Me ha dejado muy pillado Otra ronda, la película de Thomas Vinterberg sobre la cultura del alcohol en Dinamarca, con un Mads Mikkelsen en modo DIOS de la interpretación y que ganó el Oscar a Mejor Película de Habla No Inglesa.
PUNTUACIÓN: 8/10
Cuatro profesores de instituto se embarcan en un experimento sociológico en el que cada uno de ellos deberá mantener la tasa de alcohol en su cuerpo al mismo nivel, durante su vida diaria, intentando demostrar de esa manera que pueden mejorar en todos los aspectos de su vida.
Thomas Vinterberg es un director de cine danés y cofundador del movimiento cinematográfico Dogma junto a Lars Von Triers. Un movimiento que buscaba emular a François Truffaut y sus ensayos en la revista francesa Cahiers du Cinéma que buscaron y en parte consiguieron cambiar la forma académica en que se valora el cine, algo que llega hasta nuestro días.
El Manifiesto del Dogma 95 y el Voto de Castidad planteaban una vuelta a los orígenes del cine y al naturalismo más extremo, rechazando todo lo que no fuera natural y rodado y grabado en ese mismo momento, no sólo el uso de efectos especiales visuales o la edición de sonido, sino incluso el uso de decorados, propugnando que todo debía rodarse el localizaciones reales, para dar el foco a las historias de personas reales.
Vinterberg es especialmente conocido por la celebración (1998), premio del jurado en el Festival de Cannes y aclamada por la crítica y el público. Esta película y Los Idiota de Lars Von Trier puede decirse que son las películas que inauguraron este estilo cinematográfico. It’s All About Love (2003), Querida Wendy (2005), En mand kommer hjem (2007), Submarino (2010), The Hunt (2012), Far from the Madding Crowd (2015) y La comuna (2016) forman el resto de su filmografia previa, en la que merece la pena indicar que en en muchas ocasiones no cumplió con los preceptos que él mismo desarrollo en sus “votos de castidad”, como es el uso de iluminación “cinematográfica” y no realista en varios momentos.
Otra ronda cuenta con guión de Vinterberg y Tobias Lindholm. El germén de la historia nace en una obra de teatro escrita por el propio Vinterberg, que fue modificada con historias de la cultura del alcohol de la juventud danesa que le contó a Vinterberg su propia hija Ida, que falleció durante el rodaje en un accidente de tráfico. Esta desgracia provocó que se modificara la historia para que no fuera sólo «una celebración del alcohol basada en la tesis de que la historia mundial habría sido diferente sin el alcohol» para convertirlo en una celebración de la vida: «No debería tratarse solo de beber. Se trataba de despertar a la vida», en palabras del propio director.
La película de producción danesa cuenta con fotografía de Sturla Brandth Grøvlen, montaje de Anne Østerud y Janus Billeskov Jansen y música de Janus Billeskov Jansen. Otra ronda ha sido universalmente alabada por la crítica, consiguiendo además del Oscar a Mejor Película de Nabla No Inglesa, premios en el London Film Festival, en el Festival de San Sebastian, en el European Film Awards o en el British Academy Film Awards, entre otros galardones.
Mads Mikkelsen está espectacular como Martin, el deprimido protagonista sumido en una crisis de los cuarenta de libro. Sus tres amigos con los que compartirá experimente son Tommy (Thomas Bo Larsen), Peter (Lars Ranthe) y Nikolaj (Magnus Millang), junto a los que destacaría a Maria Bonnevie como Anika, la esposa de Martin, una mujer que vive una relación estancada por la monotonía.
Empezando por los elementos positivos, Mads Mikkelsen es una barbaridad y en esta película su despliegue interpretativo planteado desde el minimalismo me ha dejado loquísimo. Independientemente de todo lo demás, sólo verle a él ya justifica pagar el precio de la entrada para ver Otra ronda. Su personaje es el típico depresivo y víctima de la crisis de los 40, y vive una vida gris y desgraciada en la que dejó que sus sueños murieran por las preocupaciones de la vida real y su matrimonio está a punto de hacerlo también. Su cambio vital debido al experimento y el consumo de alcohol son el hilo conductor de toda la historia y permiten que Mikkelsen se luzca con una interpretación antológica.
Otro elemento loquísimo que me ha dejado muerto es ver la forma en que la cultura danesa no sólo tolera sino que casi alienta el consumo de alcohol entre la juventud y en general cómo está asentado en su sociedad, y no tanto en la danesa sino en toda la nórdica en general. Porque ese es el tema, inicialmente la película se planteó como una celebración del alcohol pero ha terminado siendo vendida como «No debería tratarse solo de beber. Se trataba de despertar a la vida.» Pero la gente aquí bebe, bebe muchísimo. Y también recuerdan que la vida merece ser vivida y disfrutada, pero con una copa en la mano.
La premisa del experimento me parece interesantísima de inicio y ver cómo al estar en el punto «chispa» los cuatro amigos son más brillantes, inteligentes y creativos me ha dejado muy loco. Además, la película nos recuerda a Hemingway o Churchill, grandes personajes cuyas vidas y creatividad estuvieron claramente ligados al alcohol, pero se olvida de todas las muertes que provoca el alcohol directamente por enfermedades derivadas de su consumo excesivo, o los los suicidios provocados por depresiones y otro tipo de enfermedades mentales directamente relacionadas con el alcohol.
Y el caso es que la película es super entretenida y me ha gustado verla a pesar que a priori por la temática no me llamaba mucho, con grandes interpretaciones y momentos impactantes dentro de la sensación de cotidianedad que tiene todo. Pero la apología del consumo de alcohol me parece casi hasta insultante.
De hecho, agradezco que el guión no caiga en atajos tramposos y nos muestre que aunque al principio el experimento funciona de maravilla y ellos son mejores personas y más brillantes, al final el experimento fracasa por el exceso de consumo de los cuatro, y que Martin no consigue salvar su matrimonio, que ya estaba condenado previamente. Además, que de cuatro personas una, el 25%, acabe alcoholizada y muerta, da igual si es por un accidente o por suicidio, es una barbaridad que no debería tomado con tanta ligereza y desparpajo.
Ahora bien, lo que me parece super asqueroso es cómo usan el alcohol para que un chaval apruebe un examen, lo que unido a la por otro lado brillante escena final vendría a resaltar la idea clave de la película, que el alcohol es bueno si se usa con moderación. Y si bebes en compañía, pues todos son más felices y no hay problema ninguno. Y no soy un santo y reconozco que en mi juventud salía de fiesta y alguna vez me emborraché, algo de lo no me siento orgulloso, pero no se si porque tengo un hijo pre-adolescente y este tema me preocupa, pero la banalización del consumo social excesivo del alcohol me preocupa, la verdad. Y el mensaje de la película es 100% ese.
Esto para mi supone un problema grave de la película, pero más allá de lo cuestionable de su mensaje, la verdad es que la película me gustó mucho. Me parece que está maravillosamente bien interpretada y rodada, con unas escenas que se sienten super reales y que podrían suceder sin duda en cualquier instituto o ciudad del norte de Europa. De hecho, quizá por la influencia del Dogma, esta película transmite verosimilitud y realismo por los cuatro costados, por lo que entiendo que el éxito de Vinterberg es bestial.
Comparto el trailer de la película:
Otra ronda me ha volado la cabeza y me ha hecho pensar sobre muchas cosas del mundo en que vivimos. Independientemente de que no esté de acuerdo con algunas de sus ideas claves, me parece un éxito rotundo.
PUNTUACIÓN: 8/10
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