Gracias a mi hermano Fernando he podido leer esta novela de ciencia-ficción ganadora del Premio Hugo 2015, escrita por el autor chino Cixin Liu. El problema de los tres cuerpos es una novela muy interesante que funciona a varios niveles, no solo como ciencia-ficción sino como narración de algunos pasajes oscuros de la historia reciente China.
PUNTUACIÓN: 7/10
Algo está provocando que científicos en todo el mundo estén suicidándose al comenzar a fallar las leyes de la física que se creían inmutables. Ante estos sucesos, las autoridades chinas buscarán la ayuda de Wang Miao. Wang es investigador de nanomateriales y no tiene relación con los estudios teóricos de sus colegas muertos, lo que permitirá un punto de vista diferente. Wang conocerá a Ye Wenjie, una astrofísica represaliada durante la Primavera Cultural de 1967 en la que murió su padre, que parece tener la clave de los extraños sucesos.
Cixin Liu es uno de los más conocidos escritores chinos de ciencia-ficción, y su obra ha ganado 8 veces el Galaxy Award (equivalente chino del Hugo) y el Nebula chinos. Ingeniero de profesión, trabajó en una central eléctrica antes de poder dedicarse profesionalmente a la escritura. Aunque de enorme popularidad en China, era un completo desconocido internacionalmente hasta 2015, fecha en la que ganó el Hugo, que ha permitido que se obra llegue a España, editada por el sello Nova especializado en ciencia-ficción de Ediciones B del Grupo Z.
La novela me ha gustado y me ha sorprendido mucho. De hecho, os recomiendo que cuanto menos sepais de ella, mejor. Lo primero destacable es que una historia de ciencia ficción basada en contarnos multitud de elementos científicos y técnicos que no se hace pesada de leer. Esto ya de por si ya es destacable.
Pero aún lo es más la forma en que Liu nos da la clave de la historia, y es la importancia de la ciencia y los investigadores para conseguir que la raza humana sobreviva. En estos momentos de cinismo extremo en el que grupos ultras rechazan que exista el cambio climático y que esté afectando al planeta, o grupos ultrareligiosos rechazan la teoría de la evolución de Einstein, es importante resaltar que solo la ciencia puede salvarnos. No la religión, ni desde luego la regresión que gente como Trump parece proponer. Pero tampoco el extremismo de grupos científicos extremistas como naturistas que piensan que el planeta estaría mejor sin la raza humana.
Además, gracias al personaje de Ye Wenjie conoceremos de primera mano los efectos que la Primavera Cultural provocó en la sociedad China y como miles (o millones) de personas sufrieron esta deriva del régimen comunista en la que se llegaban a negar leyes científicas si se consideraba que contravenían algún precepto comunista. Una autentica locura. De esta forma, la novela funciona también como una pintura que retrata la China de hace solo 50 años.
Acabo de leer que Nova va a editar este próximo mes de Septiembre «El bosque oscuro», la siguiente novela de esta serie. Así que esta lectura ha llegado en el momento justo, ¡mola!
PUNTUACIÓN: 7/10