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Crítica de Mayor of Kingstown temporada 1 (SkyShowcase)

Mayor of Kingstown, la serie creada por Taylor Sheridan y protagonizada por Jeremy Renner disponible en Skyshowtime, me ha volado la cabeza con su primera temporada. Hoy me alegra poder recomendarla.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Mayor of Kingstown sigue a la familia McLusky, dueños de un poderoso imperio en Kingstown, Michigan, donde el negocio del encarcelamiento es la única industria próspera. Abordando temas de racismo sistémico, corrupción y desigualdad, la serie ofrece una mirada cruda a su intento de traer orden y justicia a una ciudad que carece de ambos.

El alcalde de Kingstown es una serie de televisión creada por Taylor Sheridan y Hugh Dillon para Paramount+. La serie se estrenó el 14 de noviembre de 2021 en Paramount+ y fue renovada por una segunda temporada que se acaba de estrenar en Estados Unidos y España. Sheridan ha escrito los guiones de los 10 episodios de esta primera temporada, y ha dirigido dos episodios. El resto de capítulos han sido dirigidos,a razón de dos episodios cada uno, por Ben Richardson, Guy Ferland, Clark Johnson y Stephen Kay.

Jeremy Renner es Mike McLusky, el mediano de los hermanos es un ex-convicto que pasó toda su infancia soñando con salir de Kingstown. Dianne Wiest es Mariam McLusky, la madre de los hermanos McLusky. Kyle Chandler interpreta a Mitch McLusky (temporada 1), el mayor de los hermanos McLusky, mientras que Taylor Handley hace de Kyle McLusky, el menor de los hermanos McLusky que trabaja como detective del Departamento de Policía de Kingstown.

Otros protagonistas de la serie son Hugh Dillon como Ian Ferguson, un experimentado y duro detective del Departamento de Policía de Kingstown y compañero de Kyle, Emma Laird como Iris, una acompañante que trabaja para Milo Sunter (Aidan Gillen) y la mafia rusa para seducir y sobornar a funcionarios del gobierno. Por último, Tobi Bamtefa es Deverin «Bunny» Washington, líder de los Crips en Kingstown, que mantiene una buena relación con Mike y es lo más parecido a un amigo que tiene.

Mayor of Kingstown es una maravilla, con un Jeremy Renner haciendo el papel de su vida, con permiso de Clint Burton (un personaje sin duda más mediático pero sin la profundidad dramática de Mike McLusky). La serie parte de una premisa super original y super chula, una familia que se dedica a ser una especie de mediador entre todos los estamentos de la ciudad, criminales y policiales, intentando calmar los ánimos y mantener la paz en una ciudad cuya única actividad rentable son las prisiones. Esta historia toca todos los palos de un buen drama y un buen género negro: personajes intensos con un pasado y un destino que parece prefijado, unos policías y criminales que son difíciles de distinguir al traspasar todos las líneas que separan lo que está bien de lo que está mal, y una tensión creciente que me ha volado la cabeza en unos dos últimos episodios magistrales.

Taylor Sheridan parece que escribe sus guiones pensando en mi. Y es que todos los personajes me parecen memorables. Por supuesto Mike (Renner), un exconvicto que conoce a todo el mundo y que sabe que lo que hace no es hacer el «bien», sino ayudar al menor de dos males. Su madre, Diane Wiest, maestra en la cárcel de mujeres de Kingstown que le considera un criminal cuyas acciones no ayudan en nada excepto a su ego. Iris, la prostituta de lujo, tiene algunas de las escenas más duras que recuerdo en mucho tiempo y firma una interpretación de las que se recuerda mucho tiempo. En general, no es cuestión de personalizar a nadie en concreto porque todos lo hacen genial.

El mundo de las prisiones y como deshumaniza a los convictos es otro tema importante de la serie. Y cuando a alguien sin futuro le presionas demasiado, puede convertirse en una bomba de relojería porque no tiene nada que perder. En este sentido, hay momentos super dramáticos a lo largo de la serie que me han tenido super enganchado durante todo el visionado. Que consigan que sintamos lástima por un drogadicto que asesina a un niño es una buena muestra del triunfo que son los guiones de Sheridan, con una historia que sin duda me ha gustado muchísimo más que la primera temporada de Yellowstone.

El mundo de Mayor of Kingstown es uno en el que comes o te comen, y muestra la terrible situación en que se encuentra la sociedad norteamericana, una sociedad rota en la que miles de personas están en prisión y la mayoría de los que están fuera vive una vida sin futuro y sin esperanza. Dentro del drama y del género negro al que pertenece esta serie, hay un montón de denuncia de estas desigualdades y del drama que se vive en la actualidad. Un drama vivido primero de todo por los policías y sus familias, que viven en un mundo de riesgo en el que saben que cualquier día puede ser el último. Y a la vez, vemos a unos policías extralimitándose en sus funciones, lo que tampoco les sitúa como seres de luz pura, mostrando tantas sombras que los convierten en personajes tremendamente reales.

Y si los policías son buenos, los criminales no les van a la zaga. El ya mítico Aidan Gillen (Meñique de Juego de Tronos) está espectacular como Milo Sunter, el líder de la mafia rusa en prisión, que aunque aparece poco resulta aterrador, al no tener límites para conseguir lo que quiere. Igual que Tobi Bamtefa como Deverin «Bunny» Washington, líder de los Crips en Kingstown y amigo de prisión de Mike, si es que tal calificativo es posible, y que para ser un traficante asesino se muestra receptivo a los intentos de pacificación de Mike.

Otra de las cosas que más me gusta de esta serie es que tiene claro el tipo de historia que es y no tiene ningún complejo en mostrar un mundo duro alejado de las coordenadas de lo políticamente correcto. Diría además que sabe qué tipo de espectador abrazamos esta serie y nos da lo que pedimos. Estoy tan cansado de leer comics terribles mal pensados y peor ejecutados realizados por autores incapaces que buscan captar a un público que no existe que no va a comprar un comic por muy «progresista» que digan que es, alienando a sus lectores de siempre, que me resulta refrescante y una maravilla ver una serie de televisión que parece hecha para mi y no se avergüenza de lo que es. Una drama creado desde una visión masculina para un público masculino.

Comparto el trailer de esta primera temporada:

Mayor of Kingstown me parece una serie excepcional que tiene muy clara la historia que quiere contar y el público al que se dirige. Me ha dejado super a tope de cara a la segunda temporada que ha empezado a emitirse en SkyShowtime.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

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Crítica de Almas en pena en Inisherin de Martin McDonagh

Aunque reconozco que no conecté con Tres anuncios en las afueras, me he acercado a la siguiente película de su director Martin McDonagh, Almas en pena en Inisherin, con mentalidad abierta tras convertirse en una de las películas favoritas de para los Oscars 2023, al recibir 9 nominaciones.

PUNTUACIÓN: 4.5/10

Ambientada en una isla remota frente a la costa oeste de Irlanda, Almas en pena de Inisherin cuenta la historia de dos amigos de toda la vida, Pádraic y Colm, quienes se encuentran en un callejón sin salida cuando Colm pone fin a su amistad de un modo abrupto. Un Pádraic atónito, ayudado por su hermana Siobhán y por Dominic (un joven con problemas), se esfuerza por reconstruir la relación, negándose a aceptar las negativas de su amigo de siempre. Cuando Colm le plantea a Pádraic un ultimátum desesperado, los acontecimientos se precipitan y provocan consecuencias traumáticas. (FILMAFFINITY)

Martin Faranan McDonagh (Londres, 1970) es un dramaturgo y cineasta británico-irlandés. The Banshees of Inisherin (2022) es su cuarta película como director y guionista tras Vacaciones en Brujas (2008, donde trabajó por primera vez con Colin Farrel y Brendan Gleeson), Seven Psychopaths (2012), y la aclamada Tres carteles a las afueras (2017).

La película ambientada en una pequeña isla de Irlanda en 1923 fue rodada en localizaciones naturales de las islas de Inishmore y Achill de agosto a octubre de 2021. La película de 114 minutos tiene fotografía Ben Davis, montaje Mikkel E. G. Nielsen y música Carter Burwell.

Su estreno mundial fue en el pasado Festival Internacional de Cine de Venecia de 2022, donde Farrell ganó la Copa Volpi al Mejor Actor y McDonagh ganó la Osella de Oro al Mejor Guion. The Banshees of Inisherin recibió nueve nominaciones en la 95.ª edición de los Premios de la Academia, incluyendo Mejor película, Mejor director, Mejor actor (Farrell), Mejor actor de reparto (Gleeson y Keoghan), Mejor actriz de reparto (Condon), Mejor guion original, Mejor Montaje y Mejor Banda Sonora Original. En los Globos de Oro, logró tres victorias de ocho nominaciones: Mejor Película Comedia o Musical, Mejor Actor Comedia o Musical (Farrell) y Mejor guion.

En el reparto tenemos a Colin Farrell como Pádraic Súilleabháin y Brendan Gleeson como Colm Doherty, dos amigos cuya amistad termina sin motivo aparente de un día para otro. Kerry Condon es Siobhán Súilleabháin, la hermana de Pádraic y una joven inteligente que destaca del resto de habitantes del pueblo. Barry Keoghan es Dominic Kearney, un joven sin ocupación amigo de Pádraic, mientras que Gary Lydon es su padre Peadar Kearney, el policía de la isla. Por último Pat Shortt es el tabernero Jonjo Devine.

Empezando por los elementos positivos de la película, me ha gustado muchísimo la fotografía de la película, con unos espacios naturales bellísimos y una recreación perfecta del mundo de esta isla irlandesa imaginaria en la década de 1920. El diseño de producción incluyendo el vestuario me parece que está muy también, al igual que la estupenda música de la película. Pensando en la fotografía y todo el aspecto visual, la verdad es que es una película bonita de ver.

En general el reparto están todos bien. Entiendo los premios que ha conseguido hasta ahora Colin Farrell, porque él es el corazón de la película y su actuación es de 10. Reconozco que no pude ver la película en V.O. y por tanto seguro que algo se perdió en la traducción, pero encuentro que las nominaciones Barry Keoghan y Kerry Condon como mejores actor y actriz de reparto son algo exageradas, dentro que me gusta su trabajo. Y lo mismo podría decir de un Brendan Gleeson que no parece que actúe, simplemente está en pantalla con su presencia imponente, aunque no haga nada relevante.

Desde cierto punto de vista, la película puede verse como una crónica de un tipo de vida que posiblemente siga existiendo en pueblos pequeños o de difícil acceso. Unos pueblos en los que nunca pasa nada y todo es rutinario y monótono, poblado por gente gris que sabe que su vida va a ser siempre igual. En este contexto, un pequeño (gran) cambio en la vida de una persona acaba provocando un efecto bola de nieve de efectos inesperados, al alterar el orden establecido. La película también muestra los estragos que causa la soledad en el ser humano, y cómo va rompiendo nuestro espíritu día tras día.

Como véis, estoy intentando buscar las cosas positivas a una película que no me ha gustado. Empezando porque como ya pasó en Tres anuncios en las afueras, McDonagh plantea la historia con un tono casi de comedia negra, pero las situaciones no tienen ni pizca de gracia. Para ser sincero, sólo hay una situación que funcionaría como humor, cuando al principio de la película tras decirle Colm (Gleeson) a Pádraic (Farrell) que rompe su amistad, todo el mundo pregunta a Pádraic qué había hecho para provocar esa reacción. Eso que pasa en el tercer minuto de película es el único momento de humor que me funciona. El resto creo que son disparos de fogueo que rompen el drama que está viviendo el personaje de Farrell, y le hace un flaco favor a la historia.

Luego hay otro tema para mi clave. Comentaba la posible intención del director de mostrar la aburrida vida de la gente de estos pueblos pequeños, gente sencilla con una vida rutinaria, monótona y aburrida, trabajando por la mañana para luego ir al pub por la tarde, y el domingo a misa. Y eso como idea es más que correcta. Sin embargo, en la ejecución McDonagh se da un tiro en el pie, porque muestra a Pádraic (Farrell) prácticamente como si fue una retrasado mental. Perdón por la expresión. Y esto es un enorme problema a lo largo de toda la película que me sacaba completamente del visionado. De hecho, su inteligencia es puesta en duda varias veces a lo largo de la película, sosteniendo que «no es tonto, es bueno», lo cual puede ser un rasgo comúnmente asociado a este colectivo. Otros elementos como la relación con la burrita y como quiere que los animales entren con él en la casa, afianzarían esta idea. El hecho de ver como la vida ordenada de una persona se derrumba a partir de una pequeña divergencia como idea ya digo que está bien, pero pierde todo el interés cuando el que sufre este comportamiento no tiene pleno control de sus actos por su discapacidad. Se pierde por tanto la posibilidad de que sea una metáfora aplicable al drama de los habitantes del medio rural. En todo caso, la interpretación de Colin Farrell como alguien estoico que no puede entender que su mundo se derrumba cuando él sigue haciendo lo mismo que hizo toda la vida, me parece espectacular.

De hecho, diría que excepto a la hermana de Pádraic que si es realmente lista y por eso sueña por conseguir un trabajo fuera de la isla, este calificativo de «retrasado» sería aplicable a más personajes de la película. Por supuesto al joven Dominic, aunque él muestra elementos de depresión por una vida de sufrimiento a la que no ve una salida. Pero también al propio Colm (Gleeson), cuyos actos más allá del interés de «hacer algo que le permita pasar a la historia y ser recordado» son completamente inverosímiles y completamente enajenados.

A partir de estos elementos y de una historia que es igual de plana que las vidas de estas personas, y por tanto no plantea tensión o emoción alguna durante el metraje, es difícil conectar con nada de lo que nos cuenta McDonagh. Hay además una serie de diálogos que buscan ser reflexiones importantes que se me quedan en frases vacías de libro de autoayuda de Hacendado. De hecho la escalada en las hostilidades de estos dos antiguos amigos llega a unas cotas rayando el ridículo. Como lo es también el final, resaltando que en los pueblos nada cambia realmente y todo acaba volviendo a su cauce.

No cabe duda que no conecto con el cine que hace McDonagh. Y no pasa nada, ya se sabe que para gustos, colores. Pero si me genera una tremenda incredulidad ver que para mucha gente esta pueda ser la mejor película del año. Incluso viendo las cosas interesantes que tiene la película, no lo puedo entender.

Comparto el trailer de la película:

Almas en pena en Inisherin me ha parecido un WTF? alucinante. No me ha gustado, las cosas como son.

PUNTUACIÓN: 4.5/10

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Crítica de Tár de Todd Field

Los meses de enero y febrero están destinados a los estrenos con aspiraciones en los Oscars. Esta semana vi Tár de Todd Field, protagonizada por una increíble Cate Blanchett.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

La mundialmente famosa Lydia Tár está a solo unos días de grabar la sinfonía que la llevará a las alturas de su ya formidable carrera. La notablemente brillante y encantadora hija adoptiva de Tár, Petra, de seis años, tiene un papel clave en la tarea. Y cuando los elementos parecen conspirar contra Lydia, la niña es un apoyo emocional importante para su madre en apuros.

William Todd Field (California, 1964) es un actor y cineasta estadounidense. Ha trabajado como actor, director, productor, compositor y guionista. Empezó su carrera como actor cuando Woody Allen le eligió para participar en Radio Days (1987), trabajando a continuación con directores como Stanley Kubrick o Carl Franklin. Franklin y el también director Victor Núñez animaron a Field a inscribirse como becario de dirección en el AFI (American Film Institute), lo que hizo en 1992. Como director sólo ha dirigido dos películas antes de Tár, ambas aclamadas por la crítica: In the Bedroom (2001) y Little Children (2006). En total, sus tres películas han sido nominadas a un total de catorce premios Oscars y Field ha recibido personalmente seis de esas nominaciones, dos a la mejor película, dos al mejor guion adaptado, una al mejor director y una al mejor guion original. Tár ha sido producida, escrita y dirigida por Field, y ha recibido seis nominaciones a los Oscars 2023: Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guion Original para Field, Mejor Actriz para Blanchett, así como Mejor Fotografía y Mejor Montaje.

Cate Blanchett interpreta a Lydia Tár, una compositora y directora de orquesta de fama mundial. Field comenta que escribió el personaje pensando en Blanchett, y sin ella no hubiera hecho la película. Ella es el centro de todo y ofrece una interpretación llena de matices y personalidad, convirtiéndose en una firma candidata a ganar el Oscar a Mejor Actriz, tras haber conseguido ya los premios en el Festival de Cine de Venecia, en los Globos de Oro o en los Critic´s Choice Awards.

El resto del reparto está formado por Nina Hoss como Sharon Goodnow, concertino y esposa de Lydia, Noémie Merlant como Francesca Lentini, asistente de Lydia, Sophie Kauer como Olga Metkina, una joven violonchelista rusa recién llegada a la Orquesta de Berlín que dirige Tár, Julian Glover como Andris Davis, predecesor de Lydia y Mark Strong como Eliot Kaplan, banquero de inversiones, director de orquesta aficionado y gestor del programa de becas de Lydia.

Tár cuenta con fotografía de Florian Hoffmeister, montaje de Monika Willi y música de Hildur Guðnadóttir. La mayoría de la música se grabó en directo en el plató en los mismos planos que se ven en pantalla, incluido los temas interpretados a piano por Blanchett, el violonchelo de Kauer (Kauer es una violonchelista clásica británico-alemán que estudió en la Royal Academy of Music), así como los temas interpretados por la Filarmónica de Dresde. La película de 158 minutos ha contado con un presupuesto de 35 millones, recaudando de momento tan sólo 10 en todo el mundo.

Es complicado hablar de Tár. Por un lado, la construcción del personaje de Lydia Tár me ha volado la cabeza. Es tan complejo y verosímil que estuve más de medio visionado pensando que la película era un biopic de una directora de orquesta real, cosa que no es el caso, al tratarse de una historia totalmente original (e inventada) de Field. El éxito de la película recae totalmente en Blanchett, y se entiende tras ver la película que para Field solo había una opción capaz de hacer esta película con la fuerza que tiene ella. Por cierto, me sabe mal tener que admitir que vi la película en versión doblada dado que no se ha estrenado en V.O. en mi ciudad, lo cual me parece una pena. Si en castellano Blanchett es hipnótica, creo que en versión inglesa / alemana / francesa la cosa hubiera podido estar aún mejor.

Cinematográficamente me ha volado la cabeza toda la primera parte de la película realizada con larguísimas escenas planteadas casi como planos secuencia. La complejidad de la personalidad de Tár y su vasto conocimiento musical hace que sea complicado seguir algunos momentos sin perderte, al hablar de la historia de compositores clásicos o de tempos de partituras y otras estructuras musicales. Pero a pesar de esto y de que la película empiece en mitad de todo en la vida de la protagonista, la verdad es que se entiende bien.

Field plantea una historia original y compleja planteada con múltiples matices en la que habla del poder y del mal uso de los que lo ostentan, pero también incluye críticas hacia la cultura del wokismo actual que se niega a escuchar música clásica porque está escrita por «hombres blancos heterosexuales opresores». Dejando claro lo absurdo y ridículo de estas actuaciones, sobre todo dentro del colectivo de músicos que se suponen tienen que conocer las principales obras del medio al que se van a dedicar. (Inciso, esto me recuerda a la enorme cantidad de gente que dice querer dedicarse al cine mientras demuestra una terrible incultura cinematográfica, afirmando sin pudor que no conocen las obras maestras clásicas o actuales, o que no van a las salas comerciales a ver cine). También hacia la cultura de la cancelación que incluso pudiendo tener razón en la denuncia construye «pruebas» claramente falsas, como es el video editado con frases inconexas sacadas de contexto que se muestra burdamente como prueba contra Tár, y que sin embargo los poderosos no se atreven a cuestionar y sirven para cavar la tumba del condenado.

Ambos elementos pueden estar presentes a la vez que conocemos que Tár es una maestra en la música pero una mala persona movida por deseos egoístas, que es lo que por ejemplo provoca que cambie las normas de la Orquesta de Berlín para beneficiar a la que espera sea su próxima conquista. La forma en que de alguna manera se muestra la necesidad de separar al artista de la persona, o más concretamente que una mala persona puede ser la creadora de grandes trabajos artísticos, es algo interesante que está también presente pero sobre lo que no ofrece respuestas mágicas. Además, Tár se construyó una fachada para alcanzar y mantenerse en la cima que no tiene nada que ver con cómo era ella de niña, algo que crea otro de los momentos más potentes de la película. Como en la vida real, las personas no somos blancas o negras, todos nos movemos en los matices del gris y somos capaces de grandes cosas pero también de fallar espectacularmente y cometer actos egoístas que hacen daño a otras personas. Tár es también un reflejo de ello, y gracias a la brillante interpretación de Blanchett su personaje tiene unos matices y una fuerza tremenda.

Otro elemento a destacar es que además de un drama, a medida que avanza la película casi parece que evolucione hacia un thriller, al haber numerosos elementos cuestionables de su vida que no conocemos hasta casi el final que cambian el sentido de lo que hemos visto y nuestra valoración de la protagonista. Por cierto, en este sentido, resaltar que NO estamos (exageradamente hablando) en un whodunnit, porque muchas de estas revelaciones quedan también bastante ambiguas en pantalla y por tanto, a que sean interpretadas por el espectador.

A continuación entro a esto, pero aviso del SPOILER.

Y es que la parte clave de la historia, la relación de Tár con Krista Taylor, la músico que se suicida y que acaba provocando su cancelación, está contada de forma super ambigua, permitiendo lecturas diferentes. En mi caso, parece claro que la directora entró en un triángulo amoroso / sexual con Krista y su ayudante Francesca Lentini. También parece que Krista realmente estaba obsesionada con Tár tras la ruptura, por los múltiples email que envía, hasta el punto de quedar desequilibrada, algo puede no ser necesariamente culpa de Tár. O si, puede ser una depredadora sexual que tira a sus víctimas tras usarlas, pero esto directamente no se muestra, luego una interpretación es tan correcta como la contraria. En lo que si es muy culpable Tár es en el envío de mútliples emails recomendando a otras orquestas que NO contraten a Krista como respuesta a la persecución que sufre por su parte. Aunque dicho esto, si alguien te acosa y te envía decenas de emails e intenta provocar encuentros en persona tras haber finalizado tú la relación, ¿cómo va a recomendarla a nadie? En cierto sentido, la actuación de Tár podría ser considerada correcta, dadas las circunstáncias.

Aquí hay que hacer otro inciso para valorar la actuación de Francesca, la ayudante de Tár. Ella formó parte del trío sexual y se siente culpable por la muerte de Krista al no responder a sus emails en los que pedía ayuda. Sin embargo, esta culpa es inicialmente aceptable, como también que Tár la use a su conveniencia, porque aspira a convertirse en la directora asociada de la Orquesta de Berlín. No es hasta que Tár la informa (de nuevo, actuando egoístamente) que le va a dar el puesto a otra persona, cuando Francesca estalla y decide tirar de la manta enseñando los emails que tiene guardados. Francesca es tan egoísta como Tár, y sus actos son movidos por despecho hacia su jefa para hacerla daño, no por un deseo de reparar el daño que ella también causó. Francesca no es en absoluto un personaje positivo de esta historia, se mueve por los territorios del gris.

Como también Sharon, la esposa de Tár, que no tiene problema en las aventuras de su mujer mientras no afecten su posición en la orquesta. Y cuya respuesta ante el escándalo no es indignarse porque una persona muriera, sino que no la avisara y que tuviera que sufrir los cuchicheos de los miembros de la orquesta a sus espaldas. Podría decirse que el único personaje puro de la película es la hija de Sharon, una niña a la que Tár lleva a la escuela y que significa un remanso de paz para ella. Por cierto, me ha sorprendido leer la sinopsis de Filmaffinity, dado que da a la niña una importancia que no tiene en realidad en la película.

Quizá el problema del visionado es que no tengo claro si esperaba algo a priori de la película, pero ciertamente Tár no lo ha sido. Aunque intenté leer lo menos posible, fue imposible aislarme de todo, y los comentarios de estar ante la historia de una directora «mala» a lo mejor me hizo pensar en una versión femenina del brillante personaje interpretado por J. K. Simmons en Whiplash, cuando la propuesta de Field no tiene nada que ver con la de Damien Chazelle.

Lo que si tengo claro que en Tár se le va la mano a Field en lo referido a la megalomanía de firmar una película de 158 minutos que no debería haber superado las dos horas. Está genial que un director tenga libertad absoluta para hacer lo que quiera, pero en este caso la película sin llegar a aburrir plantea prácticamente dos horas de presentación de la vida de Tár, dejando para los últimos minutos el desmoronamiento de su calculada y estructurada vida. Y esta genial las largas escenas de ritmo pausado iniciales y cómo a medida que aumenta el desequilibrio el montaje se va haciendo más abrupto y las escenas más cortas, cambiando de alguna manera el tempo de la película. Esto me muestra que Field es un gran artista del cine que conoce a la perfección sus herramientas. Sin embargo, aparte de la hipnótica Blanchett, al final la parte inicial no es tan interesante cuando analizas lo visto en su totalidad.

De hecho, creo que Field tiene igual de claro que no estaba contando cosas realmente interesantes, porque introduce un misterio rayando lo sobrenatural para mantener el interés del espectador en la primera mitad de la película, con algo que realmente no acaba llevando a ningún sitio. ¿Quién puso el libro en casa de Tár o activó el metrónomo por la noche? Da igual, es una «trampa» como digo para activar de forma super forzada la sensación de desequilibrio. Aquí entraría las situaciones mientras hace footing, ¿de verdad escuchó a alguien pidiendo ayuda como si estuviera siendo violada o es de nuevo su creciente sensación de culpa? ¿O simplemente es la imaginación del director forzando las situaciones? Tu opinión es tan buena como la mía. Lo que casi no es opinable es que la escena en que acaba herida ¿por la caída en la escalera? está realmente mal rodada de forma que es imposible saber qué ha pasado realmente.

Otro elemento que quiero comentar es que fruto de mi desconocimiento musical tengo claro que me he perdido matices en la historia y posiblemente metáforas a partir de las similitudes de la vida de Tár con otras situaciones reales del ambiente musical. Dicho esto, el final de la película me ha emocionado y me parece casi perfecto, empezando con el discurso de Leonard Bernstein sobre ¿Qué significa la música? que hace recordar a la protagonista lo que es realmente importante y lo que parece que ha perdido, así como el golpe de realidad cuando Tár entiende el alcance de sus actos en su exilio musical, usando una metáfora visual brillante cuando va a un centro de masajes para que atiendan su espalda convaleciente.

Veo muy probable que Blanchett gane el Oscar a Mejor Actriz y Field el de Mejor Guion Original. Porque ambos aspectos resultan apabullantes. Sin embargo, dentro que la crítica se ha rendido ante la película, me vuela la cabeza que para el activismo feminista imperante, todo lo que no sea mostrar a una mujer como un haz de luz pura resulte «problemático». Sin ir más lejos, en El País Elsa Fernandez-Santos se preguntaba «por qué una película que habla del poder patriarcal no lo hace a través de un hombre sino de una mujer, concretamente una mujer lesbiana«. Hay un matiz importante de esta afirmación que ya muestra su sesgo ideológico importante, y es que Field habla del PODER y su mal uso, algo en lo que cualquiera puede ser culpable, ya sea hombre o mujer. De hecho, que todo lo malo deba tener el calificativo de «patriarcal», y por comparación entiendo que lo bueno será femenino, es una de muchas falacias que se está intentando colar como dogma de ley. Una idea absurda que sin embargo asusta ver cuanta gente compra esta mercancía averiada.

Si Tár fuera una película sobre un hombre acosador sexual, caería en un tópico que haría que la película perdiera interés y novedad, y la acercaría a los dramas de Antena 3 de domingo por la tarde. Field está más cómodo en los espacios que pueden plantear preguntas incómodas, y en este sentido que fuera una mujer la protagonista es la única respuesta correcta. Aparte que siguiendo el razonamiento de El País de tener que ser un hombre el villano, la película no se hubiera realizado, con lo que todos hubiéramos perdido. ¿Dónde queda la libertad creativa para todas estas activistas que hacen de periodistas? Queda claro que sólo puede hablarse de los temas que ellas quieran de la forma en que las hagan sentir bien a ellas, acercándose con cada comentario de este tipo al puritanismo más rancio.

Tár me ha gustado. Sin embargo, dada su duración, la temática y las pequeñas trampas narrativas que comentaba, no me veo viendo de nuevo la película en casa cuando se estrene en Prime o Disney+ o donde sea. Sin embargo, me ha flipado la calidad y atención al detalle que Todd Field ha transmitido en esta historia. Por ello, tengo claro que veré en pantalla grande la próxima película de Field, espero que no pasen otra vez 17 años para que la veamos.

Comparto el trailer de la película:

Por su temática y duración, no creo que vuelva a ver Tár, pero me ha parecido una película compleja y realmente interesante, con una Cate Blanchett alucinante cuya interpretación justifica de sobra el precio de la entrada.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Broker de Hirokazu Koreeda

Broker de Hirokazu Koreeda ha sido la primera película que vi en el cine de este año 2023 recién estrenado. Y me encontrado con una película que entraría en la categoría de «sin más».

PUNTUACIÓN: 5.5/10

Una noche lluviosa una joven abandona a su bebé a las puertas de una iglesia. El recién nacido es recogido por dos hombres que se dedican a robar bebés abandonados para venderlos padres dispuestos a pagar una tarifa. Cuando la joven regresa a la iglesia, arrepentida, descubre el negocio ilegal de ambos hombres y decide unirse a ellos para encontrar a los padres adoptivos más adecuados. En este inusual viaje por carretera, el destino de los que se crucen en la vida del niño cambiará radicalmente.

Aunque Broker es una producción coreana, ha sido escrita y dirigida por el director japonés Hirokazu Koreeda, que ha dirigido más de una docena de largometrajes, entre ellos Nadie sabe (2004), Still Walking (2008) y Después de la tormenta (2016). Ganó el Premio del Jurado en el Festival de Cannes de 2013 por De tal padre, tal hijo y obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2018 por Shoplifters. La película de 129 minutos de duración fue seleccionada en el pasado festival de Cannes 2022 para competir por la Palma de Oro, y cuenta con fotografía de Hong Kyung-pyo, montaje de Hirokazu Kore-eda y música Jung Jae-il.

En lo relativo al reparto, cuanta con varias caras conocidas para el espectador occidental. Song Kang-ho es Ha Sang-hyeon, el dueño de una lavandería que coge bebés de una iglesia cercana y los vende con la ayuda de su socio Dong-soo (Gang Dong-won), un huérfano que vivió en un orfanato toda su vida y que es la mano derecha de Sang-hyeon. Bae Doona es Soo-jin, una detective de policía que investiga los negocios ilegales de los dos hombres, mientras que Lee Ji-eun es Moon So-young, una madre que decide dejar a su bebé en el baby box. Lee Joo-young es la detective Lee, colega de Soo-jin que también participa en la investigación.

Broker es una película con una sensibilidad típicamente coreana en la que el drama de los huérfanos y las madres que los abandonan porque no pueden encargarse de ellos se mezcla con una historia super ligera llena de situaciones sensibleras protagonizada por perdedores que intentan salir adelante y que aunque sus actos son de criminales en el fondo no son malas personas. El tono de Broker no sugiere en ningún momento que estemos ante un dramón tremendo, lo cual resulta una interesante novedad respecto a lo que a priori uno imaginaría teniendo en cuenta el tema de la película.

Broker tiene un ritmo pausado, pero sin embargo no se me hizo larga en ningún momento, consiguiendo entrar en la historia desde el principio gracias a la humanidad de los personajes. Lo que sí me rompió la suspensión de credulidad son varias locuras de la historia que hacen imposible que Broker pueda ser calificada de «realista». Empezando por ver a unas policías viviendo ¿10/15 días? en un coche persiguiendo a los vendedores de bebés, algo completamente absurdo, o que las mismas agentes no detengan en el acto a una persona que se la busca por asesinato en cuanto son conocedoras del crimen. Y tengo claro que obviamente sin esas chorradas no hay película, pero lo digo porque me recordó a los críticos que sobre analizan hasta las comas de películas comerciales para ver si es lógica o ilógica, pero se dejan pasar locuras mucho más groseras en películas que son denominadas «de autor».

Los actores me han gustado, dentro del habitual hieratismo asiático. Las historias de los protagonistas tienen todas un aura de tristeza ante unas vidas desgraciadas en las que la suerte nunca les acompañó. Varios elementos destacan el drama de los huérfanos a los que a partir de los 7/8 años ya tienen imposible encontrar una familia adoptiva, aunque como comentaba antes el tono nunca es de dramón. Tampoco la madre prostituta tuvo otra opción y su vida parece destinada al desastre. En este sentido, de nuevo conectando con el «realismo» o la falta de él, se me hace muy complicado de aceptar la forma en que la película hace que veamos a la joven madre desde una óptica positiva cuando ha cometido varios crímenes tremendos al iniciar la película. Y lo mismo podría decirse de unas personas que roban bebés para venderlos para obtener un beneficio económico.

Aunque el elemento sensiblero está presente en toda la narración, la historia se ve con agrado gracias como digo a las buenas interpretaciones y a un apartado técnico notable que hace que sientes que estás acompañando a los personajes en su viaje. El elemento road-movie unida a la creación de una familia disfuncional sin pretenderlo los protagonistas intenta dar unos breves momentos de felicidad a los personajes, incluso a pesar de saber que estos pequeños buenos momentos tienen fecha de caducidad cuando vendan al bebé, que es el motor de la historia que provoca la reunión de este grupo de perdedores.

Aunque como digo, debido a la historia no puedo decir que Broker esté mal pero tampoco especialmente bien. De hecho, me resulta curioso (o no tanto) cómo debido a como es la cultura coreana, aunque los personajes tienen a su alcance una opción para intentar ser felices juntos, al final eligen pagar por sus crímenes e ir a la cárcel, resaltando el elemento moralizante de «el crimen no compensa» tan de moda en el cine americano de los años 30 y 40 que sigue vigente en el cine asiático.

Otro elemento con el que no acabé de conectar es el no final de la historia. Porque una cosa es plantear un final abierto y otra que varios personajes desaparezcan sin más. Aparte, hay un crimen al final cuya no resolución también me dejó perplejo ante la falta de ganas de dar un final a la historia que resultara satisfactorio. Por todos estos motivos, Broker entraría en la categoría de «sin más».

Comparto el trailer de la película:

Me gustaría poder decir que Broker me ha gustado más de lo que lo ha hecho. Con todo, como arranque de 2023, no me parece mal.

PUNTUACIÓN: 5.5/10

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Crítica de Coda: Los sonidos del silencio de Sian Heder

Dentro del repaso de las películas que han recibido una nominación al Oscar a Mejor Película, hoy toca hablar de Coda: Los sonidos del silencio, remake americano de una película francesa que ha dirigido Sian Heder que da visibilidad al mundo de las personas sordas.

PUNTUACIÓN: 6,5/10

Ruby (Emilia Jones) es el único miembro oyente de una familia de sordos. A sus 17 años, trabaja por la mañana con sus padres y su hermano en Gloucester, Massachusetts, antes de ir a clase, tratando de mantener a flote el negocio pesquero familiar. Ávida de encontrar nuevas aficiones, Ruby decide probar suerte en el coro de su instituto, donde no sólo descubre una latente pasión por el canto, sino también una fuerte atracción física por el chico con el que debe realizar un dueto. Su entusiasta profesor (Eugenio Derbez) ve algo especial en ella y la anima a que piense en la posibilidad de entrar en la escuela de música, algo que la obligaría a tener que tomar una decisión de cara a su futuro: o sus estudios, o su familia. (FILMAFFINITY)

Sian Heder (Massachusetts, 1977) es una guionista y directora norteamericana. En 2005, Mother, el primer cortometraje de Heder como directora y guionista, ganó el Gran Premio del Jurado al «Mejor Cortometraje Narrativo» en el Festival de Cine de Florida. En 2010, Heder ganó un premio Peabody, junto al resto de guionistas de la serie de televisión estadounidense Men of a Certain Age. En 2011, escribió y dirigió una comedia corta, Dog Eat Dog (A Short Tale) protagonizada por Zachary Quinto. Además, trabajó de guionista en el tres primeras temporadas de Orange Is the New Black, y en 2015 dirigió Tallulah protagonizada por Elliot Page y Allison Janney.

Coda es un remake en inglés de la película francesa de 2014 La familia Bélier, dirigida por Éric Lartigau. La película de 111 minutos con fotografía de Paula Huidobro, montaje de y música de Marius De Vries. La película se estrenó en el Festival de Cine de Sundance de 2021, con una acogida super positiva que hizo que Apple adquiriera los derechos de distribución por una cifra récord en el festival de 25 millones de dólares. Ha sido nombrada una de las 10 mejores películas de 2021 por el American Film Institute. Recibió tres nominaciones en la 94.ª edición de los Premios Óscar, incluida la de Mejor película, Mejor Guión adaptado (Sian Heder) y Mejor Actor Secundario (Troy Kotsur), además de recibir numerosas nominaciones para los Premios Globos de Oro.

La película está interpretada por Emilia Jones (Locke and Key, Utopia, Doctor Who) como Ruby Rossi, una chica adolescente que ama la música y ayuda a su familia, todos sordos, en su barco pesquero además de asistir al instituto local. La familia de Ruby está formada por tres actores sordos: Troy Kotsur como su padre Frank. Daniel Durant como su hermano mayor Leo y la ganadora de un Oscars Marlee Matlin como Jackie, su madre. Se da la circunstancia que Matlin, Kotsur y Durant ya se conocían por su colaboración en el musical de Broadway de 2006 Spring Awakening. Eugenio Derbez interpreta al profesor de canto de Ruby, Bernardo Villalobos / Mr.V, mientras que Amy Forsyth interpreta a Gertie, una amiga de Ruby, y Ferdia Walsh-Peelo interpreta a Miles, un amigo del coro de Ruby.

Empezando por los elementos positivos, lo más destacado de la película es la complicidad y empatía que genera la familia protagonista formada por tres personas sordas y una que no sufre esta discapacidad. Emilia Jones es una estupenda protagonista interpretando a la joven Ruby cuyo sueño es dedicarse a la música. Además de tener una voz super bonita y reconocer que me encantan sus canciones en la película, ha aprendido perfectamente el lenguaje de signos y tiene una química perfecta con el resto del reparto, vendiéndome que es una persona con audición que ha vivido toda su vida con personas sordas y les cuesta socializar con el resto del mundo.

La película tiene dos escenas con la sordera de protagonista que están bien muy bien resueltas y son super emocionantes. La primera es cuando el padre de Ruby Frank (Troy Kotsur) está en el concierto del instituto en el participa su hija y aunque no puede escuchar a su hija, descubre el efecto que la voz de su hija tiene entre el público. La segunda es la audición de Ruby en la que además de cantar como los ángeles, canta la canción en lenguaje de signos para su familia. Estas dos escenas son super chulas y de largo lo mejor de la película.

La decisión de elegir a actores sordos me parece un acierto total, y en general me gustan todos los elementos de producción. La fotografía es super correcta, y las escenas tanto en el barco cuando salen a faenar como las localizaciones alrededor de Gloucester, Massachusetts donde se rodó la película transmiten realismo. Para ser una película de casi dos horas no se me hizo larga y la verdad es que se ve con agrado.

Sin embargo, dentro que todo es correcto, la historia es una sucesión de tópicos que sería intercambiable con cientos de historias de jóvenes que luchan por alcanzar su sueño, con el único añadido en esta película de las personas sordas. Tampoco existe un drama real en todo lo que nos cuentan y todo sucede dentro de los convencionalismos de este tipo de historias de forma que no hay ni un sola sorpresa durante todo el visionado.

Justo el año pasado cuando Sound of Metal (Darius Marder) me voló la cabeza por su genial representación del mundo de la sordera y cómo afecta a los que lo sufren, con un increíble Riz Ahmed. Dentro que entiendo que toda película que muestra el mundo de la sordera es positivo en lo relativo a la representación y visibilización de este colectivo, en la comparación con esa película, el minidrama de Coda queda como lo que es, un melodrama de domingo por la tarde de Antena 3. Y ni siquiera uno de los mejores.

Y esto es quizá lo peor de todo, la sensación de película correcta sin más que es inflada no por sus valores cinematográficos sino por aspectos de representatividad y visibilización de colectivos con problemas. En todo caso, dado que seguro no hubiera visto Coda de no ser por su nominación, entiendo que el objetivo de visibilización lo han conseguido.

Comparto el trailer de la película:

Dentro de la corrección general, reconozco que no entiendo la nominación a Mejor Película en los Oscars de Coda, ni en general todos los premios y nominaciones que ha recibido. Está genial lo de dar visibilidad a colectivos que no suelen tenerla, como son las personas sordas, pero como película es super montonera y olvidable.

PUNTUACIÓN: 6,5/10

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