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Crítica de Glass, de M. Night Shyamalan

M. Night Shyamalan nos sorprendió en 2017 con Múltiple, una buenísima película excepcionalmente interpretada por James Mcavoy y Anya Taylor-Joy que además tenía una impactante sorpresa a modo de escena post-créditos. Dos años después llega Glass, la película que cierra sorprendéntemente la historia que empezó en 2000 con El Protegido.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Continuando desde donde lo dejó «Múltiple», «Glass» sigue los pasos de David Dunn (Bruce Willis) en su búsqueda de la figura superhumana de «La Bestia». En la sombra, Elijah Price (Samuel L. Jackson) parece emerger como una figura clave que conoce los secretos de ambos. Secuela de «El protegido» y «Múltiple», de M. Night Shyamalan.

M. Night Shyamalan cosechó un éxito arrollador en 1999 con El sexto sentido, película que revolucionó el género de suspense y que lanzó su carrera. Con un estilo muy característico a la hora de contar sus historias, estamos a un autor en el sentido más literal y claro del término.

En 2000, su siguiente película El protegido tuvo una acogida más fría de crítica y público. La película, con su visión del mundo del comic y su aproximación realista al mundo de los superhéroes resultó sorprendente para la época, en un momento que aún no se había estrenado Spiderman de San Raimi (2002), que marcó la explosión definitiva del género en el cine.

Señales en 2002 con Mel Gibson fue de nuevo un éxito de taquilla, aunque su atractivo para el público empezó a decaer en El bosque (2004), y sobre todo, con La joven del agua (2006), revisión de los mitos artúricos que significó su primer fracaso en taquilla.

Posteriores fracasos en 2010, Airbender, y 2013 After Earth parecían indicar que su carrera profesional estaba acabada. Sin embargo, supo reinventarse en 2015 con La visita, película de bajo presupuesto que financió él de su propio bolsillo y que realizó con completa libertad creativa, que le hizo volver a la senda del éxito, que se vió confirmado en 2017 con Split (Múltiple).

Tras Glass puedo decir que Shyamalan se encuentra en un excelente momento creativo, aunque hay que reconocer que tiene muchos haters en la crítica que no conectan con su tipo de cine.

Glass es una película inesperada y sorprendente que merece mucho la pena y que gustará a todos los fans del fantástico.

Empezando en lo positivo, el guión de Shyamalan es como siempre un engranaje perfecto que invierte tiempo en los tres protagonistas mientras construye la tensión, consigue que dudemos sobre lo que está pasando en realidad, y hace que nos estalle la cabeza con las sorpresas. La narración es lenta, algo habitual en su filmografía, pero incluye mucha más acción de lo que estamos acostumbrados.

Todo el reparto está increíble. James McAvoy es de nuevo el gran protagonista y vuelve a realizar un despliegue interpretativo bestial ampliando el número de personalidades, con algunos cambios en plano alucinantes. Bruce Willis y Samuel L. Jackson, a pesar de tener papales más contenidos, están también muy bien, sobre todo al haber visto la película en V.O.  Pero es que además las secundarias Sarah Paulson como la psiquiatra Dra. Staple y Anya Taylor-Joy de nuevo como la joven Casey están geniales. Y Spencer Treat Clark y Charlaine Woodard repiten los papeles del hijo de David Dunn y la madre de Elijah ¡19 años después! algo alucinante para mi.

Visualmente la película es sobresaliente y parece imposible que sólo haya costado 20 millones. Con una fotografía chulísima de Mike Gioulakis, utiliza diferentes gamas cromáticas para distinguir a los protagonistas.  Además, el montaje de Luke Ciarrocchi y Blu Murray aprovecha escenas descartadas de El protegido de forma excelente. Pero además, Glass es la demostración del excelente momento creativo de M. Night Shyamalan, que maneja perfectamente los tiempos y visualmente ofrece varios momentazos espectaculares.

Otro elemento muy positivo es que no se qué esperaba de esta película, pero Glass destroza mis expectativas previas, en mi opinión para bien. Estamos ante una película de superhéroes que reconoce los convencionalismos del género, como el climax final con el enfrentamiento definitivo del héroe con el villano, pero que a la vez plantea situaciones novedosas y originales a partir de ellos. Y que realiza un certero análisis de lo que significa ser especial en el mundo real actual.

Además, incluso cuando nos sorprende con varios giros y sorpresas anticlimáticas que resultan, hay que reconocerlo, un inesperado bajonazo  emocional, Shyamalan consigue terminar la película dando un rayo de esperanza, no solo a los personajes, sino a nosotros espectadores que vivimos en nuestro cínico y descreído mundo real. Y quizá esa sea la clave de las malas críticas.

Otro elemento a destacar es que a pesar de su pequeño papel, en minutos en pantalla, del personaje de Mr. Glass (Jackson), Glass es el título perfecto para la película porque ofrece la clave de toda la historia. McAvoy aporta los fuegos artificiales con su interpretación de La Bestia, pero la motivación de Elijah es el corazón que da gasolina y esperanza al final.

Glass no es perfecta. Tras un arranque de 10 presentando a David Dunn y a La Bestia, la película parece que pierda un poco el ritmo al llegar al psiquiátrico, cuando empieza a contarnos de qué va en realidad la película. Y tras 19 años de El Protegido, uno esperaría un papel más importante para David Dunn (Willis), el héroe de la película, del que realmente tiene. Además, aunque la película hila bien todos los elementos del guión, su desarrollo es lento como en otras películas del director, lo que puede hacer que algún espectador incauto no conecte con la película.

Todos estos aspectos pueden correctamente merecer una crítica razonada, y entiendo que haya gente a la que le pueda gustar más o menos la película, por estos motivo u otros compeltamente diferentes. Y las opiniones pueden ser todo lo variadas que se quiera. Lo que no entiendo para la nada es la enmienda a la totalidad que hacen algunos críticos contra la película.

Hay un mensaje muy potente en Glass sobre la necesidad de tener fe en que luchando podemos convertirnos en personas extraordinarias, aún cuando tenemos enfrente a una sociedad que machaca al diferente. Un tema con el que los lectores de cómics sin duda conectamos. Y  precisamente por eso creo que Glass va a conectar con fans del fantástico de todo tipo, y no con personas cínicas y descreídas.

Las pelis Marvel son geniales y las disfruto una barbaridad. Son historias fantásticas que no se avergüenzan de su origen ni de su imaginación y nos trasladan a un mundo en el que los héroes nos enseñan importantes valores morales. Glass arriesga porque apuesta por creer en lo fantástico aunque estemos en el mundo real. El personaje de Elijah (Jackson) ya lo dice: «Un hecho extraordinario puede tener una explicación racional. Pero eso no significa que sea la única respuesta, ni la correcta». En los tiempos que corren, hay que ser muy valiente para dar esa visión del mundo moderno.

Y frente a las voces que buscan la homogeneización de nuestras sociedad y del ocio que consumimos, está genial poder disfrutar una obra de un autor personalísimo que tiene una visión propia de la narrativa audiovisual, y también de la fuerza de las historias para moldear nuestra realidad. Por mi parte, lo único que puedo hacer es seguir apoyándole con mi dinero, pagando mi entrada para ver sus películas en cine.

Dado que Shyamalan sólo gastó 20 millones en hacer la película, que en parte ha conseguido mediante autofinanciación, y ha recaudado 45 millones en USA y otros 45 millones en el resto del mundo solo en el primer fin de semana, ya podemos decir que la película es un éxito y va a ser muy rentable para Shyamalan y Blumhouse, la productora de Glass.

Sinceramente, me alegro mucho que un autor como Shyamalan vaya a poder seguir haciendo un tipo de cine que solo él hace y que en ese sentido es tremendamente original. Y me sorprende el odio que parece que tanta gente (críticos) le tienen. Ahora mismo, Glass suspende claramente en Rotten Tomatoes con un 36% de aprobación.  Y no lo entiendo. Es una película bien interpretada y dirigida con un guión que cuadra a la perfección y con un poderío visual innegable. Puedo entender que gente diga «no es lo que esperaba», «no conecté con la historia», o incluso «no me gusta». Pero no que un «profesional» de la crítica diga que es mala.

Y, de nuevo, la clave es que Shyamalan repite en Glass un tema recurrente en su filmografía: Hay que tener fe. Según sus diferentes películas, indicaba que tener fe en la suerte ¿el destino?, en lo mitológico, en lo sobrenatural o en lo extraordinario. Incluso aunque eso choque con la realidad científica observable. Y entiendo que ese mensaje repetido de Shyamalan no encaja con las élites culturales «serias». ¿Os sorprende que mucha gente que opina que Infinity War no es cine «de verdad» diga que no le gustó Glass? A mí no. De hecho, explica muchas cosas.

He llegado a leer a un estúpido argumentar en una web americana, a partir de decir que no le gustó Glass, por qué no le deberían producir más películas a Shyamalan. Obviando que costeó de su bolsillo La Visita y Split antes de venderlas al productor. Y que de hecho, ¡son películas que han dado beneficios!! Whaaaat!!! Es decir, en lugar de decir que como no me gusta un tipo de cine no lo veo, intenta que no vuelva a poder rodar una película un autor que no encaja con el tipo de cine que ese indocumentado quiere ver. Penoso, aunque ilustrativo del estado del mundo actual. Incluso negando la realidad objetiva que Glass va a ser una película rentable que de beneficios aunque a él no le guste.

Comparto el trailer, que reconozco que no vi hasta después de ver la película para que nada me spoileara:

Glass no es lo que esperaba, pero lo que Shymalan me ha ofrecido es algo mucho mejor y con unos matices super interesantes. Una película que creo va a encantar a todos los fans del fantástico que continúa con muchos de los temas comunes de su filmografía

PUNTUACIÓN: 8.5/10