Diciembre es el mes de Ed Brubaker y Sean Phillips en mi blog, y hoy quiero hacer una parada en el camino de Criminal para analizar su otro comic de creación de propia dentro del sello Icon de Marvel Comics que suele pasar más inadvertido: Incognito, comic que combinaba el género de superhéroes con la paranoia del género de espías, todo ello aderezado con espíritu pulp.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
Desde 2006, Ed Brubaker y Sean Phillips crearon un standard de calidad dentro del género negro gracias a Criminal. Si quieres, puedes leer mis dos primeros artículos en los que analizo en profundidad el volumen 1 con los arcos Coward y Lawless, y el volumen 2 de The dead and the Dying y Bad Night. Durante estos años, ambos autores seguían compaginando su producción de comics de creación propia con otros encargos de “work-for-hire”. De hecho, Brubaker era uno de los arquitectos de Marvel tras crear uno de los mejores comics Marvel del siglo XXI, el volumen 6 de Capitán América, y trabajar en comics como Daredevil, Iron Fist o X-Men.
Mientras luchaban por consolidarse como una de las parejas creativas más reconocidas y reconocibles del mercado, Brubaker y Phillips veían como sus miniseries de Criminal obtenían una aclamación unánime por parte de la crítica, con numerosos premios incluidos, pero las ventas no acababan de explotar. Entiendo que en parte por esto y en parte por probar cosas diferentes que les sacara de su zona de confort, tras Bad Night decidieron realizar un parón en Críminal para cambiar de género con Incognito.
Incognito es en muchos aspectos una obra heredera de Sleeper, uno de sus mejores comics publicado dentro del sello Wildstorm de DC Comics. Sleeper es un comic maravilloso con un final perfecto que sigue siendo una de mis obras favoritas de Brubaker y Phillips al utilizar a los superhéroes de Wildstorm en una histoira que es más géreno de espionaje y conspiranoico que otra cosa. Lamentablemente para ellos, al ser un trabajo de encargo, no son los propietarios de la obra ni tienen opinión en la forma en que DC editó los tomos recopilatorios, que incluyen varios errores nunca arreglados por DC que le molestan tanto a Brubaker que incluso lo hizo público en las páginas de Criminal.
En mi opinión, dado que Sleeper nunca será de su propiedad, cosa que por otro lado sabían cuando firmaron el contrato con Wildstorm, creo que Brubaker y Phillips decidieron crear su alguna manera su propio “Sleeper” usando los elementos más exitosos de dicha obra. Además, teniendo en cuenta que el noir es un género minoritario en el mundo del comic, creo que esperaban que al poder vender Incognito como SU comic de superhéroes, las ventas iban a ser mucho mejores que las de Criminal. Y el caso es que su apuesta les salió bien, dado que durante los años siguientes mientras publicaron a través de Icon, Incognito fueron sus grapas y tomos más vendidos.
Incognito se compone de dos miniseries (hasta la fecha): Incognito e Incognito: Bad Influences, que voy a pasar a analizar por separado:
INCOGNITO
Los creadores de Criminal y Sleeper te ofrecen la más alocada y diabólica visión que jamás hayas leído de los supervillanos de cómic. Imagina que eres uno de ellos. Imagina que te has acogido al programa de protección de testigos. Imagina que eres incapaz de olvidar los días en los que no tenías que seguir las leyes que acatan todos los demás. ¿Podrías llevar una vida aburrida después de años y años de diversión y destrucción? Ed Brubaker y Sean Phillips vuelven al tajo con una obra imprescindible.
En diciembre de 2008, recién finalizada Bad Night, la cuarta miniserie de Criminal, Brubaker y Phillips publicaron el primer número de Incognito, que fue una miniserie de 6 números que terminó en agosto de 2009. Tras esta miniserie, Criminal volvió con el comienzo de The Sinners, la siguiente miniseries de Criminal, que reseñaré dentro de unos días.
El concepto básico de Brubaker era recuperar el espíritu de los antiguos magazines pulp con personajes como Shadow o Doc Savage, anteriores al nacimiento en 1938 de la Edad Dorada de los superhéroes con el Action Comics 1 de Jerry Siegel y Joe Shuster, para crear un mundo de seres super poderosos con unas raíces más urbanas, más oscuras que los universos superheroicos existentes en ese momento. Además, otro concepto básico de Incognito era crear una historia contada desde el punto de vista de un villano, no del héroe puro tradicional, como forma de construir una historia diferente a lo que se estaba publicando en ese momento en Estados Unidos.
De esta forma, si en Sleeper Holden Carver era un agente “bueno” infiltrado en la organización criminal de Tao que tenía que sobrevivir tanto frente a las rencillas con sus compañeros criminales como frente a las fuerzas de I.O. Que intentan detenerle vivo o muerto al no saber que es un agente infliltrado, en Incógnito tenemos a un villano, Zack Overkill, que trata de acostumbrarse a la vida civil dentro de un programa de protección de testigos mientras intenta evitar que los soldados de The Black Death, el supervillano inmortal al que ayudó a encerrar al testificar contra él, le encuentren y acaben con él.
Como véis, el concepto inicial de ambas series sería el mismo, aunque con Incognito dándole la vuelta a Sleeper. Además, también hay que resaltar que a partir de este high-concept inicial, las aventuras de Zack Overkill van a dar un montón de giros, al tratarse de un personaje que no sabe quien es realmente y se ve obligado a vivir una vida que es una mentira para sobrevivir en este mundo hostil.
El mundo de Incognito se nutre de las historias pulp y sus héroes científicos y justicieros, y tiene como punto de partida la llegada a la Tierra de un meteorito del que surgieron tres seres inmortales: el villano Black Death antes mencionado, y el Doctor Zeppelin y Lazarus, los héroes que se le opondrán. A partir de estos 3 personajes surgieron a lo largo de los siglos el resto de los seres super poderosos que pueblan este mundo, con el interesante elemento que el Special Operations Service liderado por el Profesor Zeppelin mantiene a raya a los villanos manteniendo oculta la existencia de estos villanos, creando cortinas de humo como huracanes repentinos o explosiones de gas para justificar la destrucción ocasionada por los combates entre héroes y villanos.
En este mundo, los personajes tienen nombres rimbombantes nada realistas pero muy comiqueros como pueden ser el propio protagonista Zack Overkill, en el lado de los buenos el Professor Zeppelin, su hija Zoe Zeppelin o el Colonel Von Chance (una especie de Cable tecnificado). Por el lado del mal, tenemos al también mencionado Black Death (¿puede un villano tener un nombre más malévolo?), Ava Destruction, el Doctor Lester, Ajax o Firethunder.
Otro elemento importante a destacar del mundo creado por Brubaker, que entiendo que conecta con las historias pulp, es que aunque el Profesor Zeppelin y S.O.S. son los «buenos», en modo alguno puede decirse que sean seres de luz pura como Superman o el Capitán América. Muy al contrario, muestran unas actitudes un tanto fascistas, realizando lobotomías a villanos detenidos, encerrando sin juicio a Black Death, o mintiendo a la sociedad americana a la que le ocultan la realidad de la existencia de seres super poderosos, teniendo con un poder casi absoluto que les permite hacer casi lo que quieran sin tener que rendir cuentas ante nadie. O al menos por lo mostrado en esta primera miniserie.
Veo cómodo a Sean Phillips dibujando Incógnito, que contó con su colaborador habitual Val Staples en el color, aunque su estilo realista no me acaba de casar bien con la demostración de habilidades super humanas o los personajes excesivamente musculados de esta serie, que se me hacen un pelín irreales. Reconozco que esto es quizá por estar acostumbrado al mundo realista y oscuro de Criminal, pero no puedo dejar de mencionarlo.
Como en otros comics de Brubaker y Phillips, el sexo está mostrado explícitamente y sirve para presentar a unas mujeres desequilibradas que buscan consuelo ante unos traumas previos. Y a la hora de presentar mujeres sexis con un toque peligroso y desequilibrado, no hay quien le gane.
Comentaba al principio que parte del high-concept de Brubaker era contar una historia desde el punto de vista de un villano. Sin embargo, esto es sólo la idea inicial, ya que a medida que Zack va conociendo detalles de un pasado que le fue ocultado por los que creía sus amigos y mentores, como el Doctor Lester, Zack va a realizar un viaje de la oscuridad hacia la luz.
Los 6 números de Incógnitos son super entretenidos, se leen en un suspiro y aunque parece que no pasa gran cosa en cada grapa, hay cambios en el status-quo de Zack en cada número, además de unos estupendos cliffhangers al final de cada número que hacía que la compra del siguiente comic fuera obligatoria.
Sin embargo, este comic en la comparación con Sleeper se me queda por debajo. Quizá al ser un arco de 6 números mientras que Sleeper estuvo planteada como temporadas de 12 números, la historia no tiene el mismo carisma ni los personajes transmiten la personalidad de la obra previa. Es un comic muy entretenido que ofreció un soplo de aire fresco y que merece ser leído, pero que no calificaría como una obra top de esta pareja.
Como extras de estos comics, la escritora Jess Nevins escribió unos artículos centrados en la historia de los personajes pulp en los que se inspiraron (en espíritu, no en algo concreto) Brubaker y Phillips para crear Incognito: The Shadow, Doc Savage, The Spider, Operator, Fu-Manchu y The Zeppelin pulps. Unos artículos interesantísismo que son además un detalle muy chulo y el perfecto complemento para el comic.
En resumen, Incognico fue un comic interesante con alguna idea interesante, pero que no llegó, en mi opinión, al nivel de sus comics de Criminal o Sleeper:
PUNTUACIÓN: 7.5/10
INCOGNITO: MALAS INFLUENCIAS
¡El regreso de la más aclamada obra de Ed Brubaker, nominada a tres premios Eisner! Ha pasado un año desde que Zack Overkill comenzó a construir una nueva vida bajo el programa de protección de testigos. Pero trabajar para el gobierno no es lo mismo que ser controlado por él, y la nueva identidad de Zack se está volviendo cada vez más problemática. Su siguiente misión le llevará de vuelta a uno de los rincones oscuros de un mundo al que antes pertenecía y que pensó que nunca volvería a ver…
Brubaker y Phillips publicaron Criminal: The Sinner tras terminar la primera serie de Incógnito, y justo a continuación volvieron para esta segunda, y de momento, última serie. Bad Influences fue una serie de 5 números publicada en tre octubre de 2010 y abril de 2011. Tras ella, inmediatamente empezó la publicación de Criminal: Last of the Innocent, una de sus mejores obras y con la que este Incognito comparte un elemento metalingüistico que ofrece un giro super novedoso a esta historia.
Si la primera miniserie contó la transformación de un villano en un héroe, ofreciendo un final feliz, esta segunda serie plantea realizar el viaje opuesto, devolviendo a Zack Overkill al mundo de la oscuridad, y rompiendo la narrativa clásica de redención de los personajes.
La historia, de nuevo con conexiones con Sleeper, plantea que Zoe Zeppelin obliga a Zack a volver al mundo criminal en el que nació para intentar encontrar a Simon Slaughter, un operativo de S.O.S. que se infiltró en la organización criminal Level Nine y con el que se perdió toda comunicación hace meses o años. La misión de Zack es sencilla, extraerle si es posible, acabar con él si se ha vuelto malo antes que se haga con el control de Level Nine.
En paralelo, alguien ha encontrado la ropa y armamento de Lazarus, el tercer inmortal de este mundo que fue asesinado hace décadas por Black Death, y busca venganza contra Zack y contra toda persona perteneciente a los bajos fondos criminales de la ciudad.
Todos los personajes se mueven por los grises, incluso Zoe Zeppelin que en la primera miniserie parece una heroina «pura» ahora se aprovecha de Zack. Por un lado, con unos encuentros sexuales en los que ella no quiere nada más con Zack que sexo, y luego en su función de jefa de S.O.S., forzando su retorno a un mundo que le quiere ver muerto. Y su evolución hace que acabe volviéndose igual de cínica que Von Chance.
Un tema recurrente de esta miniserie es que para S.O.S., las personas no son capaces de redimirse con sus acciones, de forma que aunque Zack lleva meses trabajando con ellos y derrotando a muchos super villanos, para el Coronel Von Chance, «una vez villano, siempre villano» y cuenta los días en que Zack les va a traicionar, incluso a pesar que Zack no ha hecho nada para que duden de él y acepta la misión aún a sabiendas que es casi suicida.
A pesar de ser entretenido y como siempre contar con bastantes giros interesantes, el comic se mueve por terrenos muy funcionales casi como si Brubaker estuviera escribiendo con el piloto automático. Sin embargo, todo esto salta por los aires en el quinto número en el que por fin asistimos a la reunión de Zack con Simon Slaughter, el agente infiltrado al que tiene que rescatar.
Y el giro viene porque Slaughter por un segundo rompió la cuarta pared del comic y nos vio a nosotros, los lectores, buscando entretenimiento a su costa, por lo que le dice a Zack:
-«¿No te preguntas por qué siempre terminas en el peor sitio?
-No importa lo que hagas, la vida siempre parece algún tipo de trampa.
-No existe el bien ni el mal, solo hay giros y sorpresas.»
Este elemento me recordó al mítico comic de Animal Man en el que Buddy le habla a Morrison y le acusa de hacerle la vida imposible solo para el disfrute de los lectores. Además, esto creo que le sirve a Brubaker para «denunciar» que los lectores tampoco debemos tomarnos tan es serio estas historias, ya que al final se crean sobre la marcha para entretener y no tienen por que ser perfectamente coherentes ni tener un sentido perfecto. No pasa nada si en ocasiones las cosas no encajan o parecen una locura, ya que probablemente lo sean. Sin embargo, esto al final lo sufren unos personajes que son forzados a vivir de mala manera y «sufren» las consecuencias de nuestro entretenimiento.
Quizá Malas Influencias vuelve a sufrir por ser una miniserie demasiado corta en la que por el propio elemento metatextual Brubaker no quiere que empaticemos con los personajes al no ser personas de carne y hueso sino elementos de papel que sirven para contar la historia, construyendo toda la narración para rompernos las expectativas con el giro total del Slaughter que prácticamente no tenía nada que ver con lo visto hasta ese momento. Este detalle la verdad es que es interesante, pero al final es lo único que sobresale de un comic que encuentro correcto en todo.
Jess Nevins vuelve a escribir los 5 artículos de esta miniserie basados en otros personajes pulps: The hero nobody remembers, G-8, Captain Future, Nick Carter y Pulp Villains, siendo de nuevo el perfecto complemento de esta serie.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
El domingo vuelvo al mundo de Criminal analizando las miniseries The Sinners y The last of the Innocent realizadas en paralelo a este Incógnito. ¡Te espero!
Espero tus comentarios sobre la serie. Y como siempre, si os gustó el artículo sobre Incógnito, os agradezco los me gustas y que lo compartáis en redes sociales.
¡Saludos a todos!