Crítica de Guerra de Veneno 4 de Al Ewing e Iban Coello (Marvel Comics – Panini)

El evento Guerra de Veneno de Al Ewing e Iban Coello se dirige al final con un cuarto número con color de Frank D´Armata que nos trae el regreso de Flash Thompson como el Anti-Veneno.

PUNTUACIÓN: 7/10

¡Los Venenos contra los Zombiontes! Mientras se recrudece la guerra por el control del simbionte, la amenaza de las hordas de Zombiontes no ha hecho más que crecer. ¡Ya es imposible de ignorar! Pero la guerra no ha terminado, y mientras tanto otro contendiente se suma a la lucha.

Este cuarto número me ha provocado sensaciones encontradas. Por un lado, Guerra de Veneno ha sido planteado por Marvel como un EVENTO, pero la publicación de Panini ha provocado que lleguemos a este cuarto número y no hayamos visto las consecuencias de esta historia en ninguna otra colección, lo que ha provocado que su impacto se haya diluido completamente. Por las cosas de la coordinación de historias, en esta cuarto número Peter Parker abandona el edificio para irse a vivir otra aventura en su colección, y su hueco lo cubre Flash Thompson en su identidad de Anti-Veneno. La sorpresa de Flash mola, porque es un personaje al que le tengo mucho cariño desde su etapa como Veneno guionizada por Rick Remender. En relación a Flash, creo que tenemos al Ewing arreglando problemas de continuidad, y lo que hace con Flash me parece algo necesario que el personaje merecía.

Llegamos a este cuarto número y me gusta la forma en que Al Ewing ha llevado la reunión de Eddie Brock con su hijo Dylan, algo que en realidad es el centro de la historia y el núcleo emocional de toda la etapa de Ewing. Sin embargo, en la parte que se supone de «evento», no hemos visto apenas nada de los zombiontes que están arrasando Nueva York. En realidad, me quedo con la relación padre-hijo, porque la idea de los zombiontes es una excusa para crear unos bots sin mente que los héroes puedan cargarse. Pero me parece curioso, porque los anuncios previos indicaban la importancia de esta invasión de seres Venomizados.

Quizá el pero principal es que la familia Brock si siquiera ha empezado a enfrentarse a Meridius y Matanza, que tienen en su poder la Necrolanza. El cliffhanger final está muy chulo y me ha dejado con ganas de saber cómo va a cerrar Ewing la historia. Si bien tengo que reconocer que en cuanto termine este comic me bajo de la franquicia de Veneno. Pero con tan sólo un número para cerrar la historia, no tengo claro cómo lo va a a hacer Ewing para cerrarlo todo de forma satisfactoria en apenas 30 páginas que va a tener el último número. Espero que acierte, desde luego.

Por suerte, el comic está dibujad por Iban Coello con el color de Frank D´armata, que consiguen darle el plus de espectacularidad, diseños de página atractivos y el toque justo de emoción. Hay otros muchos dibujantes de la Marvel actual que no me trasmiten nada, pero con Coello la verdad es que disfruto del comic y ayuda a que quiera volver a por más.

Comparto las primeras páginas del comic:

Guerra de Veneno está llegando a su fin con un cuarto número que lo deja todo listo para el combate final. A ver cómo termina Al Ewing la historia y así puedo bajarme del barco.

PUNTUACIÓN: 7/10

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