Crítica de «Ha nacido una estrella», de Bradley Cooper

La nueva versión de «Ha nacido una estrella» ha sido dirigida por Bradley Cooper, contando con Lady Gaga para ofrecer un buen drama con unos números musicales increíbles. Sin embargo, aunque me ha parecido una buena película no he llegado a conectar del todo con ella.

PUNTUACIÓN: 7/10

Jackson Maine (Bradley Cooper) es una estrella consagrada de la música que una noche conoce y se enamora de Ally (Lady Gaga), una joven artista que lucha por salir adelante en el mundo del espectáculo. Justo cuando Ally está a punto de abandonar su sueño de convertirse en cantante, Jack decide ayudarla en su carrera hacia la fama. Pero el camino será más duro de lo que imagina.

El debut en la dirección de Bradley Cooper (Resacón en Las Vegas, El francotirador) se salda con muy buena nota, demostrando un gran oficio a la hora de contar esta historia y de trasmitir todo el sentimiento de las canciones, todas sobresalientes.
Los números musicales son profundos y sentidos, con una Lady Gaga luciéndose en cada canción, transmitiendo una buena química con Cooper. Canciones que han sido todas escritas por Lady Gaga, en colaboración con Bradley Cooper, Luke Nelson y Mark Ronson. Creo que esta película muestra que Lady Gaga puede tener un gran futuro como actriz, aún reconociendo que este es un papel perfecto para una cantante y estrella profesional como ella.

Luego volveré con Lady Gaga, pero tengo que comentar que aunque Lady Gaga está enorme como cantante y correcta como actriz, el verdadero protagonista y centro narrativo de «Ha nacido una estrella» es el personaje de Bradley Cooper. Su personaje Jackson Maine es el único que cuenta con una historia y un drama personal, y su espiral de autodestrucción es el hilo conductor de la película sobre el que gravitan los demás personajes.

En lo relativo al resto del reparto, solo Sam Elliott como el hermano de Jackson me ha gustado. El resto de personajes son sombras que acompañan pero que no tienen demasiado interés para la historia, y quizá la historia hubiera mejorado con unos secundarios con algo más de empaque.

Quizá el elemento más flojo de la historia es el guión, obra de Will Fetters, Eric Roth y el propio Cooper, actualizando a los nuevos tiempos las clásicas películas de 1937, 1954 (con Judy Garland) y 1976 (con Barbra Streisand). El principal problema, que hizo que no encajara con la historia, es que no hay una estructura clásica de inicio-nudo-desenlace, sino un “slice-of-life” en la vida de estos dos artistas, construida con numerosas elipsis temporales. La primera mitad de la historia si me gustó mucho, que es la parte en que Cooper y Lady Gaga se conocen y empiezan a cantar juntos. Pero a partir de la primera hora comenzaron los saltos y ya no conecté con la historia.

Entiendo que a la hora de valorar una película como esta que intenta apelar a los sentimientos de la audiencia, o conectas con ella y todo encaja, o como en mi caso, si no consigues hacerlo, no flipé con ella, aunque reconozco que es un buen drama.

Esto hizo que la película se me hiciera un pelín larga. Las canciones molan todas, pero la relación fuera de los escenarios no es tan profunda o interesante como debería. Como comentaba antes, Lady Gaga tiene un buen debut cinematográfico y apunta maneras, pero lo cierto es que el guión no la da elementos interesantes sobre los que trabajar aparte de cantar muy bien y acompañar el camino de Cooper. Esto hizo que cuando terminé de verla, algo no me cuadrara con su personaje. Pensando en ello, creo que no es culpa de su interpretación, sino del guión.

Bradley Cooper es el único con un verdadero arco, y además de evolucionar, es el que aprende la lección de la historia. Sin embargo, el personaje de Lady Gaga parece que no hace nada por ella misma, sino que vive a partir de las decisiones y oportunidades que le dan otras personas, ya sea Jackson o más adelante, el agente que lanza su carrera artística. No decide, sino que reacciona a lo que hacen los demás a su alrededor.

La película deja un mensaje final muy acorde con el mundo moderno actual que me pareció muy triste. Los artistas veteranos, y quien sabe si en general no están hablando de la gente mayor, deben saber cuando echarse a un lado para permitir que los jóvenes puedan disfrutar de su éxito y seguir su propio camino. Buff, que triste, pero que real.

Comparto el trailer de la película:

Ha nacido una estrella es un buen drama con unas extraordinarias canciones que sirve de gran tarjeta de presentación de Lady Gaga como actriz y Bradley Cooper como director. Aunque no llegué a conectar con ella, creo que sí merece un visionado.

PUNTUACIÓN: 7/10

 

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