Gracias a Prime Video pude volver a ver Upgrade, la película australiana de 2018 que asentó la carrera del escritor y director Leigh Whannell previo a su consagración con El Hombre Invisible, y me alegra poder decir que me gustó mucho más que la primera vez.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
Tras ver cómo su mujer es asesinada tras un accidente que le deja parapléjico, un hombre se somete a una operación que le permite volver a caminar para así poder vengar a su esposa. (FILMAFFINITY)
Leigh Whannell es un director y escritor australiano nacido en 1997. Su carrera profesional está inevitablemente conectada a la de James Wan, ya que entablaron amistad en la facultad en Australia, creando SAW en 2004. Tras una década escribiendo los guiones y actuando de productor de James Wan en la franquicia de Saw y en las dos primeras películas de Insidious, en 2015 dió el salto a la dirección con Insidious 3, película en la que además de dirigir escribe el guión.
Upgrade, estrenada en 2018, supuso su segunda película como director y guionista, y fue producida por el sello de terror Blumhouse con un presupuesto de 5 millones de dólares, que estuvieron super bien aprovechados en pantalla.
La película cuenta con Stefan Duscio como director de fotografía, montaje de Andy Canny y Jed Palmer.
La película está protagonizada por un estupendo Logan Marshall-Green como Grey Trace, marido que queda paralítico tras un robo en el que murió su mujer, Betty Gabriel como la detective de policía Cortez, Melanie Vallejo es Asha, la esposa de Grey, mientras que Harrison Gilbertson es el millonario inventor Eron Keen, creador de la tecnología que permitirá a Grey volver a caminar.
Upgrade es una estupenda serie B que consigue dar un giro muy interesante a las típicas historias de venganza que sirvió para que su director Leigh Whannell saliera definitivamente de la sombra de su amigo James Wan, consiguiendo que a partir de este momento se le valore por méritos propios.
La película me parece modélica en todos los aspectos. Por un lado, el guión de Whannell me parece super interesante, porque partiendo de dos clichés del cine de acción, el de marido que busca venganza por la muerte de su mujer, y el super héroe que tras una tragedia tiene que aprender a utilizar sus recién adquiridos super poderes, consigue crear un giro que rompe con todo esperable en una serie B «standard».
Si me gusta el Whannell escritor, me gusta mucho más su faceta de director, creando momentazos visualmente chulísimos cuando Grey, el protagonista, emplea su cuerpo recién aumentado / mejorado. Empleando un enfoque en el que la cámara está fija en el protagonista, vemos como todo gira en torno a él, consiguiendo escenas de acción que se salen de lo normal.
Además, como comentaba antes, la película es una producción australiana financiada por Blumhouse con un presupuesto de 5 millones que asombra por lo bien utilizados que están. Que con este presupuesto hayan conseguido rodar escenas nocturnas de persecución en una autopista, por ejemplo, además de multitud de escenas exteriores, me indica que estamos ante una producción que ha sabido optimizar al máximo sus recursos, luciendo mucho mejor de lo que debería.
En lo relativo a las interpretaciones, dentro que estamos ante una serie B que sabe lo que es y no tiene pretensiones de ser nada más, me ha gustado la interpretación de Logan Marshall-Green como Grey Trace, un hombre que se encuentra en un cuerpo que en algunos momentos se mueve como si otra persona estuviera a los mandos. Marshall-Green crea unos movimientos super chulos que en algunos momentos me recordaron a Peter Weller en Robocop, un cuerpo de carne y huesos que no acaba de ser humano. En este aspecto, me pareció una interpretación super chula.
Upgrade como serie B que busca ofrecer un buen entretenimiento me parece una película llena de carisma y personalidad, y no se me ocurre ningún elemento menos bueno que destacar, hay mucho y bueno que disfrutar en los 95 minutos de metraje.
Comparto el trailer de la película:
Upgrade es una estupenda serie B que consigue dar un giro muy interesante a las típicas historias de venganza y que sirvió para que su director Leigh Whanell saliera definitivamente de la sombra de su amigo James Wan.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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El director y guionista Leigh Whannell, colaborador habitual de James Wan, ha firmado una notable nueva versión del clásico de H.G. Wells El hombre invisible, gracias sobre todo a una interpretación estelar de Elisabeth Moss.
PUNTUACIÓN: 8/10
Cecilia (Elisabeth Moss) rehace su vida tras recibir la noticia de que su exnovio, un maltratador empedernido, ha fallecido. Sin embargo, su cordura comienza a tambalearse cuando empieza tener la certeza de que en realidad sigue vivo. (FILMAFFINITY)
Leigh Whannell escribe y dirige esta nueva versión de El hombre invisible que ha sido producida por el sello de terror Blumhouse. Whannell es creador junto a James Wan de la franquicia Saw, y escribió además los guiones de Insidious (2010) e Insidious Capítulo Dos (2013). De hecho, hizo su debut en la dirección con Insidious Capítulo 3 (2015), tras la que firmó la over-the top Upgrade (2018) con la que consiguió llamar la atención de los fans del cine de acción. El hombre invisible es su tercera película como director, y cuenta con la fotografía de Stefan Duscio y música de Benjamin Wallfisch.
La novela de H.G. Wells sirvió de inspiración para que la Universal hiciera la primera adaptación de El Hombre invisible en 1931, pasando a formar parte del grupo de “Monstruos” del Studio. Tras el fiasco de La Momia (2018) con Tom Cruise que intentaba de actualizar estas películas dentro de un universo compartido cinematográfico copiando el de Marvel, se optó por una vuelta a los orígenes con la cooperación con Blumhouse, estudio especializado en cine de terror de bajo presupuesto que en los últimos años está rentabilizando perfectamente sus producciones.
El hombre invisible ha resultado ser un importante éxito de crítica y público. Tan sólo en su primer fin de semana ha recaudado 29 millones en los Estados Unidos y 20 en el resto del mundo, lo que dado su presupuesto de 7 millones ya asegura que la película va a ser super rentable para las distintas productoras.
Entrando en materia, lo cierto es que como comentaba más arriba, esta nueva versión de El hombre invisible me ha parecido una película excelente, gracias a la habilidad en la dirección de Leigh Whannell, pero también gracias a una extraordinaria Elisabeth Moss que marca la diferencia entre una buena película y una notable.
Y es que Elisabeth Moss ES la película. Solo ella transmite el miedo de una mujer que ha sufrido acoso por su antigua pareja hasta el punto de provocarla un terror a salir a la calle, que se va transformando en miedo e impotencia ante lo que la va sucediendo para lo cual no hay una explicación racional, y la única posible es algo demasiado loca para ser verdad. Su miedo se va transformando en locura, y en este tipo de papeles la verdad es que Moss los bordan, añadiendo además un toque desequilibrado que hacen que sea capaz de cualquier cosa.
Moss me parece una actriz como la copa de un pino y me da pena pensar que al ser una película de género de terror no va a recibir el reconocimiento que merece, al igual que tampoco lo tuvieron en su día Tony Collete (Hereditary), Lupita Nyong´o (US) o Florence Pugh (Midsommar). En todo caso, también veo que Moss se está encasillando (o la están encasillando) en este tipo de papeles de sufridora, y estaría bien verla en otro tipo de registros.
Leigh Whannell me ha parecido un director con las ideas muy claras, no solo en lo relativo al guión sino también en como conseguir el máximo efecto con sus imágenes y con el ritmo pausado que crea para la película. Nunca antes los espacios vacíos de una habitación transmitieron tanto mal rollo, y consigue crear una tensión creciente ante lo que no se puede ver e imaginamos que llega a ser incluso más aterrador, lo cual me parece que aporta un giro novedoso al terror. Y frente a este ritmo, cuando nos acercamos al climax consigue cambiar completamente y transformarla casi en una película de acción, lo que también funciona a las mil maravillas. No pude ver en su día Upgrade, pero me han entrado ganas de recuperarla, porque visualmente consigue crear momentos de gran intensidad dramática.
Si tengo que ponerle un pero a la película (uno pequeño), es que al ser una producción de Blumhouse de tan solo 7 millones de dólares, todo luce genial excepto el apartado de efectos especiales, con algunos efectos relativos a la invisibilidad que cantan y quedan bastante flojos en pantalla. En todo caso, estamos tan enganchados durante la película con la pesadilla que está viviendo el personaje de Elisabeth Moss que realmente esto que comento no supuso ningún problema durante el visionado.
También merece la pena comentar que me fastidió mucho ver el trailer de la película ya que pensaba que spoileaba el 90% de la película. Me alegra decir que aunque sí muestra el argumento básico de la película, se cuida de evitar un montón de momentos que me sorprendieron durante el visionado de la película. En todo caso, creo que cada vez tengo más claro que debo de evitar ver los trailers de las pelícuas que ya tengo claro que quiero ver en cine.
Otro elemento que merece ser destacado es que además de ser una notable de película de terror que conecta con el género “stalker”, también realiza una interesante metáfora, para el que quiera verla, en términos feministas y del “me-too”, al visibilizar la historia de una mejor acosada a la que nadie la cree. En todo caso, esto es una metáfora que no es mostrada de forma burda o intentando colarnos un panfleto político, sino que Whannell opta de forma inteligente por mostrar la historia confiando que los espectadores rellenaremos los huecos y entenderemos que, obviamente, acosar a una mujer está mal. El poder del cine para contar historias reside en MOSTRAR la historia, perdiéndose en muchas ocasiones esta fuerza cuando directores o productores menos hábiles optan por decirnos explicitamente lo que está bien o está mal, y como nos tenemos que sentir los espectadores por ello.
Comparto el trailer de la película:
El hombre invisible es una película notable que consigue mantener en tensión al espectador durante sus dos horas de metraje y que ofrece una buenísima actualización del mítico personaje.
PUNTUACIÓN: 8/10
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M. Night Shyamalan nos sorprendió en 2017 con Múltiple, una buenísima película excepcionalmente interpretada por James Mcavoy y Anya Taylor-Joy que además tenía una impactante sorpresa a modo de escena post-créditos. Dos años después llega Glass, la película que cierra sorprendéntemente la historia que empezó en 2000 con El Protegido.
PUNTUACIÓN: 8.5/10
Continuando desde donde lo dejó «Múltiple», «Glass» sigue los pasos de David Dunn (Bruce Willis) en su búsqueda de la figura superhumana de «La Bestia». En la sombra, Elijah Price (Samuel L. Jackson) parece emerger como una figura clave que conoce los secretos de ambos. Secuela de «El protegido» y «Múltiple», de M. Night Shyamalan.
M. Night Shyamalan cosechó un éxito arrollador en 1999 con El sexto sentido, película que revolucionó el género de suspense y que lanzó su carrera. Con un estilo muy característico a la hora de contar sus historias, estamos a un autor en el sentido más literal y claro del término.
En 2000, su siguiente película El protegido tuvo una acogida más fría de crítica y público. La película, con su visión del mundo del comic y su aproximación realista al mundo de los superhéroes resultó sorprendente para la época, en un momento que aún no se había estrenado Spiderman de San Raimi (2002), que marcó la explosión definitiva del género en el cine.
Señales en 2002 con Mel Gibson fue de nuevo un éxito de taquilla, aunque su atractivo para el público empezó a decaer en El bosque (2004), y sobre todo, con La joven del agua (2006), revisión de los mitos artúricos que significó su primer fracaso en taquilla.
Posteriores fracasos en 2010, Airbender, y 2013 After Earth parecían indicar que su carrera profesional estaba acabada. Sin embargo, supo reinventarse en 2015 con La visita, película de bajo presupuesto que financió él de su propio bolsillo y que realizó con completa libertad creativa, que le hizo volver a la senda del éxito, que se vió confirmado en 2017 con Split (Múltiple).
Tras Glass puedo decir que Shyamalan se encuentra en un excelente momento creativo, aunque hay que reconocer que tiene muchos haters en la crítica que no conectan con su tipo de cine.
Glass es una película inesperada y sorprendente que merece mucho la pena y que gustará a todos los fans del fantástico.
Empezando en lo positivo, el guión de Shyamalan es como siempre un engranaje perfecto que invierte tiempo en los tres protagonistas mientras construye la tensión, consigue que dudemos sobre lo que está pasando en realidad, y hace que nos estalle la cabeza con las sorpresas. La narración es lenta, algo habitual en su filmografía, pero incluye mucha más acción de lo que estamos acostumbrados.
Todo el reparto está increíble. James McAvoy es de nuevo el gran protagonista y vuelve a realizar un despliegue interpretativo bestial ampliando el número de personalidades, con algunos cambios en plano alucinantes. Bruce Willis y Samuel L. Jackson, a pesar de tener papales más contenidos, están también muy bien, sobre todo al haber visto la película en V.O. Pero es que además las secundarias Sarah Paulson como la psiquiatra Dra. Staple y Anya Taylor-Joy de nuevo como la joven Casey están geniales. Y Spencer Treat Clark y Charlaine Woodard repiten los papeles del hijo de David Dunn y la madre de Elijah ¡19 años después! algo alucinante para mi.
Visualmente la película es sobresaliente y parece imposible que sólo haya costado 20 millones. Con una fotografía chulísima de Mike Gioulakis, utiliza diferentes gamas cromáticas para distinguir a los protagonistas. Además, el montaje de Luke Ciarrocchi y Blu Murray aprovecha escenas descartadas de El protegido de forma excelente. Pero además, Glass es la demostración del excelente momento creativo de M. Night Shyamalan, que maneja perfectamente los tiempos y visualmente ofrece varios momentazos espectaculares.
Otro elemento muy positivo es que no se qué esperaba de esta película, pero Glass destroza mis expectativas previas, en mi opinión para bien. Estamos ante una película de superhéroes que reconoce los convencionalismos del género, como el climax final con el enfrentamiento definitivo del héroe con el villano, pero que a la vez plantea situaciones novedosas y originales a partir de ellos. Y que realiza un certero análisis de lo que significa ser especial en el mundo real actual.
Además, incluso cuando nos sorprende con varios giros y sorpresas anticlimáticas que resultan, hay que reconocerlo, un inesperado bajonazo emocional, Shyamalan consigue terminar la película dando un rayo de esperanza, no solo a los personajes, sino a nosotros espectadores que vivimos en nuestro cínico y descreído mundo real. Y quizá esa sea la clave de las malas críticas.
Otro elemento a destacar es que a pesar de su pequeño papel, en minutos en pantalla, del personaje de Mr. Glass (Jackson), Glass es el título perfecto para la película porque ofrece la clave de toda la historia. McAvoy aporta los fuegos artificiales con su interpretación de La Bestia, pero la motivación de Elijah es el corazón que da gasolina y esperanza al final.
Glass no es perfecta. Tras un arranque de 10 presentando a David Dunn y a La Bestia, la película parece que pierda un poco el ritmo al llegar al psiquiátrico, cuando empieza a contarnos de qué va en realidad la película. Y tras 19 años de El Protegido, uno esperaría un papel más importante para David Dunn (Willis), el héroe de la película, del que realmente tiene. Además, aunque la película hila bien todos los elementos del guión, su desarrollo es lento como en otras películas del director, lo que puede hacer que algún espectador incauto no conecte con la película.
Todos estos aspectos pueden correctamente merecer una crítica razonada, y entiendo que haya gente a la que le pueda gustar más o menos la película, por estos motivo u otros compeltamente diferentes. Y las opiniones pueden ser todo lo variadas que se quiera. Lo que no entiendo para la nada es la enmienda a la totalidad que hacen algunos críticos contra la película.
Hay un mensaje muy potente en Glass sobre la necesidad de tener fe en que luchando podemos convertirnos en personas extraordinarias, aún cuando tenemos enfrente a una sociedad que machaca al diferente. Un tema con el que los lectores de cómics sin duda conectamos. Y precisamente por eso creo que Glass va a conectar con fans del fantástico de todo tipo, y no con personas cínicas y descreídas.
Las pelis Marvel son geniales y las disfruto una barbaridad. Son historias fantásticas que no se avergüenzan de su origen ni de su imaginación y nos trasladan a un mundo en el que los héroes nos enseñan importantes valores morales. Glass arriesga porque apuesta por creer en lo fantástico aunque estemos en el mundo real. El personaje de Elijah (Jackson) ya lo dice: «Un hecho extraordinario puede tener una explicación racional. Pero eso no significa que sea la única respuesta, ni la correcta». En los tiempos que corren, hay que ser muy valiente para dar esa visión del mundo moderno.
Y frente a las voces que buscan la homogeneización de nuestras sociedad y del ocio que consumimos, está genial poder disfrutar una obra de un autor personalísimo que tiene una visión propia de la narrativa audiovisual, y también de la fuerza de las historias para moldear nuestra realidad. Por mi parte, lo único que puedo hacer es seguir apoyándole con mi dinero, pagando mi entrada para ver sus películas en cine.
Dado que Shyamalan sólo gastó 20 millones en hacer la película, que en parte ha conseguido mediante autofinanciación, y ha recaudado 45 millones en USA y otros 45 millones en el resto del mundo solo en el primer fin de semana, ya podemos decir que la película es un éxito y va a ser muy rentable para Shyamalan y Blumhouse, la productora de Glass.
Sinceramente, me alegro mucho que un autor como Shyamalan vaya a poder seguir haciendo un tipo de cine que solo él hace y que en ese sentido es tremendamente original. Y me sorprende el odio que parece que tanta gente (críticos) le tienen. Ahora mismo, Glass suspende claramente en Rotten Tomatoes con un 36% de aprobación. Y no lo entiendo. Es una película bien interpretada y dirigida con un guión que cuadra a la perfección y con un poderío visual innegable. Puedo entender que gente diga «no es lo que esperaba», «no conecté con la historia», o incluso «no me gusta». Pero no que un «profesional» de la crítica diga que es mala.
Y, de nuevo, la clave es que Shyamalan repite en Glass un tema recurrente en su filmografía: Hay que tener fe. Según sus diferentes películas, indicaba que tener fe en la suerte ¿el destino?, en lo mitológico, en lo sobrenatural o en lo extraordinario. Incluso aunque eso choque con la realidad científica observable. Y entiendo que ese mensaje repetido de Shyamalan no encaja con las élites culturales «serias». ¿Os sorprende que mucha gente que opina que Infinity War no es cine «de verdad» diga que no le gustó Glass? A mí no. De hecho, explica muchas cosas.
He llegado a leer a un estúpido argumentar en una web americana, a partir de decir que no le gustó Glass, por qué no le deberían producir más películas a Shyamalan. Obviando que costeó de su bolsillo La Visita y Split antes de venderlas al productor. Y que de hecho, ¡son películas que han dado beneficios!! Whaaaat!!! Es decir, en lugar de decir que como no me gusta un tipo de cine no lo veo, intenta que no vuelva a poder rodar una película un autor que no encaja con el tipo de cine que ese indocumentado quiere ver. Penoso, aunque ilustrativo del estado del mundo actual. Incluso negando la realidad objetiva que Glass va a ser una película rentable que de beneficios aunque a él no le guste.
Comparto el trailer, que reconozco que no vi hasta después de ver la película para que nada me spoileara:
Glass no es lo que esperaba, pero lo que Shymalan me ha ofrecido es algo mucho mejor y con unos matices super interesantes. Una película que creo va a encantar a todos los fans del fantástico que continúa con muchos de los temas comunes de su filmografía
PUNTUACIÓN: 8.5/10
Repaso a mi Sci-fi favorito: comics, películas, TV y libros
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