Reconozco que tenía muchas ganas de volver a la Tierra Media con la nueva serie de Prime Video El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder. Comento mis impresiones sin spoilers de los dos primeros episodios.
PUNTUACIÓN: 7/10
En un periodo de relativa calma, los personajes se enfrentan al resurgimiento del mal en la Tierra Media. Desde las profundidades más oscuras de las Montañas Nubladas hasta los majestuosos bosques de Lindon, el impresionante reino insular de Númenor y los confines más lejanos del mapa, estos reinos y personajes esculpirán legados que perdurarán en el tiempo. Serie de TV basada en los libros de J.R.R. Tolkien, ambientada en la Tierra Media, y que explora nuevas líneas argumentales en una época muy anterior a «La comunidad del anillo».
El Señor de los Anillos escrita por J.R.R. Tolkien es una de las más grandes sagas de la fantasía épica, a la que hay que sumar la multipremiada trilogía de Peter Jackson. Cuando llegó la hora de hacerse con los derechos, el dueño de Amazon Peter Bezos tiró la casa por la ventana al pagar 250 millones de dólares por los derechos de un material que permitiera a su canal de streaming Prime Video competir con HBO y su Juego de Tronos. Si a esto le sumamos un compromiso de realizar al menos 5 temporadas de esta serie con un presupuesto estimado de 1000 millones de dólares, nos encontramos con la que probablemente sea la producción de televisión más cara de la historia.
La primera sorpresa vino cuando Prime confirmó la contratación de los prácticamente desconocidos J.D. Payne y Patrick McKay como creadores y showrunners de la serie. Payne y McKay son unos guionistas que trabajaron en Bad Robot, la productora de J.J. Abrams y realizaron labores de guion no acreditadas en Star Trek Beyond (Justin Lin, 2016) y estaban trabajando en el guion de Star Trek 4 hasta que la producción fue cancelada por Paramount. Además de esto, también trabajaron en los diferentes borradores del guion de Jungle Cruise (Jaume Collet-Serra, 2021). Muy poco bagaje para un encargo tan importante.
La segunda gran sorpresa vino con la confirmación que Prime NO pretendía adaptar obras inéditas de J.R.R. Tolkien como el Silmarillion o los Apéndices, sino que pretendían crear material totalmente nuevo que supuestamente se inspiraría en la obra de Tolkien y mantuviera de alguna manera la espectacularidad y la personalidad de las películas de Jackson. Esto enfureció a los fans de Tolkien que se sintieron engañados, creándose una polémica que ha llegado hasta el estreno.
Para estos dos primeros episodios Prime ha contratado al español J. A. Bayona, que realiza además funciones de productor ejecutivo. Bayona se trajo consigo al director de fotografía Óscar Faura a un rodaje que tuvo lugar en Nueva Zelanda. El ilustrador y artista conceptual John Howe fue contratado para mantener la sensación y el estilo de las películas anteriores. También se contrató a la diseñadora de vestuario Kate Hawley, que trabajó en las películas del Hobbit. Howard Shore, creador de la icónica banda sonora de LOTR, creó el tema principal, aunque Bear McCreary ha hecho la banda sonora. Por cierto, los showrunners Payne y McKay han escrito el guion del piloto, pero el segundo episodio ha sido escrito por Gennifer Hutchison, guionista que ha trabajado en Breaking bad y Better call Saul entre otras obras.
En cuanto al reparto, de momento tenemos un montón de caras desconocidas que supongo tendrán la esperanza de poder entrar en el imaginario colectivo del gran público gracias a esta serie. Morfydd Clark es una joven Galadriel, la Señora Elfa de los bosques de Lothlórien interpretada en las películas por Cate Blanchett ahora es una joven guerrera elfa que cree que el mal está regresando a la Tierra Media. Markella Kavenagh es Elanor «Nori» Brandyfoot, una Pelosa (raza precursora de los hobbits que vivieron milenios antes que Frodo y compañía) con un anhelo de aventura. Robert Aramayo es Elrond, un arquitecto y político medio elfo que en la trilogía de Peter Jackson estuvo interpretado por el actor Hugo Weaving.
Benjamin Walker es Gil-galad, el Alto Rey de los Elfos que gobierna desde el reino de Lindon. Ismael Cruz Córdova es Arondir, un elfo silvano con un amor prohibido por la curandera humana Bronwyn, (Nazanin Boniadi), una humana y curandera que posee una botica en las Tierras del Sur. Tyroe Muhafidin es Theo, el hijo de Bronwyn. Charles Edwards hace de Celebrimbor, el herrero elfo que forja los Anillos de Poder, es un «brillante artesano» conocido en toda la Tierra Media que es amigo de los enanos de Khazad-dûm. Daniel Weyman es el extraño que cae del cielo en un meteorito en llamas y Owain Arthur es Durin IV, príncipe de la ciudad enana de Khazad-dûm.
Antes de empezar a valorar esta serie, debo reconocer que en mi familia somos super fans de El Señor de los Anillos de Peter Jackson. Todos los años volvemos a ver la edición extendida de las tres películas, y seguimos flipando con unas películas que son historia del cine. También diré que leí El Hobbit y El Señor de los Anillos con ¿15, 16 años? pero no me consideraría super fan de Tokien ya que no llegué a leer el Silmarillion , los Apéndices o el resto de la obra del escritor inglés.
Así que cuando se anunció una serie de televisión ambientada en la Tierra Media, la alegría fue máxima. Incluso la noticia de que Prime no buscaba adaptar los escritos de Tolkien sino crear nuevas historias no me llamó a ningún boycott contra nadie, queriendo dar el beneficio de la duda confiando que la serie me gustara por si misma y no por ser derivativa de algo que realmente me encanta. Por mi parte, no la juzgaré en comparación a la obra literaria, si me gusta será por sus propios méritos y si no me gusta será también por lo que nos enseñan en pantalla, no por lo que deberían haber hecho o lo que me gustaría que hicieran.
Y me alegra poder expresar mi alegría ante mi retorno a la Tierra Media con una producción de este calibre, que luce sencillamente increíble de principio a fin. Contratar a Bayona para estos dos primeros episodios ya era una declaración de intenciones y diría que ha salido bien parado de un encargo envenenado, ya que la comparación con Peter Jackson es inevitable. Dentro que obviamente no llega al mismo nivel de excelencia, los problemas que le puedo encontrar a estos episodios son de guion, algo que no puede ser achacable a él, así que globalmente hay que estar contentos con la labor del director español en la serie más importante del año.
Viendo estos dos primeros episodios se confirma que el diseño de producción y sus soberbios efectos especiales son de diez, devolviéndonos a la Tierra Media a millones de espectadores. Por lo visto hasta ahora, la escala y las diferentes localizaciones tienen el feeling perfecto de lo que se espera de El Señor de los Anillos, y me han dejado con la boca abierta en más de una ocasión. Por ejemplo, la presentación del campamento de Pelosos me ha parecido una pasada super divertida, y las minas de los enanos lucen majestuosas e increíbles. Pensar en las diferentes localizaciones que están por aparecer me hace ilusionarme un montón con una serie que visualmente está ofreciendo lo que se esperaba de ella, siendo este aspecto lo mejor de la serie de largo.
Ha habido también bastante polémica con el casting de actores racializados que tiene la serie. Personalmente eso me da igual. Lo que sí tengo que reconocer es que excepto Galadriel y Elrond por motivos obvios, no recuerdo el nombre de ningún personaje, lo cual no es habitual para mi. Y no creo que nadie esté especialmente mal, tampoco creo que ningún actor o actriz destaque por sus dotes actorales o su personalidad hasta el momento, motivo por el que diría que me han pasado sus nombres desapercibidos. Si tengo que destacar a algunos, me quedo con Markella Kavenagh como la joven Pelusa «Nori» Brandyfoot y con Ismael Cruz Córdova como el elfo silvano Arondir. El resto de personajes de momento los veo muy muy grises. Y se que las comparaciones son odiosas, pero de momento Cate Blanchett y Hugo Weaving están dejando en muy mal lugar a sus jóvenes contrapartidas de esta serie. Por suerte para todos, quedan seis episodios para hacerme cambiar de opinión, porque tengo claro que Jon Nieve o Daenerys Targaryen no se convirtieron en los iconos que son ahora en los primeros episodios de Juego de Tronos.
Y es que dentro que como comentaba al principio me ha gustado volver a la Tierra Media y seguro voy a ver la serie completa, la verdad es que debo que reconocer que tras ver más de dos horas de televisión apenas ha pasado nada interesante, lo cual creo que es lo que provoca que no nos enganchemos a los personajes o lo que hacen. Y esto es un problema sobre todo del guion. Los Anillos de Poder tiene 8 episodios en esta temporada y confío que la tensión y la sensación de amenaza aumente a medida que avance la serie, porque no nos han dejado en unos momentos realmente emocionantes. En este sentido, es ilustrativo que igual que pasó recientemente en Sandman, al final de este segundo episodio los productores insertan un trailer de los momentos más espectaculares y emocionantes de lo que está por llegar como forma de enganchar a los espectadores indecisos, porque diría que incluso ellos mismos se dieron cuenta que lo que habían mostrado hasta ahora no había sido nada del otro mundo.
Escribiendo este artículo acabo de descubrir que los showrunners Payne y McKay son alumnos de la escuela J.J. Abrams en Bad Robot. Y eso explica algunas locuras del guion que son el típico «todo vale» de Abrams y que me chocaron durante el visionado. En concreto, el sentido espacial y el paso del tiempo desaparece en la serie, con una elipsis muy loca con dos narrativas que se solapan en el episodio. Lo comento porque no son elementos vitales de la trama, y desde luego no voy a dejar de ver la serie por estas absurdeces, pero como ya pasó en Star Wars Episodio VII El despertar de la fuerza, son pequeñas piedras que la serie va poniendo en el camino y que impedía que disfrutara de la serie como me hubiera gustado.
Por ejemplo, Gil-galad, el Alto Rey de los Elfos le pregunta a Elrond si quiere unirse a Celebrimbor en su viaje a la ciudad enana de Khazad-dûm, a lo que él acepta encantado. Literalmente en la siguiente escena, ¡Elron y Celebrimbor están llegando a pie a las minas! Un viaje de muchas semanas o meses a caballo cruzando gran parte de la Tierra Media realizado en apenas segundos a pie por obra de una elipsis muy loca. Muy loca porque al mismo tiempo Galadriel ha saltado de un barco y se encuentra en mitad del océano y en mitad de esa elipsis de semanas o meses. Y los Elfos son seres casi inmortales de leyenda, pero SE CANSAN Y TIENEN QUE DORMIR O DESCANSAR. Pretender que nos creamos que Galadriel puede realizar semejante hazaña es un WTF!! muy muy loco. Como también lo es la forma en que un personaje encuentra por qué si una espada rota con el símbolo de Sauron. Literamente se la encuentra sin más. Buff, qué daño ha hecho Abrams al mundo de los blockbusters mainstream, por supuesto que NO todo vale.
Y como digo por supuesto esto son al fin y al cabo «chorraditas», desde luego no lo más importante de la serie, pero si son cosas que no cuadran, y al no hacerlo la satisfacción es mucho menor a lo esperado, aparte del hecho que no hemos visto hacer a casi ningún personaje nada especialmente inspirado. Por cierto, fruto de esta escuela Abrams, he encontrado diálogos muy flojos, sobre todo en lo relacionado con los elfos, que tampoco me han dejado sensación de que me los creo.
A priori yo con ver hobbits y elfos ya me daba por contento, cosa que más o menos hemos tenido en el arranque de esta serie. Sin embargo, dentro que la serie me ha entretenido y tengo ganas de ver como continúa la serie, estos episodios me hacen temer que Prime Video haya cometido un error crítico con la elección de unos showrunners sin la experiencia suficiente para llevar este encargo a las cotas que debería alcanzar. De momento, acepto el «entretenido sin más», pero realmente tratándose del El Señor de los Anillos eso no es suficiente. Espero que los próximos episodios me hagan tragarme mis palabras.
Comparto el trailer de esta serie:
El Señor de los Anillos: Los Anillos de poder se han quedado en su estreno en un «bien sin más» que en este caso no tengo claro que sea suficiente para enamorarme. Espero que los próximos episodios me hagan cambiar de opinión.
PUNTUACIÓN: 7/10
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