Primeo Video ha incorporado en su catálogo la histórica serie Battlestar Galactica, así que me pongo a verla empezando por la miniserie de 2003 que reinició la historia, para comprobar que tal le ha sentado el paso del tiempo.
PUNTUACIÓN: 7/10
Remake en formato de miniserie de 2 capítulos de la mítica serie de TV de 1978 creada por Glen A. Larson, que dio lugar, a modo de prólogo, a la serie Galáctica: Estrella de Combate que tuvo una duración de 4 temporadas (2004-2009). En una galaxia lejana residen «Las doce colonias», una civilización que ha permanecido en paz durante más de 40 años con unas máquinas, los “Cylones», creadas por generaciones de hombres años atrás. Con la ayuda involuntaria de un científico humano llamado Gaius Baltar (James Callis), los Cylones lanzan un ataque fulminante contra las Colonias, destruyendo los planetas y devastando a sus poblaciones. De una población de varios miles de millones, solo sobrevive una población de 50,000 personas, la mayoría a bordo de naves espaciales civiles que no estaban cerca de los ataques iniciales. De toda la Flota Colonial, solo la nave Battlestar Galactica dirigida por el Comandante William Adama (Edward James Olmos) sobrevivió al ataque, al tratarse de una nave antigua sin las actualizaciones que fueron hackeadas por los Cylones. Ahora, deberán escapar del acoso de los Cylones para intentar que la raza humana tenga una oportunidad de sobrevivir.
Galáctica, creada por Glen A. Larson 1978, fue una de las series de mi niñez, y sació en parte mi sed de aventuras espaciales después que La Guerra de las Galaxias me volara la cabeza. La Galactica original es una de esas series que mejor no volver a ver porque creo que habrá envejecido tremendamente mal. Durante años, el actor Richard Hatch (Capitán Apolo de la versión original de la serie) hizo numerosos esfuerzos para revivir la serie, bajo la premisa de continuar el concepto original. Finalmente, en 2002, Universal Pictures (la propietaria de los derechos de Battlestar Galactica), optó por una nueva versión en lugar de una secuela. David Eick contactó con Ronald D. Moore para el desarrollo de la miniserie Battlestar Galactica, escribiendo entre ambos los guiones con los objetivos de actualizar la serie clásica, a la vez que plantear una historia lo bastante abierta que dejara la puerta abierta para una continuación en forma de serie de televisión, en caso que esta miniserie de dos episodios fuera exitosa, cosa que acabó sucediendo el año siguiente.
Battlestar Galactica fue unánimemente alabada por los críticos, recibiendo numerosos premios, entre los que destacaría los premios a “Mejor Serie de Televisión” en los Premios Saturn de 2003, o el de “Efectos Visuales Sobresalientes en una serie de televisión o película” de la Visual Effects Society, además de recibir varias nominaciones en los Emmy de ese año. Además, esta miniserie fue uno de los programas de cable más vistos de la cadena Sci-Fi.
La serie está protagonizada por Edward James Olmos como el Comandante William Adama, Mary McDonnell como la Presidenta de lo que queda de las Doce Colonias Laura Roslin, Katee Sackhoff como la piloto de combate e instructora de vuelo Kara “Starbuck” Thrace, Jamie Bamber como el capitán Lee “Apollo” Adama, hijo del comandante, James Callis como el doctor Gaius Baltar causante involuntario del genocidio de las 12 colonias a manos de los Cylones, Tricia Helfer como Número 6, una Cylon de apariencia humana que sedujo a Baltar, Grace Park como la piloto de Raptor Grace “Boomer” Valerii y Michael Hogan como el Coronel Saul Tigh, el segundo al mando en la Galactica.
Entrando en materia, la serie original de finales de los 70 era un concepto englobado dentro de la moda galáctica inaugurada por Star Wars en 1977, con una estética post hippie/pop que prefiero no ver porque seguro que ha envejecido extremadamente mal. La principal virtud de esta actualización está en reconocer lo ridículos que eran los Cylones para empezar y la necesidad de crear un antagonista verdaderamente amenazador. Para ello, la incorporación de unos Cylones evolucionados con forma humana que se encuentran en versión durmiente entre los supervivientes esperando el momento de ser activados me parece una idea super brillante. Esta idea permite imprimir a la historia de una cualidad de thriller conspiranoico en la que los protagonistas no sabrán en quien confiar que me gusta mucho y creo que puede dar mucho juego.
Además de esta amenaza oculta, el hecho que sólo la Galactica haya sobrevivido debido a que es un modelo viejo que no pudo caer víctima de los virus informáticos Cylones que destruyeron al resto de la flota permite dar una tensión ante la posibilidad real que un ataque Cylon puede destruir a la humanidad. La figura de Edward James Olmos como el Comandante William Adama es imponente y lo mejor de la serie. además, como buen culebrón, al ponerle en una situación personal complicada debido a su relación con su hijo Apollo y con Starbuck, la novia de su otro hijo fallecido, va a permitir una mayor conexión emocional con todos ellos.
Y además, que además de la vertiente militar tengamos el contraste de la vertiente civil con la figura de Mary McDonnell como la Presidenta de lo que queda de las Doce Colonias Laura Roslin también me parece un acierto total, de forma que hay un contraste y un enfrentamiento entre la Presidenta y Adama. Teniendo en cuenta que sólo 50.000 personas consiguieron sobrevivir al primer ataque Cylon dentro de unas naves mal preparadas para el viaje intergaláctico, la tensión dentro de las diferentes naves seguro va a incrementarse durante la serie.
Sin embargo, tengo dos grandes problemas con esta miniserie. El primero son los TERRIBLES efectos especiales y en general el diseño de producción, que vistos con ojos de 2020 han envejecido horriblemente mal. Estos dos episodios de Battlestar Galactica me han recordado lo peor de muchas series de ciencia ficción televisivas, que constreñían su creatividad y sus buenas ideas por culpa de la falta de presupuesto. No es sólo que las escenas espaciales sean feas horribles y caóticas a propósito para intentar ocultar la falta de medios. Es que el 90% del tiempo todos los planos de la serie son planos medios centrados en los personajes para intentar ocultar la precariedad de decorados y sets.
Para empeorar las cosas, excepto Edward James Olmos y Mary McDonnell, el nivel de las interpretaciones del reparto me han parecido entre normalito y mediocre, pero siempre dentro de un nivel televisivo flojo. Dentro de esta mediocridad, me han fastidiado especialmente las interpretaciones realmente malas de James Callis como el enloquecido y orgulloso doctor Gaius Baltar, y de Tricia Helfer como la Cylon con forma humana Número 6, que no pasa de ser una mujer objeto mostrando carne con muy poca calidad en su interpretación.
Reconozco que estos dos problemas me han fastidiado bastante durante el visionado, porque la verdad es que la serie cuenta con buenas ideas y su final me deja con ganas con ver cómo continúa la historia en su primera temporada, que se estrenó en 2004.
Comparto el trailer de la película:
Entiendo la categoría de serie de culto de Battlestar Galactica, y entiendo que esta miniserie actualizó exitosamente el concepto de la serie creada 25 años antes. Sin embargo, lo mal que han envejecido los efectos especiales y las interpretaciones excesivamente televisivas han impedido que disfrutara completamente el visionado de esta miniserie.
PUNTUACIÓN: 7/10
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