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¿Marvel Comics vs Punisher?

Estoy leyendo la actual etapa de Castigador de Jason Aaron, Jesús Saiz y Paul Azaceta, con color de Dave Stewart, y aunque el comic en si es super entretenido con una buena historia de Aaron y con un dibujo top, no dejo de pensar que Marvel está boicoteando conscientemente a uno de sus principales personajes. Reflexiono sobre ellos aprovechando que Panini acaba de publicar la primera mitad de esta etapa.

Punisher fue creado por el escritor Gerry Conway y los artistas John Romita Sr. y Ross Andru, con Stan Lee dando luz verde al nombre del personaje. El personaje hizo su primera aparición en The Amazing Spider-Man # 129 (febrero de 1974). Se dice que su creación vino inspirada del personaje de las novelas de Don Pendleton El Ejecutor, un personaje creado en 1969 y que disfrutó de una serie de novelas durante esos años de cierto éxito. A esto habría que sumar la moda de películas de justicieros que se toman la justicia por su mano que tan de moda se pusieron en los años 70. Sin ir más lejos, la primera película de Harry El Sucio dirigida por Don Siegel se estrenó en 1971, tres años antes de la primera aparición del personaje en los comics.

Marvel Comics añadía una vertiente trágica a Frank Castle que no tuvo el Ejecutor, al plantear que Castle es un veterano de la guerra de Vietnam que al volver de un permiso vio como su mujer y sus hijos fueron asesinados por un fuego cruzado de unos mafiosos que estaban realizando un ajuste de cuentas en Central Park mientras la familia Castle celebraba un picnic. Tras recuperarse de sus heridas, Castle pierde la cabeza y decide lanzar una guerra sin cuartel contra el crimen.

Marvel mantuvo durante los años 70 a Punisher como secundario o villano de varias series, dado que alguien que mata a gente, aunque sea criminales, era visto como un villano por parte de la comunidad superheróica, y el standard moral planteado por Stan Lee, Jack Kirby y Steve Ditko para los comics Marvel.

No fue hasta los años 80 cuando Marvel se animó a darle colección propia. Primero fue su mítica primera miniserie obra de Steven Grant y Mike Zeck en 1986, a la que siguió en 1987 su serie regular a cargo de Mike Baron y Klaus Janson (entre otros artistas). El comic rompió las cifras de ventas y convirtió al personaje en uno de los más populares de la editorial junto a Lobezno, provocando que sus apariciones se multiplicaran en el universo Marvel. El éxito de la primera serie, que contó con 107 números más anuales entre 1987 y 1995, dio lugar a otras dos colecciones adiciones The Punisher War Journal (80 números, de noviembre de 1988 a julio de 1995) creada por Carl Potts y un primerizo Jim Lee entre otros, y The Punisher War Zone (41 números, de marzo de 1992 a julio de 1995) a cargo de Chuck Dixon Y John Romita Jr. Aprovechando el filón, Marvel publicó además una revista en blanco y negro The Punisher Magazine (16 números, de noviembre de 1989 a septiembre de 1990) o The Punisher Armory (10 números a partir de 1990), con fichas de armamento y vehículos que utilizaba el personaje en su guerra contra el crimen. La sobre-explotación del personaje provocó que todas sus series acabaran cerrando en 1995, en medio de la implosión de la editorial.

Aunque Punisher tuvo otras series regulares y limitadas con resultados más bien cuestionables, fue a partir de 2004 cuando el personaje disfrutó de una segunda edad de oro gracias a la versión para adultos que Garth Ennis hizo del personaje en su serie PUNISHER MAX, con artistas como Lewis Larrosa, Leandro Fernández, Goran Parlov o Lan Medina. En los 60 números de esta etapa publicada entre 2004 y 2008, Ennis planteaba la que para muchos es la versión definitiva del personaje, mostrando un mundo realista sin superhéroes en los que Punisher era un asesino de masas que no se transformó por un trauma causado por la muerte de su familia, sino que él ya tenía una oscuridad interior que encontró en Vietnam el espacio perfecto para crecer en su interior y que utilizó la tragedia para dar rienda suelta a sus instintos más oscuros.

Tras una etapa perfecta, Jason Aaron planteó algo diferente para el segundo volumen de Punisher Max en 2009, planteando el último combate de un anciano Frank Castle en un universo marvelizado adulto con Kingpin, Bullseye, Elektra o Nick Fury. Tras dos años y 24 números, la serie concluyó en 2011 con un impactante final, siendo un comic estupendo cuyo único problema fue que vino después de la histórica etapa de Ennis.

En los últimos años, la sensación que los editores de Marvel Comics no acababan de saber qué hacer con el personaje, uniéndole por ejemplo a los Thunderbolts de Norman Osborn con Hulk Rojo o Elektra entre otros anti-héroes. Sin embargo, la popularidad de Punisher se ha mantenido intacta independientemente del hecho que el personaje tuviera o no colección de comics en publicación. Aparte de sus películas protagonizadas por Dolph Lungren, Thomas Jane y Ray Stevenson, el personaje disfrutó de una nueva vida gracias a las series urbanas de Netflix, con una versión super popular interpretada por Jon Bernthal, que fue presentado en Daredevil pero luego disfrutó de dos temporadas en solitario.

En paralelo a esto, la iconografía del Punisher y su potente logo con el cráneo blanco sobre fondo negro se ha convertido en un objeto super icónico sobre todo en ámbitos militares y paramilitares de Estados Unidos. Recuerdo la película El Francotirador de Clint Eastwood de 2014, y en este biopic de Chris Kyle, el tirador más letal de la historia del ejército de los EE.UU. que sirvió en Irak, vimos como tanto él como sus compañeros lucían el emblema de Punisher del cráneo blanco sobre fondo negro en su indumentaria.

En los últimos años, Marvel Comics se ha mostrado bastante molesta al conocerse que muchos policías usan el logo de Punisher a modo decorativo, al igual que grupos de la derecha republicana afines a la Asociación Nacional del Rifle (NRA). Que republicanos usen a uno de los personajes de Marvel, o al menos su símbolo, como icono de unas actividades en algunos casos cuestionables (pero no siempre), ha debido parecerles algo inconcebible, aparentemente. Creo recordar que en medio del Black Lives Matter, uno de los policías detenidos tenía el cráneo de Punisher en su equipación o ¿en su coche? No lo recuerdo exactamente. También pudo verse el cráneo de Punisher durante la toma del Congreso de los Estados Unidos por parte de simpatizantes de Donald Trump. La respuesta de Marvel, a pesar de la innegable demanda que existe del personaje y su iconografía, ha sido quitar el logo de la circulación. Y quien sabe si también el personaje.

Llegamos a 2022, y con el nuevo volumen de Punisher Marvel Comics ha realizado un cambio sin duda polémico. En lugar de reforzar con hechos lo que ellos creen que es el Punisher alejándole de posibles extremismos, por ejemplo planteando una historia en la que Castle se enfrente a un caso de corrupción / brutalidad policial, Marvel plantea la solución del cobarde al forzar un cambio de logo en el personaje como intento de alejarse de hechos y personas que Marvel entiende que no le interesa que sean asociados a su marca. Digo que es una solución cobarde porque Punisher siempre va a estar asociado a su cráneo, después de 50 años de vida del personaje y cientos de comics, tres películas y dos temporadas de la serie de televisión, por mucho que tu digas que el personaje tiene otro logo, eso no va a impedir que sea asociado con la que es su imagen más reconocible. Es más, es que los comics siguen están ahí, empezando por las míticas portadas de Mike Zeck.

Valorando el primer volumen de Castigador, como ya expliqué en mi reseña de hace unos días, el comic de Jason Aaron, Jesús Saiz y Paul Azaceta me gusta. Me gusta mucho. Aaron coge una idea que no es nueva que Ennis ya la planteaba en su versión MAX, y es que Frank Castle ya tenía la oscuridad en su interior mucho antes que su familia fuera asesinada. De hecho, en la propia versión de Aaron del Punisher Max también se incidía en esta idea, hasta el punto que Bullseye descubre que el pecado de Castle es que justo antes que los mafiosos mataran a su mujer y a sus hijos él planteó a su mujer el divorcio porque quería volver al frente. Esto que no es nuevo en las versiones MAX del personaje creo que nunca se había contado de esta manera tan impactante dentro de continuidad del Universo Marvel, lo que puede chocarle a algunos lectores. Sin embargo, a mi la verdad es que me ha gustado mucho y creo que es 100% congruente con el personaje. Ningún problema ahí.

El comic está super bien dibujado, planteando a Jesús Saiz como dibujante de la acción en el presente, mientras que Paul Azaceta se encarga de las escenas ambientadas en el pasado de Frank, empezando en su niñez cuando realizó su primer asesinato. Todo ello con el estupendo color de Dave Stewart. Aaron en esta historia lleva el tema un paso más allá al plantear que La Mano cree que Castle es la reencarnación del Puño de la Bestia, su Maestro de Asesinos reencarnado. Y aunque Castle está intentando deshacerse del control de La Mano, a lo que tiene que añadir su brutal enfrentamiento contra Ares, Dios de la Guerra, la sensación que estamos viendo de alguna manera un camino del héroe inverso. O más bien la confirmación que Castle nunca fue un héroe sino un asesino sanguinario. Analizando el comic por su apartado artístico y la historia que plantea, la valoración no puede ser más positiva.

Se nota que Aaron plantea esta historia como un arco cerrado contado en trece partes bajo la premisa de cambiar para siempre al personaje. Y dentro que como digo el comic en si está muy bien, hay una idea que no deja de asomar cada vez que pienso un poco hacia donde nos dirige el arco que nos están contando. Entrando en el terreno de la especulación, sólo veo dos opciones posibles y ninguna de las dos plantea nada bueno para Frank.

En la primera opción Castle acaba sucumbiendo a su oscuridad interior de asesino sanguinario y abraza su función de Señor de La Mano, planteando una guerra abierta contra Daredevil, que en paralelo está planteando en su colección la destrucción de La Mano. De esta forma, Punisher dejaría de ser un antihéroe para pasar a ser un villano de pleno derecho, quitándole al público republicano a uno de sus iconos favoritos. Este es el camino del héroe inverso a lo que antes me refería.

La segunda opción es aún peor para Castle, ya que veo bastante claro que Marvel ha planteado esta miniserie para matar a Punisher y dejar de publicar comics con Frank Castle de protagonista. Como no les gusta que lectores (y gente que no compra comics, las cosas como son) con valores republicanos y de creencias que conectan con el derecho al uso y tenencia de armas le usen de icono, la solución de Marvel es eliminarle de la ecuación. Quien sabe si más adelante incluso plantearían la creación de un nuevo Punisher que fuera un personaje totalmente diferente, con otra indumentaria y un nuevo origen. Lo único que hace que dude de esto es que Aaron ya narró la muerte de Frank Castle en su versión MAX, por lo que me extraña que haya aceptado contar dos veces la misma historia. Dentro que son historias super diferentes entre si, este Punisher no tiene nada que ver con la versión Max que escribió hace 14 años. Pero es otro motivo para pensar si no le habrán llamado para hacer lo mismo que hizo en Max en la versión del Universo Marvel tradicional. Darle un final potente y satisfactorio al personaje.

Ambas opciones me parecen penosas, y esto es compatible con que creo que Aaron, Saiz y Azaceta puedan ejecutar satisfactoriamente esta idea y crear unos buenos comics. Partimos de una falacia que no entiendo cómo Marvel puede creerla. La idea que si ellos matan al personaje en los comics eso va a tener algún impacto en el mundo real. Los comics de Frank Castle siempre estarán en nuestras estanterías, los fans del personaje seguirán siéndolo aunque no se publiquen nuevos comics. Pero es que la mayoría de espectadores de cine y televisión no lectores de comics tiene la serie de televisión de Jon Bernthal para revisionarla siempre que quieran en Disney+. O las películas, siguen existiendo quiera Marvel o no. La muerte de Castle y la desaparición de Punisher del catálogo de comics de Marvel no va a impedir que los fanáticos del NRA sigan usando su iconografía. De la misma manera que cambiar su imagen en estos últimos comics no impedirá que el cráneo blanco vaya a estar asociado ahora y en el futuro a Punisher. Por cierto, en ese sentido, que Ares lleve ahora el cráneo clásico de Castigador como indumentaria deja claro de forma muy poco sutil que esa es ahora la iconografía de un villano.

Este elemento me parece clave, aparte que la muerte de una personaje de Marvel hace tiempo que dejó ser algo definitivo. Aparte del final de la etapa Max que comentaba antes, Castle dentro del Universo Marvel tradicional ha muerto al menos en dos ocasiones (que recuerde). La primera a finales de los 90 para justificar su relanzamiento dentro de la línea Marvel Knights con una etapa totalmente fallida obra de Christopher Golden, Ton Sniegoski y Berni Wrightson en la que convirtieron a Castle en un Ángel de la Venganza que luchaba contra demonios del Infierno. Ya en el siglo XXI, Castle también murió en su colección de 2006 para ser relanzado durante una corta etapa por Rick Remender como FRANKENCASTLE, un comic super loco y divertido que sin embargo obviamente no pegaba con el espíritu del personaje. Que un personaje muera en los comics Marvel actuales dejó de ser un final definitivo hace ya tiempo, tan sólo significa que espera la llegada de un autor y un editor que quieran al personaje y se decidan a revivirlo. Algo que sin ir más lejos podría suceder si Garth Ennis expresara su interés en contar alguna nueva historia protagonizada por él.

Siempre comento que me parece que a grandes rasgos creo que los lectores de comics vivimos una edad de oro de variedad y calidad a nuestra disposición. Sin embargo, esto en lo que creo a nivel general del medio comiquero no es algo que sea trasladable al catálogo que están publicando en la actualidad la principales editoriales Marvel y DC. Sobre los problemas de DC Comics ya escribí hace unos días cuando reflexionaba con los problemas que los comic Black Label creaban para el Universo DC tradicional. En el caso concreto de MARVEL, una cosa que hace años que me llama a atención es la forma en que buscando captar a un nuevo tipo de lector «diverso» están alienando a sus clientes compradores veteranos actuales y pasados que son los que hemos aguantado el chiringuito abierto todos estos años con nuestro dinero. De hecho, la sensación que tengo es que ese lector diverso que tanto busca todo en mundo realmente NO EXISTE, al menos no en el canal de las librerías especializadas que sigue siendo la base de las ventas mainstream en Estados Unidos. Y desde luego no para la obligación de tener que comprar comics con periodicidad mensual. Otra cosa son la venta de tomos en FNACs y similares, algo que sigue yendo viento en popa, o las ventas digitales, que aunque significan un % minúsculo del total del negocio, siguen creciendo año tras año.

No entiendo que Marvel siga ofertando comics de personajes de todo tipo creados por autores desconocidos que no saben narrar una historia con imágenes, no conocen a los personajes que se supone escriben y están condenadas a ser canceladas a los pocos meses, y por ejemplo no le den una colección regular a Larry Hama con el personaje que sea EN CONTINUIDAD que apele al lector veterano que no encuentra ahora mismo personajes reconocibles que le apetezca comprar. Pongo de ejemplo a Hama por sus muy recordadas etapas en G.I. Joe o Lobezno en los 80 y 90, pero realmente habrían un montón de autores que siguen siendo super válidos y que podrían entrar en esta lista. Si la idea es producir comics variados que apelen a todo tipo de lectores, ¿Cómo es que justo se olvidan de los gustos de los lectores compradores presentes y pasados? Es algo que me resulta incomprensible. O quizá lo malo es que en parte sí que lo entiendo, al enemigo ni agua. Y recuerdo que de vez en cuando Marvel si publica one-shots o especiales realizados por autores clásicos, pero en muchos casos son historias ambientadas en el pasado, no el presente, que transmiten cierta sensación de intrascendencia, de comic de relleno que no pasa nada si no lees. Lo contrario que deberían transmitir. Publicar comics dirigidos a lectores veteranos es perfectamente compatible con no querer publicar obras que fomenten el machismo, el racismo o cualquier tipo de odio o discriminación contra nadie. Hay que negar también la mayor en ese respecto.

Uno pensaría que Marvel estaba en el negocio de VENDER COMICS a un público lo más amplio posible, pero parece que no es el caso. Hace unos meses, el primer número de BRZRKR de Keanu Reeves, Matt Kindt y Ron Garney vendió 600.000 ejemplares en el canal de las librerías especializadas americanas. Obviamente, el reclamo de Keanu Reeves fue fundamental para este éxito arrollador, pero este comic de Boom! Studios demuestra que existe una gran audiencia que quiere leer comics de acción con calificación para adultos como lo son las películas de John Wick. Y para los que Castigador funcionaría seguro. Lo asombroso es que Marvel vea este enorme nicho de mercado y elija no publicar nada dirigido a este público que si compraría estos comics. No como los montones de comics «diversos» que no interesan a nadie y que son cancelados a los pocos meses debido a sus ventas ridículas. Que son seguidos por nuevos comics diversos que interesan aún a menos compradores actuales.

Las ventas han bajado tantos en los últimos años que Tom Brevoort admitió en su Newsletter hace unas semanas que Marvel actualmente prefiere publicar miniseries de 5 números de personajes y grupos de 2º nivel, que renuevan en caso que las ventas sean aceptables, que lanzar una serie regular ilimitada. De forma que es mejor plantear dos miniseries de cinco números con dos números unos, que una serie abierta de 10 ejemplares, dado que los números uno siempre venden más que un hipotético número 6, aparte que los cinco ejemplares parece ser el formato ideal para Marvel para recopilar en tomo. Esto no es más que la confirmación que Marvel puede seguir siendo la principal editorial mainstream americana a mucha distancia de DC y el resto de editoriales, pero está muy lejos del éxito que disfrutaba hace 10 años durante su primera iniciativa Marvel Now!, o el que se vivió en los años 80 en los que se cimentó la popularidad de Castigador.

Yo mismo he comentado mis problemas con los mutantes de Krakoa y como en muchos casos no reconozco en esos personajes a los iconos de los que me enamoré hace 40 años y me hicieron aficionarme al mundo del comic. Aunque siempre es posible encontrar buenos comics dentro del enorme catálogo editorial de Marvel, por ejemplo la sorpresa que ha supuesto el nuevo volumen de Caballero Luna, lo cierto es que estoy en el momento que menos comics de Marvel compro de toda mi vida. Veo el catálogo mes tras mes y a pesar de intentarlo, nada me llama la atención y las series que pruebo no siempre acaban de cuajar. De hecho, es muy sintomático que me emocione más el lanzamiento de la nueva Biblibioteca Marvel por parte de Panini que cualquier anuncio de un comic actual.

Volviendo a Punisher, todo lo anterior es especulación y me encantaría equivocarme y que Castle al final de la serie de Aaron vuelva a ser uno de los principales personajes de la Casa de las Ideas como lo fue a finales de los años 80. Quien sabe si con una nueva serie regular que no sea una maxiserie como la actual. Pero en este mundo polarizado veo clarísimo que bajo el prisma woke dominante, han debido pensar que al enemigo ni agua. Antes que darle a los tejanos un comic que puedan querer comprar, han optado por quitarlo de en medio como forma definitiva de evitar que la empresa sea asociada a los actos que realizan estas personas llevando el logo de Punisher en su manga o en su gorra. Y debería ser al contrario, si no te gusta que asocien a tu personaje a una determinada ideología, la solución no es esconder el juguete, sino sacarlo y mostrar a todo el mundo lo que tú (MARVEL) crees que es o defiende. Si por algún casual Marvel no matara a Punisher y dentro de seis meses otro policía se viera envuelto en otro disturbio llevando el nuevo logo de Punisher en su brazo, ¿Qué va a hacer Marvel? ¿Desechar este logo y crearle un tercero? La situación es ridícula, como poco.

En este sentido, los superhéroes Marvel no matan. Al menos, ese era el mantra de los años 60-70 que en muchos casos ha llegado hasta nuestros días y que defienden personajes como Spiderman. Es normal que en su momento Punisher fuera visto como un villano o, en el mejor de los casos, un antihéroe. Gracias ello tuvimos comics maravillosos por ejemplo enfrentado a Daredevil, en los que además de los puños se enfrentaban formas de ver el mundo. Pero con la llegada de los años 80 y 90, cada vez más personajes han roto esta norma y no parece que hubiera problema con estos personajes que sí matan. Empezando por mutantes super populares como LOBEZNO o Masacre, pero pasando por Blade, Elektra y un montón más.

Hay que recordar que esta norma de NO matar es una anomalía en el entretenimiento mainstream. Los personajes más populares del cine lo hacen sin problemas, normalmente en defensa propia o para salvar a alguien del peligro. Desde John McClane de Jungla de Cristal hasta el más reciente John Wick, lo normal en el entretenimiento son los héroes (o antihéroes, pensando en Wick) que matan. Por eso Punisher o Lobezno fueron y son tan populares, porque conectan con los fans del cine de Stallone, Van Damme o el propio Clint Eastwood al que nombraba al comienzo del artículo. Que sea problemático que Frank Castle se tome la justicia por su mano y ajusticie a mafiosos y miembros de carteles de la droga pero haya barra libre para que Logan masacre a sus enemigos de la forma más salvaje y gore posible me parece de una muestra de hipocresía absoluta. Es paradigmático que Lobezno y Masacre en solitario o X-Force como grupo sean una unidad paramilitar que matan enemigos antes de que sean un problema mayor para los mutantes. Eso cuenta con todas las bendiciones de Marvel, por lo que son unos de los personajes más promocionados de la editorial. Esto indica que no es un tema de matar o no matar, sino de quien lo hace y, aparentemente, quienes son los fans declarados del personaje en cuestión.

Dentro de la especulación, me parece que Marvel en los últimos años se está pegando un tiro tras otro en el pie alienando lectores compradores, y es por esto que la cosa me pinte tan mal para Punisher. Si a la menor crítica de alguien sobre que encuentra ofensiva una portada Marvel siempre se ha achantado agachando la cabeza y retirando el objeto de la crítica, veo clarísimo que estos tiempos de corrección política no está bien visto un hombre blanco masacre a sus enemigos. Sobre todo si muchos de ellos (mafiosos, traficantes, miembros de bandas) pertenecen a alguna minoría racial. Es triste decirlo de forma tan directa, pero las cosas son como son.

Panini ha publicado este pasado mes de enero el sexto número de trece. Eso quiere decir que como tarde a final de año sabremos si acerté en algo o si me he lanzado a la piscina sin agua. Podéis estar seguros que cuando llegue el momento escribiré mi reseña sobre ello y volveremos a hablar. Pero me temo que la forma en que parece que Marvel se olvida de sus clientes no invita al optimismo en este caso. Ojalá me equivoque.

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¡Saludos a todos!

La línea Marvel Dark de Carrefour y el coste de la afición comiquera

Estos pasados Reyes recibí un regalo sorpresa inesperado. El 7º volumen de la colección Marvel Dark que Panini ha publicado para Carrefour dedicado al Castigador, un tomo de 240 páginas a un precio alucinante de 2.99 €uros. El tomo me lo acertaron completamente, y aparte de comentar mis impresiones de este tomo concreto, quiero reflexionar sobre el precio de nuestra costosa afición comiquera.

Marvel Dark: El Lado Oscuro 07 – El Castigador

¿QUIÉN ESTÁ LO SUFICIENTEMENTE LOCO PARA CABREAR AL CASTIGADOR? Frank Castle ha pasado por un momento difícil. Fue asesinado por Daken, hijo de Lobezno, y resucitado por Morbius, el vampiro viviente. Hoy, El castigador está de regreso y tiene la intención de vengarse de Micro, su ex compañero. Castle luego conocerá a un soldado que ha experimentado la misma tragedia que él. ¡Descubre las estrellas del Universo Marvel en sus aventuras más oscuras!

Este volumen de 240 páginas incluye dos miniseries de Castigador: En carne y hueso (2011), obra de Rick Remender, Roland Boschi, Mick Beertilorenzi y color de Dan Brown, y Pesadilla (2013) de Scott M. Gimple, Mark Texeira y Frank D´Armata. (Jake Niman)

Esta colección Marvel Dark me parece fantástica para gente no aficionada a los comics que busca tener una idea de lo que se esconde en el Universo Marvel y no sabe por donde empezar, con un precio imbatible que hace que el coste del comic no resulte ningún impedimento para probar. En el caso de este Castigador, por estos 3 €uros he conseguido dos miniseries que no tenía que me han gustado y que me ayudan a completar mi biblioteca del personaje. La primera miniserie En carne y hueso marca el final de la etapa de Rick Remender en el personaje y sí recuerdo haberla leído, nos la debió dejar alguno de nuestros amigos en su momento, pero Pesadilla de 2013 seguro no la leí y casi diría que ni sabía de su existencia.

La lectura en ambos casos ha sido super positiva. De hecho, a raíz de escribir sobre los seis primeros números de la actual etapa del personaje de Jason Aaron, Jesús Saiz, Paul Azaceta y Dave Stewart me acordé que no llegué a comprar nunca el volumen 6 de Punisher de 2009-2011, unos comics estupendos (que sí los leí en su momento) situados en el Dark Reign durante el cual Norman Osborn tenía el control del gobierno de los Estados Unidos, y que culminaron con la muerte de Castle y la transformación de la colección en Frankencastle, una idea super loca de Remender que nos ofreció unos comics super divertidos. En carne y hueso viene a cerrar algunas de las tramas abiertas de la etapa de Remender y nos muestra al Castle más punki y nihilista de los últimos años al que no le importa hacer justicia sino ampliar su cuenta de muertes. Además, este comic muestra la realidad sobre que los diferentes asociados de Castle nunca han acabado bien. El dibujo de Roland Boschi, con Mick Beertilorenzi y color de Dan Brown, me ha gustado mucho. Me parece curioso que Boschi tiene un estilo que te obliga a entrar en su narrativa, pero una vez lo haces, el disfrute es total.

En carne y hueso me ha gustado mucho. Y también la miniserie Pesadilla, que nos ofrece una historia quizá menos ambiciosa, pero igual de entretenida, con un dibujo top de Marc Texeira que la va perfecto al tono oscuro de la historia, al conocer un caso de otro marine que aparentemente sufre el mismo drama que él, al ver a su familia asesinada delante de sus ojos. Lo que empieza como una historia que recuerda a la de Castle con la duda si este soldado llegará a convertirse en una versión 2.0 de Castigador muta en seguida al comprobar que este soldado es mucho más de lo que aparenta. En conjunto, el regalo fue cojonudo, y más por el ridículo precio de portada.

Entiendo que esta edición Marvel Dark es lo que es, un comic gancho que haga que si te gusta busques más comics del personaje ya a precio normal. Y por eso ni son los comics fundacionales del personaje ni sus historias más famosas e icónicas, dado que la idea es que esos comics sean los que compres al buscar material en la librería. Estos comics tienen que ofrecer unas historias más o menos completas y satisfactorias, y al menos en lo referido a este comic, la verdad es que cumplen de maravilla todos sus objetivos.

La colección Marvel Dark vendida en Carrefour incluye en total 10 tomos, protagonizados además de por Castigador, por Viuda Negra, Jessica jones, Lobezno, Masacre, Motorista Fantasma, Doctor Extraño, Veneno y Thanos. Por ponerle un pero, al ser los comics incluidos en esta edición comics de alguna manera aleatorios, me he encontrado que en la mayoría de los casos incluían arcos de estos personajes que ya tenía en las ediciones normales Marvel USA o Panini española. Pero de nuevo, entiendo que estos comics son lo que son, no tengo ningún problema por esto.

El regalo de este comic me ha recordado lo cara que es mi afición de lector de comics de superhéroes. Y tengo claro el concepto de economías de escala y cómo con tiradas mayores se pueden bajar costes. Aparte que al tratarse de reediciones de material ya publicado, el coste de producción o la licencia de Marvel debe ser mínimo. Todo ello sumado al propio concepto de comic gancho que puede hacer que Panini plantee esta edición a beneficio cero o con uno mínimo. Todo eso intelectualmente lo tengo claro. Sin embargo, eso no quita que me parece una pasada que el precio de 2023 de Panini para una grapa sencilla de 24 páginas, normalmente con 20 páginas de comic, sea de 3.30 €uros. Aunque no hay cifras de ventas, creo recordar haber leído en algún sitio que las grapas más populares de Marvel se mueven en tiradas de alrededor de 5.000 ejemplares, seguro inferior a 10.000 unidades, lo cual indica que el comic mainstream sigue siendo una afición de nicho super minoritaria en España.

Entiendo que lo realmente caro es estar al día, querer leer la primera edición disponible de las aventuras de tus personajes favoritos. Si eres este tipo de lector (como yo), lo tienes claro, hay que pasar por el aro sabiendo el precio de estas grapas. Sin embargo, si no tienes el mismo ansia que yo, en los últimos tiempos Panini ha lanzado el formato Marvel Premiere que recopila en tapa blanda con un precio bastante bueno las últimas etapas de sus principales personajes con apenas un año y pico (o dos) de diferencia respecto a la primera edición en grapa. Con los Marvel Premiere leer estos comics más o menos actuales resulta mucho más económico. Eso respecto a las ediciones en castellano, pero si entiendes el inglés, Marvel Unlimited lanzó una oferta estas navidades de una suscripción anual cojonuda de tan sólo ¿80 dólares? que te permite leer prácticamente todo el fondo editorial de la compañía. Una pasada. Con el Unlimited el pero es que pagas por poder leer los comics pero no son tuyos pero publican todas las novedades con 5/6 meses de diferencia respecto a las grapas americanas, lo que al final es más o menos lo que tarda Panini en publicar sus comics en castellano. De forma que esta opción resulta muy interesante también, siempre que no te importe leer estos comics en tu tablet.

Hay opciones legales relativamente económicas para poder leer los comics Marvel ahora mismo. El problema como digo es si eres un old-school como yo que aparte de que los comics sean tuyos, prefiero estar al día y siempre que sea posible, leer la edición en grapa respecto a cualquier otra opción posterior. Entonces el hobby se vuelve realmente caro. Que ya lo sabía, ojo. De hecho, realmente los comics nunca fueron un hobby barato. No lo han sido desde luego en ningún momento de este siglo XXI, y no lo van a ser en el futuro. Comenté recientemente lo mucho que me gustó la nueva Biblioteca Marvel de Panini estrenada hace menos de un mes. Y dentro que su formato se ajusta perfectamente a mis gustos de lectura, realmente que 5 grapas americanas de un material antiguo reeditado montones de veces en España tenga un precio de 12.00 € por comic de tapa blanca es cualquier cosa menos barato. En este caso, pesa más mi ansia coleccionista y mis ganas de tener estos comics clásicos, pero si tengo que valorar este comic no puede ser considerado «económico».

Estoy centrando este artículo con Marvel, pero si nos vamos a ECC Ediciones / DC Comics, la verdad es que hay que aplaudir su línea DC Pocket, en la que ofrece en este caso sí las mejores y más icónicas aventuras de sus personajes más conocidos a un precio super competitivo, siendo un perfecto punto de entrada para lectores que quieran leer comics de DC a un precio super competitivo. En este caso, el problema de este Pocket es que como su nombre indica, se trata de comics con un formato reducido, lo cual a mi en concreto no me gusta, dado que es justo lo que hizo que no me gustara la primera biblioteca Marvel de hace años. Pero entiendo que es perfecto como punto de entrada a consumidores que no saben por donde empezar a leer los comics de DC.

Por parte de Panini, hay que agradecer que tenga disponible sus comics más populares gracias a su línea Marvel Must-Have, pero se trata de ediciones en tapa dura de sus principales sagas que no calificaría de «económicas». En ese sentido, nada que ver con los DC Pocket, aunque en el lado positivo, estos comics de Marvel están disponibles en su tamaño original. En todo caso, una de las principales ventajas de Panini respecto a ECC es que sus comics están mucho más disponibles que los de DC en España, de forma que el lector coleccionista lo tiene más fácil para poder llevar su afición coleccionista de forma más ordenada.

Llevo demasiados años comprando comics de Marvel para parar ahora, aunque cada año que pasa compro menos novedades. Cada vez es más complicado conectar con los comics actuales de la Casa de las Ideas. En este sentido, es bastante representativo que me ilusionara mucho más con una reedición de material antiguo como es la Biblioteca Marvel que con cualquier anuncio de la Marvel actual. Si dejara alguna vez de comprar novedades no será por el precio, sino por la calidad (o falta de ella) de los comics actuales. Espero que no lleguemos a eso, claro. Pero si es significativo que este tema ni se me hubiera pasado por la cabeza hace 5 años y ahora la realidad es que cada vez compro menos.

Se vienen unos meses de 2023 que creo van a ser muy interesantes.

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¡Saludos a todos!

Crítica de El Castigador 1-6 de Jason Aaron, Jesús Saez y Paul Azaceta (Marvel Comics – Panini)

Termina el primer arco de la nueva etapa de El Castigador de Jason Aaron, Jesús Saiz y Paul Azaceta, con color de Dave Stewart, por lo que es un buen momento para analizar esta colección que está publicando Panini.

PUNTUACIÓN: 8/10

¿El final de la guerra de El Castigador? Nacido de la tragedia. Dedicado a la guerra. Imparable en su rabia. Como El Castigador, Frank Castle se ha convertido en el asesino más consumado que el mundo haya visto jamás. Ahora es el momento de que se enfrente a su verdadero destino. ¿Qué impactante secreto del pasado de Frank lo convencerá de tomar las riendas del clan de asesinos más notorio del Universo Marvel? Y una vez que Frank se convierta en el señor de La Mano, ¿significará también el fin de El Castigador? Una exploración épica del pasado, oscuro y violento, y el futuro inevitable de uno de los personajes más icónicos de Marvel.

Jason Aaron ya tuvo la oportunidad de realizar una estupenda etapa de 24 números de Punisher junto a Steve Dillon dentro del sello Max para adultos. El único problema de ese comic planteado para mostrar versiones MAX de personajes del Universo Marvel como Kingpin, Bullseye o Elektra fue que vino justo después de la histórica etapa de Garth Ennis, que es de largo la mejor versión del personaje que se ha hecho jamás. Que Marvel haya confiado de nuevo en Aaron y que hayan anunciado que este volumen va a tener una duración de trece números indica que el escritor de Alabama tenía una última historia interesante que contar con Frank Castle, que todo indica que va a dar un vuelco al personaje de cara al futuro. Una historia violenta e impactante con un principio que hemos descubierto en este primera mitad y un final claro que espero sea satisfactorio.

Una vez leído este primer arco, la verdad es que estoy super dentro en la historia. Aaron coge una idea que no es nueva para revolucionar el origen de Frank Castle, ya que Ennis ya planteó en su versión MAX que Frank tenía la oscuridad en su interior mucho antes que su familia fuera asesinada, antes incluso de ir a Vietnam. De hecho, en la propia versión de Aaron del Punisher Max él también incidía en esta idea, hasta el punto que Bullseye descubre que el pecado de Castle es que justo antes que los mafiosos mataran a su mujer y a sus hijos él planteó a su mujer el divorcio porque quería volver al frente, el único lugar donde era feliz (o al menos, estaba en paz con su naturaleza violenta). Esto que no es nuevo en las versiones MAX del personaje creo que nunca se había contado de esta manera dentro de continuidad del Universo Marvel, lo que puede chocarle a algunos lectores. Sin embargo, a mi la verdad es que me ha encantado y se siente 100% Punisher.

La idea central de la historia en el presente sobre que Frank Castle se convierta en el Puño de la Bestia de La Mano, su asesino definitivo, suena a priori bastante rara. Pero esto permite a Aaron colocar al Castigador en una situación novedosa que resulta super interesante. Castle utiliza los recursos de La Mano para masacrar criminales y La Mano obtiene a su asesino definitivo que esperar poder manipular con el control que mantienen gracias a su esposa María resucitada. De momento, todo me encaja bastante bien, y añadir a Ares, Dios de la Guerra, como enemigo de La Mano, es la guinda del pastel. El combate de ambos del sexto número y la confirmación que Ares consideraba a Castle una de sus más brillantes creaciones, algo negado por él al conocer la verdad que Castle ya era Castigador mucho antes de ir a Vietnam, suponen un interesante conflicto ideológico además del propiamente físico.

Otro elemento super positivo que destacar de estos comics de Castigador es el estupendo ritmo que Aaron imprime a este comic, ofreciendo una estupenda lectura mes a mes repleta de sorpresas impactantes, ya sea en el presente o en el pasado de Frank, acción a raudales y una historia con personalidad que engancha y que me recuerda por qué me aficioné a los comics Marvel hace miles de años y por qué creo que el pijameo cuando es bueno siempre es mejor leerlo mensualmente grapa a grapa.

Como elemento cuestionable, a falta de ver realmente cómo termina Aaron la historia, estaría el hecho que Marvel, por detalles que luego comentaré que enlazan con el cambio de imagen realizado para esta serie, parece empeñada en alejar a Castle de cualquier posibilidad de visión heroica que pudiera tener sobre él un lector veterano. Tampoco la denominación de Castle como un «anti-héroe» parece correcta al confirmarse que estamos ante uno de los mayores asesinos de masas de la historia del Universo Marvel. Parece que su camino hacia el lado oscuro o algo peor está telegrafiada.

En el apartado artístico, el comic es un triunfo. La historia está dividido en dos momentos temporales que irán alternándose en cada grapa. El pasado de Castle, narrado por Paul Azaceta, y la parte principal en el presente obra del español Jesús Saiz, con colores del siempre perfecto Dave Stewart. Aunque comparativamente se trata de la historia secundaria, es una alegría volver a disfrutar de nuevo con Paul Azaceta, al que recordaré toda la vida por su Outcast junto a Robert Kirkman, Su estilo sucio, detallista, oscuro y meticuloso me encanta, acentuado además por los colores de un Stewart que me flipa siempre.

En la parte del presente, es una gozada tener a Jesús Saiz (Doctor Extraño, Capitán América). Su dibujo tiene una narrativa perfecta y un feeling a los clásicos de Marvel de los años 80 con la que conecto desde el minuto uno. Además, sus escenas de acción tienen una fluidez perfecta en lo referido a las coreografías, lo mínimo que se debería pedir a un comic de super héroes que sin embargo no todos consiguen transmitir con la perfección de Saiz. Con el añadido de tener algunas super gores que hacen que el comic impacte más que la mayoría del catálogo de la Marvel actual.

Si la historia de Aaron está genial, el apartado artístico el comic cumple también con nota y sirve para amplificar la potencia del guion, algo de lo que no puesto estar más contento. Además, comprobar que Marvel aparentemente está dando el tiempo suficiente a Saez y Azaceta para dibujar toda la historia, planteando incluso varios especiales de Castigador en meses alternos para dar más margen a los artistas, resulta una anomalía dentro de la Marvel actual. Una anomalía super positiva, claro, que creo que va a hacer que esta historia se revalorice en el futuro, al no estar lastrada por los cambios de dibujantes tan habituales en la industria comiquera mainstream.

El comic tiene una parte polémica, y es que Punisher abandona su icónico logo de la calavera, siendo sustituido por otro nuevo creado por Saiz. Los motivos no han sido aclarados en el comic más allá de hacerle usar la imagen de Puño de la Bestia que se han inventado para La Mano. Sin embargo, a pesar que Aaron y Saiz intentan darle una forma narrativamente lógica para que este cambio funcione, no oculta cual ha sido el verdadero motivo por el que Marvel ha decidido este cambio. De hecho, los propios editores de Marvel no se han ocultado a la hora de explicarlo.

Y es que el logo de Punisher lleva años siendo utilizado por fuerzas del orden y grupos militares (y paramilitares) asociados a la derecha republicana. Por ejemplo, me acuerdo de Chris Kyle, el francotirador cuya vida fue llevada al cine por Clint Eastwood. En los últimos tiempos, parece ser que personas que protagonizaron el asalto al Congreso de los Estados Unidos para intentar impedir el nombramiento de Joe Biden como presidente llevaban el cráneo de Punisher en su indumentaria. Como Marvel no quiere ser asociado con las acciones de estas personas, ha decidido cambiar la imagen icónica del personaje, creando la que estamos viendo en estos comics. Y aunque en parte podría entender decisión, lo cierto es que me parece que Marvel ha vuelto a bajarse los pantalones, metafóricamente hablando. Si hay gente que usa tu logo de formas que no te gustan, la solución no es abandonar el elemento más reconocible del personaje, sino usarlo más que nunca para recalcar qué es lo que hace, en tu opinión, que las acciones de Punisher sean mejores (o no) que las de esos grupos de los que aparentemente buscar alejarte. Si el año que viene un grupo republicano de Texas empieza a usar el nuevo símbolo de Punisher para detener inmigrantes en la frontera, ¿qué va a hacer Marvel? ¿Volverá a agachar la cabeza y les regalará este logo y buscarán un tercero? Me parece una situación absurda, y como suele pasar cuando se genera una polémica en el mundo real alrededor de un comic suyo, Marvel opta como siempre por rehuir la pelea y marcharse con el rabo entre las piernas, parece que avergonzado de SU personaje y su iconografía. En lugar de defender una de las señas de identidad de Punisher y la propia naturaleza de historia de ficción de estos comics.

Aparte que hay que negar la mayor, porque por mucho que tus comics actuales hagan portar a Castle otro uniforme, la imagen del cráneo blanco sobre fondo negro estará siempre unida a Punisher. Empezando porque sus cientos de comics previos siguen existiendo, al igual que sus apariciones en películas o en la carismática versión televisiva del personaje estrenada en Netflix con Jon Berthal como Castle. Da igual lo que quiera Marvel, Punisher ES ese logo, y lo seguirá siendo mientras los aficionados mantengamos nuestra memoria, y nuestros comics.

Realmente este cambio me parece penoso. Y diría que esconde otra intención que puede ser aún más lamentable en lo referido al futuro del Castigador dentro del catálogo de Marvel. Algo sobre lo que probamente escriba en un próximo artículo para que éste no se alargue más de la cuente. Sólo comentar que no es casualidad que en sexto número en que tenemos el enfrentamiento de Castle contra Ares, el Dios de la Guerra lleve el cráneo de Punisher, reflejando de alguna manera que ese logo en la actualidad está siendo utilizado por un villano. Lo que es otra forma nada sutil de alejarse del público que actualmente pudiera tener a Castle como un héroe.

Una vez di mi opinión sobre el elefante en la cacharrería de este comic, lo cierto es que me ha gustado mucho la primera mitad de la historia que nos han preparado Aaron, Saiz y Azaceta. Además, el cliffhanger final del comic deja la historia en un momento que puede ser apasionante. Lástima que tengamos que esperar dos meses para saber cómo continúa la historia, al colar el mes que viene Marvel otro especial realizado por otros autores.

Comparto las primeras páginas del comic:

Aparte de las polémicas externas al comic en si, lo cierto es que la nueva etapa de El Castigador de Aaron, Saez, Azaceta y Stewart me parece un comicazo super recomendable.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de Punisher: Soviet, de Garth Ennis y Jacen Burrows

Punisher + Garth Ennis es siempre una combinación ganadora. Así que su retorno a la línea MAX de comics adultos de Marvel Comics para contar una nueva historia de Frank Castle se convierte en una compra segura.

PUNTUACIÓN: 7/10

 

¡Garth Ennis regresa al mundo de El Castigador! Una docena de mafiosos rusos yacen muertos a los pies de Frank Castle… pero no fue él quien apretó el gatillo. Pensarías que El Castigador se alegraría, pero si conoces a Frank, sabrás que este inesperado giro de los acontecimientos solo genera más preguntas.¡Las semillas plantadas hace décadas en Moscú y Afganistán están a punto de florecer sangrientamente en Nueva York!

Para esta nueva misión de Punisher, Garth Ennis se ha juntado con el dibujante Jacen Burrows, que se encarga de la totalidad de páginas de esta miniserie de 6 números. Punisher: Sovier cuenta con entintado de Guillermo Ortego y color de Nolan Woodard.

Burrows es un dibujante de dilatada experiencia que ha realizado gran parte de su producción en la editorial Avatar, donde colaboró con escritores super estrella como Alan Moore (Neonomicon y Providence), Warren Ellis (Dark Bue) y el propio Ennis en los comics Crossed y 303. En Marvel, recientemente dibujó el último volumen hasta la fecha de Moon Kight junto al guionista Max Bemis, que se saldó de forma decepcionante.

El principal atractivo de esta serie es ver a Ennis fijar su mirada en el mundo militar ruso, y como también ellos fueron utilizados como carne de cañón por militares que acabaron convirtiéndose en oligarcas, y en el caso de esta historia, en jefes mafiosos internacionales. Valery Stepanovich sirve a Ennis para mostrarnos el punto de vista ruso de la guerra de Afganistán, el equivalente a Vietnam para los Estados Unidos, y parece claro que teniendo en cuenta la afición de Ennis por las historias bélicas, este punto de vista plantea una novedad que le justifica la creación de una nueva historia de Punisher.

Lo cierto es que una vez terminada la lectura, este Punisher: Soviet, este tomo me ha parecido extremadamente correcto. Probablemente demasiado. La figura de Valery Stepanovich carece del más mínimo carisma, y su colaboración con Castle, aparte de dejar algunos destellos puntuales, también adolece de falta de fuerza.

Me doy cuenta que en parte esta falta de fuerza está provocada por el tremendamente correcto dibujo de Jacen Burrows. Burrows no se arruga en lo referido a mostrar las escenas super gores planteadas por Ennis, pero sus figuras siguen pecando de ser demasiado estáticas y naufraga en los momentos más espectaculares en los que otro dibujante se luciría. Diría que para Avatar Burrows es un dibujante top, pero para el standard de Marvel aprueba justito, aún reconociéndole el oficio y su dilatada experiencia.

Otro elemento que tampoco ayuda es el color de Nolan Woodard, que emplea una paleta de colores planos casi pastel. Aunque estos colores planos ayudan a resaltar los momentos más sangrientos, globalmente no hacen atractica la lectura del comic, haciendo que todo luzca apagado.

Leer una nueva historia de Punisher, y más si está escrita por Garth Ennis, siempre es algo positivo, sobre todo que hacía varios años desde la última. Sin embargo, en este caso este Punisher: Soviet se me ha quedado en una lectura excesivamente correcta.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Punisher Max de Jason Aaron y Steve Dillon

Jason Aaron, Steve Dillon y Matt Hollingsworth crearon Punisher Max dentro del sello para adultos Max, comic que sirve de perfecta continuación de la maravillosa etapa de Garth Ennis, sin duda la mejor del personaje, y que hoy quiero destacar.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Llega la nueva serie de Punisher especialmente recomendada para lectores adultos y realizada por Jason Aaron (Lobezno) y Steve Dillon (Marvel Knights: Punisher, Predicador), dos tipos que nacieron para narrar las aventuras del más brutal vigilante del cómic.

La mafia ha tendido una trampa para Frank Castle, convirtiendo al ejecutor Wilson Fisk en el nuevo «Kingpin» para que Frank le de caza. Pero Fisk decide que le gusta su nueva posición, lo suficiente como para matar a sus jefes para mantenerla. De repente, el Castigador se encuentra en una guerra contra una amenaza mortal, ¡y debe decidir hasta donde está dispuesto a llegar para derrotar al Kingpin! Enfrentándose con policías corruptos, luchando contra los secuaces de Fisk, Bullseye y Elektra, y sufriendo por un período en la prisión, Frank se verá arrastrado a su momento más bajo. Pero como Kingpin pronto descubrirá, ¡esto sólo significa que a Frank no le queda nada que perder! Jason Aaron y Steve Dillon nos ofrecen una etapa brutal y sin censura diferente a todo lo que has visto antes.

Tras la histórica etapa de Garth Ennis de Punisher dentro del sello Max para adultos, Marvel tenía en 2009 con una patata caliente con el personaje, porque ¿cómo continúas una etapa insuperable? Tras una serie de miniseries correctas pero sin demasiado interés, la opción que finalmente convenció al editor en jefe de Marvel Axel Alonso fue planteada por Jason Aaron.

Punisher Max fue una serie de 22 números publicada entre enero de 2010 a febrero de 2012, que fue planteada por Aaron como una historia cerrada en 4 arcos. El principal elemento utilizado por Marvel para vender la serie era plantear un arco de Punisher dentro del sello Max introduciendo a algunos personajes del universo Marvel tradicional como Wilson Fisk, Bullseye o Elektra, en versiones Max, que permite mayores niveles de violencia y sexo.

Los cuatro arcos de la serie fueron Kingpin (números 1-5), que narran el ascenso de Wilson Fisk de gualdaespaldas a Kingpin del crimen de Nueva York, demostrando que podía ser una verdadera amenaza para Frank Castle. Un Castle envejecido que lleva más de 30 años como Punisher y que se está acercando a un punto de no retorno. Bullseye (números 6-11) fue el segundo arco, presentando al mortal enemigo de Daredevil como un asesino contratado para eliminar a Frank. Para llevarlo a cabo se planteará conocer en profundidad a su enemigo, lo que sacará a la luz una verdad que Frank creía enterrada en lo más profundo de su mente.

Frank (números 12-16) es para mi uno de los arcos más brillantes de la historia del personaje, y Aaron construye a partir del brillante comic de Garth Ennis para llevar la historia a una evolución lógica pero no por ello menos impactante, triste y satisfactoria. Sin hogar (números 17-21) y El fin de la guerra (número 22) ofrecieron un brutal climax sin concesiones que significaron un brillante y perfecto final para este comic.

Punisher Max fue realizado en su totalidad por el equipo creativo de Jason Aaron, Steve Dillon al lápiz y la tinta, Matt Hollingsworth al color y una super icónicas portadas de Dave Johnson.

Steve Dillon (1962-2016) es uno de los grandes nombres del comic americano mainstream para adultos. Su Preacher junto a Garth Ennis es una de las grandes series de Vertigo, junto al que trabajó en una estupenda etapa de Hellblazer y la primera etapa de Ennis en Punisher, en ese momento aún dentro del universo Marvel tradicional. Otro excelente comic de Dillon es Skreemer junto a Peter Milligan, y tuvo una larga vida profesional trabajando en Fleetway, DC Comics o Marvel entre otras editoriales.

Dillon no era un dibujante superestrella. Sin embargo, su estilo limpio de dibujo le permitía narrar prácticamente cualquier cosa, sin importar lo loco, salvaje, violento y over-the-top. Aunque su dibujo no fuera especialmente espectacular ni sus páginas resalten por sus fondos detallados, resultó ser el dibujante perfecto para contar esta historia de un Frank Castle crepuscular que debe lidiar con pecados de su pasado. Además, el punto fuerte de Dillon, su capacidad de hacer que sus personajes transmitan todo tipo de sentimientos, es clave para el tercer volumen Frank, el más importante de esta serie.

Junto al colorista Matt Hollingsworth, Dillon crea un comic con una enorme consistencia. En unos años en los que los comics de Marvel y DC están repletos de fill.ins y dibujantes sustitutos, es una pasada poder leer este comic que transmite la sensación de una obra completa cerrada porque lo es.

Otro elemento destacado son las icónicas portadas de Dave Johnson, que crearon una personalidad única para esta serie. Johnson huye de las típicas portadas de comics se super héroes y ofrece imágenes simbólicas de gran expresividad, Además, sus portadas consiguen no ser nunca repetitivas, jugando con diferentes opciones creativas, como crear viñetas en las portadas, o presentar imágenes con grandes manchas de color. Dentro de la Marvel de 2011-2011, este comic fue uno de los de mayorpersonalidad.

Si tengo que comentar algo menos bueno, hay algunos elementos de sexo y violencia que realmente no aportan nada importante a la historia más allá de resaltar el hecho de que este era un comic Max para adultos. Sin embargo, el retrato psicológico que Aaron hace de Frank Castle me parece bestial. Su historia posee una gran profundidad y sin duda los temas que trata son profundamente adultos, por lo que entiendo que no necesitaba estos elementos «secundarios» para vender que se trata de un comic adulto. Esto me recuerda un poco la confusión que existe no solo en el mundo del comic, sino también en el cine, sobre que mostrar sexo o violencia hece que una obra no sea para niños, pero no la convierte en necesariamente «adulta».

Punisher Max para mi es un comic adulto por la forma en que Aaron nos contruye a los maravillosamente complejos personajes. Empezando por un alucinante Wilson Fisk, un antagonista complejo que ofrece momentos muy potentes a este comic. Además de Fisk, Aaron demuestra que adora los comics de Garth Ennis, porque todo lo que hace está construido de lo que Ennis creó, incluyendo la aparición del Nick Furia Max de la etapa de Ennis. El Frank Castle crepuscular de Jason Aaron es un retrato duro y sin concesiones del personaje, pero a la vez es dolorosamente humano, lo que hace que sea uno de los mejores comics de un personaje que ha tenido algunas etapas excelentes.

Dentro de esta serie, Bullseye consigue ser el elemento freak que la historia necesitaba además de ofrecer los momentos de ultra violencia del comic, de forma que creo que narrativamente cumple completamente su función. Mucho más floja me parece el personaje de Elektra, la asesina de La Mano creada por Frank Miller, cuya aparición es completamente decepcionante y no cumple ninguna función importante dentro de la historia. Bueno, realmente sí tiene un papel fundamental en la historia, que al ser spoiler prefiero no comentar.

Además, Punisher Max es ante todo un comic publicado mensualmente, de forma que Aaron contruye cada número de forma que ofrezca la suficiente información, acción y sorpresas para que los lectores quisieran volver el mes siguiente. Además, cada arco cuenta con un final excelente que nos dejaba a los lectores alucinados y abría nuevas posibilidades para la siguiente parte. En muchos momentos, Aaron parece el Francis Ford Coppola del Padrino, haciendo que varias acciones fueran construyéndose simultáneamente hasta alcanzar su climax al mismo tiempo, lo que le confirma como un excelente escritor y un perfecto conocedor del medio comiquero.

Punisher Max de Jason Aaron y Steve Dillon es una maravilla que todo fan del personaje y en general de los comics Marvel y el género negro deberían leer, y que creo que debido a que vinieron después de la histórica etapa de Garth Ennis, creo que puede haber pasado bastante desapercibida.

PUNTUACIÓN: 8/10

 

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