No vi en su día Hellboy de Neil Marshall. Aprovechando su estreno en Prime Video me ha quitado la espinita que tenía clavada y me he encontrado con un correcto entretenimiento que aunque no sea ninguna maravilla probablemente no mereciera el vapuleo mediático y el boycott que sufrió de una parte del fandom.
PUNTUACIÓN: 6/10
La Agencia para la Investigación y Defensa Paranormal (AIDP) encomienda a Hellboy (David Harbour) la tarea de derrotar a un espíritu ancestral: Nimue, conocida como «La Reina de la Sangre». Nimue fue la amante del mismísimo Merlín durante el reinado del Rey Arturo, de él aprendió los hechizos que la llevaron a ser una de las brujas más poderosas… Pero la locura se apoderó de ella y aprisionó al mago para toda la eternidad. Hace siglos consiguieron acabar con esta villana, enterrándola profundamente, pero ha vuelto de entre los muertos con la intención de destruir a la humanidad con su magia negra.
Hellboy fue creado por Mike Mignola en 1993 como una curiosidad en el San Diego Comic-Con Comic nº2, y su popularidad ha ido creciendo hasta el punto de ser probablemente el personaje de creación propia más conocido surgido de la editorial Dark Horse. Es curioso resaltar que su primera miniserie Seeds of Destruction de 1994 estuvo co-guionizada por John Byrne, ya que Mignola en ese momento no tenía la confianza suficiente en sus dotes cómo escritor. Sin embargo, su popularidad fue creciendo de forma exponencial con el paso de los años, habiendo protagonizado además de sus comics, varios video-juegos, películas de animación y tres películas en imagen real. Lo cierto es que para ser un personaje indy los fans del personaje y el propio Mignola deberían estar más que satisfechos.
Hellboy fue descubierto por el gran público gracias a Guillermo del Toro y sus dos películas estrenadas en 2004 y 2008. Las películas de Del Toro cimentaron la reputación del director mexicano como un estupendo autor de género fantástico con un sello distintivo como era su capacidad para construir de mundos. Sin embargo, hay que reconocer que aunque rentables, no fueron grandes éxitos de taquilla, y diría que Mignola no debió acabar del todo contento con el resultado final, al buscar de cara a esta tercera película un cambio que la acercara más a su visión del personaje.
Del Toro quería escribir y dirigir la tercera película que cerrara de alguna manera “su” trilogía. Al serle ofrecida únicamente labores de productor, abandonó el proyecto llevándose a Ron Perlman con él, por lo que se optó por empezar de cero con una nueva historia que sin embargo no contara una historia de origen. Mignola escribió un tratamiento junto a Andrew Cosby, que aparece acreditado como guionista juntoa a Christopher Golden.
Los anuncios de la contratación del veterano director Neil Marshall (Dog Doldiers, The Descent) y una apuesta por el terror frente a la sensibilidad fantástica de Del Toro, con la intención de estrenar una película R (para adultos) que garantizara altas dosis de sangre y (posiblemente) violencia enviaban señales que la película podía ir en la buena dirección.
La película se rodó en 2017 en localizaciones de Gran Bretaña y Bulgaria. Hellboy contó con fotografía de Lorenzo Senatore, tras sustituir al colaborador de Marshall Sam McCurdy, montaje de Martin Bernfeld y música de Benjamin Wallfisch.
Además de la fidelidad al material original, el casting de la película a priori apuntaba que podía ser otro de sus puntos fuertes. El veterano David Harbour (Stranger Things) fue elegido como Hellboy (Anung Un Rama ) el demonio criado entre humanos que trabaja para la organización gubernamental llamada Oficina de Investigación y Defensa Paranormal (BPRD en inglés). Ian McShane (Deadwood, John Wick, American Gods) es Trevor Bruttenholm, el padre adoptivo de Hellboy y fundador del BPRD mientras que Milla Jovovich interpretaría a Nimue, la Reina de Sangre que busca destruir a la humanidad. Sasha Lane interpreta a Alice Monaghan, una medium que fue salvada por Hellboy de niña y que ahora le devolverá el favor.
La polémica surgió al tener que abandonar Ed Skrein la producción al ser acusados los productores de whitewashing, al darle el papel de Ben Daimio, un multiforme miembro del BPRD de ascendencia japonés-estadounidense. Finalmente, el papel fue interpretado por Daniel Dae Kim, pero esta controversia se unía a que los fans de Guillermo del Toro habían llamado a boycotear la película al no dirigirla él, obviando el pequeño detalle que el creador del personaje es Mike Mignola, y él tenía todo el derecho de querer ver una versión más fiel de SU personaje en pantalla.
La película contó con un presupuesto de 50 millones y recaudó tan sólo 55 millones en todo el mundo. A las anteriores polémicas y unas críticas desastrosas que hundieron a la película a los pocos días del estreno, se unieron dos controversias que también perjudicaron a la película. En primer lugar, en España se hizo público que la copia que se estrenaría en cine NO era la versión “sin censura” de la película que los fans esperábamos dado su calificativo “R” inicial, al haberse eliminado del montaje alrededor de 30/45 segundos de escenas gores, casi en cada escena de acción, que sí podrían verse en una versión “un-rated” en Blu-ray. Esto fue un bajonazo importante.
Pero casi peor fue conocer los problemas que tuvo la producción, con peleas constantes de los productores Lawrence Gordon y Lloyd Levin con el director Neil Marshall en el set de rodaje, creando una atmósfera tensa para el equipo de producción y el reparto, que fue lo que precipitó la sustitución del director de fotografía, además de problemas con el montaje final que se iba a estrenar. Todos estos hechos ayudaron a crear una atmósfera negativa que claramente perjudicó a la película. De hecho, a pesar de ser lector de comics y fan del fantástico, yo decidí no verla en el cine. Y si yo que era público objetivo no la vi, ni que decir de la gran mayoría a los que las películas fantásticas no les gustan.
Hecha esta larga introducción, os estaréis preguntando qué me pareció la película, ¿no? Vamos a ello!!
Comentaba al inicio que Hellboy, no siendo ninguna maravilla, me había gustado. Más incluso de lo que esperaba teniendo en cuenta todo lo anterior. De lo que estoy seguro es que no mereció el vapuleo mediático y el boycott que sufrió, lo que me muestra a unos medios de comunicación sobre todo americanos ávidos de polémicas y controversias de las que sacar punta que parece que huelen la sangre cuando algo tiene problemas y no dudan a ir a degüello.
Empezando por los elementos positivos, ¡¡la nueva imagen de Hellboy me parece cojonuda!!! La versión de Del Toro me parecía super acartonada e irreal, nunca conecté con Ron Perlman y su caracterización con toques de humor. No hay duda que Marshall y los productores llegaron con la versión aprendida, porque empezando por el rojo de su piel, el pelo con la coleta y los detalles toscos de sus cuernos y vestuario, me lo creo todo y me parece la versión definitiva del personaje.
Unido a esto, alucino también con la interpretación de David Harbour. Aparte de tener la presencia física que requiere el personaje, Harbour opta por dar un tono macarra tanto a su voz como a su expresión corporal que le va como anillo al dedo al personaje. Y además le suma ansiedad por ser aceptado y formar parte de algo, un chaval que a pesar de su chulería le duele que la gente le vea como un monstruo, algo que él en parte sabe que es lo que es, dada su procedencia infernal. Harbour aporta unos matices super interesantes a Hellboy y veo totalmente justificado que el actor expresara que estaba super orgullosos de su trabajo en la película, a pesar que en todo trabajo colectivo hay elementos fuera de su control.
La película dura dos horas que son de puro entretenimiento. Todo el rato están pasando un montón de cosas y como en una buena peli de James Bond, hay un montón de localizaciones y situaciones diferentes. Este Hellboy acierta con el tono de aventura terrorífica con mucha acción y gore, frente a la historia fantástica con gotas de humor de la versión de Del Toro.
El guión parece una enciclopedia de Hellboy debido a la gran cantidad de personajes y situaciones inspiradas en el comic original. Casi parece que al no estar seguros si iban a poder hacer una cuarta película, los productores hubieran optado por no guardarse nada e intentan encajar todo el lore de Hellboy en un único contenedor. Esto y el claro intento de crear un tono más cercano al comic lo veo también como detalles a de agradecer. Aunque no todo funciona, luego comentaremos, al menos el intento iba bien encaminado.
El guión presenta también una idea interesante al hacer que Nimue realmente tenga motivos “justificados” para querer destruir a la humanidad, al mostrar en el prólogo que ella buscaba una paz del mundo sobrenatural con los humanos pero fue traicionada por Merlín y el Rey Arturo, debido a su egoísmo y afán de poder. Que los humanos con su actitud depredadora fueran igual de malos que los monstruos crea un dilema moral que justificaría la duda que muestra Hellboy sobre a qué bando debe lealtad.
En resumen, planteada como un entretenimiento sin pretensiones para un público fan del personaje o que busque una punkarrada de acción que se aleje del entretenimiento para todos los públicos de otras producciones basadas en personajes de comic, algo similar a lo que fue Deadpool en su día aunque sin el mismo humor, creo que Hellboy cumple con lo que planteaba.
Creo que en parte Harbour acertó cuando vió que muchas críticas fueron injustas con la película al compararla con las películas de Marvel, al plantear otra cosa. La metáfora del chocolate y que la gente se quejara que Hellboy no era un buen chocolate cuando ellos realmente ofrecían vainilla, es muy acertada.
Dicho esto, veo un montón de buenas intenciones en Hellboy, pero la ejecución en la mayoría de momentos no está a la altura. Empezando por los elementos negativos, voy a empezar con una pequeña maldad, ya que contratar a Milla Jovovich fue el pecado original que mató la película, porque todos sabemos que es imposible que una película de Jovovich del siglo XXI sea buena.
Bromas aparte, ella está correcta dada las limitaciones del personaje, comentaba que la película es entretenida y pasan muchas cosas, pero siendo cierto, la narrativa no consigue crear tensión en ningún momento, hasta el punto de parecer que estamos casi en un video-juego en el que todo es repetitivo: Hellboy llega a un sitio, hay un monstruo, lo mata y pasamos a la siguiente pantalla. Los secundarios están ahí, lo intentan pero tienen el carisma de una maceta entre otros motivos porque el guión toca muchos palos sin dar profundidad a nada. Sólo las tablas de McShane hacen que su personaje tenga cierto empaque, lo malo es que casi no aparece en pantalla.
Hay que decir que los 50 millones de presupuesto lucen geniales en pantalla y creo que la producción aprovecha bien los recursos a su disposición. Excepto por algún momento puntual que sí canta, el gore y el CGI están razonablemente bien conseguidos y creo que este Hellboy puede mirar de tú a tu a blockbusters como Wonder Woman 1984. Aunque claro, esto es más demérito de Patty Jenkins que acierto de Marshall.
El verdadero problema de Hellboy es un climax que es un despropósito en el que no hay ninguna tensión. Los personajes se juntan… y sin más, la película se terminó. Comentaba antes la idea interesante sobre que los humanos atacaron y engañaron primero y que Nimue tiene motivos de estas mosqueada al ser los humanos igual de malos que los monstruos o incluso peores. Lo malo es que esto no va a ningún lado y al final al ser “la mala” muere de la forma más tonta en un final que fue un anticlimax que me dejó muerto.
Por otro lado, la película insiste en mostrar a humanos intentando matar a Hellboy por ser un monstruo e incluso sus aliados de BPRD preparando planes de contingencia contra él debido a profecías que indican que él provocará el fin del mundo. Hellboy por su parte no deja de hacer el bien pero se pregunta porqué vivir con los humanos cuando su apariencia y origen es el infierno. Todo ello busca general una duda sobre si en el momento clave, Hellboy se unirá a Nimue, pero es una tensión que nunca es real porque a pesar de lo que los personajes dicen de él, Hellboy siempre hace lo correcto, lo que contradice la supuesta lucha interna que no llegamos a creernos en ningún momento.
En todo caso, no siendo gran cosa, la película no es el despropósito que se pintó previamente, no se si por gente que esperaba ver una comedia romántica o yo que se. Aunque ya digo que falta tensión en toda la narrativa, el guión hace que los personajes se comporten de forma lógica sin cometer locuras, e incluso fallando el climax por este motivo, todo sucede de forma lógica, lo cual ya es más de lo que puede decir un gran porcentaje de películas y series estrenadas que son un todo vale continua (si, te miro a ti, Álex de la Iglesia).
Comparto el trailer de la película:
Viendo la película sin prejuicios previos, Hellboy cumple y entretiene, aunque reconozco no me deja con ganas de volverla a ver. Teniendo en cuenta que está disponible en Prime Video, puede servir perfectamente para una noche entre semana en la que no sabes qué ver.
PUNTUACIÓN: 6/10
Espero vuestras opiniones en la zona de comentarios. Y si te gustó elartículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.
¡Saludos a todos!