría el éxito de la serie.

La serie está protagonizada por Tyler Hoechlin como Kal-El / Clark Kent / Superman, con Elizabeth Tulloch como Lois Lane, la mítica periodista del Daily Planet y esposa de Clark. Jordan Elsass y Alex Garfin son sus hijos Jonathan y Jordan Kent. Jonathan es abierto, deportista y extrovertido, mientras que Jordan es más retraido y ha sufrido problemas de ansiedad toda su vida. Completaría el reparto Dylan Walsh como el General Samuel Lane, padre de Lois y centrado que América este a salvo de las múltiples amenazas existentes, sean las que sean, Emmanuelle Chriqui como Lana Lang, una vieja amiga de Clark de su niñez en Smallville madre de Sarah (Inde Navarrette), joven que se hará amiga de Jonathan y Jordan en el instituto local.

En el lado de los antagonistas, tenemos a Wolé Parks interpretando a El Extraño, un misterioso visitante de una Tierra paralela no identificada , y a Adam Rayner como el multimillonario Morgan Edge, un magnate que llega a Smallville con la intención de dar nueva vida al pueblo y crear cientos de trabajos, pero que esconde unas oscuras intenciones.

Vi el pasado mes de marzo los dos primeros episodios de Superman y Lois, y lo cierto es que me gustaron mucho. Mucho más de lo que esperaba a priori, de hecho, encontrándome probablemente con la mejor representación del Hombre de Acero en imagen real de todo el siglo XXI. Lo cual es mérito de Berlanti y de Tyler Hoechlin, que han creado un héroe lleno de humanidad que es todo corazón, preocupado por sacar adelante a su familia ante los problemas que encuentra en Smallville con sus hijos adolescentes Jonathan y Jordan.

Sin embargo, me quedé muy chafado tras ver los episodios 3 al 5 emitidos antes del primer parón que sufrió la serie durante su emisión, encontrando todos los problemas que han provocado a lo largo de los años que NO vea series de The CW. Escenas de acción limitadas a una por episodio que además lucen cutres, una casi ausencia total de Superman con unos villanos que hasta ese momento que no podían lucir más random, y unas tramas secundarias alargadas en exceso para disimular (sin mucho éxito) las limitaciones presupuestarias en lugar de mostrar lo realmente importante, me sentaron como un jarro de agua fría.

Tan chafado me quedé tras acabar de ver el quinto episodio que no sentí la necesidad de seguir viendo la serie cuando HBO retomó la serie en mayo. Sin embargo, tras estar escuchando alabanzas generalizadas durante todo el verano, finalmente me animé a ver los 10 episodios restantes que han formado esta primera temporada. Y como explicaba al comienzo, estos episodios me han reconciliado en parte con la serie y he podido apreciar los elementos positivos de la serie.

Empezando con los elementos positivos, creo que Superman y Lois es la serie en imagen real que mejor ha mostrado el ideal de lo que significa Superman, el boy-scout que cree en la verdad, la justicia y el estilo de vida americano y que siempre hace lo correcto, no lo más fácil o lo que resulte más cool. En ese sentido, la primera media hora del episodio 11 puede tener la mejor representación del triángulo Superman / Lois / Clark de todo el siglo XXI, consiguiendo que el amor que sienten se transmita sin necesidad de ser verbalizado. Esta parte del episodio puede mirar de tu a tu a la mítica versión de Donner, mejorándolo en muchos aspectos al pasar página del «tímido y torpón Kent» popularizado por la película de 1978.

Superman es positivo y busca con su ejemplo y sus actos mejorar la vida de todo el mundo. No necesita ser «serio y adulto», sigue siendo igual de relevante en este mundo cínico y descreído sin necesidad de caer en el «grim-n-gritty». Simboliza el ideal al que todas las personas debemos aspirar, y puede protagonizar todo tipo de historias que conecten con las nuevas generaciones sin necesidad en caer en metáforas ridículas del cristianismo o intentar aplicarle una capa oscura de photoshop. En este sentido, que abrace este positivismo a pesar de los problemas existentes en nuestra sociedad actual (la americana en este caso) y busque soluciones morales mediante el ejemplo me encanta.

Me parece muy chulo que las tramas superheroicas beban de numerosos elementos y personajes super reconocibles de los comics, lo que hace las delicias de los lectores veteranos como es mi caso. Y al mismo tiempo, diría que la serie es perfectamente accesible para cualquier espectador que no conozca nada de Superman, aparte de los tópicos.

Escuchaba esta semana el podcast de Sala de Peligro sobre los 10 años del reboot de los Nuevos 52 de DC Comics en 2011, y me recordó como en aquella época, uno de los errores garrafales que DC cometió al intentar convertir a sus personajes en «frescos y novedosos» para los adolescentes fue establecer la norma que sus superhéroes no se casan ni por supuesto tienen hijos, porque eso transmitiría la idea de «adultos», algo con lo que los chavales no podrían conectar. Es cierto que esto, sobre todo en lo relativo a Superman cambió pasados los años, pero que la serie nos muestre esta versión del Hombre de Acero casado y con dos hijos adolescentes con problemas típicos de su edad confirma que no hay malos personajes, sino autores mediocres que no saben sacarles partido. En este sentido, creo que Greg Berlanti tiene el corazón en el sitio correcto.

Me ha gustado Tyler Hoechlin (cada vez que recuerdo que es el niño de Camino a la Perdición me estalla la cabeza), y me parece un perfecto Clark Kent. Su interpretación de un padre lleno de preocupaciones que no va a abandonar su defensa de la Tierra pero ve que está perdiendo a sus hijos porque no puede dedicarles el tiempo que le gustaría, me ha gustado mucho y, como padre me he sentido muy identificado con sus problemas. Para mi lo mejor de Superman es su humanidad y en eso Hoechlin acierta de pleno. Con lo que no he conectado es físicamente con su Superman, creo que no consigue ser el héroe «más grande que la vida» que se le supone, aunque sobre eso comentaré más adelante.

En general, también me ha gustado Elizabeth Tulloch como Lois Lane. Si Clark es el centro moral, Lois es claramente el corazón y el pegamento que mantiene unida a la familia, y creo que tiene una buena química con Hoechlin cuando interpreta a Clark, además de protagonizar un super emocionante octavo episodio. Sobre los hijos de Lois y Clark, me ha gustado Jonathan (interpretado por Jordan Elsass), el hijo deportista, mientras que su hermano Jordan (Alexander Garfin) deprimido y con cara de aburrido me ha caído realmente gordo durante muchos episodios. Al resto del casting lo veo funcional sin más.

Globalmente, no me ha sabido mal ver estos 10 episodios y los buenos momentos, algunos brillantes, compensan de sobra los elementos menos buenos.

Y entramos en los elementos menos buenos de Superman y Lois. Y es que sí, las partes buenas son muy buenas. Pero la serie sufre terriblemente del «virus The CW». El primero y principal es que ¡han hecho una serie de Superman en el que Superman casi no aparece!! Y ya comentaba en mi reseña inicial que asumía sin problemas que la historia fuera mayoritariamente de Clark Kent y su familia y no tanto de Superman, pero si sólo vas a hacer una escena de acción de Superman por episodio, esta no puede lucir “cutre” en pantalla. Y esto pasa en TODOS los episodios.

Excepto algún buen momento aislado sobre todo en los dos primeros episodios, la serie se ve cutre casi siempre, lo cual es un lastre tremendo, teniendo que estamos ante una serie ¡de SUPERMAN! Y ya no es sólo que la acción esté mal rodada y sea casi inexistente, o el CGI se note que está limitadísimo por las carencias presupuestarias. El problema es que teniendo el corazón en el sitio correcto y bebiendo el lore de décadas de comics, los guionistas eligen crear una historia pequeña en escala al tener claro desde la concepción las limitaciones presupuestarias, de tiempo y de recursos que tienen para rodar la serie, eligiendo conscientemente la forma más barata y, lo siento, cutre, de contar cada situación concreta.

Veo situaciones con mucha emoción que tienen a la familia Kent en el centro, pero tras un excelente episodio 11 que me dejó en lo más alto, los cuatro últimos episodios han sido lamentables con unos anti-climax realmente cutres. Y como digo, es algo planteado desde el guión, pero acentuado por una dirección funcional televisiva que no intenta ofrecer ningún detalle medianamente interesante ni visual, ni narrativo, algo que me dejó algo chafado.

En este sentido lamento ser radical, pero precisamente si me enganché a los comics y en concreto a las aventuras de Superman, empezando con John Byrne, es por supuesto por el corazón del personaje, pero también por las aventuras y la acción más grande que la vida. No puedes crear una historia de Superman y no mostrar acción (o mostrarla mal), porque estás desechando casi el 50% de la diversión y dejas coja la mesa sin dos patas. Es como querer hacer una película de acción y en lugar de mirar a The raid como fuente de inspiración buscas el último subproducto de Steven Seagal: en lugar de John Wick te va a salir Xtremo. Y los espectadores lo que queremos es más John Wicks, no películas cutres.

En este sentido, ante la necesidad de cubrir 45 minutos en cada episodio sin mostrar a Superman ni escenas de acción obliga a alargar unas tramas secundarias de la familia de Lana Lang, de los chavales en el instituto o con Chrissy, la dueña del periódico local de Smallville, que en muchos momentos no sólo no interesan, sino que son reiterativas y parecen verdaderos minutos de la basura, usando jerga baloncestística. Con el añadido de una amenaza de un villano que cuando se descubre aranca super bien y planteaba posibilidades chulas, pero que con el paso de los episodios estas eexpectativas se han visto completamente defraudadas por una resolución flojísima (siendo generoso y sin intentar buscar sangre).

Comentaba que no veo a Tyler Hoechlin como Superman. Y dentro que es cierto empezando porque no le veo físicamente capaz de cubrir las expectativas que vienen con el traje, lo cierto es que la serie, el guión y el aspecto visual no le dan tampoco momentos para que pueda lucirse, convirtiendo un trabajo difícil en una misión imposible. En este momento, es significativo que durante el climax del episodio 14 en el que se supone va a ver una gran batalla en Metrópolis, EL momento clave no sea de Superman, sino de su aliado. Tener la sensación que Superman no ha podido brillar porque los creativos no le han dejado es también una sensación fatal con la que quedarse.

Durante muchos años, la actitud ante series como las de The CW o tantas y tantas películas de superhéroes cutres que se estrenaron durante muchos años podía optar entre dos posibilidades. Viendo el vaso medio lleno, agradeciendo la posibilidad de ver aventuras de nuestros personajes favoritos en imagen real, en algunos casos por primera y única vez, compensaba la cutrez del resultado final, asumiendo estas limitaciones y no teniendo en cuenta las situaciones y la acción de cartón piedra. Por el contrario, si ves el vaso medio vacío, mediocre no es suficiente, y esperar tantos años para ver una buena serie de Superman y que el apartado visual o el guión no estén a la altura es inevitablemente decepcionante. Yo soy del segundo grupo, me resisto a contentarme con cualquier cosa, no todo vale.

El espíritu está en el sitio correcto y los buenos momentos han sido muy buenos. Pero hay muchos elementos mediocres o cutres que poner en la balanza. Como decía al principio globalmente quiero quedarme con las cosas buenas, y voy a darle buena nota a esta primera temporada de Superman y Lois. Pero con estos medios, no tengo claro que vaya a ver una segunda temporada. ¡Warner, dadle un presupuesto cinematográfico a Berlanti, por favor!!

Comparto el trailer de Superman y Lois:

A pesar de caer en el «virus CW», Superman y Lois tiene el corazón en el sitio correcto. Sólo por eso me ha compensado ver esta primera temporada.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Superman y Lois Episodios 3-5 (HBO)

Tras la gran sorpresa que me llevé con los dos primeros episodios de la serie Superman y Lois que está emitiendo HBO, me he tirado en tromba a ver los tres siguientes capítulos antes de su parada programada hasta mayo. Y lamentablemente me he encontrado que aún siendo disfrutable y los personaje me enganchan, la serie ha bajado el nivel.

Crítica SIN spoilers

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Serie de TV (2021-). Sigue a la periodista y al superhéroe más famoso del mundo y los cómics, y cómo lidian él y Lois todo el estrés, las presiones y las complejidades que conlleva ser lo que son y además ser padres trabajadores en la sociedad actual. (FILMAFFINITY)

La serie creada por Greg Berlanti y Todd Helbing ha tenido a Gregory Smith, James Bamford y Rachel Talalay (directora de Tank Girl o Freddy’s Dead: The Final Nightmare) como directores de estos tres episodios, titulados «Las ventajas de no ser un marginado», «Errático» y «Lo mejor de Smallville». Estos episodios han sido escritos a su vez por Brent Fletcher, Michael Narducci y Brent Fletcher y Nadria Tucker respectivamente.

La serie está protagonizada por Tyler Hoechlin como Clark Kent / Superman, Elizabeth Tulloch como Lois Lane y Jordan Elsass y Alex Garfin como sus hijos Jonathan y Jordan Kent. Completaría el reparto Dylan Wals como el General Samuel Lane padre de Lois y Emmanuelle Chriqui como Lana Lang, una vieja amiga de Clark de su niñez en Smallville, madre de Sarah (Inde Navarrette), joven que se hará amiga de Jonathan y Jordan.

¿Recordáis como hace un par de semana comentaba que me habían gustado mucho los dos primeros episodios pero que tenía miedo que a Superman y Lois lo pasara lo mismo que a otras las series de CW, que empiezan bien con un buen presupuesto para enganchar y luego los siguientes episodios pegan un bajón a medida que avanza la serie? Pues eso es justo lo que me he encontrado en estos tres episodios, lo cual ha supuesto un chasco importante. No se si un chasco inesperado, debo reconocerlo, pero un chasco al fin y al cabo.

Todo lo bueno visualmente que encontré en el arranque de la serie se ha ido de un plumazo, como si de repente los productores se hubieran encontrado con la mitad de presupuesto y hubieran tenido que lidiar con ello sin plan B. Ni amplitud visual, ni escenas de acción espectaculares de calidad cinematográfica, entiendo que mejor olvidarse de todo eso a partir de ahora. Ejemplo de esto son por ejemplo una pelea de Superman ¡dentro de una habitación de hotel!! en el tercer episodio, un rescate de un puente que se está cayendo cutrísimo o una persecución nocturna a través de unos campos de trigo por la noche en la que no se ve nada. El CGI de estos episodios ha sido una decepción continua.

Y ya comentaba en mi reseña inicial que asumía sin problemas que la historia fuera mayoritariamente de Clark Kent y su familia y no tanto de Superman, pero si sólo vas a hacer una escena de acción de Superman por episodio, esta no puede lucir «cutre» en pantalla. Porque ¡solo hay una!!!

Dado que Superman casi no sale, no debe extrañar que Tyler Hoechlin me guste mucho como Clark Kent, un padre en apuros que debe aprender a reconectar con sus hijos adolescentes, pero cada vez le veo menos como Superman. De hecho, no le veo nada. Y el caso es que veo a Hoechlin un muy buen actor y me creo los valores que transmite su interpretación como Clark, pero Superman debe tener un plus y él no lo tiene.

En todo caso, me quedo con una historia que es todo corazón y que sigue transmitiendo los valores y el feeling correctos de lo que una historia de Superman debe tener, aunque Superman casi no salga. Elizabeth Tulloch como Lois Lane me ha parecido el gran descubrimiento de la serie y una excelente Lois Lane, una mujer de gran integridad que se mete en líos investigando y que se convierte en el corazón de la familia Kent.

Me gusta también  Jordan Elsass como Jonathan, el hijo sin poderes que ha pasado de ser popular en Metrópolis a quedar eclipsado por su hermano Jordan, interpretado por Alex Garfin. Y es curioso, porque todo lo que me gusta Jonathan aún cuando se equivoca me está cayendo gordo Jordan con la tontería que lleva encima. Si hay que elegir un favorito entre los dos, sin duda ya lo tengo.

Encima, el break de dos meses de la serie hasta mayo me plantea una gran duda sobre si continuar viéndola cuando se reanude, porque incluso reconociendo que me gusta mucho y me interesa la dinámica familiar de la familia Kent, los dos misterios alrededor de los villanos de la serie, el millonario Morgan Edge (Adam Rayner) y el misterioso guerrero acorazado (Wolé Parks) no pueden ser más random y menos interesantes tal y como hasta ahora se han planeado. De hecho, que dediquen más tiempo a los entrenamientos de fútbol americanos de Jonathan y Jordan que a construir una amenaza interesante es ilustrativo del problema central que tiene esta serie.

Que tengan que acudir a un salto de lógica imposible con todo lo relativo al General Lane o añadir un toque de melodrama barato para explicar los motivos por los que el villano acorazado odia a Superman y su conexión con Lois tampoco ayuda a querer saber cómo continúa la historia.

Comparto de nuevo el trailer de esta primera temporada:

Superman y Lois ha caído lamentablemente en el «síndrome CW», y me ha sabido muy mal teniendo en cuenta la sorpresa positiva que me llevé al inicio. Me gustaría ser portador de mejores noticias, pero lamentablemente en este caso me es imposible.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

¿Habéis visto estos episodios, qué os han parecido? Espero vuestros comentarios. Y si gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!