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Crítica de Chicken Run: Amanecer de los nuggets de Sam Fell (Netflix)

Netflix ha estrenado estas navidades Chicken Run: Amanecer de los nuggets, la secuela de esa maravilla del stop-motion que es Chicken Run. Y el resultado es igual de divertido que la primera.

PUNTUACIÓN: 8/10

Después de desafiar a la muerte en la arriesgada fuga de la granja de Tweedy, Ginger ha cumplido su sueño: una tranquila reserva isleña para toda la panda, lejos de los peligros del mundo humano. Cuando ella y Rocky tienen una niñita llamada Molly, el final feliz de Ginger parece definitivo. Pero en el continente, el mundo gallináceo se enfrenta a una nueva y terrible amenaza. Esta vez Ginger y sus amigos, en vez de fugarse… ¡van a perpetrar un allanamiento! Aunque para ello deban poner en peligro su libertad, que tanto les costó conseguir. (FILMAFFINITY)

Chicken Run de 2000 es un clásico de la animación stop-motion. Han pasado más de veinte años para que esta continuación, que ha sido dirigida por Sam Fell, con un guion escrito por Karey Kirkpatrick, John O’Farrell y Rachel Tunnard, basado en una historia original de Kirkpatrick y O’Farrell. La película ha sido producida por Aardman Animations y Netflix Animation, y cuenta con fotografía de Dave Alex Riddett, Tristan Oliver y Frank Passingham, montaje de Mark Solomon y música de Harry Gregson-Williams

Entre las voces protagonistas en la versión original se encuentran Thandiwe Newton, Zachary Levi, Bella Ramsey, Romesh Ranganathan, David Bradley, Daniel Mays, Jane Horrocks, Imelda Staunton, Lynn Ferguson, Josie Sedgwick-Davies, Nick Mohammed y Miranda Richardson.

La primera película de Chicken Run recreó el clásico La gran evasión de Steve McQueen, con la valiente gallina Ginger intentado conseguir la fuga de todas las gallinas de la granja de la malvada Melisha Tweedy con la ayuda del aventurero Rocky Rhodes. En esta continuación la película parece que busca la inspiración en la serie de Misión Imposible, al plantear la infiltración en una instalación impenetrable para rescatar a la hija de Ginger y Rocky, Molly. Y que nos ofrecerá un montón de sorpresas y momentos super buenos a lo largo de los 98 minutos de duración,

Ver una película de animación stop-motion tiene un encanto especial. Un encanto que surge de la propia imperfección de este tipo de animación que mueve las figuras fotograma a fotograma y que sería imposible de conseguir con las perfectas técnicas de animación por ordenador. Dicho esto, hay algunos fondos que si están creados por ordenador, insertando delante a los personajes. Pero la integración de todos los elementos funciona de maravillando, creando una película que es una maravilla visual. Ver los gadgets de cada personaje, la isla donde viven las gallinas o la instalación en la que tienen que infiltrarse nos regala unos diseños buenísimos.

Esta nueva Chicken Run transmite unas vibraciones perfectas desde el primer fotograma, consiguiendo contar algo nuevo con unos personajes reconocibles que son todo amor y diversión de principio a fin. La nueva granja parece perfecta pero esconde un oscuro secreto que conecta con la primera película de forma perfecta, y la sensación de «más grande, más pelicroso» que se supone de una secuela está cubierta más que de sobra.

En realidad, ya sabía a lo que venía cuando me puse la película en Netflix, y en cierto sentido la verdad es que esta segunda película de Chicken Run es más de lo mismo. Pero mola tanto que me tuvo con la sonrisa en la cara de principio a fin, no le pido nada más a esta película. Lo único malo que se me ocurre es pensar que vayan a pasar otros 20 años para que el estudio Aardvark se anime a producir una tercera película. Espero que sea un éxito de audiencia en Netflix, y gracias al streaming el stop-motion siga dándonos películas tan chulas como esta.

Comparto el trailer de la película:

Chicken Run: El amanecer de los nuggets es una estupenda película que hará las delicias de todos los miembros de la familia.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de Chuck Steel: Night of the Trampires de Mike Mort (Prime Video)

Gracias a varias recomendaciones tuiteras me animé a ver Chuck Steel: Night of the Trampires, película de animación stop-motion creada, escrita y dirigida por Mike Mort. Una macarrada super divertida que da lo que se espera de ella y que está disponible en Prime Video.

PUNTUACIÓN: 7/10

Es 1986 y Chuck Steel es el mejor policía del cuerpo. Una serie de desapariciones ponen a la policía en alerta, hasta que una de las víctimas se escapa y Chuck es el encargado de interrogarla. Pero esta víctima resulta ser un viejo trastornado que le dice que la ciudad sufre el azote del Trampire, un híbrido de vampiro y vagabundo.

Mike Mort es un director, guionista y productor con más de 25 años de experiencia en la industria de la animación, que ha trabajado en numerosos anuncios publicitarios, secuencias de títulos, series de televisión y cortometrajes icónicos realizados en stop motion, con los que ha ganado varios BAFTAS y muchos otros prestigiosos premios. Con su primer largometraje, «Chuck Steel: La noche de los vampiros», Mike ha completado el proyecto de su pasión, que comenzó como una idea en su época escolar.

La película ha sido realizada a través de Animortal Studio, la compañía de animación stop-motion creada por Mort. Con un presupuesto estimado de 20 millones, se crearon 425 marionetas para representar a cientos de personajes y criaturas diferentes, y docenas de decorados gigantes a escala. El contenido en stop-motion se rodó a 24 fotogramas por segundo en lugar de los 12 habituales. Tras estrenarse en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy (Francia) el 12 de junio de 2018, también se estrenó en el Screamfest de Los Ángele, así como en Fantasia, Montreal (Canadá) y en el London Frightfest (Reino Unido) o en el Festival de Sitges.

El título hace un juego de palabras entre Tramp (Vagabundo) y Vampires, formando un nuevo tipo de monstruo que vive de la sangre de los borrachos y alcoholizados. Además, el nombre del protagonista, Chuck Steel, y el calificativo de Night of the Trampires sugieren directamente y de forma muy poco sutil al cine de acción y terror de los años 80, siendo la película un festival de referencias, gore y humor muy burro que tira contra todo empezando por la dictadura de lo políticamente correcto.

Y la verdad es que me he divertido un montón con esta película. Chuck Steel es una amalgama de las decenas de héroes ochenteros que son lo mejor en lo que hacen aunque su vida personal sea un desastre y no lo quieran admitir. El tono de humor super exagerado me devolvió a 1986 cuando vi por primera vez Golpe en la pequeña China de John Carpenter, con un Kurt Russell interpretando al mítico Jack Burton expresando «¿Pero qué pasa?» La película por ese lado es un triunfo total, aunque en este Chuck Steel hay en realidad más referencias a Arnold Schwarzenegger o Sylvester Stallone que a otra cosa.

La película es un festival de humor grueso, empezando por la elección del villano o villana de la película, que significa toda una declaración de intenciones ante la ola de corrección política que ha invadido en cine y el entretenimiento mainstream. Los policías compañeros de Chuck en el L.A.P.D. son una muestra de super exagerada del humor contra todo de la película, al igual que la forma en que Chuck acumula compañeros muertos por culpa de sus acciones exageradas y sin miramientos hacia los que le rodean.

La animación stop-motion me ha parecido una pasada. Los personajes resaltan su naturaleza paródica y exagerada, y en los momentos más gore nos deleita con un festival de depravación y salvajismo super divertida, con el plus de lo poco habitual que es ver historia gores con esta técnica de animación. Si exceptuamos Mad God de Phil Tippett, claro. Toda la parte de recreación y/o parodia del cine de los 80 tiene en el stop-motion la herramienta perfecta que hace que todo sea super exagerado y divertido. No le puedo pedir más a una película de este tipo.

La película dura unos perfectos 89 minutos que van al grano desde el minuto uno y lo dan todo hasta el final, ofreciendo un climax super bestia que hace parodia también de los paranoicos de las teorías de la conspiración que han poblado las redes sociales en los últimos años. Si tengo que ponerle un pero, sería que esta es una película super de nicho que gustará a los fans del cine de acción y terror de los 80. En mi caso, el disfrute como decía ha sido total. Pero al mismo tiempo, entiendo por lo exagerado que es todo y por su naturaleza over-the-top de humor grueso, puede provocar que más de un espectador salga espantado. No es mi caso, pero hay que advertirlo antes que alguien no adecuado se ponga a verla.

Aunque se estrenó en 2018, hay que alegrarse de la existencia del streaming. Gracias a esto podemos disfrutar de Chuck Steel: Night of the Trampires, una película de super nicho que ahora hará las delicias de espectadores de todo el mundo amantes de la animación, del cine ochentero y del humor de trazo grueso.

Comparto el trailer de la película:

Chuck Steel: Night of the trampires es pura diversión. Si te acercas a la película con el feeling adecuado la vas a disfrutar un montón.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Sitges 2021: Mad God de Phil Tippett

Gracias a la versión online del festival de Sitges 2021 he podido ver una película que me va a tener pensando en ella durante mucho tiempo: Mad God, película de animación mediante stop-motion creada por el mago de los efectos especiales Phil Tippett.

PUNTUACIÓN: INCLASIFICABLE

Genio absoluto de la animación y de los efectos especiales, y supervisor entre otras criaturas fantásticas de los dinosaurios de Parque jurásico, Phil Tippett ha tardado treinta años en completar Mad God, una película experimental que nos presenta un universo de monstruos y científicos locos. Una campana de buceo desciende en medio de una ciudad en ruinas, mientras el Asesino emerge para explorar un laberinto de paisajes extraños.

Phil Tippett (California, 1951), es un director de cine estadounidense. También es productor y supervisor de efectos visuales. Está especializado en el diseño y animación de criaturas, dinosaurios y otros animales prehistóricos y personajes de fantasía o de ciencia ficción. Ha conseguido dos Oscars a los Mejores Efectos Visuales por El Retorno del Jedi (1983) y Parque Jurásico (1993).

Amante de la animación mediante la técnica de stop-motion desarrollada por el genial Ray Harryhauser, la llevó más allá utilizando los recursos de la ILM, creando una técnica de animación conocida como go-motion, utilizada para El Imperio Contraataca y El retorno del Jedi. Tras estas películas, Tippett creó su Tippett Studio, y trabajó en películas como Howard the Duck (1986), El chico de oro (1986), RoboCop (1987), Willow (1988), Cazafantasmas 2 (1989) o Honey, I Shrunk the Kids (1989).

Parque Jurásico (1993) lo cambió todo, y fue la película que provocó el salto al mundo digital que hizo que la industria cambiara el stop motion por efectos creador por ordenador. Tippett vió la tendencia y su Studio empezó a trabajar también con lo digital, participando en películas como Dragonheart (1996), Starship Troopers (1997), Evolution (2001) o Hellboy (2004). Sin embargo, ya en los años 90, su amor por la animación tradicional con figuras reales le hizo empezar a trabajar en su tiempo libre en una idea que 30 años más tarde ha terminado creando este Mad God.

Mad God es una locura inclasificable. Jamás pensé que el creador de tantas maravillas que son historia del mundo del cine tuviera en la cabeza unos horrores tan terribles que necesitara exorcizar mediante esta película. La película de 80 minutos de duración está planteada como una bajada a los infiernos, en la que un solitario personaje con ecos de la 1ª Guerra Mundial explora unos paisajes de pesadilla que se van haciendo aún más terribles a medida que va descendiendo niveles, como si del infierno de Dante se tratara. Pensar que todo se ha realizado con go-motion me parece una bendita locura. Además de ser una maravilla oscura con una animación alucinante, sorprende la escala en la que todo está rodado, creando unos paisajes de pesadilla que van a hacer que esta película se convierta en obra de culto absoluto.

Al igual que Dante, para Tippett no hay un único infierno, y en Mad God encuentro detalles que me sugieren un steampunk malsano, una pesadilla postindustrial, los cuentos de hadas oscuros, las historias de científicos locos y un tramo final loquísimo de horror cósmico, todo ello adornado con un expresionismo sorprendente en una obra de animación, y una idea de pesadillas cíclicas condenadas a repetirse que me tiene muy loco. Mad God me ha volado la cabeza de las mejores formas posibles.

Tras una primera mitad con una historia lineal más o menos tradicional, la película muta en su segunda mitad a una obra inclasificable que se convierte en una orgía de sangre y gore que provoca momentos super crueles de difícil digestión para el espectador. Es esta segunda mitad dominada por el gore y el terror cósmico lo que me tiene loquísimo, ya que creo sinceramente que muchas de estas imágenes de pesadilla contienen metáforas de algo que no he sabido captar. O no significan nada, y simplemente hay que dejarse llevar ante la locura de las imágenes. Ya sea una explicación o la otra, la potencia de sus imágenes genera una locura tras otra en la retina del espectador.

Aún estoy pensando en Mad God. Creo sinceramente que en la cabeza de Tippett existen esas metáforas, aunque no haya sabido mostrarlas de forma comprensible para el espectador. O quizá es que yo no estaba preparado para entenderlas. Pero el esfuerzo de creación que ha llevado a cabo Tippett en esta película es digno de elogio. De hecho, si en algún momento leyera una entrevista a Tippett y descubriera que las imágenes no tienen simbolismo más allá de la fuerza que tienen, sinceramente creo que valdrían igual, porque el visionado de la película ha sido una experiencia visual como no pensaba que iba a tener en este 2021.

Comparto el trailer de la película:

Mad Dog me va a tener muy loco durante mucho tiempo. Una película que se ha ganado desde ya la categoría «DE CULTO», y que tengo claro que quiero comprar el blu-ray para revisitarla una y otra vez.

PUNTUACIÓN: INCLASIFICABLE

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