Me encanta Farmhand, el inclasificable comic de Rob Guillory que mezcla terror con ciencia ficción y drama familiar. Y en este cuarto volumen la cosa se pone más emocionante que nunca.
PUNTUACIÓN: 8/10
Jedidiah Jenkins era un simple agricultor, pero su cultivo comercial no era el maíz ni la soja. Cultivaba órganos humanos de curación rápida y altamente personalizables que utilizaba para curar al mundo.
Pero todo era mentira.
Lo que Jedidiah utilizó para el bien, una entidad oscura lo ha utilizado para transformar a la humanidad en algo monstruoso. Sólo los hijos de Jedidiah se interponen en su camino, y no todos sobrevivirán.
Este cuarto volumen de Farmhand titulado «The seed» (la semilla), recopila FARMHAND #16-20 USA, que se publicó en Octubre 2022. De momento, es el último tomo publicado.
Rob Guillory (Lafayette, Luisiana, 1982) es un dibujante de cómics estadounidense conocido por Chew, serie de la que es co-creador junto a John Layman, publicada por Image Comics. Farmhand, también en Image Comics es una serie de creación propia en la que él realiza labores de autor completo. Además, ha creado Mosley, comic publicado por Boom! Studios.
El final del tercer volumen de Farmhand fue un auténtico el sorpresón, debido a las revelaciones con las que conocimos por fin qué le pasó a la mujer de Jedidiah, fallecida hace un montón de años. Sobre todo, por la implicación de la antigua socia de Jedidiah, la doctora Thorne, causante de todos los problemas que asolan al pueblo de Freetown, Lousiana, y a la familia Jenkins. Unos hechos que siguen pesando sobre la consciencia de Jedidiah y que suponen el pecado original que lo cambió todo. Dicho esto, me encanta que en este volumen la historia se centre sobre todo en su hijo Ezekiel, y entendamos por fin por qué es él la clave de la salvación o la condenación de la humanidad.
Dentro del concepto tan loco de ciencia-ficción y terror, lo que más me gusta es la construcción de los personajes que hace Rob Guillory. La familia Jenkins se caracteriza por ser personas con pies de barro que han cometido errores toda su vida y que tienen que aprender a perdonar, a si mismo y a sus semejantes, si quieren salir con vida. La forma en que Guillory ha conseguido que conecte con todos me parece una delicia. Y es este elemento emocional centrado en la familia lo que consigue emocionarme de forma increíble. Por ejemplo, ver la conexión de Ezekiel con sus hijos me ha hecho reir y me ha hecho casi llorar, no le puedo pedir a este comic. O en general a cualquier historia que pretenda entretenerme.
Aparte de estos maravillosos protagonistas, la historia de Guillory no deja de complicarse en este volumen, con múltiples personajes y tramas en paralelo que no dejan de cruzarse. El comic empezó como una ciencia-ficción muy loca, pero en estas últimas entregas ha abrazado sin complejos elementos de terror satánico que hacen de este comic una lectura sorprendente que sabe moverse por parámetros esperables pero siempre con personalidad y puntazos constantes en cada grapa. Cuando descubrimos la forma en que el mal de Freetown ha tejido sus planes con la esperanza que vayan brotando poco a poco me ha parecido una pasada. Un pasada que tiene acción, giros, momentos over-the-top y sobre todo, mucha emoción, drama y sentido del humor.
El estilo de Rob Guillory tiene un toque cartoon que consigue amplificar el corazón de los protagonistas y los momentos más emocionantes y dramáticos. Este toque cartoon hace que las expresiones se sobredimensionen y sean más potentes. Puede que no sean del agrado de todo el mundo, pero a mi me chifla y disfruto un montón de cada viñeta, de cada escena que plantea. Otro aspecto que quiero destacar es que la personalidad y el corazón de Farmhand es algo que sólo se puede crear en un comic. Y es que este elemento cartoon y los elementos más exagerados quedan perfectos en un comic, pero no puede ser recreado en una película o serie de acción real, ya que quedaría ridículo. Además por supuesto de la personalidad, que queda grabada también grababa en cada una de estas páginas.
Además de su vena humorística, ver los fondos de las viñetas en las que añade un elemento o persona haciendo algo raro o divertido, cuanto toca dibujar escenas y seres chungos, la sensación perturbadora se extiende por la página, algo en lo que Guillory es un maestro. A Guillory le ayuda Jean-François Beaulieu con el color, planteando una paleta de color super colorida que ayuda a que transmitir el tono over-the-top de muchos momentos que veremos en estas páginas, ayudando a construir el terror o las escenas más emocionales.
En la parte del dibujo no le puedo poner un pero a este comic, que me está gustando más a medida que avanza la historia.
El pero de este comic no es tanto al comic en si, que ya digo que me encanta, tanto por la historia como por el dibujo. El problema es que cuando empezamos a comprarlo mi hermano Fernando y yo pensaba que era una colección terminada en este cuarto volumen, dado que el número 20 USA se publicó en Agosto de 2022 (el tomo salió un par de meses más tarde), no habiéndose publicado nada más hasta ahora. Pensando en los casi 18 meses que han pasado creí que Guillory había contado toda su historia en estos 4 tomos, pero viendo el monumental cliffhanger con el que nos deja este tomo, queda claro que no es el caso.
Nada más terminar de leer este tomo tuve que entrar corriendo a ver qué había pasado con el final de Farmhand. Y descubrí que Guillory no ha dejado de trabajar en el comic, afirmando hace unos meses que ya había terminado de escribir el último arco de la serie, que tendrá 6 números en lugar de cinco, y que está dibujándolo en estos momentos, aunque sin fecha de salida exacta. Todo lo malo que fue quedarme sin el final que esperaba leer en este volumen se volvió positivo pensando que Guillory va a terminar la historia como él quiere. Aunque tenga que esperar, creo que va a merecer mucho la pena.
En todo caso, a pesar de tratarse de un comic que de momento está inacabado mientras Guillory termina su historia, tengo que recomendar completamente Farmhand, me parece un comic excepcional. Los lectores deberiamos premiar más a autores tan originales y arriesgados como Guillory, que se atreven a salirse de lo fácil y plantear historias tan raras (dicho con el mejor sentido posible) con esta personalidad y corazón.
Comparto las primeras páginas del número 16 USA:
Farmhand me parece un comic maravilloso que explica las virtudes del mundo del comic a la hora de contar historias que sólo pueden ser contadas con esta personalidad en este formato.
PUNTUACIÓN: 8/10
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