Han pasado casi siete meses desde el estreno del Especial Navidad de Guardianes de la Galaxia en Disney+. Eso es muchísimo tiempo en televisión. Y por fin pudimos ver el arranque de Invasión secreta, la serie que significa el retorno a Samuel L. Jackson a su personaje fetiche Nick Furia. Comento mis impresiones de este primer episodio.
PUNTUACIÓN: 5/10
Nick Furia descubre que una facción de cambiaformas skrulls está invadiendo la Tierra en secreto.
Secret Invasion es una miniserie de televisión estadounidense creada por Kyle Bradstreet, un guionista y productor conocido por su trabajo en Mr. Robot que además de crear la serie dirige al equipo de guionistas. La serie de seis episodios ha sido dirigida por Ali Selim, un director de cine y televisión nacido en Minnesota y de ascendencia egipcia y alemana que ha dirigido más de 850 anuncios de televisión, cinco documentales de media hora y varios vídeos musicales. La serie se inspira en la historia homónima de Marvel Comics aunque irá como suele ser el caso completamente a su aire, y es la novena serie de televisión del Universo Cinematográfico Marvel (MCU).
Además de Samuel L. Jackson retomando a Nick Fury, en la serie asistimos al retorno de caras conocidas dentro del MCU como son Ben Mendelsohn como Talos, Don Cheadle como James «Rhodey» Rhodes, Cobie Smulders como Maria Hill y Martin Freeman como Everett K. Ross.
Los nuevos actores que se incorporan al MCU son Kingsley Ben-Adir como Gravik, el líder de un grupo de Skrulls rebeldes, Emilia Clarke como G’iah, la hija de Talos, Olivia Colman como Sonya Falsworth, una agente de alto rango del MI6 y vieja aliada de Fury, y Dermot Mulroney como Ritson, el presidente de los Estados Unidos.
Empezando a valorar este primer episodio, tengo que reconocer que las sensaciones no han sido buenas. La serie inspirada en el comic de Brian Michael Bendis y Leinil Francis Yu prometía una historia de espionaje y conspiraciones al tener que enfrentarse Nick Furia a la amenaza de unos Skrulls rebeldes que buscan desestabilizar el planeta gracias a sus habilidades de alteración de su apariencia física. Mezclar el género de espías con una buena dosis de paranoia si se hacía bien podía darnosa una serie bien maja. Sin embargo, este primer episodio ha tenido un tremendo problema de falta de tensión que hizo imposible que ninguna escena me enganchara. He leído que se ha calificado a la serie como «sobria», y dentro que es una opinión subjetiva, en mi caso sería sinónimo de «falto de interés» y casi de «aburrida».
El reparto de Invasión secreta es genial, con Samuel L. Jackson, Ben Mendelsohn, Cobie Smulders, Martin Freeman y la presentación en el MCU de Olivia Colman y Emilia Clarke entre otros. A Don Cheadle o Delmot Mulroney no les incluyo porque su aparición en el capítulo ha sido apenas un cameo de pocos segundos. Sin embargo, todos están super desaprovechados con unos diálogos bastante flojos y sobre expositivos y una puesta en escena televisiva cutrilla que convierte en mediocre una trama que debería enganchar desde el minuto uno y no lo hace.
En esto hay que hacer un inciso, porque creo que la serie realiza un salto de fe demasiado grande asumiendo que conocemos a todos los personajes. Y aunque por supuesto sabemos quien es Nick Furia y recordamos vagamente que Talos era el Skrull bueno de Capitana Marvel, la serie no realiza un buen trabajo en la presentación de nadie. Empezando por un Furia que se ha pasado años en la estación espacial S.A.B.E.R. sin de momento darnos una explicación razonable del motivo. No, que Fury diga que tuvo una crisis de fe por el Blip de Infinity War no sirve, dado que en ese momento Fury se encontraba en la clandestinidad tras desaparecer SHIELD. Por no haber explicado bien, creo que de hecho no sabemos que es S.A.B.E.R. (la estación espacial), ni desde luego se nombra a S.W.O.R.D., la organización que teóricamente cubrió el hueco de SHIELD en este caso centrada en estudiar y vigilar posibles amenazas extraterrestres. Y esto es si mismo no es grave, pero si la presentación no es buena incluso para alguien como yo que me considero un fan del MCU que está al día, lo que habrán podido pensar espectadores ocasionales puede ser eso multiplicado por 100. Al final, se trata de ponérselo fácil al espectador, cosa que creo la serie no hace.
Reconozco que no tenía ningún hype previo por esta serie, pero los siete meses sin contenidos de Marvel Studios en Disney+ hizo que fuera a ver seguro esta serie. También tengo claro que la serie de Disney+ coge el nombre del comic-evento de Bendis y Yu pero no iba a tener nada que ver más allá de la premisa básica. Sin embargo, dentro que la historia estaba claro que sería diferente, al menos confiaba que la serie buscara recrear la sensación de paranoia al no saber en quien confiar, al poder ser cualquiera un skrull infiltrado. Y al menos en este primer episodio la falta de este elemento ha sido uno de los mayores chascos del conjunto. Para ser un primer episodio que debe enganchar, no lo ha conseguido.
Por no gustarme, no me gustan ni las localizaciones ni en general el diseño de producción. He leído que la serie se rodó en Inglaterra, pero al menos en este episodio hay dos escenas de persecución, una nocturna y la segunda de día, que diría que pasan por la misma escalera, lo cual me ha parecido super cutre. En ese sentido, los sets de rodaje y las localizaciones no transmiten que estemos ante una superproducción como al menos sí tuvimos en Falcon y el Soldado de Invierno. Todo está planteado de la forma menos atractiva posible.
El episodio de 55 minutos (contando los títulos de crédito finales), plantea un final con una sorpresa super potente a modo de cliffhanger final. Este final incluye varias explosiones que deberían ser de las escenas más espectaculares de toda la serie. Lamentablemente, de nuevo está rodada de forma super montonera, con el plus negativo de unas explosiones de CGI que excepto la primera no se las han currado nada. En esto creo que también juega un factor importante la nula capacidad actoral de Kingsley Ben-Adir como Gravik, el líder del grupo de Skrulls rebelde y a priori villano de la serie, un actor que no tiene ni presencia en pantalla ni transmite ningún tipo de sensación de amenaza, y que pinta a que puede ser lo peor de una serie muy, muy normalita.
La suerte que tiene Invasión secreta es que son tan sólo 6 episodios y que estas semanas están siendo flojillas en cuanto a estrenos televisivos que me interesen. Es por esto que a menos que los próximos dos episodios sean penosos, cosa que no espero que vaya a pasar, creo que veré la serie entera para poder valorarla una vez esté completa.
Dentro de la sorpresa final, me gustaría pensar que existe la posibilidad que la semana próxima descubriremos un giro que conecte con la paranoia de que cualquiera puede ser un Skrull encubierto. Si esa sorpresa se confirmara, creo que podriamos estar ante una buena idea, a falta eso si de la ejecución. Aunque claro, hasta la semana que viene no sabremos si esto es así o no.
Teniendo en cuenta la decepción de Ms. Marvel o Hulka, esperaba que el arranque de esta Invasión secreta fuera la bomba para engancharnos. Me sabe mal comprobar que no ha sido el caso. Y ya no por mi, veo difícil que este arranque enganche a espectadores no fans del MCU. Aunque no es indicativo de nada, mi hijo no parecía muy emocionado con el episodio, y mi mujer se puso a ver videos de Tick-tock. La cosa no pinta bien…
Comparto el trailer de la serie:
Invasión secreta ha empezado de forma decepcionante. Esperemos que aumente su interés en las próximas semanas, porque este arranque no ha sido para tirar cohetes.
PUNTUACIÓN: 5/10
Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones. Y si quieres, puedes invitarme a un café.
¡Saludos a todos!



